Partida Rol por web

Por alguna razón, Elba había decidido ir a casa de River, en donde NO había ningún policía esperando su llegada, por lo que podía plantearse tranquilamente las siguientes preguntas ¿Qué iba a hacer allí? ¿Cómo iba a entrar?

Evidentemente el objetivo de Elba Ginaso deseaba entrar al interior de aquella casa a como esto diera lugar, por lo que pensó que la mejor idea que le llegó a la mente es ir a la puerta trasera y tratar de desbloquearla por medio de la fuerza. A fin de cuentas, era altamente improbable que tuvieran una alarma, a fin de cuentas había demasiada droga en esa casa como para atraer la policía en el interior.

Sin embargo, al ser un bloque de pisos*, al igual que fue la casa de Morat Propat en su momento, no contaba con puerta trasera. Solo se podía acceder, normalmente, desde la entrada principal. Sin embargo, contaba con una escalera de incendios, como cualquier bloque de pisos, por lo que daba acceso a ventanas (también cerradas, pero más frágiles que una puerta) de la residencia.

Este bloque de pisos parecía carecer de entradas traseras por las que Elba Ginaso podía colarse, por lo que probó a buscar otra forma para entrar. Miró si había algún telefonillo en el cual llamar a alguno de esos vecinos y a partir de ahí, engañarlos para entrar usando el mejor método que esta conocía.

-Vengo a entregar un paquete a... ¿Vegas?. O algo así...

¿Siii? - se escuchó con una voz anciana a través del telefonillo. - Aaaah. Los veganos sí, sí, una familia muy maja. El pequeño Timothy Williams ayer me bajó la basura antes de irme a dormir. ¿Qué paquete le ha traído usted a esa familia tan agradable? - sin duda alguna, la anciana no había entendido bien el apellido.

Al parecer había timbrado en el piso menos apto para ser engañado con una apertura rápida, sino que, por el contrario había dado con una pobre ancianita a la que iba a tratar de convencer no solo de dejarla pasar sino de otras muchas cositas más pero eso tiempo al tiempo.

-Consoladores. -Comentó sin ningún tipo de duda.- Están desolados y necesitan ser consolados. Así que será mejor que abras la puerta de entrada antes de que sigan tristes.

¿Consolaciones? - dijo sorprendida. - ¿Quedaron segundos en algún torneo? La familia Williams debería ser la primera en todo ¡como en esta comunidad! Si hay algunos que se merezcan el premio de consolación son esa pandilla de fumahierbas ¿sabes que la hija es Skater? ¡Eso solo lo son los hijos del demonio! - gritaba por el telefonillo, a la par que abría la puerta del patio.

Aprovechando las puertas abiertas esta se adentró en el edificio, deseaba poder finalmente llegar hasta la casa de River, pero aún tenía otro problema de por medio y esto era entrar en la casa. Por lo que, una vez que llegó a la puerta indicada según el telefonillo, esta rebuscó debajo del felpudo por si hubiera una llave ahí escondida.

Elba no encontró nada en el felpudo... Pero sí en la planta que había justo al lado, en una maceta. La verdad es que estos Hippies eran ciertamente predecibles.

Elba entró en la casa sin demasiado problema y lo primero que le echó algo para atrás, era el olor a maría que desprendía de forma natural el lugar. Si bien no era algo excesivo, si que se notaba más que en cualquier otro lugar.

Al parecer los Hippies eran seres bastante predecibles, por lo que Elba Ginaso con esto dicho se adentró en la casa de esta muchacha a esperar... pero bueno, echar un vistazo al interior de la misma nunca vendría mal, a ver si podía encontrar algo de interés por aquí o por allá...

Quería averiguar lo que River había conseguido saber sobre aquellos enmascarados. Y esto era algo que más ansiaba en esos momentos. Si bien no encontraba nada, su segundo paso del plan se pondría en marcha, y este era un plan quizás algo demasiado complicado de hacer, pero a fin de cuentas era un plan a prueba de fallos.

Primero prepararía un porro, listo para fumar y lo dejaría visible para que algún amante a estos fuera a tomarlo tras un duro día de trabajo. Tras esto abriría el gas de la cocina apoyandose en que el olor de los porros camuflaran el posible olor a gas... y tras esto una llamada con el teléfono fijo de la casa a River Vega en donde no diría nada...

Tras esto, Elba Ginaso simplemente se marcharía de la casa a otro lugar...

Elba era muy probable que se sintiera decepcionada por no haber encontrado nada allí, pues River no había guardado ninguna pista en su habitación. Sin embargo, todo lo demás que se propuso hacer, lo hizo sin ningún tipo de inconveniente, incluso abandonó la residencia sin problema alguno. Ahora que había caído la noche ¿qué iba a hacer Elba? ¿Atraería alguna víctima al lugar? ¿O dejaría que el azar decidiera si ocurría o no una desgracia?

Ya que estaba, hizo una llamada a Luke y a Teddy antes de finalmente abandonar el lugar para dirigirse hacia la casa de otro de sus compañeros de instituto, en esta ocasión de no otro que de Diana Eggers, a fin de cuentas tenía que tener una charla privada con aquella muchacha...