Partida Rol por web

La miró increíblemente mal tras escuchar las palabras de su hija. - Me das asco. No sé como puedes ser mi hija. - le dio un empujón para sacarla de la casa y cerró de un portazo. - ¡Vete a tomar por culo! - gritó a través de la puerta, tras tan terrible ofensa.

Los vegetarianos eran conocidos por ser gente variable y voluble, por lo que a Elba no le sorprendió lo más mínimo que su padre la echara de casa, a fin de cuentas, el hecho de no tener hierro en la sangre por falta de comer carne era lo que le pasaba. Como un adicto que se ve obligado a dejar el tabaco.

-Pos Ok. -Respondió como si nada mientras salía a pasear hacia la casa de... Jordan Hallwinter- Seguro que Jordan no tendrá problemas en dejarme dormir en su casa... y si hay suerte quizás haya bingo..

Desde la calle algo se movía entre los arbustos que había junto a la ventana del salón de los Ginaso. Tal vez un gato, tal vez un mapache que pasaba de camino al cubo de basura o alguna amenaza peor. Sin embargo, el señor Ginaso no se dio cuenta ya que estaba muy concentrado en el programa de maltrato animal riendo a carcajadas. Fueron esas mismas carcajadas las que le impidieron escuchar la puerta de la cocina abrirse lentamente o los suaves y amenazantes pasos que se aproximaban por detrás.

Antes de darse cuenta, había un fino y fuerte cable en su cuello y lo estrangulaba por detrás. Trató de defenderse pero era demasiado tarde. Poco después, su cuerpo inerte quedó tendido en el sofá. Ghostface miró la tele y negó con la cabeza.

- Tsk, tsk, tsk - dijo mientras negaba con el dedo - Alguien ha sido un chico malo, señor Ginaso, podrías perder la cabeza por algo como esto.

Acto seguido, sacó un hacha que brilló bajo la luz parpadeante de la tele para cortarle la cabeza y guardarla en la nevera.

Elba llegó a casa, su padre estaba viendo la tele, concretamente un documental sobre el maltrato animal, parecía dormido, pues no se movía ni un ápice y no estaba riéndose a carcajadas. Elba recordó el mensaje de su padre ¡había algo delicioso en la nevera! Pero al abrir la puerta del frigorífico, Elba encontró que lo que había en la nevera no era un pastel, si no la cabeza sangrante de su padre, lo cual llevaba a plantear una pregunta ¿quién estaba en el sofá?

Elba se apresuró para descubrir el cuerpo de su padre y encima de este, a modo de cabeza, una sandía tallada.