Lapido !! - le gritaba a River cuando veo a esta caminar por el pasillo - An'e que 'e vea venil hacia aquí - mientras yo ya me iba poniendo en el punto siego que proporcionaba la segunda estantería llena de bolsos que adornaba la habitación ... cual es el problema de esta paya con acumular tantos accesorio si solo puede llevar encima como dos o tres antes de verse extraña... - 'Enemos que ganal 'iempo, s-si alguno logla con'ac'ar con los polis, quizás podamos vel el mañana... - musitaba mientras baja en dos o tres tonos mi vozarrón para no mandar al garete la oportunidad de ocultarnos.
River corrió dentro del cuarto, dejando casi cerrada la puerta detrás de ella, y se acercó a Lazlo, cerca de quién procedió a vaciarse los bolsillos de la chaqueta. Empezó con el testimonio de la psicóloga, pero también con una navaja suiza.
-Lo siento mucho, quise avisarte pero--su disculpa se interrumpió cuando sacó dos móviles. Uno de ellos en especial le interesaba.
-Le robé el móvil a Ryan, ¡quizás tenga cobertura, o incluso podamos engañar al padre de Jordan para que se vaya y nos podamos ir!-le explicó, asintiendo ante su idea de contactar con la policía, pero cuando miró el móvil, su esperanza desapareció.-Mierda. No puedo desbloquearlo...
River miró a Lazlo con terror. Si tan solo fuera tan buena con la tecnología como Jordan... Pero no era momento de pensar en más planes así, necesitaba esconderse y se estaba quedando sin tiempo.
Mientras todo esto ocurría, todos sus objetos se quedaron momentáneamente sin vigilancia y al alcance de Lazlo.
"Ganar tiempo" recordó las palabras de Lazlo, lo único que necesitaba. River recogió todos sus objetos y echó a correr. Cuando pasó al lado de la cama, metió el pie bajo el edredón que colgaba hasta al suelo y tiró un poco de él, como si alguien lo hubiera movido accidentalmente al meterse debajo de la cama. Pero su objetivo era otro. Ell armario de Miryam estaba al lado, y se metió dentro.
Cerró la puerta detrás de ella, y buscó un hueco detrás de toda la ropa. Con suerte, no sería visible a primera vista, incluso puede que lo de la cama confundiera a Ghostface y le ganara más tiempo aún. Si todo eso fallaba... La mano de River se aferró a la navaja abierta, pero no tenía nada claro hasta que punto sería capaz de usarla. Con la otra mano, se cubrió la boca, e intentó concentrarse en calmar su respiración.
¡Y diez! - escucharon gritar desde abajo de la escalera. Poco después unos pasos firmes y duros empezaron a sonar indicando que estaba subiendo las escaleras. Pararon dichos pasos momentáneamente, pero poco después continuaron hasta llegar a la habitación de Maryam Hallwinter. - Drogadictaaaa, tienes un papel que no es de fumar ¡y me pertenece! - llevaba el cuchillo en la mano, se le notaba ansioso por encontrar a River.
Vio como la cama estaba levemente movida, por lo que tenía bastante claro que debajo debería haber alguien, por lo que se acercó y miró debajo de esta, cuchillo en mano. - ¡Cu-cú! - pero no vio nada de nada. Quien si vio algo fue Lazlo, pues entendió que aquél era el momento perfecto para actuar y hacer lo que se proponía, lanzarse encima de Ghostface e intentar quitarle el cuchillo.
Lazlo salió sin dudar ni un segundo de su escondite y se echó encima de Ghostface, con el cual estuvo forcejeando unos segundos, hasta lograr su objetivo, arrebatarle el cuchillo... El problema es que aunque el asesino serial ya no lo tenía entre las manos, Lazlo lo tenía bien clavado en el abdomen. La sangre empezó a brotar y Lazlo caía al suelo, inmóvil. Al menos con la confusión Ghostface parecía algo mareado y bastante desarmado.
Cada segundo, cada paso de Ghostface acercándose, era un tiempo en el que River se planteaba cualquier ruta de salida o ataque. Tenía todo un repertorio mental de escenas de películas para repasar, pero no podía encontrar una en la que tanto víctima como asesino salieran bien parados. Tenía que seguir buscando.
Todavía no lo tenía claro cuando oyó a Ethan entrar y caer en su pequeña trampa. Tampoco cuando oyó a Lazlo salir de su escondite, o lo que parecían ser forcejeos. Para cuando se atrevió a salir del armario, se encontró al chico con el cuchillo clavado, y a Ghostface desarmado.
Otra muerte injusta.
No lo tenía previsto, pero River corrió contra Ghostface, aprovechando ese pequeño momento para empujarle al suelo y buscar inmovilizarlo contra el suelo, escalándole y luchando como podía para colocar sus rodillas sobre sus brazos y la navaja abierta contra su cara, mientras intentaba .
-¡Leí el papel para que te entendieran! ¡No quiero que acabes muerto, pero no me dejas ayudarte!
Entre el forcejeo y el empujón de River, la máscara de Ghostface cayó al suelo, mostrando así la cara del verdadero asesino que era. No forcejeó al sentir el cuchillo de la chica en su cuello, ni la presión que estaba haciendo ella contra sus brazos. - ¿Por qué? - preguntaba, completamente serio, sin su habitual tono burlón. - ¿Por qué no acabas conmigo? ¿No ves que acabo de matar a Lazlo?
Se acercó un poco el cuello a la pequeña navaja de la pequeña River, provocándose a sí mismo una herida superficial. - Acaba con el odio, acaba con los asesinatos, acaba con esta venganza tan bruta y fría que me he autoimpuesto. - miró hacia un lado, con los ojos entrecerrados. - No te entiendo... Después de todo lo que he hecho. ¿Por qué quieres ayudarme? ¿O solo te interesa salvar a Ryan? - suspiró y entonces volvió a dirigir su mirada a River. - ¿O a caso es porque tienes miedo de hacerlo? - usando una fuerza bastante bruta, aprovechando aquél tono relajado que había tenido hasta el momento, consiguió liberar su brazo izquierdo y agarró la mano diestra de River, con la que sujetaba el cuchillo. - Te puedo ayudar. A acabar conmigo. A acabar con esta pesadilla que estamos viviendo. Todos te aclamarán, serás una heroína, porque al final en este pueblo, solo importa a quién asesinas o si te has puesto una máscara, no el hecho de asesinar en sí. - estaba claro que aquél comentario hacía referencia a Elba, pero el ofrecimiento de Ethan de ayudarla a matarlo parecía muy sincero, pues era la primera vez que no mostraba una actitud de superioridad, ni de burla.
Iba a matar a ese capullo.
Estaba decidida a ello. La sangre me hervía y mi cabreo solo me empujaba al camino más lógico de la destrucción. Entré en aquel sitio, viendo como la escena se había tornado en otra distinta, con River manejando la situación. Estaba en un punto muerto, que toda heroína desea no tener.
Entro en la habitación y cierro la puerta, con un golpe duro y fuerte. Nadie podría entrar sin abrir la puerta. Tampoco salir. Pero al menos seríamos dos contra... ¿Dos?
- River, apártate de él. El que habla no es Ethan, es Ryan intentando hacer lo correcto.-
Lo odiaba. A Ethan por hacer que me cortara la mano, por preparar esto, por asesinar a mis amigos. A Ryan por ser mi amigo, por ser siempre tan débil, por ser tan idiota como para quererlo... como algo más, pero no ser tan valiente como para decirlo.
Le echo el vaso de alcohol por encima (no a River, claro) y mantengo el cigarrillo en mi mano, con una amenaza de verdad en el lanzárselo. Eso no le haría arder como una tea, pero le quemaría lo suficiente para que se tuviera que preocupar de apagar su fuego antes que de nosotras.
- Lo siento Ryan... ríndete, entrégate a la policía y dinos quien más te ayuda, o...- No me salían las palabras, porque de tener que hacerlo, quizá dudaría. O quizá... no.
Ryan observó como Sam entraba en el lugar tan brusca como de costumbre. Parecía creer que quien estaba hablando era Ryan, por lo que intentó hacerle ver lo equivocada que estaba. - ¿Te olvidas de que yo cree a Ryan para lidiar con todo lo malo que había en mi vida? Pero yo, Ethan, soy el dueño original de este cuerpo.
Apretó un poco la mano de River, mientras profundizaba un poco más el cuchillo en aquella incipiente herida. - Pero él pudo vivir una vida feliz, sencilla y normal. ¡Aunque fuera mentira! - empezó a gritarle a Samantha. - ¡Él podía ignorar la verdad, pensando que tenía una madrastra que le quería y era estricta con él porque quería hacer de él una persona responsable, sin pensar en ningún momento que le odiaba y solo quería el dinero de su herencia familiar! - poco a poco se notaba que estaba cada vez más enfadado. - ¡Ryan pensaba que tenía un jefe que aunque le mandara mucho trabajo lo apreciaba y le daba un salario digno, a pesar de que era todo lo contrario, teniéndole como si fuera un esclavo! ¡Incluso Ryan pensó que todo lo que le pasaba en el instituto era por su forma de ser tan reservada y no por que todos son unos hijos de la gran puta!
Se calmó entonces en cierta medida. - Y yo también le fallé, pues solo lo he estado utilizando hasta ahora, solo he visto en la sombra como no paraban de joderle la vida. - miró entonces con cierto desafío a Samantha. - Pero tu llegada fue lo que me hizo salir. Conocía tu historia, conocía tus orígenes, me sentía identificado contigo y verte meterte en tantos líos, cargarte tantas normas, ir tan en contra de la policía. Todo eso me inspiró a luchar por Ryan, a limpiar este pueblo. - el alcohol entonces cayó encima de él, se podía notar que le daba mucho asco, pues era un atributo en común que tenía con Ryan.
No pienso rendirme ni entregarme, iríamos a la cárcel y allí nos harán de todo, cosas seguramente mucho peor que la muerte y a nadie le importará. - suspiró con cierta pesadez. - ¿O tengo que recordaros lo que dijo Allison en el hospital respecto a como investigan las muertes de asesinos enmascarados o gente que ha mostrado un mínimo de simpatía con ellos? - negó con la cabeza y volvió a apretar contra su cuello el cuchillo de River, pues mientras comentaba eso último lo había aflojado levemente. - Tampoco os puedo decir quien me ha estado ayudando, pues estoy seguro de que tiene algo mío que no puedo permitirme perder de ninguna forma, así que, por favor, acabad alguna de las dos conmigo, así terminará todo.
River se sorprendió ante la rapidez con la que Ethan se volvió a hacer con el control de la situación. A pesar de que era ella la que sostenía la navaja, ahora tenía que luchar contra el fuerte agarra de Ethan para evitar mover el filo, temiendo que cualquier mal movimiento acabara rajándole el cuello.
-¡Claro que quiero salvar a Ryan, pero también a ti!-aquella charla de heroes la enfadó, ¿acaso Ethan no la había visto negarse a asesinar a Elba? ¿No notaba lo que le temblaban las manos? Y encima había abandonado aquel tono burlón, como si se estuviera rindiendo.
-¿Te sientes mejor ahora, con tu venganza? Porque yo no me siento mejor con la muerte de Elba, a pesar de lo que me ha hecho. Preferiría que Teddy y Luke siguieran vivos, que nada de esto hubiera ocurrido. Matt, Lazlo, Diana... también. Pero me jode más saber que nada de esto hubiera pasado si hace diez años te hubieran ayudado, Ethan.
Entonces apareció Sam, y le lanzó aquel vaso que apestaba a alcohol por encima. River se la quedó mirando, asustada de que malentendiera la situación, o que hiciera algo que empeorara las cosas.
-¡No, no es Ryan!
Por suerte, Ethan siguió hablando, queriendo convencerla de quien de los dos era el que tenía el control del cuerpo, y volvió a apretarse la navaja contra el cuello.
-¡Ethan, para!-volvió a suplicar, al borde de las lágrimas. Ya no sabía si era por sus amigos muertos, por los nervios de la situación o por el dolor en las palabras de Ethan. Quizás fuera todo a la vez, o incluso más cosas entrelazadas, que ahora no tenía tiempo a descubrir.-Por favor, suelta la navaja...
-Cuando dije que nos fuéramos de aquí, lo dije en serio. Conozco sitios, ¡y gente! Llevamos años viviendo en comunas, por nuestra cuenta, podríamos irnos allí, olvidarnos de todo. ¿Qué otro plan tienes sino, matarte después de todo esto?-no necesitaba que Ethan respondiese, estaba convencida de que era una probabilidad muy grande.-No quiero que muráis. Y tampoco permitiré que la policía os mate, esconderé el papel si hace falta. Tu psicóloga no sabe nada, piensa que simplemente te olvidaste de lo que te ocurrió. Pero a cambio...
A pesar de todo, tenía que haber una condición. La voz le tembló cuando lo dijo.
-No puedo permitir que sigas matando a más gente.
Así que se aferró a aquella pequeña esperanza, aquella ventana que no había visto posible para huir.
-¿Qué es lo que tiene tuyo? Podemos todavía ayudarte.-miró a Sam. No sabía qué opinaría de todo aquello, pero debía confiar en que lo acababa de ver la animara a unirse. Después de todo, ahora mismo River era la que menos poder sobre la situación tenía.-¿Verdad?
Ahora que todo estaba en relativo silencio, se podía escuchar perfectamente lo que ocurría en la habitación de Jordan, después de todo Allison andaba casi gritando.
Menos mal que estáis a salvo.
¿Qué ha pasado? ¿Hay alguien más en la casa?
Imagino que habéis enviado el mensaje de auxilio a vuestros vecinos desde aquí. Eso sumado a la alarma de incendios, nos ha hecho venir lo más rápido posible, ya que algunos se pensaban al principio que era una broma de mal gusto. Bien hecho.
Maldita sea...
¿Sabes eso que sabes que tienes que hacer porque es lo correcto, pero te deja un mal sabor de boca porque quieres hacer otra cosa? Bueno, pues la boca me sabía a mierda.
- River...- De entre mis dientes apretados salió un llamamiento a la cordura... ¡Jah! Cordura yo. Pero era cierto que desde hacía un rato las voces había parado en pos de un "ver que pasa"
- Yo he estado en un sitio de esos, y créeme si te digo que te meten en un cuarto acolchado, tiran la llave y se olvidan de ti, hasta que llega la noche y les da por meterte mano.
Totalmente cierto. Quizá por eso me volví tan cabrona, tan rebelde, tan metomentodo. Una forma de autoprotección en la que lo que más vale es "hacer daño antes de que te lo hagan a ti". Cogí el cuchillo de mi cintura y me presté para finiquitarlo allí mismo, pero...no podía. Era Ryan. ¡Era mi amigo! Era... algo más... ¡Maldito cabrón mentiroso!
Ayudarlo... River era buena, pero ni esto son los Simpson ni cada vez que me tiro un pedo huela algodón de azúcar.
Dudaba. Me llevé la mano a la cabeza en un intento desesperado por pensar un final de la historia mejor. Pero no se me ocurría uno en el que Mr Hyde pudiera separarse de Jackyll, y quedarme con Ryan.
- River...- Apremié oyendo la voz de Allison en la casa y caí en la cuenta de una cosa. Algo que ya le había preguntado a ella.- ¿Dónde está la pistola? ¡Joder, ten cuidado!
Estaba confusa y mi corazón latía con fuerza nuevamente.
- Maldita sea... ¿qué pretendes, esconderlo en la casa del árbol? ¿Llevarlo a la del bosque? ¿No crees que esa persona que tiene lo de Ethan en algún momento lo usara para chantajearlo y que vuelvan los asesinatos?
¿Quién sería su cómplice y por qué? Ethan no se entregaría a su muerte solo porque sí. ¿Quién gana si él muere realmente? ¿Quién se quedaría con la herencia de Ethan? ¿Quién puede corroborar realmente que Ethan es Ryan en realidad?
- River...- dije llamándola la atención.- Lo que tienen de él es "su pasado". ¿Ethan era hijo único?
Las palabras de River calaban bien hondo en Ethan, quien aflojó la mano de esta y algunas lágrimas empezaron a brotar por su rostro. - ¿Eres idiota? ¿De verdad aún después de todo quieres salvarme? - le quitó con suavidad el cuchillo a River y se lo metió en su bolsillo trasero, mientras lo hacía, hablaba. - Sí, me sentía mejor con mi venganza, si me he sentido mejor con todo esto, pero después de esto que dices... Yo... Siento ahora que quizá la gente se merecía una segunda oportunidad y que esta matanza si bien ha limpiado levemente el pueblo, solo ha generado más caos, agonía y una cadena de odio que parece que no terminará nunca...
Sam parecía preocupada por la persona que él mismo había nombrado antes. - Por eso mismo tampoco os diré quien tiene algo mío, quizá tras todo esto vea que lo que hemos hecho ha sido una locura, una venganza sin sentido, se reforme y aporte algo increíble a la sociedad. Y no, no es mi hermano, ni ningún familiar, mi único "pariente" es la zorra de mi madrastra, quien ahora va a ser muy feliz con mi herencia. - admitió, intentando tranquilizar así ese pensamiento de Sam.
Asintió con cierta determinación. - Está bien, River Vega. Acepto tu oferta, aunque no seré yo quien te acompañe, no me merezco acabar con un final feliz, no después de todo lo que he hecho, pero él. - se acarició la cicatriz. - Él sí, ha sido una víctima mía después de todo. - le dio un par de palmadas a River, pidiéndole así que por favor se levantara
Una vez estuvieron los dos en pie, levantándose lo más despacio posible para que Samantha y su cuchillo no actuaran aún, se colocó de brazos abiertos, mirando de frente a Samantha, hablaba calmado, con los ojos aún algo llorosos, pero sin mostrar una expresión de tristeza, de hecho no expresaba absolutamente nada, como un cadáver. - Te he puteado también como la que más, de hecho me he encargado de que te llevaras un gran daño psicológico, además de físico. - suspiró. - Yo voy a desaparecer, sin embargo, tanto tú como River os habéis esforzado más de una vez en ayudar a Ryan, en hacerle feliz, incluso le salvasteis la vida cuando se la intenté quitar por desagradecido... Por eso mismo, te ofrezco la elección de elegir que hacer con su vida, os pertenece a las dos y sería injusto que solo River decidiera.
Pero aquél discurso se vio interrumpido por la policía, concretamente por Allison, por lo que empezó a hablar más bajo. - Ryan también es ciertamente culpable, podría haberme delatado, pero aún así... - se dio la vuelta, dándole la espalda a ella, para hacerle más fácil la tarea de acabar con él si quería, sin tener que ver la cara de Ryan y no solo eso, sino que expuso la pistola que llevaba atada al cinturón, por la parte trasera, por si quería hacerlo más rápido. - La decisión es tuya Samantha, pero no tardarán en entrar aquí.
Puede que el cuchillo no hubiera sido suficiente y que mas que probable un poco de mi presencia ayudara en caso de que aquel loco intentara algo contra las chicas, pero... la conversación se habia vuelto muy tensa y siendo un tercero en varia de esta, me resultaba hasta bochornoso elevar la voz para quitarle algo de peso al asunto.
Eso si... en cuanto una voz ajena a la de la pandilla de hormonados con ganas de matar se presento por la casa, me arme de las pocas fuerzas y arrastrándome en una posición que no moviera mucho el cuchillo que tenia en el costado intentaría llamar la atención.
A-algo d-de....yuda.... g-gitano....helido...
Como pudo y arrastrándose lentamente, Lazlo abandonó la habitación.
Gruñí, como siempre lo hacía, cuando estaba en desacuerdo con las cosas.
Normalmente, era mi espíritu inconformista. Ahora simplemente era que mi espíritu y mi sangre heredada luchaban entre hacer lo correcto o dejarse llevar. Vi a River, su rostro, sus ganas de parecer la buena de la historia. Llena de esperanza aun habiendo matado a sus amigos. ¡Yo me había quedado sin padre, joder!
Con Ryan de espaldas y la pistola asomando, guarde en mi cadera mi cuchillo y le quité la pistola, para encañonarlo con la pistola en la nuca.
-Yo... yo...- amartillé el arma para disparar.
Por un momento vi sus sesos desparramados contra la pared, a River salpicada de sangre y a mi misma sonriendo como si fuera una puta maníaca. Me vi como... ¿La heroína? Temblé. Me restregué los ojos con el muñón vendado de mi otra mano, y recordé algo. "Si no quieres ver a alguien morir, mejor no lo mates". Maldita Allison...
- Quítate eso, pedazo de gilipollas.- Dije entre dientes, des amartillé el arma y tiré de las ropas de Ryan para quitárselas a la fuerza.- Vamos, capullo, no hagas que me arrepienta.
Me iba a arrepentir fijo.
Sabía lo que era estar tan mal como para estar así de desesperada como Ethan. Sabía lo que era llegar al psiquiátrico y que te hicieran de todo. Sabía lo que era que nadie te quisiera y que te echaran las culpas de su mala vida. Sabía lo que era pedir ayuda y que nadie respondiera. Entonces... ¿Una heroína le haría pasar por eso a alguien que estaba arrepentido? Ojalá a mí me hubieran dado una segunda oportunidad.
Cuando Ryan se quitó todo, me puse todas las vestiduras a falta de la máscara.
- Ellos buscan a un Ghostface, ¿no? Les daré uno durante un tiempo.-
Me acerqué a Ryan y lo besé. Con lágrimas, con cierta impotencia por no poder hacer más. - Un pequeño recuerdo para el camino.-Mordí su labio como la otra vez, pero esta vez levemente.
Me volví hacia River y sonreí pícaramente. - Solo por si acaso, princesa.- Acto seguido la besé de igual manera, solo que a ella la agarré del culo en un claro gesto erótico.
Lazslo parecía moverse y eso, en cierta manera, me alivió. Me puse la máscara y ahora si era un completo Ghostface. Saqué el cuchillo y lo mantuve en alto.
-Marcháos. Intentad sacadme en cuanto podáis, vale.- Miré por último a Ethan/Ryan.- Siempre cuidaré de ti, pardillo. Pero ahora me debes una muy grande. ¿Entiendes?
Me giré, abrí la puerta y salí al exterior con el cuchillo en alto, sabiendo que Allison estaba cerca.
- ¡No disparéis, Me rindo!- Grité disfrazada de Ghostface por completo.
* ¿Iba vestido de Ghostface entero o solo la máscara?
Iba disfrazado entero, efectivamente.
River soltó su navaja con miedo a lo que pudiera hacer, conmoviéndose cuando se lo devolvió con tanto cuidado. Asintió con energía ante sus palabras, volviendo a reprimir las lágrimas pero esta vez de alivio, queriendo darle a entender que justo había entendido lo que ella pensaba.
Claro que todavía quedaba la elección de Sam. Y la policía. Y Lazlo. En realidad, habían demasiados cabos sueltos en todo su plan, pero no había tiempo para pensar en ello. Suficiente tenía con pensar en como hacer para llegar a su destino, por lo que cuando Sam se ofreció para ganarles tiempo, lo aceptó sin dudar. Porque aquella voz que le intentaba avisar de la magnitud del sacrificio de Sam fue callada cuando Sam besó a Ryan.
River lo presenció todo confusa, sintiéndose una intrusa en su despedida, un momento tan íntimo entre los dos... ¿en el que por alguna razón se sentía celosa? Claro que luego fue su turno, y allí todo cobró sentido.
Cuando Sam se apartó, River siguió sus labios, intentando prolongar un poco más aquel beso que la había dejado completamente roja y sin aliento, sonriendo avergonzada pero feliz cuando se dio cuenta de lo que acababa de pasar.
-E-en ningún momento te ibas a librar de nosotros.-le respondió.-Estamos los tres en esto, ¡juntos!
Y echó a correr a abrir la ventana, cogiendo de la mano a Ryan/Ethan para no perder el tiempo.
¡Alto ahí malhechor! - escucharon los chicos a través de las paredes, indicando así que el plan de Samantha había funcionado a la perfección y que por ende, podían huir por la ventana de la habitación. River y Ryan no dudaron ni un instante, pues si lo hubieran hecho habrían desaprovechado aquella oportunidad única.
Sin demasiadas complicaciones, ambos abandonaron el lugar saltando por la ventana y rodeando la casa hasta alejarse lo suficiente como para volver al pueblo, donde seguramente no habrían tantos coches de policía.