Partida Rol por web

Después de aquél fatídico día en la casa de Jordan, parecía que las cosas se habían calmado bastante, los asesinatos habían cesado y como principales culpables de aquellas muertes quedaron dos personas, Samantha Collins y Trevor Hallwinter. Por contra parte, los supervivientes de aquella matanza quedaron como los héroes de la historia, por lo que Jordan Hallwinter, Lazlo Melquiadez y Barbara Charlister salieron en todos los noticiarios, como los héroes del pueblo que habían parado a aquellos villanos que habían aterrorizado el pueblo. A pesar de que los jovenes insistieron en que Ryan Mui era uno de los asesinos que perpetraron los asesinatos, no encontraron ninguna prueba que lo inculpara, ni si quiera aquél papel que decían que existía y demostraba que Ryan Mui era el hijo muerto de una familia muerta.

A penas había pasado un mes desde que entraron en la cárcel y Trevor ya no soportó la presión ni las palizas a la que le sometían los demás reclusos, decidiendo así acabar con su vida y colgándose de su celda. Samantha también se encontraba al límite, sin esperanzas, sin ganas de continuar con nada, pero para su sorpresa, mientras se encontraba sentada, planteándose su existencia en una esquina del patio, una sombra negra apareció al otro lado de la verja, no era otro que Ghostface, quien había desactivado la electricidad de aquella valla y había dormido usando unas pastillas y unos filetes a los perros de presa que rodeaban la prisión. Con unas cizallas no tardó en hacer un hueco por el que la manca podría escapar y juntos se marcharon hacia un vehículo en el que les esperaba un segundo Ghostface. Tras quitarse las máscaras, Ethan Greenfield y River Vega se revelaron y no solo eso, si no que le entregaron algo a Samantha, algo que le facilitaría mucho las cosas.

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Un año pasó desde la matanza en la casa de Jordan, once meses desde la fuga de la prisión y repasando la vida de todos los partícipes de esta historia, se puede ver que no son para nada como se la esperaban, ya fuera para bien o para mal.

Empezando con Jordan y Barbara, quienes ya habían estado tonteando mucho tiempo y se habían dedicado un par de besos, tras un tiempo decidieron culminar la relación que tenían y si bien no empezaron a salir juntos, si que tuvieron bastantes relaciones sexuales juntos, algo que desembocó en el embarazo de Barbara, quien tuvo un precioso niño de ojos marrones y pelos rizados. Si bien a Jordan no le hacía demasiada gracia la idea de estar completamente atado a una relación, se hizo cargo del niño y de Barbara.

Además, tras el encarcelamiento y muerte de Trevor Hallwinter, Jordan tuvo control total y absoluto de su empresa, la cual llevó a muy buen puerto, convirtiéndose en una de las potencias más grandes del mercado tecnológico y compitiendo con otras empresas como podían ser Appel, Android, Xiaomi, Google, etc. Esto le reportó una ingente cantidad de dinero y fama.

Pero no todo eran buenas noticias para Jordan Hallwinter, puesto que su hermana se empezó a poner muy enferma y finalmente falleció dos semanas antes de que Barbara diera a luz. Un mes y poco después de aquello, también falleció Veronica Park, quien mientras aprendía a conducir por su cuenta pues no podía pagarse las clases de autoescuela, sufrió un fatal accidente.

Pasando a Lazlo Melquiadez, tras recuperarse de sus heridas y salir del hospital, se dio cuenta que estar con los payos no era lo suyo, así que decidió entrenar y entrenar, sin descanso y sin aflojar nunca el ritmo, todo para lograr su sueño y convertirse en alguien de renombre dentro de aquél deporte acuático y vaya si lo consiguió, pues ganó numerosos premios y salió entrevistado varias veces por la tele. Todo eso, sumando a ser uno de los supervivientes de la matanza, atrajo a mucha gente a su campamento, el cual con sus perfeccionados timos, lograba estafar a cualquiera que pasaba por allí. Todos los de aquél lugar vivieron muy cómodamente a partir de ese momento, teniendo a Lazlo como líder indiscutible del lugar.

Quienes vieron realmente cambiada su vida fueron Samantha Collins, Ryan Mui y River Vega, pues pasaron a vivir una vida de nómadas, rotando entre campamentos de hippies que iban encontrando por la carretera con el coche de Ryan, pero sin quedarse demasiado en ninguno, pues nunca sabían cuando podía aparecer la policía para intentar arrestarlos. Los tres empezaron a vivir una vida sin demasiadas complicaciones, renegando de las modernidades y facilidades que daba la gran ciudad y aprendiendo a disfrutar de los pocos buenos momentos que tiene la vida, además de ver buenos momentos en las cosas simples. Resulta destacable también decir que empezaron una relación poliamorosa a tres bandos, iniciada concretamente por Samantha, relación en los que ninguno se sintió nunca menos que los demás.

Quien recuperó la sonrisa, una sonrisa que hacía mucho tiempo que no se veía, incluso a pesar de no poder volver a ver a su hija, fue Michael Ashton, pues empezó a vivir junto con Olivia Medina, la psicóloga del campus y lo tenía fascinado con su forma de ser y vivir. De hecho Ashton dejó de lado aquél odioso trabajo que tenía y empezó a ayudar a su nueva compañera espiritual con las citas privadas que tenía en la residencia, además de con las tareas domésticas.

Satsujin Mui, tras tener a su hijo desaparecido durante un año, decidió declararlo como fallecido ante las autoridades competentes para cobrar la tan ansiada herencia que le esperaba, pero para su sorpresa, tras llegar al notario, se enteró de que no solo no iba a recibir un duro pues ya había otra persona que iba a recibir el dinero, si no que el testamento había sido marcado como secreto y por ende, nunca descubriría quien se llevó aquél pico de dinero. Sin dinero y sintiendo que había tirado muchos años criando a un niño para no recibir absolutamente nada, no se sentía con fuerzas para trabajar y eventualmente, acabó siendo expulsada de su propio hogar y viviendo en la calle.

Hablando de autoridades competentes, Alex Noire, el desastroso policía novato, nunca logró mejorar ni un ápice en su oficio, algo que hizo que todos sus compañeros rehusaran de él y acabara poniendo multas y encargándose de tareas menores, eso sí, siempre en su coche y alejado de la comisaría. Como fuera, sin sentir presiones por parte de los demás y sintiendo que hacía algo útil, Noire fue feliz.

Quien no estaba muy contenta con los policías fue Jodie Jones, pues tras ver la corrupción que había en el pueblo, ya fuera archivando cosas demasiado rápido dependiendo de quien fuera el afectado, haciendo la vista larga cuando los presos se peleaban con algunas personas en concreto y rehusando de algunos de sus compañeros, decidió abandonar el cuerpo y montar su propia agencia privada, la cual tuvo muchísimo éxito, no solo porque a la gente le encanta lo excéntrico, si no porque Jodie era la mejor detective que se había visto en mucho tiempo.

Quien dejó la placa sobre la mesa fue Allison Phoenix, pues tras la decepción que se llevó de arrestar a Samantha, de perder a su hijo y casi todo lo relacionado con aquél fatídico caso de Ghostface que le pasó tanta factura, decidió dedicarse a cuidar de su hija. Con el dinero que le llegaba de su jubilación anticipada le llegaba a duras penas para criar de la pequeña, pero pudo observar que la menor era mucho más feliz que antes, ya que tenía justo lo que necesitaba, pinturas de colores y tiempo con su madre.

Y hablando de menores, Jackie ya no podía estar al cuidado de Allison debido a sus ingresos, por suerte para él fue adoptado por Madison Montgomery, quien se encargaría de que, al igual que a sus hijos biológicos, nunca le faltara de nada ¡aunque tendría que esforzarse más que los otros para acabar siendo un refinado Montgomery!

Por otra parte, Madison consiguió justo lo que se propuso al volver al pueblo y era recuperar parte de la fama que había perdido. Ahora tenía que lidiar con periodistas a cada esquina, pues no solo había sobrevivido a un asesino ¡si no a dos! Para lidiar con ellos, decidió contratar a quien había sido su pequeña marioneta durante todo aquello, Leslie Regine, quien si vio frustrado su sueño de volverse actriz de momento, si que sintió que su fama se había disparado por las nubes.

Y tras este pequeño repaso de los protagonistas más importantes en esta historia, se podría dar por finalizada la película, pues cómo no, de todo aquél desastre que debería haber dejado más de un trauma en alguno, nuevamente el pueblo de Anderson Creek volvió a estar en boca de todos y a recibir nuevas entregas en su saga de películas.

Las hojas secas del otoño crujían bajo mis pies mientras caminaba por el bosque. Hacía frío en las primeras horas de la mañana y jirones de una ligera neblina se enredaban en los troncos de los árboles dando al lugar un aire algo tétrico. Mis pasos seguros no dudaron un sólo momento salvo tal vez para mirar de vez en cuando sobre mi hombro para escrutar las sombras del bosque. Nadie había allí, sin embargo. 

Pronto la espesura se abrió a un claro que poco a poco iba siendo devorado por la vegetación en cuyo centro podía verse una abandona casa que en su mejores días debía haber sido una bonita casa burguesa.

Las enredaderas habían cubierto casi por completo sus paredes y el jardín otrora bien cuidada estaba llena de maleza que crecía salvaje. Se notaba que llevaba varios años abandonada, su aspecto poco tenía que ver con su época de gloria en los días en los que los Greenfield moraban entre sus cuatro paredes.

Al llegar a la puerta, metí la mano debajo de la repisa de una de las ventanas. Allí, metida dentro de un hueco de la pared y oculta a todos los ojos, se encontraba una pequeña llave plateada escondida tras unas hojas de enredaderas. Abrí la puerta y entré dentro. Dentro al contrario del exterior y a pesar de que se notaba que nadie había estado allí en algunos meses, se veía mucho más cuidado. Una habitación con todas las comodidades necesarias para poder pasar unos días daba la bienvenida a todo el que entrara por la puerta. Miré unos segundos la estancia llena de recuerdos, mas no tarde en ir directa a mi objetivo.

Entré en una habitación adyacente, una estancia abarrotada de cajas y viejos trastos llenos de polvo y telarañas. Sin embargo, no me entretuve con ninguna de aquellas cosas. Con pasos seguros me dirigí al fondo de la sala y moví un negro baúl que escondía un ladrillo rojo de la pared suelto que a no ser que supieras que ahí estaba apenas te podrías dar cuenta de que había un pequeño hueco tras él. Retiré el ladrillo y saqué de dentro un sobre. El sobre contenía los documentos de un testamento y una pequeña nota. Cogí la nota y la leí con una sonrisa pícara.

Cuenta conmigo - susurré besando la nota y mirando al exterior como si aún pudiera verlo - nos volveremos a ver, mi amor.