El licántropo tenía una moto enorme. Sentó a Cleo de paquete y, tras indicarle que si intentaba saltar se aseguraría de que no volviera a caminar nunca, salió a toda velocidad por la circunvalación de la M4.
-A mí me pilló en un bar con unos amigos. Se fue la luz, se cayeron todos los cuadros al suelo, alguien gritó que le robaban y salimos a hostias de allí-explicó intentando retomar la conversación-Perdona por lo del brazo pero con según qué gente no basta con ser amable. Y ese amigo tuyo estaba pidiendo a gritos que le sacara los dientes por la nuca pero si lo hubiera hecho no podría crear mi manada. Lo entiendes, ¿verdad?
Vais a jnas 50 millas por hora (unos 90 kms/hora).
Cleo seguía mosqueada, resoplando, aunque estaba aferrada al hombre para no matarse por caerse de la moto. -Ya.- Dijo, refunfuñando. -Pero hay mejores maneras de negociar las cosas, sin necesidad de amenazas y secuestros. Ya le habías dicho que lo quieren matar, bastante presión le pusiste encima.-
Dudó unos instantes. -¿Y Andy? ¿Qué sabes de elle, estaba contigo?- Preguntó.
-Las hay, pero cuando eres grande y fuerte todo el mundo cree que puede tomarte por tonto-Sokolov apartó un momento la vista de la carretera para mirarla-Y yo ya estoy harto de que piensen que soy idiota.
La moto salió de la autovía para acercarse a un área de servicio. Cleo vio carteles de un supermercado Waitrose, restaurantes de comida rápida y un hotel para viajeros.
-Andy y yo tenemos una... relación abierta-admitió malhumorado. No parecía gustarle hablar del tema-No la he visto desde que se hundió media ciudad. Hablé con ella por teléfono pero tenía no sé qué líos pendientes. A veces no sé lo que hago con ella.
La moto disminuyó su velocidad. Les recibieron un par de hombres armados. Sokolov intercambió con ellos varias frases en un idioma que Cleo no entendió. Los matones parecían conocer al hombre lobo. Miraron a Cleo con aires de superioridad y les dejaron pasar.
-Supongo que no hablas polaco. Este área de servicio es territorio de Zarek Krawiek, jefe de la mafia polaca. Después de la explosión, los polska perdieron el poco terreno que les quedaba frente a los hindúes y han tenido que establecerse en las afueras. ¿Ves ese hotel? Allí vas a pasar los tres días en una habitación con tele, cuarto de baño y cama doble-soltó una risotada-¿Te esperabas una madriguera en el suelo o algo parecido?
-No precisamente.- En realidad se había imaginado que la metería en una caseta dentro de alguno de los juegos del parque de diversiones abandonado. Pero un cuarto de hotel no sonaba mal. -Venga, ahora es cuando me dices las reglas. ¿Me pondrás vigilancia, hay cámaras? ¿O tengo cierta libertad mientras me mantenga en la habitación?-
Hizo una pausa. -Y por cierto, aún tenemos una conversación pendiente. ¿Tienes tiempo ahora?-
-Claro que habrá vigilancia. Esos señores tienen órdenes de disparar a matar a cualquiera que intente escapar. El área de servicio en realidad está cercada por alambrada. Los servicios de emergencia han sido sobornados para hacer creer que es un hospital de campaña hasta los topes y el acceso está restringido.
Aparcó la moto junto a un KFC.
-Podemos hablar, ¿tienes hambre? Yo comería algo.
El KFC es un sitio tan bueno como cualquier otro para comer. Puedes llevar la conversación a lo que te interese.
-Acabo de cenar, pero te acompaño con algún postre. Pagas tú, ¿no?- Sonrió la chica, bajando de la moto.
Una vez con el pedido, en una mesa apartada, Cleo se pensó por donde empezar, dándole vueltas a la cuchara en su sundae de chocolate. -Vale, te buscaba por dos razones. Una de ellas es un favor que me pidieron, el otro es algo personal. Así que prefiero salir de los negocios primero.-
Sospechando que podría no ser un tema agradable, soltó un suspiro. -Ya sé que los RedBeats son, en este momento, un grano en el culo.- Le dijo, directamente. -Pero antes de la explosión, estaban interesados en contratarte. No estoy con ellos, pero les debo un par de favores, y me gusta saldar mis cuentas si hay oportunidad. Además, creo que me enviaron a mi pensando que si te cabreabas y me matabas, ellos no perderían mucho.- Se encogió de hombros y lo miró fijamente. -¿Te interesa?-
El hombre lobo comía como un cerdo.
-¿Los RedBeat?¿Yo?¿Trabajar para ellos?
Resopló llenando la mesa de migas. Muchas se quedaron en su barba.
-¿Y qué tienen esos que me interese?
-Esa es una buena pregunta.- Empezó Cleo. -Por un lado, ellos junto a los del Culto al Dragón son el grupo más fuerte actualmente en Swansea. Serán unos críos, pero le están haciendo las cosas complicadas a los que no son humanos. Igual podrías conseguir evitar que te den por culo. A ti, y a los tuyos, una vez que tengas tu manada. Por otro lado, ¿qué te interesaría a ti?- Lo señaló con la cuchara.
-Tener una manada-contestó el licántropo como si fuera lo más sencillo del mundo-Cuando la tenga, seremos nosotros los que demos por el culo a esos infelices. Por eso estás aquí.
Aah, esa ha sido fácil...
Cleo soltó una carcajada, y terminó por encogerse de hombros. -Vale. Ya he cumplido mi parte de todos modos. Si cambias de opinión, me lo dices y se los hago saber a ellos para que se pongan en contacto.- Tomó otra cucharada de helado.
-Ahora, respecto a lo otro.- Lo miró con ojos entrecerrados. -El día de la Reunión de la Piedra, hubo un rato en que Andy y yo tomamos un viaje. Elle me asegura que tu estabas cerca, posiblemente cuidando de que no le pasara nada. ¿Recuerdas quienes se acercaron hasta donde estábamos? Estoy buscando a alguien, y es posible que haya hablado con él o ella en ese momento, pero estaba tan volada que no lo recuerdo.- Estaba inclinada hacia el frente, atenta a lo que pudiera contarle.
Ahora fue Sokolov el que soltó una risotada. Mordió un muslo de pollo que había sacado de un cubo. Masticó ruidosamente y tragó antes de contestar.
Luego sigo que tengo follón.
El hombretón cogió su refresco y bebió por la pajita un largo trago. Tenía cara de haberse atragantado. No guardaba buenos recuerdos de aquel día.
-No me recuerdes ese día: Andy se tiró a ese mago cabrón. Apestaba a...-alzó las cejas-Eh... igual estoy hablando demasiado... ¿no será novio tuyo? Bueno, lo hace con todo el mundo. ¿A ti todavía no se te ha llevado a la cama? Dale tiempo...
Se le notaba incómodo.
-Estuve cerca vuestro, sí... para vigilar que nadie se pasaba de la raya con vosotras. Dos chicas así, colocadas... es un cebo apetitoso para cualquier cabrón. Hubo un capullín que intentó pasarse de listo, un gordo calvo... lo saqué de allí a patadas. No volverá a propasarse con nadie. Ni a comer sin pajita-se metió un puñado de patatas fritas en la boca-Cuando volví de meterlo en un cubo de basura recuerdo que vi a una pareja alejarse de vosotras. Un hombre y una mujer, bien vestidos... ella llevaba un pañuelo en la cabeza, no pude verle el pelo. Y él, un sombrero raro de esos elegantes. No pegaban con el resto de la gente... ¿eran tus padres o algo?
Cleo se contuvo de soltar una carcajada ante las preguntas relacionadas con Bayhas y luego con Andy, pero viendo que el tema de la promiscuidad del hada no parecía hacerle gracia al lobo, prefirió esconder la risa tras otra cucharada de helado.
Negó con la cabeza. -Tío, si hubieran sido mis padres me habrían sacado a rastras de allí.- Dijo, quedándose pensativa un momento. No le sonaba a nadie, lo que la hizo resoplar levemente. -¿Y nadie más luego de eso, no?- Preguntó más que nada para confirmar.
-Gracias, por cierto.- Le sonrió. -Aún si me cuidabas sólo por estar junto a Andy, pero gracias de todos modos.-
-De nada.
Sokolov terminó de comer. Se limpió la cara con una servilleta de papel.
-No, creo que no. A no ser que fuera alguien más mientras yo zurraba al gordo salido. ¿A quién querías ver?
Se encogió de hombros. -No sé quien es, sólo lo conozco por su alias de internet. BioKane.- Le miró un instante para ver si el nombre le sonaba de alguna manera.
Mientras Sokolov dejaba un momento la mesa para "regar las plantas", Cleo sacó el móvil y marcó el número de Billy. Éste no tardó en contestar.
-¡Hey tú!- Saludó la fotógrafa. -Oye, ha surgido algo y no voy a poder volver hoy...- Se detuvo al escuchar una risita al otro lado del móvil. -¿Qué?-
-Nada, sólo que te conozco muy bien.- Dijo el chico. -Yo hice planes también, así que por eso no te preocupes.-
-¿Ah sí?- Cleo frunció las cejas. -¿Qué clases de planes?-
-¿No puedo tener mis secretos también, eh?-
-Bill...- Cleo dijo exasperada.
-Vengaaaa... Vale, vale. Voy a verme con Gaby.- La fotógrafa respiró aliviada. -Así que nos vemos mañana.-
-Sí, sobre es--...- Antes de poder terminar la frase, la chica sintió como el móvil le era arrebatado de la mano. Mierda.
Después de intentar sin éxito manipular el teléfono con sus enormes manos, Sokolov se lo ofreció a Cleo con una mirada furibunda:
-Apágalo y dámelo. Te lo devolveré cuando tenga a mi manada.
Resopló. Sus hombros empezaron a cubrirse de pelo.
-Vamos, te acompañaré a tu habitación. No intentes escapar por tu propio bien.
Apaga el móvil, añade lo que debas y, si te parece bien, haz el movimiento Fin de Sesión.
Cleo maldijo por lo bajo mientras apagaba su móvil, temblándole las manos.
-Cuidamelo, ¿vale? Ya Cthulhu ha pasado por mucho.- Dijo entregándoselo, aunque el ver al lobo comenzar a cambiar le hizo tragar fuerte. -No intentaré nada, en serio.- Dijo, antes de ponerse en pie para seguir a Sokolov y rezar porque en serio fuera a una habitación donde la llevara y no al cuarto congelador del KFC...
Movimiento de Fin de Sesion
-De momento dejo las Facciones como están, aún cuando he tenido trato con Billy y los RedBeats (Mortalidad), Yibul (velo), Carter y Bayhas (Poder) y Sokolov (Noche), no siento que haya aprendido algo particularmente significativo que cambie mi relación con esos grupos.
Luego de la Deuda (ya registrada) con Dennis por darme alojo, no creo que deba o me deban alguna deuda extra.