Partida Rol por web

Swansea sobrevivio a pesar de todo. Bajo el mandato de Yurga, la vieja ciudad se recupero de sus heridas y crecio sobre ellas como un tumor maligno expandiendose en todas direcciones.

Las hadas abandonaron definitivamente el Sur de Gales a traves del ultimo portal a Arcadia. La Orden de Merlin perdio terreno cuando su Gran Maestre simplemente desaparecio. Eventualmente, los dragones tambien compitieron entre ellos por la Corona de Owain pero sin Excalibur para validar sus candidaturas el gran perdedor fue el Culto del Dragon. No paso mucho tiempo antes de que la manada de Sokolov tuviera competencia: el fantasmal aullido del Cú Síth volvio a oirse en las colinas y esta vez el Viejo Cazador no estaba para mantenerlo a raya. El Dragon Hotel ardio hasta los cimientos meses mas tarde. Nuevamente, varias facciones radicales se atribuyeron la autoria de los hechos pero las represalias de los rakshasas fueron rapidas y brutales.

Aunque no todos sobrevivian a la ciudad, Swansea siempre sobrevivia.

Anochecia y los ultimos rayos de sol desaparecian por el horizonte. La Estrella del Gitano maniobro agilmente a pesar de su tamaño y entro en su plaza de parking. El reluciente camion habia sido remodelado para expandir su camarote y albergar a la pequeña familia de Tsagoi. Orion bajo de un salto. 

Llevaba el pelo cuidadosamente peinado hacia atras, ropa nueva y unas gafas de sol muy caras. Miro los carteles en hindu con desconfianza.

-iHe dicho que no, dracu!-gritaba el conductor-iMe da igual! iSi vuelvo a escuchar una de esas canciones infantiles una sola vez mas no me hago responsable de lo que pueda pasar! Rhi, ¿no podrias hacer alguna brujeria de las tuyas para...! iAGH! iQuitamela de encima! iSabes que no me gustan las arañas!

A traves del cristal de un restaurante que antiguamente habia sido un KFC, Orion vislumbró  la familiar figura de Cleo. Tenia mucho mejor aspecto que la ultima vez que se vieron.

La chica llevaba puestos los auriculares, hablaba y escribía  a la vez en un ordenador portatil de carcasa decorada con imagineria lovecraftiana.

Orion se acerco a saludar.

Looking Back to Where All Started...

_{^{by CleoBal98}}

"A veces me despierto pensando que todo lo que viví esos días fue parte de un sueño, o una pesadilla. Repaso las notas, mis posts, mis fotos. Todo parece escrito por otra mano, visto por otros ojos.

Recuerdo con especial cariño los buenos momentos, los primeros días, las risas. Los recuerdo a ellos tres. Mr. Chang, siempre atento desde el principio, siempre prestando una mano amiga, una palabra sabia. Hubiera querido aprender mucho más de él. Quizás ahora podré hacerlo.

Recuerdo a Alí. El eterno misterioso, enigmático en cada palabra. Tantas cosas que quedaron sin decir. He descubierto sin embargo que la muerte no siempre es el final. ¿Podré al menos decirle adios?

Y Fangs. Mi apoyo, mi fuerza. No siempre estuvimos de acuerdo, o más bien, no nos sabíamos hacer entender. Gracias a él sigo aquí, gracias a él aquella noche no fue también mi última noche. Le debo mucho. Es por eso que no me he podido negar a su petición. A regresar aquí, donde todo empezó. Estoy nerviosa, no sé que diré al verlo. No sé siquiera si podré decir nada...

El mundo siguió girando después de esa noche, hace un año ya. Por un tiempo no estuve aquí, Tinker cuidó de mis heridas, de mis miedos. Hay poco que pueda recordar del mundo de las hadas. Tinker me explicó que es parte de su magia. Puedes vivir años en ese lugar, pero los mortales lo olvidan como si hubiera sido parte de un sueño. Así que un día estaba ante las puertas de Arcadia, y dos meses más tarde, la puerta se cerró por completo, dejándome fuera. Como debe ser.

Para entonces mi rostro no era recordado. Mi color de piel no resaltaba entre los habitantes de la ciudad. Busqué cierta taquilla... Más aún con la nueva información que poseía, descubrí que la tienda de Mr. Chang seguía custodiada. No me atreví a pasar por el la mansión de Alí. No en ese momento. Estaba dispuesta a seguir en Swansea hasta encontrar a quien había perdido... Pero descubrí que ya no hacía falta.

Dejé la ciudad. Era lo que Fangs me había pedido. Es lo que todos me habían dicho desde el principio. ¿Debí dejarla antes? Quizás. Pero en cierto modo, no me arrepiento de todo lo vivido. Bueno y malo. Porque a pesar de los golpes, del riesgo, del dolor, aprendí mucho más de lo que esperaba.

Viajé a Egipto. He vivido estos meses con una persona muy especial para mi que sin embargo tenía muchos secretos que revelarme. He aprendido muchas cosas, de mi pasado, de mi presente. No creo estar preparada aún, pero estoy mucho más preparada de lo que estaba cuando llegué aquí por primera vez.

Es tiempo de ver si esta vez, podré enfrentar los secretos que esta ciudad aún guarda para mi."

Cleo repasó varias veces el texto, corrigió parabras, y cuando se sintió lista, lo envió. Media sonrisa se le dibujó. ¿Estarás leyendo, Rhiannon? Revisó el móvil, Billy le había enviado una foto del nuevo cachorro que había adoptado con su novia. Sus padres le encontraron mientras Cleo estuvo desaparecida en Arcadia. Lo llevaron a Londres de nuevo y lo rehabilitaron. Estaba libre de drogas, aunque no había querido quitarse el tatuaje. Había comenzado a dejarse crecer la barba y el pelo. Había conocido a una chica que le molaba su estilo. Allí acabó la aventura de Swansea para él, y cuando Cleo logró contactarse con él retomaron la amistad, de a poco, aunque ninguno volvió a mencionar lo sucedido en aquella ciudad.

Fue entonces cuando miró por la ventana y una sonrisa se le fue dibujando. Orion.

La sonrisa de granuja de Orion devolvió el saludo a Cleo. Se alegraba tanto de verla que estuvo a punto de echar a correr hacia ella y abrazarla; pero inmediatamente pensó que eso sería una cursilada y que se reiría de él. Joder, Jones, los vampiros no dan abrazos. Pero lo cierto es que quería tocar a Cleo, olerla, escucharla, asegurarse de que no iba a desvanecerse sin más... La chica estaba allí, después de todo, pero él no se lo creía del todo aún.

Había pasado un año desde que la viera por última vez, herida y asustada en la trasera de la motocicleta de Eva. Realmente no era tanto tiempo, un año; al menos no para un vampiro. Pero lo cierto es que las noches se habían sucedido una tras otras como las farolas en las carreteras que había recorrido en el camión de Tsagoi. El bueno de Tsagoi.

Ambos dejaron la ciudad aquella fatídica noche. Tsagoi fue a recoger a Orion después de darle la patada a Zarek; según él "por cosas". Pero o el instinto del vampiro estaba realmente atrofiado o el gitano estaba poniendo tierra de por medio entre el polaco y él porque quizás, sólo quizás, Tsagoi se la había jugado al mafioso.

En cualquier caso Orion no preguntó, entre otras cosas porque durante un par de semanas no abrió la boca apenas. Después de incinerar a Yakub y guardar sus cenizas en una urna, el vampiro pasaba la mayor parte del tiempo en La Estrella del Gitano aferrándose a la cabeza putrefacta del hindú. Cuando el hambre se apoderaba de él salía a cazar llevando encima siempre aquel trofeo macabro y maloliente. Hasta que a Tsagoi se le hincharon las pelotas por no poder subir a su camión a causa de la peste a muerto que había dentro, le arrebató aquel despojo y lo tiró a una poza cercana a donde estaban aparcados. Orion ni siquiera se enfadó y, para colmo, a la noche siguiente se despertó con su eterna sonrisa y prometió que limpiaría el camión y que llevaría las cenizas de Yakub a un lugar adecuado.

De este modo viajaron juntos hasta Londres, dejaron descansar los huesos de Yakub en un bonito templo budista de Battersea Park y luego continuaron viajando hasta cruzar el Canal. Para Orion era la primera vez que salía del Reino Unido y París le fascinó, aunque quizás no tanto como Madrid, la capital del país de aquel gañán de Pepe. Tsagoi le propuso seguir entonces yendo de un lugar a otro como transportistas de cargamentos "especiales". Y así fue como Orion se convirtió en camionero y regresaron los días de vino y rosas.

Pero el vampiro no podía olvidar Swansea ni la huida ignominiosa que había protagonizado. No podía soportar la idea de que Yurga se hubiera salido con la suya, que hubiera matado a sus amigos y hubiera convertido su ciudad en un gran buffet libre para sus horrendos demonios. Así se lo dijo a Tsagoi y aunque su socio no le puso ninguna objeción sí le dejó muy claro que él y su camión no irían más allá de Cardiff.

Al final resultó que Orion tampoco fue más allá de aquella ciudad. Media docena de ghouls de Amethyst le encontraron de juerga en un ruidoso pub regentado por una vampira vasalla de su antigua socia y amiga y le invitaron "amablemente" a abandonar Cardiff y sus rídiculos planes de infiltración en Swansea. Amethyst había derramado lágrimas, sudor y, sobre todo, sangre para contener la expansión de Yurga y los rakshasa hacia el este. Había alcanzado un acuerdo ventajosos con el rey demonio y no estaba dispuesta a permitir que su "sire" lo mandara todo a tomar por culo como solía hacer siempre.

Orion estuvo a punto de declinar la invitación pero, al fin y al cabo, se lo debía a la Rubia. De modo que plegó velas y alcanzó a Tsagoi un mes más tarde en Edimburgo. Para entonces Rhianon y su hija ya estaban con él y se les veía tan felices que el vampiro, una vez más, se ahorró las preguntas y se limitó a compartir con ellos la dicha.

Sin embargo había una puerta que no se había cerrado correctamente, por eso envió un mensaje a Cleo a la dirección de correo electrónico que ella le había enviado meses atrás.

Hola, guapa:

Me gustaría que nos viéramos de nuevo allí donde empezó todo.

O. J.

—Cleo —susurró y le hizo un gesto con la mano para que saliera.

Cleo le hizo una señal al vampiro de que le esperara un minuto, cerrando la portátil y metiéndola en su mochila. Una vez más su mirada se detuvo en el panfleto que llevaba desde que había regresado a Reino Unido. El panfleto hacía propaganda a una sucursal de coches Fords en toda Swansea, la más moderna y sofisticada del país. Su padre al parecer había terminado asociándose con Peter Clement, y juntos estaban creando un pequeño imperio empresarial. El señor Baldwin había vuelto a Londres y desde allí llevaba su parte del negocio, mientras que Clement financiaba.

Nuevamente Cleo se preguntó si sería buena idea llamarlo. -Mañana.- Repitió, como seguía repitiendo todos los días cuando veía aquel panfleto.

Cruzó la puerta y con las manos en los bolsillos comenzó a caminar hacia Orion. -Hey, tú. ¿Te cortaste el cabello?- Sonrió maliciosa. -Te queda bien...- Más la actitud de chica dura no se sostuvo mucho mas tiempo, y acortó los pasos que quedaban en una carrera, abrazándolo con fuerza.

—Cleo... —se rindió al abrazo de la chica y él también la rodeó con sus brazos. Se sentía tan bien que no quería separarse todavía de ella—. Me alegro tanto de que estés bien.

Finalmente la soltó antes de que aquello se volviera un tanto incómodo y la miró de arriba a abajo.

—Tú... También te has hecho algo. En el pelo, en la ropa... No sé, pero estás estupenda —miró detrás de ella—. ¿Estás sola? Tenía la esperanza de que me presentaras a tu novio.

De nuevo la sonrisa, aunque esta vez temblaba un poco por la emoción.

Cleo comenzó a reír, pasándose la manga de su chaqueta sobre los ojos humedecidos. -Esta vez te falló tu informante.- Dijo, negando con la cabeza. -Si, vengo sola. Y no, no tengo novio.-

Miró hacia el gran camión que se había aparcado cerca. -Un refugio ambulante. No está mal.- Se mordió el labio. -¿Damos un paseo, o prefieres sentarte?- No quería aún preguntar por la razón por la cual estaban allí, aún cuando sabía que tarde o temprano tendría que saberlo.

—Yep. Ahora soy camionero, ¿sabes? Mi socio y yo nos dedicamos al transporte urgente por carretera —bromeó; pero lo cierto es que le estaba contando la verdad. Después de reunirse con Rhiannon, Tsagoi tomó la decisión de continuar en el negocio actualizando su target: nada de armas, drogas o material robado; ahora nos dedicaríamos a transportar mercancías mágicas e incluso, de vez en cuando, también a criaturas. Si Bayhas pudiera verlo se partiría la caja: el temible Orion, el rey de la noche de Swansea, ahora curraba de mensaka para magos, brujas y hechiceras que desconfiaban de UPS o DHL para entregar a tiempo el sarcófago de Juana de Arco o la sangre menstrual de una conocida princesa virgen europea (y sí, habían tenido que transportar ambas cosas).

—Pero no es solamente mi refugio, también es una guardería y... Bueno, después te presento a Tsagoi y a su familia. Lo vas a flipar en colores. Pero bueno, dime, ¿tú qué tal? Me habría gustado que nos viéramos en el local pero claro... —la sonrisa se esfumó por unos segundos de su rostro al tiempo que echó a caminar junto a ella, como si fueran dos viejos amigos que compartían unos minutos antes de tener que separarse de nuevo.

-Claro...- Hizo eco a sus palabras, bajando la mirada. -Me dejó las llaves a su taller, ¿sabes?- Dijo, intentando mantener su voz estable. -Información variada de como funciona... Mi abuela tuvo que explicarme algunos de los términos. Creo que cruzaron caminos alguna vez, Yakub y ella.- Una vez más, desde que conociera la verdad sobre su abuela, Cleo se preguntó cómo habría reaccionado el señor Yakub al saber que era la nieta de Ahmose. Ya no lo sabría.

-He estado lejos de aquí, de vuelta a mis raíces maternas. Aprendiendo un truco nuevo o dos. Estoy retomando la fotografía.- Sonrió. No había tocado una cámara desde entonces; sus manos mostraban marcas, quemaduras, pequeñas cicatrices, producto de lo que la aparentemente apacible anciana le había estado enseñando. La piel de Cleo estaba también más tostada por el sol y el clima egipcio, al igual que sus formas parecían menos infantiles. Menos frágil.

-Hay también una lista de contactos.- Agregó, mirando de reojo al vampiro. -Personas que le debían favores, o que estaban en buenos tratos con él. Ahora que estoy de vuelta, quizás...- Dejó las palabras en el aire. -¿Ya has ido a ver la mansión?- O lo que pudiera quedar de ella. Cleo había investigado desde afuera, manteniéndose informada de todas las noticias y filtraciones a traves de la Dark Web sobre lo que realmente ocurría en Swansea. Nina había destrozado gran parte de la antigua mansión Radcliffe. Quizá si los Rakshasas no hubieran empezado a atacarla, habría reducido el lugar a cenizas al igual que hiciera con su dueño. Nadie la había visto desde entonces, como si simplemente se hubiera desvanecido. Quizás se escondiera aún en algún lugar, lamiendo sus heridas, llorando y maldiciendo el nombre de aquel en quien había confiado. ¿Quien sabe? Tal vez un día regresara a Swansea, como estaban haciendo aquellos dos.

En el aparcamiento, la fornida figura de Tsagoi descendio del camion. Ayudo a Rhiannon y a su hijo, Leontin, a bajar.

Rhiannon ya no era la orgullosa Gran Maestre de la Orden de Merlin. Se habia cortado el pelo y llevaba ropas mas comodas que elegantes. Habia majestad en su porte aunque ya no se esforzaba en mostrarla. Todavia era una mujer de caracter (de mal caracter) pero habia paz en sus ojos desde que habia cambiado las intrigas de hechiceros y las peleas con seres sobrenaturales por la vida familiar. 

La hechicera-madre vio a Cleo hablando con Orion y les saludo con la mano.

Orion respondió al saludo de Rhiannon y miró a Cleo, eludiendo intencionadamente la pregunta sobre la mansión Radcliffe.

—Bueno, pues aquí viene mi sorpresa... Se ve que ya no aguantaban más dentro del camión con el CD del Cantajuegos —el vampiró comenzó a reírse con ganas porque él había comprado ese CD en una gasolinera de España, con la única intención de torturar a Tsagoi y a Rhiannon. Y lo había logrado con creces: al pequeño Leontin le encantaba el CD y estaba sonando casi todo el día. Por suerte, él conducía por la noche y los chupasangres tienen el sueño muy pesado.

Aún no podía creerse que aquellos dos elementos, que habían burlado a Zarek, a Yurga y a la Orden de Merlín robando Excalibur delante de sus mismas narices, se dedicaran 24/7 a jugar a los papás y a las mamás. Cuando le enseñaron la espada Orion se quedó mudo. Lo habían planeado concienzudamente desde el momento en que Tsagoi supo que Craig la había escondido en el matadero y la "distracción" (que Rhiannon usara esa palabra estuvo a punto de costarles la amistad a Tsagoi y al vampiro) creada por Orion y sus compañeros les había obligado a adelantar el robo. Había tratado de advertir a Zarek a través de Tsagoi y este le confesó que daba gracias a todos los santos y vírgenes porque no hubiera hablado directamente con el capo mafioso. En fin, nada podía cambiar ya el pasado y Orion le debía a Tsagoi literalmente la vida.

Volvió a concentrarse en la chica y observó sus manos, no sin cierta preocupación. Lo de su abuela encajaba con aquella historia que él había descubierto sobre el ahogamiento de pequeña en el estanque. 

—O sea, que ahora eres a la vez Yakub y Bayhas pero en versión milenial —se burló y estuvo unos segundos callado. Temía lo que iba a decirle; no tanto porque pareciera que se trataba de una visita interesada, sino porque Cleo le dijera que sí: —Por eso quería verte. Te necesito o, mejor dicho, necesito tus conocimientos... Cleo... Voy matar a Yurga.

Cleo enarcó una ceja al ver a los acompañantes de Orion, realmente tenían muchas cosas que hablar. Aún así saludó a la hechicera de regreso. Su abuela le había hablado de aquella misteriosa mujer. En aquel entonces, Amhose cumplía un trabajo como el de Carter Lewis para la Orden de Merlín. Ella era y seguía siendo un oráculo, había desarrollado la visión desde joven edad, algo que pasaba cada cierto número de generaciones. Había tenido que aprender a defenderse de aquello que veía en sus visiones, desarrollando su habilidad de forma innata y siendo captada pronto por miembros de la Orden. Cuando Ahmose y Rhiannon se conocieron, la primera fue capaz de ver destellos de lo que deparaba el futuro para ella, y así se lo confió, en secreto, antes de abandonar la Orden y dejar Swansea.

Llegó el momento de saber la razón de aquel encuentro. Cleo suspiró. -Entiendo.- Se llevó una mano hasta el cabello, y volvió a suspirar. -Y... ¿tienes un plan?- Dijo con media sonrisa. No hacía falta decirlo, contaba con ella. Todos o ninguno, aún si sólo quedaban ellos dos.

Tsagoi meneó la cabeza de lado a lado.

—Rhi, mi apuesta sigue en pie. Te digo que la chica va a mandar a la mierda a Orion en cualquier momento —gesticuló con las manos señalando a la pareja que conversaba a unos cuantos metros de ellos y del camión —. Si es que... Mira que es cabezón... Lo que propone no tiene ningún sentido.

Rhiannon dibujaba una sonrisa muy fina en sus labios. Al contrario que Tsagoi ella se preocupaba mucho más por lo que Cleo estaba a punto de proponer Orion. Ni el vampiro ni el humano eran capaces de concebir en su obtusa mente masculina que la chica siempre había sido la clave de todo, la pieza fundamental de aquel puzzle cósmico que había permanecido incompleto durante demasiado tiempo, la fuente de la que debía renacer todo una vez más.

Orion hablaba y hablaba, Cleo afirmaba y negaba con mayor o menor énfasis. Al final el vampiro dejó caer los brazos y asintió solamente una vez.

—Ya veremos —concluyó y, dejando a Leontin en brazos de su padre, comenzó a caminar hacia los dos.

Rhiannon se cruzó con Orion con una sonrisa. Se acercó hasta Cleo. Le sacaba una cabeza. 

-Tienes buen aspecto-dijo- Mantenerse alejados de Swansea es bueno para la salud. 

Suspiró. Le ofreció el brazo para pasear juntas.

-Ahmose me habló de ti mucho antes de que yo empezara mis estudios de magia. Apenas era una muchacha y no lo entendí entonces pero nadie debería saber demasiado sobre su futuro. Creí que tú serías como tu abuela y te atraje a Swansea con la intención de abrirte los ojos y empezar tu entrenamiento pero fui yo a la que se le cayó un velo de los ojos: tenía una familia a la que había dejado de lado por una organización obsoleta y sedienta de poder. Sólo tienes una vida y no tiene sentido vivirla esperando algo preestablecido. Hay que vivir para ver qué pasa. Es la única manera. 

Se detuvo y depositó dos anillos en su mano.

-"Old Nick" encontró esto en las ruinas de Radcliff Manor. A tus amigos les gustaría que los tuvieras. Lo dijo Nick. 

-A propósito de anillos, ¿sabes algo de organizar bodas? Tsagoi tiene unas ideas muy raras al respecto y lo mío son los rituales mágicos. Quiero algo sencillo, privado... una boda que salga bien...