Partida Rol por web

Oscuridad. Un descenso imposible. El peso de sus propios cuerpos, antes ni siquiera conscientes de haberlo perdido, ahora... evidente y retornado. 

Finalmente llegan a un lugar... una gran sala de piedra excavada en la roca.

Las paredes están decoradas con tallas antiguas. Un vistazo les permite reconocer en ellas a las Constelaciones mayores, y también algunas menores... aunque las tallas se encuentran erosionadas y en la oscuridad.

Una extraña vibración en el lugar hace temblar al aire. Algo parece tirar del cosmos de los aprendices, y estos se abren apenas a la influencia, cálida.

La cosmoenergía de ellos dos brota de sus cuerpos como partículas de luz ambarina que se esparcen por el recinto. Pueden ver, entonces, que se encuentran en lo que parece un mausoleo. Las paredes están llenas de tapas de piedra, cuadradas, como cubriendo cubículos de ataudes. Sin embargo, la vibración parece ser una cadencia, un lenguaje...

Dignos de ser caballeros, es un gran honor, y sin embargo de momento para mi es solo eso, un honor. Lo que yo quiero es servir a la justicia, y de momento, desde mi punto de vista, ser caballero es mas un reconocimiento de esto, ¿y a que justicia hemos servido si el ladrón sigue libre?

No tengo mucho tiempo para meditar esto cuando siento claramente el retorno a mi cuerpo físico, que no sabía que habíamos abandonado. Aturdido tardo un momento en enfocar mi vista en el lugar donde estamos. Lo primero que veo son las costelaciones grabadas, una de las materias que estudiamos sin descanso desde que llegue al santuario aunque aun no domino.

Lo que se hace pronto evidente es la vibración que llena todo, algo parece resonar en mi interior, en mi cosmos

-¿en que lugar estamos Eleas?-

  Para Delenias, ser nombrado caballero de Atenea era más que un título: significaba empezar a cumplir su objetivo, como seguidor de Atenea y como aspirante a caballero.

El tintineante sonido confluyó en un punto, delante de ambos. Pudieron sentir un Cosmos, pero fragmentado... como un enorme rompecabezas encajando en su propia, y peculiar, manera.

- Hola... dijo una voz ligeramente femenina, mientras la energía tomaba forma de mujer. Una mujer que les superaba en altura por al menos medio metro... uno con nosotros los ha traído aquí; y aún así, no estoy segura de que estén en el lugar correcto... 

Las paredes brillaron con sus palabras. 88 baldosas sagradas ardieron con el poder de sus constelaciones. Pues este es el Cementerio de las Armaduras, y solo los grandes Caballeros pueden aventurarse por sus pasillos.

 ¿El Cementerio de las Armaduras? Desconocía que hubiese un lugar así. Estoy seguro de que el maestro desconocía su existencia.

La extraña formación de la mujer asombró a Delenias, quien nunca había visto semejante aparición de cosmos. Las palabras de la mujer parecían excluirlos de la aventura, pero santo dorado les había llevado hasta allí.

-Perdone nuestra intrusión, pero tenemos un objetivo que cumplir. Un gran caballero nos ha dicho que nuestra última prueba para convertirnos en servidores de Atenea está aquí, así que creo que tenemos el derecho de llamarnos Caballeros, si es necesario-. Miró a Foon Xao para corroborar sus palabras y comprobar si éste se mostraba de acuerdo-. No sé si somos grandes, pero si sé que estamos determinados a pasar este camino y llegar hasta el otro lado, donde tenemos una misión que cumplir.

La aparición del espíritu es solo una pequeña sorpresa mas en un dia lleno de sorpresas, las 88 baldosas sagradas con sus respectivas constelaciones me sorprende mas aún. Intento fijar mi vista en ellas, pero los nombres y las formas bailan en mi mente sin fijarse en ningún momento, aun tengo mucho que estudiar, así que dejo de mirarlas y me concentro en el espíritu y sus palabras, y las de Delenias a las que asiento

-así es, el caballero Jhure de Cancer nos consideró dignos y nos envió aquí a dar el último paso. Si eres tu quien ha de imponernos esta prueba por favor apúrate ya que perseguimos a un ladrón, y caballeros o no no podemos permitir que escape-

El sonido alrededor de los aprendices se intensificó, junto con la luz que los ojos de la aparición.

- Una misión... ustedes entonces están aquí por... él? preguntó con voz apenada. Oh. Eleas Argos no Seinto-- extrañaré mucho su presencia. 

Una gota brillante como una estrella rodó por su mejilla hasta tocar el suelo. Allí languideció por unos segundos antes de desaparecer en un vapor blanquecino. Les indicaré por donde continuar... si la Armadura de Argos está en manos ajenas a Atenea, debe ser recuperada y devuelta a mí. Soy Tenshi, protector de las Armaduras, ánima de Mú. Y aquí quedan aquellas armaduras sin caballeros, armaduras que esperan a quienes deben vestirlas por mandato del Destino, y mi Diosa Atenea.

- No fui consciente de su presencia hasta que el Cosmos que los habita despertó mis sentidos.

Un brillo comenzó a recorrer las paredes, como estrellas depertando. El tintineo se materializó frente a ellos, mientras dos de las tapas de piedras se desvanecían. Una cajas volaron de sus nichos, para detenerse frente a ellos dos.

La Armadura Sagrada de Dragón!!--

El Manto Sagrado de Perros de Caza!!

Los aprendices sintieron la llamada, la necesidad de tirar de la cadena...
 

Un escalofrío me recorre cuando la caja de la armadura del Dragón queda frente a mi, un sentimiento de afinidad que nunca antes había conocido hace que no dude de las palabras de Tenshi, el destino me ha reunido con esta armadura, la armadura del Dragon.

Tiro con fuerza de la cadena liberando las piezas de la armadura que como por voluntad propia vuelan hasta mi vistiéndome con mas firmeza que la armadura de entrenamiento que cae al suelo inerte, puedo sentir que esta armadura es muy distinta a la de entrenamiento, esta viva de un modo que no acabo de comprender

Vestido con la armadura siento como mi percepción del cosmos se incrementa hasta limites que jamas había imaginado, siento arder en mis brazos una fuerza desconocida y como la constelación del Dragón parece grabarse en mi corazón

Cuando hablo mi voz es mas potente que antes, mi cosmos fortalecido y mi resolucion total, inco en tierra la rodilla y me llevo la mano derecha al corazón

-no temas, recuperaremos la armadura de Argos navis, ese ladrón no escapara impunemente-

  Dos armaduras relucieron por encima de las demás, llamando a los jóvenes. Delenias sintió que la caja le llamaba, con una melodía que le incitaba a avanzar, paso a paso, hasta poder tocar la superficie...

El Cosmos de los Aprendices, elevado y explosivo, recorrió las paredes de piedra. El espíritu sonrió, y tanto Foon Xao como Delenias sintieron el apremio de sus compañeros: el dolor de Haru, la incertidumbre de Harjas, el poder de Acacia, el calor de Shimi...

Brillantes estrellas se desprendieron de las paredes, las cubiertas de distintas constelaciones se desvanecieron, revelando brillantes cajas de Pandora: Cisne, Andrómeda, Lince, Pavo Real, Monstruo Marino... todas volaron hacia fuera, por el túnel.

Fin del Episodio 8