Partida Rol por web

Artemias comenzó a pensar, mientras el viento corría por su
cuerpo, rodeándolo completamente, haciendo que su cabello volara, cerro los
ojos y recordó las palabras de cada uno…el de azul era un impostor, un
caballero de Athena no diría de eliminar a los demás con una orden tan directa,
además el mismo dijo que los demás eran sirenas cuando solo a nosotros nos fue
mencionado eso, por otro lado el caballero de rojo nombro al de verde como
“sirviente de Poseidón” sin dar detalles de su raza, pues quizás no lo supiese
siquiera…el debía de ser el caballero, o sino yo cometería un error, azul y
verde son los colores del agua, eso también debería significar algo, quizás me arrepentiría
mas tarde, pero ahora me sentía con certezas.

-“Reyhan, ataca al de
verde, hazme caso esta vez, confia en mi!”- dicho esto me lance a atacar al
de azul con la intención de caer sobre su estomago con mi pie, si Rey no
atacaba, usaría el impulso de la caída para lanzarme con un puñetazo al pecho
del de verde…

No lo haría. No iba a proceder en contra de mis principios, no sabia si eran o no el enemigo y como regla en mi ética y en mi conducta no daría un juicio sin estar absolutamente segura por lo que hice caso omiso a las palabras de mi compañero quien se lanzo con fuerza sobre el guerrero de azul dándole una fuerte patada y cayendo sobre el guerrero de verde con un puño.

Ojala mi señora Atenea te halla iluminado y hallas tomado la mejor decisión.

Espere a ver que sucedía mientras observaba al hombre que yacía agonizando en el piso, me acurruque a su lado para sostener su mano que agarraba aun con fuerzas mi pierna como aferrándose a la vida.

Resiste, sigue aferrándote a la vida. Mi señora Atenea te sacará de esto. Le susurro tratando de alentarlo a que siguiera vivo y espera el resultado de la elección.

Artemias salta sobre los Caballeros, tumbando a uno con una patada. Cuando va a caer sobre el otro, este desvanece como humo.

Reyhan también se encuentra que está hablando con el vacío, aunque antes de desaparecer el caballero caido les sonríe, y sus labios forman un silencioso gracias... 

Alrededor de ellos la batalla parece silenciarse, excepto por el ruido del mar... y un penetrante olor a sal y algas que comienza a marearlos. Como una visión, aparecen frente a ellos los caballeros atacados. Se deforman, sus caras convertidas en fantasmagóricas caras cubiertas de escamas, y se lanzan a por los aprendices! 

-.-.-.- Reyhan

- Niñita, esta será tu tumba, para siempre! Prueba la fuerza de mi Maldición del Mar (45/25)!! Las palabras de la Sirena resuenan en los tímpanos de Reyhan, amenazando con hacerlos estallar. Su piel se agrieta y astilla, tornándose verde-azulado, extrayendo su fuerza, mientras la Sirena proyecta golpe tras golpe contra su cuerpo.

-.-.-.- Artemias

- Nos has descubierto, pero no podrás hacer nada por detener a nuestro Amo! Destruiremos a Atenea, destruiremos al Santuario! Sufre mis pesadillas (30/15 Paralizante)! Al instante un estallido sónico atrapa a Artemias, cuyos ojos se enturbian y comienza a perder el sentido de la realidad...
 

Miro como comienza a desvanecerse mientras que poco a poco las sirenas muestran su verdadera forma. La sensación de victoria por la decisión de mi compañera me inundaba el corazón y la fuerza volvía a resurgir. Mi cosmos comenzó a subir, esa aura de color blanco profundo rodeo mi cuerpo y se hizo visible ante el resto.

No lo creas sirena, no nos subestimes. Un fuerte alarido de parte de la mujer venía hacia mi por lo que las alas de la paloma(25/10) cubrieron mi cuerpo defendiendome de una parte del ataque, pero la fuerza del mismo era tanta que la defensa no resistió todo el daño y me vi afectada de gran manera, puse mis manos al instante en mis oídos. 

Me levante decidida, una lluvia de plumas blancas, tan blancas como la nieve comenzó a rodear el campo y como un torbellino se amontonaron girando a mi alrededor. No es suficiente. Tendrán que hacer mas para matarnos. estiro mi brazo al frente y el tornado blanco(34/15) toma forma dirigiéndose hacia la sirena y dañando la de gran forma

Al ver que había descubierto la treta, mi corazón se
regocijo y mi cosmos se incremento notando el cambio en el ambiente, nuestros
enemigos mostraron su verdadera forma y el caballero moribundo nos agradeció
antes de marcharse, en ese instante fuimos atacados por las sirenas, una de
ellas fue contra cada uno de nosotros, preparándome para el combate, sentí como
mis sentidos comenzaban a flaquear, mientras mi mente era atormentada por miles
de imágenes aterradoras, casi por reflejo utilice mi técnica de defensa (25/10
Escudo), trazando con mis dedos el rastro de cosmos defensivo rápidamente,
aunque algo de esas imágenes me afecto, sintiendo un leve malestar, y mis músculos
entumecidos, afortunadamente mi rojo cosmo brillo con intensidad, recuperando
control de mi cuerpo me lance hacia mi enemigo con mis dedos hacia su frente (20/10
Punto de presión oscura)                                                                                                                                                              

-.-.-.- Reyhan

El blanco tornado de plumas envuelve al grotesco enemigo, que chasquea las mandíbulas mientras se protege con los brazos. Aún así, gran parte de las plumas falla encontrar el blanco. Tonta! Tus ataques no pueden afectarme! Inconsistencia (25/10)! 

El caballero sirena salta hacia el costado mientras sus manos comienza a trazar círculos en el aire. Reyhan se siente caer, com lanzada desde una altura terrible; se siente pequeña e incapaz de defenderse, sin siquiera merecer sobrevivir... sus rodillas flaquean mientras lágrimas comienzan a caer de sus ojos ante la fuerza de la sugestión del oponente: Pesadillas!!! (30/15, Paralizante) Ahógate en tus propias miserias!

-.-.-.- Artemias

El punto de presión oscura de Artemias se clava en el oponente, lanzándolo un par de metros hacia atrás. Pero al levantase, este muestra solo un hoyo en su coraza. Jurjurjur! Me protege mi Coraza de Hueso (10/5) ante ataques tan débiles! dice el Caballero Verde, aunque un líquido verdoso comienza a caer en un hilillo de la herida. No importa, acabaré rápido contigo. Sus brazos se alzan, invocando el poder del océano a su espalda. El Cosmos obliga al mar a alzarse y desencadenarse como un millón de puños sobre el aprendiz del Unicornio. Maldición del Mar!!! (45/25)

La maldita sirena resistió el ataque, sin embargo de su
frente brotaba algo de liquido que presumí que era sangre, por otro lado esto
no hizo mas que enfurecerla, lanzándome rápidamente la furia del mar encima.

-“Maldita seas
criatura del mar!”-llegue a maldecir mientras volvía a crear los trazos de
cosmos que generaban mi escudo (25/10 Escudo), la potencia de las olas, sin
embargo fue tal que me hizo arrodillar del peso del ataque, mientras sentía una
gran presión en los huesos y un hilo de sangre se escapaba de mi labio.

Luego de resistir me lance corriendo hacia la sirena,
saltando por encima de ella, para impactar su nuca con mis dedos (30/15 Punto
de presión de Jade)               

Mi ataque había golpeado al guerrero sirena con fuerzas y pronto el se paro en un ataque poco esperado, pesadillas comenzaron a rondar mi cabeza y a molestar mi ser. Me veía ahogada mientras me atacaban de muchos lugares. Mi cosmos se extendió y me cubrió de nuevo con las alas de la paloma(25/10) apartando gran parte del daño, pero aun así había un fuerte dolor permanente. 

Eres fuerte, pero ya te dije que tu poder no es suficiente para nosotros. Recibe mi golpe, ¡Ala sagrada!(20/10). La figura de una paloma se dibujo a mi espalda y la caída  en picada se de ella no se hizo esperar. Cuando esta golpea aparece mi puño, quien con fuerza se había clavado en el guerrero.

tenemos que resistir.

-.-.-.- Reyhan

- Aarrggg!! chilla el espectro cuando Reyhan clava su puño en el costado, arrancando pedazos de armadura. Sin embargo nota que esta, en lugar de ser metálica como aparenta, es de hueso; hueso antiguo que se despedaza a su contacto. (Coraza de Hueso 10/5)

El espectro levanta los brazos, y su Cosmos comienza a desparramarse sobre el aprendiz, cegándolo. Por delante de sus ojos pasan millón de sucesos imposibles, batallas, sangre, muerte, destrucción... Sufre tus pesadillas! Imágenes de la Propia Muerte! (20/10) chilla el Caballero Azul, mientras Reyhan ve a sus ojos bañados en lágrimas y agita los puños, atacando a males invisibles para los demás.

-.-.-.- Artemias

Con Artemias la situación era similar, pues sus golpes arrancaban pedazos del fantasmagórico enemigo sin que este pareciera flaquear, solo gritar con voz aguda y terrible (Coraza de Hueso 10/5). Este sin embargo, volvió a acudir a sus peores sueños para doblar sus piernas y destrozar, si no su cuerpo, su mente. Pesadillas!! (30/15 Paralizante).

El aprendiz pudo ver, sin embargo, como Reyhan, enloquecida por las imágenes que su vista le mostraba, golpeaba el risco de piedra en un ataque descontrolado de su Cosmos. Y allí arriba, sorprendido y gritando, un niño muy parecido a ellos mismos cuando eran solo pequeños inquietos, caía al vacío, hacia una muerte segura contra las piedras debajo.

Cualquiera de los aprendices podría usar su velocidad para rescatarlo antes de que golpee las rocas, pero hacer eso los dejaría descubiertos antes al próximo ataque... Qué era lo que había dicho Andrómaca? 
 

El caballero sirena despliega rápidamente su cosmos contra mi ser, sin darme cuenta la esencia del ataque había alcanzado mi cuerpo y el efecto de este comenzó a surgir.

Por un momento estaba con todos y al otro instante ya no. Aparecí en algo parecido al santuario, aunque en este momento estaba cubierto por llamas, los senderos destruidos y llanos, las fuentes secas y lo verde marchito. Mire hacia arriba para ver la figura de mi Diosa, ver la estatua que siempre mantenía vigilante en lo alto del santuario; al alzar los ojos note que la mitad de la estatua caía y destruía el recinto sagrado de la Diosa. Las lagrimas no se hicieron esperar al ver tan desolador final.

Comencé a subir por los senderos de las 12 casas y solo veía restos de armaduras de oro y santos derramando ríos de sangre por todo lado. Solo vi una casa en pie, la sexta casa del sendero estaba en pie, la casa de virgo. Corrí desconsolada ante la única manifestación de esperanza en ese lugar.

Al llegar a la sala vi la armadura de virgo radiante, intacta e inmaculada como siempre lo era o por lo menos como en mis revelaciones la había visto. Camine unos cuantos pasos cuando toda la casa comenzó a temblar, cerré los ojos, tenía miedo y no podía hacer nada. Los abrí de nuevo cuando reuní el valor para hacerlo y fue tan impresionante lo que ví que tuve que cerrar y abrir los ojos unas cuantas veces mas.

Adelante de la armadura de la sexta casa estaban todos mi nuevos amigos y compañeros de viaje, los aprendices a aspirantes Lucio, Orrin, Artemias, Aioras, Sadalsuud y Souga, todos como protegiendo la armadura. Avancé unos cuantos pasos mas para acercarme a ellos y darles un abrazo, pero uno por uno comenzaron a lanzarse al ataque como si fuera un ser hostil. Soy yo muchachos, Reyhan. Vuestra compañera y amiga. No había respuesta alguna de parte de ellos, mis lagrimas fueron aun mas abundantes.

No quería ver lo que veía, cerré los ojos una vez mas. Cuando abrí mis ojos mis manos estaban sobre el cuello de Artemias quien al parecer ya no respiraba, mi asombro fue inmenso y dí unos pasos hacia atrás de la sorpresa, cuando me tropecé con algo, eran los cuerpo de mis compañeros desangrados en el piso y todo mi cuerpo estaba ahora manchado de sangre. Grite con todo mi ser hasta caer de rodillas ante la impresión de todo lo que pasaba y devastada psicológicamente y volví...

Ahora estaba de rodillas, viendo y escuchando las carcajadas de mi enemigo mientras que otro sonido me alerto completamente. Un niño caía desde un acantilado cercano al que yo estaba, por la posición y los rastros de golpes que se veían en la pared podía deducir que era mi culpa. Pase mi brazo sobre mi rostro secándome las lagrimas que aun seguían saliendo y comencé a corre para lograr agarrar al niño. No iba a dejar que ningún inocente muriera, ese era el amor que mi señora Atenea me estaba enseñando.

Yo me encargo Artemias. dije mientras continué corriendo.

Reyhan voló, sus manos hacia adelante, buscando el cuerpo del pequeño que caía hacia un destino mortal. Su Cosmos se encendió al esforzarse, una paloma acelerando a sus lados, empujándolo por el aire, un poco más, un poco más...

Sus manos casi rozaban las ropas del chico cuando sintió una manos esqueléticas que lo tomaban del cuello, el enemigo allí a su lado con su horrible aliento de algas y putrefacción en su oreja, en su cara... Reyhan cerró los ojos para intentar un último esfuerzo, impulsarse más allá...

Entonces, allí debajo, algo explotó. Un cantar se elevó hacia el cielo, una luz a cuyo paso el aire se encendía en chispas ardientes.

Y un Cosmos mucho más poderoso, mucho más amable, mucho más cálido del que pudieran conocer jamás. Reyhan tomó al niño en el aire, pero no cayó sino que fue acunado por ese Cosmos y por un instante nada existió a su alrededor. Ni el dolor de las heridas recibidas, ni el suelo y el cielo. Recuerda, le dijo una voz suave y maternal, por qué hacemos todo esto. No es por la fuerza de tus puños, no es por un puñado de tierra, no es siquiera por nuestras vidas. Es por amor...

Artemias levantó la vista. Todo a su alrededor, los enemigos, el mar, la playa, el acantilado, el aire mismo, dejó de existir. 

Fin del Episodio 4