Partida Rol por web

- Lo sentimos Xian, Guardián del Paso del Invierno pero no pensamos retroceder aún cuando eso nos cueste la vida. Seguiremos adelante pues esa es la misión que nos han encomendado y que cumpliremos o moriremos en el intento al igual que hace usted con la misión que tiene encomendada. ¿Verdad que no la abandonaría? Pues nosotros igual. - digo plantandome delante del Guardián mientras observaba su reacción.

- Niñito insolente, dice Xian mientras se acerca a Lucio y lo empuja con un dedo filoso, puro hueso. Nosotros no seríamos molestados, no tú. Y qué les dije antes? Que este camino no se abrirá si no obtienen la iluminación. Tú la tienes? EH?? insistió con el dedo sobre las blandas carnes del aprendiz, pero no perdía de vista a Orrin.

- Demuéstrenme entonces que son capaces de abrir esta puerta. Lancen su mejor golpe, cachorros humanos.

-Lo siento -respondió humildemente Lucio a los empujones del anciano-. No era mi intención ser insolente, lo único que deseo es recuperar esa armadura sagrada para así cumplir la última orden de nuestro maestro.

Lucio dio un paso atrás, y miró la puerta que el viejo les indicaba. Puso sus ojos verdes en Orrin.

_Parece que éste es el desafío. Orrin, debemos concentrar nuestras fuerzas y golpear el mismo tiempo. Enfoquemos todo nuestra fuerza en el centro de la puerta.

Un ave gigantesto se apareció tras Lucio cuando éste extendio sus brazos hacia los costados. Un cosmos violeta comenzó a crecer rodeando al muchacho. El ave batía sus alas al ritmo en que Lucio movía sus brazos, y su cosmos seguía creciendo.

_¡Vamos Orrin! Por Atenea y por Eleas debemos hacer explotar nuestros cosmos y abrir esa puerta. ¡Ahora!

Intentando sincronizar el golpe con el de su amigo, Lucio se lanzó hacia adelante, como un ave que cae en picada sobre su presa, buscando dar el golpe en el centro de la puerta.

- Vamos allá Lucio. Demostremos que somos merecedores de estar aquí y ser futuros Caballeros de Atenea. - digo concentrandome para aumentar mi Cosmos todo lo posible.

A medida que me concentro mi Aura se va volviendo cada vez más intensa y cogiendo un color naranja para finalmente empezar a concentrarse en mi brazo derecho el cual da la impresión de estar hinchandose a medida que acumula cada vez más Cosmos.

Finalmente cuando todo mi Cosmos está concentrado en el brazo me lanzo hacia delante gritando:

- ¡¡¡ALIENTO DE FUEGOOOOOOO!!!

Mientras voy avanzando hacia la puerta el Cosmos empieza a acumularse en el antebrazo para pasar posteriormente a la mano y finalmente salir proyectado hacia la puerta convertido en una Gigantesca Bola de Fuego que impacta en el Blanco

El ave de Lucio se incendia, casi un Fenix renacido en los sentidos de ambos aprendices.

La percepción les cambia, y de repente pueden ver sus propios ataques. Lentos, arrastrándose por el aire. Los hilos de Cosmos parecen tenues, sutiles... así pueden ver nuestras técnicas los verdaderos Caballeros? no pueden evitar pensar.

Intercambian una mirada. Sus ataques aún están a centímetros de la puerta junto al árbol, a centímetros de Xian... y aún así parece que demorarán siglos en alcanzarlo.

El viejo mueve su mano, palma hacia afuera, con una gran velocidad aún para sus sentidos aguzados. Pueden ver también, en sus labios, una sonrisa.

Con un esfuerzo, Lucio acelera su técnica llevándola a límites insospechados. El fuego de Orrin arde como el mismo Sol y ambos, limpiamente, atraviesan el blanco a la verdadera velocidad del sonido.

Tras ellos, el cesped ondea en el camino dejado por los aprendices. Xian levanta la mano para retener el sombrero que intenta escapar de su cabeza.

- Felicidades. Han despertado el verdadero poder... y pueden pasar.

La puerta se abre con un chirrido, al vacío. 

Increíble. Con que esto es el sexto sentido -pensó Lucio, anonadado-.

Es que había sentido su cosmos estallar más que nunca antes; Orrin no había sido menos. Ambos podían ver todo moverse en cámara lenta, y Lucio pensaba en cuán poderosos debían ser los santos dorados si ellos habían conseguido despertar un cosmos aún más elevado.

Pudieron atravesar limpiamente el blanco, Xian extrañamente sonrió y los felicitó.

_¡Bien hecho, Orrin! ¡Sabía que podíamos hacerlo! Muchas gracias, Xian, Guardián del Paso del Invierno. Y adiós, ahora debemos continuar adelante.

Despidiéndose así, Lucio atravesó la puerta a toda velocidad.

- Gracias por dejarnos atravesar la puerta Xian, Guardian del Paso del Invierno. - digo a la vez que hago una reverencia.

Empiezo a correr a la par que Lucio.

- Buen trabajo Lucio. Es una sensación única, ¿verdad? - digo mientras corremos a toda velocidad.

- Ahora corramos todo lo rápido que podamos y detengamos a Alteion para poder recuperar la Armadura de nuestro Maestro.

_Sí, aunque me pregunto cómo. A duras penas pude aplicar mi técnica contra la puerta. Creo que aún estamos demasiado débiles por nuestra pelea con la Náyade. Espero que los otros se nos puedan unir para ayudarnos.

Los aprendices trastabillaron en la luz. Allí delante, había un pasillo de piedra, largo y antiguo. En el otro extremo, los Cosmos desatados de Aioras y Sadalsuud combaten contra un enemigo...

Fin del Episodio 7