Partida Rol por web

Shimi casí se derrumbó emocionalmente, al ver que su más poderoso ataque, que nunca antes había experimentado, a penas dañó la armadura de su contrincante. Lo único que le reconfortó fue que el cosmos de su enemigo se redujo practicamente la mitad en intensidad. Eso significaba que se estaba agotando, y eso era una pequeña luz de esperanza.

Lo malo es que ya estaba exhausto y poco más podría hacer en este combate, era hora de que sus compañeros interveniesen.

Un poderoso ataque se dirigió esta vez al débil caballero del lince, por suerte el joven Foon Xao, se interpuso ante el ataque colocando delante su escudo del dragón, la leyenda cuenta que es el escudo más poderoso que existe, y cierto es que detuvo todo el ataque del caballero de Hydrus.

El muviano aprovechó la ayuda del caballero del dragon para poder concentrar de neuvo su cosmos sacando el poder oculto de su constelación, sin duda Shimi había dominado su universo interior, y su cosmoenergia volvió a brotar.

Delenias permanecía a unos pasos de Altieon, sin permanecer quieto, mientras lo observaba en busca de su oportunidad. Estaba desplegando una enorme cantidad de poder, paraba incluso sus ataques más fuertes, y las técnicas de ataque no eran sino dignas a tener en cuenta. Aun siendo siete contra uno, su poder los superaba.

Pero Delenias sabía que incluso un soldado tan fuerte tiene un límite, y tan sólo tendrían que buscarlo. Después del siguiente ataque de Altieon, que llegaba a su objetivo antes de poder oír el viento cortado a su paso, decidió que era su momento. Se había entrenado duramente para esto, y era la hora de mostrar su poder.

Si no soy capaz de ayudar a mis compañeros, más me valdría haberme quedado en el bosque. Pero no me rendiré, ahora que hemos llegado hasta aquí, tan sólo nos espera la victoria. No podemos pensar en otra cosa.

Se movió hacia la derecha, aprovechando su pequeño tamaño para pasar desapercibido. Atacar desde un lado no le daría ventaja ante el poderoso Soldado Rojo, pero podría desviar los ataques de sus amigos. Cuando tenía el perfil de Altieon en el frente, preparó el cosmos que Atenea le había otorgado, y se lanzó en un rápido ataque.

-Altieon, podrás detener mi ataque, pero detrás de mí vendrán otros, y al final uno te alcanzará y te llevará a la derrota.

La forma de su puño pareció cambiar en un afilado canino, gracias a la energía, mientras lo lanzaba contra el enemigo con la intención de perforar la armadura. (Colmillo agudo 37/15)

Los siete aprendices de Eleas habian conseguido su Propio Manto Sagrado en aquellos momentos de urgencia. Probablemente estarian del todo capacitados, pero asi la Diosa Athena lo habia decidido. ¿Pero era cierto que solo la Diosa de la Sabiduria y la Estrategia en la Guerra habia tomado esa eleccion? Cuando Acacia estaba meditando, su mente viajo a lugares desconocidos y aun asi familiares para el muchacho. Lo llamaban y aclamaban entidades de todo tipo, pero que aun asi tenian algo en comun. Una poderosa devocion, hacia el mismo. Entonces, fue cuando sintio el Poder de Athena. Y Cetus, el Monstruo Marino lo acepto.

El poder de Altieon era poderoso y agresivo y lo veia similar al de Shimi. En cambio, Cefir y eran distintos pero similares de otra manera. El Cosmos de Acacia brilaba a su alrededor cada vez con mayor intensidad. Se iba tornando de un celeste claro a un azul profundo conforme pasaban los minutos, y la figura de una enorme y marina criatura brillaba detras suyo.

Contencion.

El poderoso ataque de Shimi fue repelido sin más. Altieon era un guerrero formidable. Lamentablemente había vendido su lealtad.

Haru se puso a la par de su hermano al tiempo que Foon Xao detenía el contraataque del guerrero de roja armadura. ¿A quién servía ahora Alieon? ¿Quién era el dios al que ahora le rendía lealtad? Esos interrogantes deberían esperar por ahora. Lo importante en ese momento para Haru, era asegurarse de que podría combatir junto a su hermano y estar allí para absorber ella el próximo golpe. Esa era su misión.

-Shimi, temía haberte perdido- la niña miró con ternura a su hermano mayor. Por el rabillo del ojo percibió como Delenias elevaba su cosmos para atacar a su vez. Todos ellos estaban allí por lo mismo, cada uno, buscando ayudar a los demás y evitar así, que el ladrón huyera con la Armadura de Argos y la vida de Eleas se perdiera en vano.

-Debemos trabajar en conjunto hermano. Yo te defenderé y tu atacarás por los dos ¿de acuerdo?- por primera vez en su vida, Haru se sentía capaz de igualar en poder a Shimi, pero no como una competencia. Simplemente la niña quería complementar su cosmos con el de su hermano y de esa manera, lograr que ambos fueran más poderosos que la simple suma de sus energías.

Los dos hermanos se encontraban al borde de la muerte, su vida pendia de una hilo, se miraron a los ojos y éstos se llenaron de lágrimas, solo se tenían el uno al otro. Al instante se cogieron de la mano, quizás aquel era su final, habían luchado valientemente, pero ninguno de ellos soportaría un nuevo ataque con toda la intensidad de Alteion. Aún así Haru en su infinita compasión se ofreció a proteger a su hermano. -No Haru, sabes que si te interpones de nuevo morirás, tu cuerpo no resistirá un nuevo ataque....lo afrontaremos juntos....por Athena....por nosotros. Una lágrima de felicidad recorrió el rostro de Shimi

El ataque de Altieon voló raudo hacia los aprendices, pero fue absorbido por el maravilloso escudo del Dragón. Las leyendas... son ciertas! La Armadura del Dragón... musitó entre dientes.

 La barrera de Eleas era tan débil, ya, que la luz de las estrellas penetraba sin impedimento. El Dragón bramó en el cielo mientras la dañada armadura de Foon Xao parecía simplemente fortalecerse con el golpe recibido.

- La Armadura de Dragón. El Escudo Indestructible, El Puño Más Fuerte! Nunca había elegido caballero, hasta ahora... casi podía notarse reverencia en su voz. En manos de un pequeño chiquillo como tú? Uniendo su energía con alguien tan poco digno!?!?!

La expresión de Altieon era una máscara oscura de furia. El afilado golpe de Delenias se clavó en su armadura como un perro rabioso, pero un estallido de su Cosmos lanzó al pequeño hacia atrás. (Fuegos Ardientes 40/20). 

Solo entonces pareció advertir a Delenias. Sus ojos se estrecharon. Hizo un esfuerzo por concentrar su energía, la cual parecía flaquear ante no poder eliminar a los aprendices tan facilmente como había supuesto.

- Nada de eso importa!! Yo SOY Hydrus, Serpiente del Mar, Dragón de las Múltiples Cabezas!! 

Chocó los brazos arriba, dispuesto a descargar toda su furia una vez más. No pueden detenerme! No osarán detenerme! Mi poder es mayor que el de ustedes!! Grabados rojos y dorados sobre su barroca armadura ardieron detrás de él, formando sobre su cabeza siete bocas abiertas y hambrientas: La Hydra Macho!!! Mordedura del Wyvern (45/25)!!!!

-.-.-.- Interludio

Sus ojos ya estaban ciegos. Su cuerpo, temblando con fuerza mientras era bañado por las aguas del Lago de Atenea, ya apenas conservaba el calor, solo un espectro pálido iluminado por una fuerza plateada; el Cosmos elevado a su expresión última.

La última gota de sangre comenzó a rodar de un corte en su pecho, bajando por la piel. Se iba quemando a medida que descendía, lentamente. 

La vista de Eleas ya se perdía en la oscuridad eterna del descanso. Su barrera tembló. Amigos, Hermanos... Guerreros de Atenea todos, el Santuario estará bien protegidos por ustedes. Ya no puedo viajar con ustedes.

Una última lágrima salada bajó por su mejilla para encontrarse con la gota de sangre. Diosa... perdóname por haber fallado. No pude detenerlo, no pude impedirlo... Atenea, dame fuerzas para mantener este escudo un solo segundo más, solo un instante...

Un poder dorado bañó al Viaje del Argos desde fuera brindándole fuerza y calor. Hermano... suspiró Eleas, y murió.

- Hermano... 

-.-.-.- Fin del Interludio

El significado de las palabras de Altieon no se le escapa al joven aprendiz "¿el escudo  indestructible?¿el puño mas fuerte?, no es momento para distraerme"
-Creelo o no lo creas, tu hora final se acerca, quedo fijada en el momento que atacaste el santuario, los mismos cielos hablan de tu caida ¡¡Voluntad Celestial!!- (40/20)

Guiado por una certeza muy superior a cualquier cosa experimentada antes Foon Xao se lanza sobre la hidra ardiente de Altieon. Con movimientos precisos mas veloces que el pensamiento va deteniendo el terrible ataque, dispersando su fuerza con una gracia y velocidad impensables hace solo unas horas, bloqueando con su escudo cada una de las cabezas de la Hydra. La constelación del dragon parece llenar el campo de batalla, devorando la furia del ataque de la Hidra

Cuando el embate de los dos cosmos acaba el joven caballero del Dragón se alza, aun de pie, frente al caballero rojo, sangrando abundantemente por múltiples heridas pero aun desafiante
-esta escrito en los cielos-

El ataque de Delenias no consiguió atravesar la armadura de Altieon, pero no por eso se desanimó. En algún momento, Altieon se cansaría, y entonces no podría detener sus ataques.

Se levantó al momento, después de caer, para seguir en la lucha. No tenían tiempo para descansar. Retomó la concentración que requería para reunir energía. Su maestro le dijo que nunca debía fiarse de un guerrero con aspecto de vencido, porque los seres más temidos eran aquellos que se sentían acorralados.

Por lo visto, la tranquilidad con la que se enfrentaba al combate no le permitía sacar fuerzas de flaqueza, tendría que conformarse con lo que tenía.

La concentración de Céfir se rompió por completo en un instante, de una forma tan violenta como un cristal haciendose añicos.

Maestro Eleas.

Miró el cielo, y Argos, bajo la protección de Acuario, tenía un brillo distinto. Seguía estando allí, pero de forma apagada. Conforme contemplaba esto, sus ojos fueron invadidos por una oleada de lágrimas. Un cosmos se había extinguido por completo.

-Maestro Eleas... -susurró, con voz temblorosa, y miró un instante la solitaria caja de la armadura de Argos.

Se había dicho que no iba a dejar morir a nadie mas mientras pudiera evitarlo desde hacía mucho. En ese instante, sin embargo, había fallado. Su temple se hizo pedazos también en ese momento. Otra vez, había le había fallado a alguien. Igual que a su madre.

Le temblaron las rodillas, y de golpe estaba sobre ellas. Descargó un golpe al suelo con toda su furia concentrada en él, lastimandose la delicada mano. Cerró los ojos con fuerza, era la primera vez que estaba en público en semejante estado.

-¡¡¡¡¡¡¡MAESTRO ELEAS!!!!!!! -levantó la cara al cielo y sus lagrimas salpicaron tenuemente su alrededor. Aquel grito que con toda su fuerza había lanzado resonó por todo el santuario, cargado de rabia y tristeza. Se notaba que empezaba a disminuir de repente la fuerza vital del cosmos de Céfir, adrede por su parte. Estaba consumiendo su propia vida con tal de emprender una acción desesperada. Su sangre comenzaba a teñir la blancura de la armadura del cisne.

Shimi sintió en su alma como algo muy importante se iba al igual que se iba la vida de Eleas de su cuerpo, nuestro gran maestro, siempre amable y atento había partido al otro mundo, y nadie pudo hacer nada para impedirlo....El muviano se sentia impotente....sin nada que poder hacer intentó expandir su cosmos en vano, pues su mente estaba ahora en la memoria de Eleas....

Eleas, Maestro, descansa en paz....

-No te preocupes por mí Shimi, ahora ha llegado el momento de cuidarte como tú lo has hecho conmigo este tiempo. Deberás vencer al guerrero rojo pro los dos- aunque la niña lloraba, su voz se oía serena. Ahora más que nunca sabía que era lo que tenía que hacer por su hermano y sus amigos. Suspiró y miró al frente, Foon Xao había vuelto a interponer su escudo protector, esta vez para salvar al Santo de Perros de Caza. Era el momento de atacar, pero algo la detuvo.

¡Céfir! El grito de la chica la advirtió de lo que estaba ocurriendo. Eleas agonizaba, su último aliento se estaba apagando. Maestro Eleas... tu muerte no será en vano, no dejaremos que el guerrero escape llevándose la armadura que has defendido con tu vida. Lucharemos hasta la muerte de ser necesario, él no saldrá de aquí llevándose lo que no le pertenece.

La muviana sintió como su cosmos comenzaba a elevarse. Tenía muy pocas energías y sin embargo, estaba extrayendo hasta la última gota de sus reservas para cumplir con lo que había prometido internamente a aquel amable hombre que había sido su maestro.

-¡Detente Altieon! Esto es una locura. Aunque nuestro poder es inferior al tuyo, te superamos en número y la bendición de Athena nos protege. Arrepiéntente de tus actos y redímete. Aún estás a tiempo! Eres un guerrero formidable. No entiendo por qué traicionaste al Santuario, pero nunca es tarde para reparar errores del pasado. Devuelve la armadura de Argos y evita perder tu vida por nada ya que no lograrás escapar con ella.

La niña, aunque tenía pocas esperanzas en lograr conmover al guerrero rojo, hizo su mejor intento. Aquella lucha no tenía sentido, la muerte de Eleas tampoco. El derramamiento de sangre debía detenerse cuanto antes.

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Los Santos de Bronce, peleaban uno a uno contra el Caballero Rojo, ya sea atacando o defendiendo. Si no trabajan en equipo, serian facilmente derrotados. Pero Acacia dudaba, su Cosmos aumentaba, pero su Fe y Determinacion, no eran mas que un ligero rio, que cambiaba de direccion con una simple brisa.

Habia desobedecido en tantas oportunidades a su Maestro, y aun asi, habia llegado lejos. Era reconocido como un Santo de Athena, el Santo del Monstruo Marino, Cetus. Sabia que aun tenia mucho por aprender y mejorar y si su objetivo era pelear y cuidar a los dioses, aquellas dudas no debian empañar su juicio y sus acciones.

El fimamento vibro, cambio. El Cosmos de Eleas sucumbio y el Navio del Argos comenzo a menguar, como un barco que llega a su destino y empieza a anclar.

La pelea continuaba. Foon Xao defendia al grupo con su poderoso e inigualable Escudo del Dragon. Y entonces, Acacia reacciono. El grito de Cefir, lo saco de su ensimismamiento. Aquella Cosmoenergia, tan similar a la suya, tan delicada y sutil, no pudo contenerse. Y, ¿que caso tenia hacerlo?. Si el poder del Cosmos fluia en su interior pero no podia ser usado, ¿cual era el punto para convertirse en un Santo?.

¡Maestro! -grito Acacia, pero no se referia a Eleas. Su Cosmos ardio, como una fuerte tempestad que se dasata en el oceano. Cetus grito con el mismo desde el fondo de su corazon y el Monstruo Marino se mimetizo con el aspirante.

Altieon, esto debe acabar de una vez. Ya has causado demasiados problemas. La proxima... mejor te contienes. ¡Inundacion Imparable! (50*2/25, Múltiple 2)

Harjas estaba paralizado, el despliegue de poder que estallaba ante si, tanto de sus amigos como de su enemigo, había hecho que no pueda reaccionar. Sentía que Altieon era un enemigo imbatible, tal y como había pensado de Free minutos antes. Al parecer la vida de un Santo no era más que una penuria tras otra, una pelea imposible tras otra. Nunca acabaría. Nunca cambiaría. 

Su mente había viajado entonces a su Valle natal, donde el viento acariciaba la pradera, donde todo era un juego. Qué hermosas épocas. La felicidad de un niño, la contención de una hermana... hermana...

Entonces, algo quebró la cadena de pensamientos del joven persa: un cosmos conocido, muy poderoso había desaparecido. Eleas, su maestro, había muerto, dando la vida por la Justicia de Athena. Harjas se dio cuenta de que había estado temblando, y se miró la mano, donde la sangre se agrupaba mandando de alguna herida en combate. Poco a poco, gota a gota, la sangre caía. El cosmos de Eleas. El rojo de la sangre goteando. Persia. Athena. Justicia. Athena. 

Harjas sacudió su mano, y se llenó de determinación. El miedo desapareció de repente y la furia se hizo presente en su cuerpo. Sus compañeros estaban combatiendo al terror, él no los dejaría solos. Y si esto era un cuento de nunca acabar, entonces no se rendiría nunca, y combatiría con cada enemigo de Athena que se le presente. Hasta el final. 

El cosmos de Acacia se elevó como nunca lo había visto y el persa vio como una inmensa ola se formaba a las espaldas de su amigo. 

"¡Excelente Acacia!" gritó Harjas, preso de un impulso "¡Tu poder es magnífico!"

Viendo renovada sus esperanzas y habiendo exterminado todos sus miedos, Harjas se concentró nuevamente en sus cosmos. Juntó fuerzas con el objetivo de explotar su universo interior.

"¡Por Athena!" gritó con todas sus fuerzas 

El golpe de Acacia comenzó a ascender del suelo, como un torrente de agua desatado contra Altieon. El cosmos de guerrero rojo intentaba hacer retroceder a las aguas, que sin embargo poco a poco conseguían extinguir su ardiente poder y ferocidad.

Volutas espesas de vapor lo rodearon, consiguiendo ocultarlo completamente de la vista. Cetus ardió con fuerza en lo alto; Altieon intentaba hacer estallar su Cosmos para escapar de la prisión acuática del pequeño Acacia pero, aparentemente, sin éxito. Espejismos de Aire Caliente (50/10 <- Con Poder Oculto)

Un tremendo crujido resonó en el aire. De la nube que ahora ocultaba al gigante salieron rayos igneos, y pedazos de una armadura roja y niquelada. Un trozo humeante cayó a los pies de los aspirantes; una cara deformada de la Hydra, aún mostrando su roja sonrisa en una mueca eterna.

Fin del Episodio 13