Partida Rol por web

Saludó militarmente, y siguió al hombre con el muchacho sin chistar, sin hablar, sin comentar. - Ya habrá tiempo para todo eso.

- ¡Está bien! ¡Sólo está inconsciente por el golpe! Pero alguien debería de tapar la herida.

De repente, una última explosión suela del local, saliendo otra llamarada fuerte desde dentro, y acompañando el fuerte ruido, algo sale de dentro del bar. Entre el humo y el fuego, sale la niñera, con la ropa casi intacta, pero con una aureola de humo que se desprende de ella. 

- No me lo creo. Es un robot de Cybertronic. La única diferencia entre esto y una película, es que no sale Egg Ezranih. 

Miro a todos, ya montados en el camión.

- No me hace ni pizca de gracia. ¡A casa de la monja! - Grito la orden de Frank. 

Y acelero con el camión para salir de allí a toda leche.

Salgo de entre el fuego y la destrucción. Mi traje, preparado para las balas y el fuego, me ha salvado la vida. He tenido tiempo suficiente como para matar al último de la mafia antes de salir. Quería ver como moría.

Me paro en la puerta del siniestrado bar, y veo que un camión sale de los aparcamientos a toda prisa. Observo rápidamente que se trata de los secuestradores de mi señorito. Sin pensarlo, salgo corriendo hacia él mientras saco de uno de mis bolsillos unos nudillos de cobre con una punta afilada en forma de daga. Cuando el camión pasa al lado mía, lo alcanzo en la parte lateral trasera de la cabina. Pego un fuerte golpe con los nudillos de cobre y clavo el arma para sujetarme y que no se me escapen.

Con el impulso del camión, mi cuerpo comienza a volar en el aire, sujeto solamente con mi arma.

Musitó entre dientes: - Ahora entiendo porque la lolita esta es tan dura. Mientras cambiaba el cargador. La munición estaba bajando de manera estrepitosa. Se colgó por la cincha el arma y desenvainó el filo. Lo más fácil era ensartar a la "robotija", ya que no tenía ahora margen, ni de esquiva, ni manera de protegerse. Tras varios intentos de ensartamiento, si saber el resultado o los daños que podría haberle causado atacó el la zona donde estaba el arma ensartada, con la esperanza de dañar, brazo, arma o lateral de vehículo, lo suficiente, como para que soltase, o no fuera lo suficientemente resistente (vehículo o arma) y la lolita rodara por el asfalto como una colilla.

Frank no podía creer lo que veía, hasta que de pronto, comprendió.

-¿Un cyborg?¿En serio?-.

Pronunció estas palabras como si más que pretender decirlo, se tratase de un pensamiento que inconscientemente brotó de sus labios. Con Threshum al volante, la opción más evidente era coserle a tiros utilizando la pistola de éste, aunque dudaba que con aquella pistola pudiese atravesar el duro blindaje que la recubría. No perdía nada por intentarlo.

Por el espejo retrovisor controlo a Roberta, mientras Murray intenta que se desenganche del camión. Me sorprendo al ver que lo consigue, mientras yo voy dando bandazos para intentar que se caiga. Pero esa tía no es normal. Con un último impulso se coloca en el morro del camión, se sujeta con una mano y con la otra saca una pistola. Frank apunta directamente a la criada y comienzan a dispararse mutuamente.

- ¡Al suelo!

Grito mientras intento conducir. Los cristales de la luna saltan por los aires, mientras las balas cruzan de un lado para otro. 

- ¡Uaaaahh!

No consigo ver nada, mientras todo el mundo se dispara sin que se alcancen. Intento controlar el camión dando bandazos de un lado para otro, hasta que me estrello contra una puerta de rejas que se destruye a nuestro paso, entrando en un callejón sin salida del polígono industrial. 

- ¡Frank! ¡Joder! ¿Que hago? ¡No hay salida!

Intento que se me escuche con el tiroteo, pero es imposible. 

- ¡Es un callejón sin salida! Nos vamos a estrellar...

Intento frenar el camión, llevándome unas filas de paléts que están pegadas a las paredes de las naves industriales que nos hacen de guía. Algo ha debido de estropear el freno, porque lo piso frenéticamente y el camión no se frena.

- ¡Es un callejón sin salida! ¡Mierda!

La pared del fondo la veo cada vez más cerca.

- ¡No! ¡¡Noooo!!

Frank consigue darle un par de disparos a la criada, sin saber muy bien donde han impactado o si han causado daño alguno, justo antes de que el camión se estrelle contra la pared del fondo.