El brigada Murray no tenía idea de lo que buscaban, y lo único que se le ocurría era buscar por donde pasaban. Lo único es que si veía algo que pudieran entenderse como bobas, ingenios de explosivos o algo así, indicarlo. Además, no era un TEDAX. No era de desactivar. El sabía lo justo para montar detonadores y lo que hacía "bum". Nada más.
Tras varios minutos registrando el lugar, o más bien mirando de un lado para otro, pues solo había lo que se veía, me giro hacia los dos soldados.
- Aquí no hay nada. ¿Continuamos?
Salgo de la zona de equipajes. Espero a que los dos soldados salgan de la ella y a continuación cierro la puerta. Me giro para seguir al siguiente punto.
- ¿Donde quieren...?
La pregunta se la traga una gran explosión que ocurre dentro de la sala de equipajes. La violencia de ésta, me empuja varios metros por el aire y me arrastra otros pocos por el suelo. La puerta de la sala de equipajes, sale volando por el pasillo y un humo negro e intenso comienza a salir. La nave comienza inmediatamente a girarse sobre sí misma y a perder altura justo antes de perder el conocimiento.
La explosión le pilla de sorpresa y sale volando al igual que el técnico que les acompañaba, pero al caer al suelo lo hace con el hombro y la cabeza. El golpe está siendo tremendo y aún no ha parado de arrastrarse.
- Mierda, mi armadura. Piensa el soldado de operaciones especiales, siempre tan diligente. Siempre tan disciplinado. ... y arisco.
El humo le hacer arder los pulmones. Se cubre con una manga el rostro, para intentar mitigar el efecto y busca al compañero y la salida de allí simultáneamente.
Motivo: fortaleza
Tirada: 3d6
Dificultad: 20+
Resultado: 13 (Fracaso)
Motivo: fortaleza (daños)
Tirada: 3d6
Dificultad: 20+
Resultado: 10 (Fracaso)
Motivo: daños sufridos
Tirada: 3d6
Resultado: 4, 2, 3 (Suma: 9)
Ya me he perdido y no entiendo que he de hacer de tiradas.
Justo en el momento en el que el pensamiento "menuda perdida de tiempo" cruzaba su mente, aquello explotó y lo lazó para atrás dejándole sin respiración un par de segundos, como un buen balonazo en el pecho durante un recreo.
Alzó la cabeza y dijo ¿Estáis bien? Pero su propia voz sonó distorsionada y lejana...
Ordenó: - Vamos a las cápsulas de escape.
Corréis como podéis fuera del alcance de las llamas de la zona de carga, el humo comienza a apoderarse de la nave. De pronto, una nueva explosión retumba en la nave y esta se vuelve a balancear.
Doblo la esquina y me encuentro de cara con mis dos hombres. Porto un paracaídas en la espalda y dos en las manos. Les lanzo uno de ellos a cada uno.
- ¡Correr! ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Esto se va a estrellar!
Me giro sobre mis pies y esperando a que me sigan mis dos hombres, me dirijo hacia una de las salidas para escapar de la jaula mortal que se había convertido el Gloria de Heimburg.
Jamás me hubiera imaginado un regalo así en un momento tan oportuno.
Se empezó a poner el "regalo" sin pensarlo.
Aún aturdido y con dificultad para respirar se colocó el paracaídas, había que salvar el culo, eso era lo primero.
Corremos por el Gloria de Heimburg hasta llegar a la zona de desembarque de paracaídas. Espero a que entren mis dos hombres e indico que se preparen para saltar. Inmediatamente después, pulso el botón de la puerta e indico a los dos soldados que salten. Yo saltaré el último.
Hacía tiempo que no saltaba de un avión, pero jamás lo hice de uno que estaba por estrellarse.
Me daba pena la mercenaria. Era la caña. - Igual con lo dura que es ... sale de esta. El resto le caían como una patada en la cara, así que les podían dar a todos morcillas. - ¿Ostias y la subte? Grité mientras saltaba. Se había dando cuenta que faltaba alguien en el equipo, pero fue tarde, ya estaba volando.
- ¿Ostias y la subte?
En medio de la empanada mental y el zumbido de oídos el grito de Murray me pilla por sorpresa, y me quedo mirando a Harding, inquisitivo. Imperial no deja tirados a los suyos, eso es cosa de Mishimas.
Salto sin esperar respuesta, lo primero es lo primero.
Ya en el aire, veis como Harding salta detrás de vosotros. A lo lejos, hacia abajo, podéis ver dos paracaídas más. Mientras descendéis, la nave vuelve a ser sacudida con otra explosión y lentamente, desciende hasta estrellarse contra los árboles de la jungla. A lo lejos, muy a lo lejos, veis cuatro paracaídas más en el aire. Bajo vuestros pies, la espesa jungla comienza a verse más cerca...