Me vuelvo a colocar las gafas de sol.
- Estás confundiendo, esa mujer es otra persona. Yo solo la puta monja de la Iglesia. Pero te diré algo que si es cierto. Yo no nací en Mabal. M i pueblo natal es Elgna, en el estado de Inigri.
Pongo la pistola pegada a su frente.
Al ver que la mujer aceptaba su entrega, Frank la cogió en volandas y se la llevó a la parte de atrás del camión. La tiró en el primer sitio que le pareció adecuado para la ocasión y siguió a la faena. Sin contemplaciones, le arrancó las bragas y se entregó a ella en un frenesí salvaje. La disfrutó como nunca había disfrutado a un mujer; utilizándola, dominándola, explorando cada rincón de su cuerpo, llenando todos sus agujeros y agarrándola con fuerza de forma que sus dedos la marcaron sin piedad. Y para cuando llegó el éxtasis se desplomó sobre ella, exausto.
Y por supuesto, sin atender a nada de lo que sucedía fuera.
Cuando Frank terminó, escuchó un disparo. Al poco rato después, el ruido de la puerta del camión abriéndose le llegó.
El disparo trajo de nuevo a Frank a la realidad. No quería despegarse de Jane; aún estaba temblando por la tensión, pero haciendo un esfuerzo se subió los pantalones y cogió su pistola para ver qué había pasado, aunque suponía que lo que había sucedido es que Ade había liquidado al vaquero por hablar de más. Hay que ser gilipollas, están apunto de liberarte y haces que te maten de esa forma...
Pero quiso asegurarse.
Veo a Frank asomarse con medio cuerpo desnudo. Lo miro de arriba a abajo y sonrío.
- Veo que no has perdido el tiempo.
Enseño el sombreo del tipo que iba vestido de vaquero. Me voy al asiento del conductor y arranco el camión.
- Pronto llegaremos a la Iglesia, tomémonos el regreso con calma. El primer Cardenal está muerto y el mundo me la suda.
-Veo que tú tampoco-dijo Frank sonriendo-El muy gilipollas se había salvado pero tubo que abrir la boca ¿eh? Venga, sube. Antes de ir la Iglesia, hay que llevar este camión a algún lado. Desde allí cogeremos un taxi o algo. Podemos probar donde Lowen.
Pues eso, en principio quiero llevar el camión a un taller clandestino para que lo arreglen y lo repinten. Nunca se sabe cuándo nos será de utilidad. Y luego de ahí a donde diga la monja.
¿Saqué algo de valor de las pertenencias del vaquero y de Chenoa?