Cojeando levemente y sujetando mi brazo con disimulo, entro en el Helicóptero. Intento disimular mi cara de rabia. Mi cara de dolor. Me siento en mi sitio y me abrocho el cinturón. Esperando a que Quon nos saque de allí.
Entre en el vehículo cuando sonaba el comunicador, quién sabe qué demonios nos pasaría ahora.
Mire a Field con preocupación. ¿Está bien, Sub? Era una buena soldado y una mujer increíble, esperaba que no fuese nada.
Me acerco al comunicador, al lado de Quon. Lo descuelgo.
- Randall Harding al habla, ¿que sucede?
Levanto la mirada para ver a Donovan. Mi cara refleja dolor y resignación. También que no tenía ganas de hablar de como me encontraba.
- Estoy bien.
Mi voz fue seca.
- Brigada Murray. Acabo de llegar al cuartel. Suspiró - Solicito instrucciones. Dos horas tarde, joder. Se recriminó a si mismo: - Me van a caer, por lo menos tres días de arresto. - Estoy totalmente equipado para desplegar.
Después de la perdida de dos hombres de mi unidad, más la de Boris por traidor, el que Murray se haya despistado era el menor de los problemas.
- Volvemos a la base. Tomate el día libre.
No tenía apenas ganas de hablar.
Joder daría un dedo por un día libre.
Murray tenía mucho que explicarme, pero en aquellos momento solo quería una ducha y derrumbarme bebiendo. Crucé una mirada con Field, estaba cabreado y no había más que decir.
Olvídalo, nunca te lo agradecerá ni reconocerá sus errores.
Habia gente así, la Sub era de esos. A la mierda. Hemos rescatado a un buen soldado y destapado a un traidor. No se puede decir que no nos hayamos ganado el rancho.