Partida Rol por web

Borgos avanzaba por el bosque con el clásico silencio de los de su raza, silbaba por lo bajo, contento de su buena suerte por haber encontrado la planta que buscaba.

Miré como se alejaba Demian, ahora mismo yo no era de mucha utilidad para el grupo. Eso me estaba quemando no me gustaba parecer una inútil, escuché los ruidos del exterior e interior de la cueva intentando escuchar algo más.

Por un momento te pareció escuchar algo, pero al aguzar el oído te diste cuenta que era el ulular del viento entre los ramajes de los pocos árboles cercanos.

Los cuernos los escuchas relativamente lejos, lo que bien sabes es que normalmente hay exploradores que cubren terreno por delante de ellos. Pero no has visto a ninguno.

Sin invertir más tiempo del estrictamente necesario, el joven capitán rohirrim desciende ágilmente de la loma a la que se había subido para la exploración y vuelve a adentrarse en la cueva, deseando que sus compañeros no tarden ni un minuto más de lo acordado. Por su ceño fruncido y la prisa en su marcha, Isilwen puede adivinar su preocupación.

- No tenemos mucho tiempo, Isilwen- le dice a la elfa mientras se le acerca a grandes zancadas- En cuanto regresen todos y Borgo pueda intentar sanaros de nuevo, deberemos partir sin mas demora- Reparando en su delicado estado de salud, pone una rodilla en el suelo delante de ella, le toca la frente para detectar fiebre y suaviza algo su expresión- ¿Como os encontráis? No me lo endulcéis como hacéis con los otros,- añade con una sonrisa cómplice- necesito saber vuestro estado real para valorar como proceder con la misión, de la que sois una parte esencial.

-Mal- Digo con sinceridad -Así no puedo correr ni saltar...y mucho menos luchar- Contesto con angustia, el orgullo estaba herido, casi tanto como mi carne.

Esperando a que el resto volviera pregunto  -¿Has visto algo ahí fuera Demian? ¿Qué es exactamente lo que pasa?- Pregunto mirándolo, yo no había escuchado nada fuera de lo común...quizás el hubiera visto algo, no había otra cosa que me explicara la razón por la que había vuelto con esa cara.

Ozbeorn...no... no me encuentro muy bien... sal...salgamos de aqui...
Dice Ergon mientras se va tambaleando antes de llegar a su compañero, luego las fuerzas le flaquean por un breve instante, poniendo una rodilla en el suelo y apoyandose en su compañero, para terminar cayendo al suelo y diciendo.
...Creo... Creo que... tendras, que sacarme...

Ergon se tambalea y parece a todas luces mareado. Ozbeorn no siente ningún malestar por su parte aunque puede deberse a su robusta condición de enano.

Cuando las cosas parecian bastante mal para el enano, al no dar con la respuesta que tan cerca tenia. El humano que lo acompañaba comenzo a sentirse mareado. Sin lugar a dudas los gases de aquella zona eran de alguna forma toxicos para quien no estuviese acostumbrado a las cuevas.

Tambaleandose Ergon apoyo una rodilla en el sulo amenazando con caerse. El enano corrio hacia el y lo sujet con sus fuertes brazos.

-Oye, oye, ¿estas bien? Sera mejor salir de aqui, ven, vamos. Ozbeorn ayudo al humano a incorporarse, y aunque la diferencia de alturas complicaba las cosas, consiguio que el hombre se apoyara sobre la espalda del enano. Este lo podria arrastrar hasta donde estaba el resto del grupo, siempre y cuando no perdiese el conocimiento.

Tranquilo viejo amigo... solo... estoy un... un poco ... mareado...
Dice mientras el enano le ayuda a incorporarse y le permite apoyarse en la espalda.
Gracias, sal...[arcada]... salgamos de aqui...

Ante la sinceridad de la elfa, Demian, a sabiendas de que le habrá costado reconocer que está en mal estado, se limita a asentir con seriedad sin apartar la mirada de la de ella. Está maherida y no debería afectarle que se preocuparan por ella, pero el rohirrim sabe muy bien qué es el orgullo y por lo tanto lo respeta. Solo desea que el hobbit sea más afortunado esta vez sanandola.

- Confiemos en Borgo, las hierbas que recoja le ayudarán- dice sin más ceremonia, mostrando confianza pero sin darle mayor importancia- Estoy preocupado porque he oído cuernos de distintas patrullas y estoy bastante seguro de que dos de ellas vienen hacia aquí. Están a cierta distancia, pero me preocupan las avanzadillas que hayan podido enviar. No tenemos tiempo que perder.

Sigue al pequeño hobbit hasta el bosque más cercano y se queda vigilando. Por un momento le parece escuchar algo, afina el oído pero no es nada. Si ya has terminado, deberíamos volver con los demás. - Sugiere mientras vuelve a revisar el entorno sin encontrar rastro enemigo.