Noche IV

Aquel día había sido largo, lleno de experiencias en las que aquellos jóvenes practicamente apenas podían soportar pero, aún así miraban con cierto optimismo -quizás ingenuo- el futuro, uno lleno de esperanza por poder terminar con todo eso de una buena vez, aunque quizás lo que no sabían era que la desesperación siempre estaba al acecho.

Con las esperanzas de dormir tranquilos durante la noche, estos se refugiaron en las habitaciones como un lugar aparentemente seguro para poder descansar... aunque bien sabían que esto estaba lejos de ser cierto, una noche que contaba como dos repletas de asesinatos lo habían demostrado.

Aún había algo de tiempo para hacer cosas, por lo que si era lo suficientemente valiente o suficientemente insensato este alumno secuestrado podría salir de su cuarto y tratar de hacer algo según sus posibilidades y habilidades, o esperar a que nadie fuera a hacerle nada.

Ya era bastante tarde en la noche, por lo que Sousuke Yakushi se despidió de Vincent Sullivan y de Bayrus Tenom para regresar a su cuarto; a fin de cuentas este muchacho no quería ser castigado por aquel oso por incumplir las normas y quedarse dormido en alguna otra habitación que no fuera la suya.

Luego de aquel largo día con un asesinato por envenenamiento (o algo así) y un juicio, lo primero que esta persona deseaba hacer con todas las ansias del mundo era simplemente irse a dormir; por lo que esto hizo, con las esperanzas de poder despertarse por algo que no fuera tan molesto como el disparo de una escopeta en el pecho de alguno de sus compañeros o un "BEEP BEEP" de la pulsera.

La pantalla que se encontraba en la habitación se encendió, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió al de Monokuma, al parecer iba a dar otro aviso escolar, puesto que habló con su aparente pulcreza, elegancia y clase.

-¡Buenos días a todos!. ¡Son las 7 a.m. y el horario nocturno se ha terminado!. ¡Es hora de despertarse y brillar!. -Comentó de forma alegre- ¡Preparáos para dar la bienvenida a otro hermoso día!.

Estando sorpresivamente vivo, aquel alumno secuestrado se dispuso a salir de su cuarto con las esperanzas de encontrarse a alguien más muerto en aquella noche, no eran unas esperanzas ni unos deseos de verlos muertos, sino que simplemente era lo que esperaba que pasara.

Noche VI

Aquel día había sido largo, lleno de experiencias en las que aquellos jóvenes practicamente apenas podían soportar pero, aún así miraban con cierto optimismo -quizás ingenuo- el futuro, uno lleno de esperanza por poder terminar con todo eso de una buena vez, aunque quizás lo que no sabían era que la desesperación siempre estaba al acecho.

Con las esperanzas de dormir tranquilos durante la noche, estos se refugiaron en las habitaciones como un lugar aparentemente seguro para poder descansar... aunque bien sabían que esto estaba lejos de ser cierto, una noche que contaba como dos repletas de asesinatos lo habían demostrado.

Aún había algo de tiempo para hacer cosas, por lo que si era lo suficientemente valiente o suficientemente insensato este alumno secuestrado podría salir de su cuarto y tratar de hacer algo según sus posibilidades y habilidades, o esperar a que nadie fuera a hacerle nada.

La pantalla que se encontraba en la habitación se encendió, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió al de Monokuma, al parecer iba a dar otro aviso escolar, puesto que habló con su aparente pulcreza, elegancia y clase.

-He de decir que me ha gustado mucho ver como estáis llevando esto, poco a poco estoy comprendiendo que todo saldrá bien. Por lo que si me lo permitís voy a mimaros un poco. -Indicó mientras hacía una actualización en la pulsera, desbloqueando una sección para emitir votos- Ahora podéis votar por si queréis desbloquear un nuevo piso con habitaciones secretas, ya no quedan muchos pisos más... y a cambio os cambiaré las acciones prohibidas entre vosotros. ¿Qué me decís?.

Suspiró. Al final no salió como planeaba y Bayrus no fue votado. Pensó entonces en si los fantasmas podían influenciar a Akame-san o incluso si ella habrá ganado o tenido el poder de hacerlos votar y tal. Vincent votó por Vanilla y seguramente Bayrus, él mismo y... ¿Saki? Habrá votado por la misma, posiblemente para quedar como "buena" ante nosotros, el grupito Vince-Bay-Sou y tal, qué mujer más astuta. Buenamente el mismo Guardián había por inercia al no esperar haber vivido para contarlo, quedado en su pieza. Ah, ¿ahora sí que no me encierra? Pero si me encierra de todos modos es porque quiere impedir que salga a proteger a alguien, es decir, si el yo mismo era encerrado ahora, Saki Tomoe quedaba automáticamente catalogada de falsa.

Por ende...

Miró el diario.

- ¿Debería? Si logro morir en gloriosa batalla es mejor que se sepa, debo salir al pasillo si es que Tomoe no me encierra ahora, al menos el gordis mierdácoles no está espiando ahora.... ¿Cierto?

Le dió repelús pensar que Akame con su 2.0 podría permitirles a esos desquiciados psicópatas fantasmales hacer cosas, brr. Ni en su cama pudiendo dormir, para variar tenía descanso, pero primero, el voto.

- ¿No poder mentir y no se qué? Si me ponen bajo duda o si me exigen decir mi AP entonces GG izi como dicen los pana', eh.  Pos ná, "No" esta vez. Si Vince vota eso, Bayrus debería votar lo mismo y los otros deben hacer presión o fingir inocencia. Simplísimo, eh.

Votó "No" y se acordó de cierto video chistoso occidental y empezó. Sacó el diario y... Eh, a ver.

Sí, no, tal vez, agh. Se echó un rato, luego otro. Era un experto en acostumbrar su sueño. Le tento ir al onsen de nuevo únicamente para echarse una dormida en esas aguas calientes. Se imaginó con... Con Kusuri ahí, se sonrojó, no, ya no, ya fue, o no fue mejor dicho. Suspiró y tras echarse un ratito aún sorprendido que la falsa esta no viniese a encerrarlo, pues a anotar webadas.

- Va.

Tras escribir, guardaría el diario y (De no ser encerrado "convenientemente") saldría a proteger a Vincent de asesinos y demás, si es que habían. No podía decirle por lástima: "Vincent mi pana investiga a Akame-san y con eso si es buena, pum, ya tenemos a los dos malos restantes" o algo, pero eh, que pensar no era lo suyo.

Luego de aquel largo día con un juicio, lo primero que esta persona deseaba hacer con todas las ansias del mundo era simplemente irse a dormir; por lo que esto hizo, con las esperanzas de poder despertarse por algo que no fuera tan molesto como el disparo de una escopeta en el pecho de alguno de sus compañeros o un "BEEP BEEP" de la pulsera.

Al parecer ni uno ni otro; el aviso de "descubrimiento de cadáver" por parte de Monokuma ocurrió; mostrando como ya era habitual aquel reloj que marchaba en sentido contrario el minutero se mostró en la pantalla de aquella habitación y que pronto revelaría a no otro que Monokuma.

-Un cuerpo ha sido hallado. -Exclamó el oso con cierta elegancia conteniendo la excitación que aquel oso parecía sentir- Después de que haya pasado un tiempo estimado, en el que podéis usar como gustéis, el Juicio Escolar empezará. Ya sabéis como va esto... las marcas del suelo os guiarán hasta el cadáver.