Partida Rol por web

El corazón del Centinela

13. Mano a mano

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10/01/2013, 21:18
Narrador

Viernes, 23 de Agosto de 1974. 21:00h

El sol había terminado de desaparecer por el horizonte dejando paso a una redonda y gigantesca luna que empezó a iluminar Betlam con sus rayos blanquecinos. Éstos se vertieron sobre un tejado que había servido de punto de encuentro entre los dos mayores ladrones de la que más tarde se conocería como Era de los Vigilantes: Felina y Weasel. Apenas llevaban un año con su nueva 'identidad' a cuestas pero ya se habían conocido el uno al otro como ladrones pese a no haberse encontrado jamás cara a cara.

Sin embargo eso no había impidido a la comadreja citarse con la gata en uno de los tejados más emblemáticos de la ciudad: aquel que había frente a las Torres Alban y que tenía unas vistas preciosas. Romy había tenido que reconocer que era un sitio perfecto para un encuentro que, en palabras escritas en un papel por el propio Weasel, "significaría el antes y el después en la historia de los robos de Betlam".

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10/01/2013, 22:02
Weasel

Weasel se encontraba en la azotea, apoyado contra el murete que llegaba hasta las caderas, con los brazos cruzados y los codos apuntalados contra la superficie de hormigón. Su espalda estirada a lo largo de la horizontal permitía adivinar que ésta era ancha y se encontraba en tensión. Sus piernas ligeramente dobladas recalcaban los músculos bajo el pantalón de corte italiano. 

No se giró cuando la gravilla crujió bajo el peso casi efímero de Felina, pero había elegido el lugar justo por eso, no estaba dispuesto a experimentar sorpresas desagradables.

-Veo que es puntual, señorita.

Se irguió aún de espaldas a la recién llegada, y el característico sonido de un reloj de bolsillo puso el punto final a la frase.

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10/01/2013, 23:54
Felina

Romy había encontrado la citación lo suficientemente interesante como para acceder a acercarse a otro enmascarado. Hasta el momento, su único contacto con ellos había sido para salir huyendo lo más rápido posible, más por la incertidumbre que por el riesgo en sí. Llevaba apenas un año rondando los tejados de Betlam con el suficiente éxito como para ser una ladrona bastante sonada, sobre todo por las obras de desorbitado valor que añadía a su colección particular. Pero apenas conocía al resto de locos que, como ella, se habían vestido ropas extrañas para buscar algún fin.

El hombre en cuestión, Weasel, había surgido de entre las sombras al mismo tiempo que ella. También se dedicaba al robo, aunque de una forma algo diferente por lo que los medios de comunicación decían. Quizá por eso le despertaba más curiosidad que los llamados Vigilantes, a los que procuraba evitar deliberadamente.

A la hora acordada, la mujer conocida como Felina llegó al tejado de la Torre Alban con un salto limpio y elegante, clavando una rodilla en el suelo. Se incorporó echando la cabeza hacia atrás y revolviéndose el pelo, observando de reojo la figura recortada del ladrón.

-No menos que usted, señor –contestó en tono ambiguo. La ladrona apartó la gabardina y se subió al murete donde él estaba apoyado, guardando las distancias. Enlazó sus manos tras la espalda y le miró con interés desde arriba-Su nota me ha resultado francamente interesante.

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11/01/2013, 00:23
Weasel

Weasel se giró hacia ella, cambiando la postura, apoyándose solo en la zurda. Era una posición abierta en la que revelaba que no tenía armas encima. Una media sonrisa adornaba un rostro que miraba a Felina, divertido e intrigado.

-Es una lástima que solo le haya atraído hasta mi el interés. Lo cierto es que me resulta francamente fascinante,-dijo parafraseandola.- como una mujer que atrae todas las miradas solo con su presencia, haya conseguido permanecer en las sombras durante tanto tiempo. Pero eso es algo de lo que podremos hablar más adelante, tal vez. El caso es, que he pensado que un hombre como yo, podría encontrar sus habilidades complementadas por las de una hermosa artista del latrocinio, como es usted.

La sonrisa se ensanchó mientras su mirada recorría cada una de las curvas que el ceñido traje demarcaba.

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11/01/2013, 04:30
Felina

Al quedar a la vista, Felina estudió con detenimiento las facciones de su rostro, gratamente sorprendida. Se sonrió. Le gustaba lo que veía; sin duda era un hombre digno de admirar en todos los sentidos posibles. Con una soltura genuina, la chica avanzó varios pasos en su dirección contemplando la puesta de sol. Mientras, escuchaba sus adulaciones. Cuando el sonido de sus palabras se perdió, la ladrona dejó de andar y ladeó la cabeza. Una sonrisa afilada amaneció bajo aquellos ojos helados.

-Sus palabras suenan tan hermosas como la música que desprendería la flauta de Hamelin –Posó el índice sobre los labios sin variar el gesto y le miró largamente de arriba abajo-. Resulta usted irresistiblemente encantador, Weasel. No le había imaginado así, ciertamente. Por norma general no me fío de los hombres que lo primero que hacen es ensalzar mis atributos para luego pedirme algo. Creo que estoy por encima de esas cosas. -Avanzó otro paso más-. Pero supongo que esta noche tendré que hacer una excepción temporal, al menos hasta que averigüe por qué me ha citado.

Negar que adoraba sentirse deseada habría sido una gran mentira. Negar que no se le había removido el cuerpo cuando él la miró de aquella forma tan característica habría sido absolutamente flagrante. Pero la delgada línea que separaba la admiración de los intereses propios era tan confusa siempre que había aprendido muy pronto a desconfiar. Demasiados hombres la habían mirado de aquella forma animal como para no resultar impermeable a ello a aquellas alturas.

Sin perder la sonrisa se echó la gabardina a un lado para apoyar la mano sobre el lado derecho de su cintura, cargando el peso sobre esa misma pierna.

-Su propuesta sonaba tan interesante como usted. Me gustaría escucharla.

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11/01/2013, 16:44
Weasel

-Supongo que entonces solo está acostumbrada a trabajar con invidentes.-Suspiró.- Tendré que hacer un esfuerzo por centrarme y guardar la compostura sin ceder a mis instintos más...salvajes.

Weasel comenzó a pasear por la grava, como si agradeciese el sonido de ésta crujiendo bajo sus pies.

-¿Conoce las Industrias Wayland y la Fundación Wayland? Verá son dos grupos, que pertenecen al mismo hombre, B. Wayland, todo un estratega de los negocios. Su empresa se dedica a la seguridad, pero juega con las leyes. Quiero ajustarles las cuentas, y para eso necesito su cooperación. La Fundación celebrará una gala para inversores y gente importante de la ciudad, supongo que para captar más fondos. Una de las grandes exhibiciones del poder de Wayland es una estatua de unos 10 metros que se alza en el patio del vestíbulo, donde se realizará la fiesta. Terriblemente cara, y aún está por asegurar, ¿Me sigue?

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12/01/2013, 15:01
Felina

Romy se estremeció de pies a cabeza. Evitó mirarle.

-Trabajo sola -apuntó, antes de dejarle continuar.

No había una sola persona en Betlam que no conociese a B. Wayland, el magnate de los negocios que dedicaba gran parte de su fortuna a poryectos para apoyar a la sociedad y todas esas chorradas que los ricos hacían para ganarse el favor del pueblo. Una figura de lo más emblemática y a la que ella se enfrentaba cada vez que asaltaba uno de esos lugares protegidos con su firma. Darle otra vez donde más dolía era una idea suculenta.

Aprovechó para sentarse sobre el alfeizar mientras él se paseaba.

-Le sigo a donde usted quiera -respondió con una amplia sonrisa. Después volvió a centrarse-. Entonces no pretende un robo... beneficioso. Al menos no económicamente. Ahora entiendo mejor sus intenciones -Hizo una pausa, tocándose el mentón-. ¿Y cómo pretende hacerlo?

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12/01/2013, 15:10
Weasel

Una carcajada sincera brotó del Weasel, que terminó en una sonrisa amplia.

-No reporta economía, pero nos garantiza reputación. Si el golpe sale bien, ninguna autoridad nos seguirá en nuestros próximos golpes, aunque los demos por separado.

Se acercó a ella, paseando, hasta terminar apoyando sus amplias manos en la pasarela improvisada por Felina. Sus cuerpos estaban próximos, sus manos apenas separadas por un centímetro. Weasel la miraba fijamente, como si se perdiese en los ojos delimitados por el antifaz.

-Tengo un plan, de tres partes. Generaría una distracción abajo, para que entre por otra vía, al fin y al cabo, señorita, es la dueña de los tejados. Mi intención es hacer que la gente tenga que entrar en el edificio, o que nos permitiría movernos gracias al caos. Mientras todos están dentro, salimos, aseguramos la estatua y gracias a un amigo, nos la llevamos en helicóptero.

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12/01/2013, 17:22
Felina

La ladrona buceó en sus pupilas hasta que fue incapaz de seguir, desviando la mirada hacia otro lado, azorada. A esa distancia era imposible no percibir la alteración de su pulso y la tensión de su mandíbula y cuello. Tanto él como ella lo sabían y no era algo que a Romy le hiciera sentir muy cómoda, haciendo esfuerzos por centrarse y no dejar traslucir todo lo demás.

Se humedeció los labios repasados por el carmín oscuro. Tenía la boca seca. Se aclaró la garganta y alargó la mano para repasar con la yema de los dedos la corbata azul celeste.

-Es sencillamente brillante, desde luego. Pero… ¿Tanto necesita de mi ayuda para todo esto? Quiero decir –Volvió a mirarle, soltando la corbata y echándose ligeramente hacia atrás-. ¿Qué garantía tengo yo de que no me va a dejar en la estacada? En cierto sentido somos rivales. Un día podrían cruzarse nuestros intereses y alguien saldría perdiendo. Si tiene más amigos que pueden ayudarle, ¿por qué yo?

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12/01/2013, 17:25
Weasel

-Es simple, nadie se esperaría que dos ladrones que actúan por separado vayan a unir fuerzas, exactamente por todo lo que ha dicho. Además, es la persona más ágil que conozco, y la velocidad junto con la precisión son dos factores que no puedo permitir que flaqueen. Después de este trabajo, le aseguro que la mantendré vigilada, al fin y al cabo, conoce mi rostro. Le doy mi palabra de caballero, que jamás interferiré en sus...obras, siempre que sea discreta respecto a mi persona

Weasel flexiona los brazos y se aparta como disparado por un resorte, el movimiento es lento y fluido.

-Pero si no confía en mi...

El joven caballero retrocede mientras se gira, dándole la espalda a la ladrona aún con una sonrisa en los labios. Su buen humor parecía perenne. 

-...Tal vez me haya equivocado sobre en quién depositar mi confianza.

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12/01/2013, 17:42
Felina

Romy se mordió los labios cuando se dio la vuelta. Veía cláramente la forma en que movía los hilos y en cierta manera se sintió impotente ante ello. Lo hacía demasiado bien. De un salto se incorporó para seguirle, caminando lentamente y de forma sinuosa. Las manos a la espalda, como quien esconde algo, y moviendo los pies uno delante del otro.

-No me gusta que me manipulen emocionalmente, y usted está resultando un experto -dijo suavemente a su espalda-. Yo no me fío de usted, y sé que usted tampoco de mí. Sería un pésimo ladrón si lo hiciera. Pero su don es la palabra y el mío las alturas -Guardó un momento de silencio-. Trabajaré con usted, pero sólo esta vez. Si tan fascinante le parezco y tanto interés le causo, la próxima vez no me cite en un tejado.

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12/01/2013, 17:57
Weasel

-Si todo sale como espero...

Dijo el hombre trajeado, girando súbitamente y pasando su brazo por las caderas de Felina. El abrazo era ceñido y la acercó a él. Como si de un tango se tratase, se inclinó haciendo que la ladrona se recline sobre el brazo que ha pasado tras ella.

-... Nuestra próxima cita será en un helicóptero.

Parece hacer caso omiso de las acusaciones que le hace sobre sus habilidades sociales. La mano que le queda libre recoge los mechones de la ladrona tras su oreja, y continua el movimiento por la mejilla.

-¿Acaso no son las plantas carnívoras las más llamativas? Si no me fío de usted, es porque temo que me devore, entre otras cosas, la cordura. Es una habilidad de la que hacen gala solo algunas mujeres. 

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12/01/2013, 18:54
Felina

El agarre, firme y repentino, logró robarle el aliento y también la cordura. En ese momento lo único que Romy tenía claro es que había caído en la trampa de aquel hombre y que no le importaba en absoluto. Weasel desprendía un magnetismo irresistible, como la luz para las polillas o el dulce néctar de las flores para las abejas. No ofreció resistencia; colocó una mano sobre su hombro dispuesta a bailar ese tango. Cerró los ojos un instante tomando aire, anegada por su aroma, la cercanía, y el leve roce de sus dedos.

-Creo que aquí la única persona en una situación comprometida soy yo, señor –pudo decir con un hilo de voz.

Llevó la mano libre al lazo de su corbata, aflojándolo. Aferrándose a su hombro se incorporó lentamente para acercarse a su rostro, salvando la escasa distancia. Pudo sentir el cálido aliento del ladrón sobre su piel un segundo antes cambiar de dirección, dirigiéndose a su oído en vez de a sus labios. El contacto visual se perdió, viéndose sustituido por el roce de sus mejillas y la extrema cercanía de sus cuerpos.

-O quizá no… -ronroneó, acompañando el gesto de un suave maullido.

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12/01/2013, 19:10
Weasel

Sus mejillas entraron en contacto, y Weasel siguió la curva de su cuello, sumergiéndose en su fragancia. Su mano libre sujetó la de ella.

-Será mejor que encontremos el camino...apropiado... para resolver...nuestras necesidades.-susurró.- Aunque, deberíamos esperar. 

Se incorporó enderezandola a ella.

-No deberíamos dejar que se forjen lazos que puedan comprometer nuestros objetivos. Al menos, hasta que hayamos terminado.

Respiro profundamente mientras aún la sujetaba contra él. Con un suspiro de lamento, la soltó y se separó de la ladrona.

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12/01/2013, 19:39
Felina

Felina se sonrió, y antes de que se separara dejó un beso suave bajo su oído con un rastro de carmín. Le miró divertida todavía sin soltar la corbata, y cuando él se alejó la ladrona volvió a acercarle un poco. Buscó sus ojos con intensidad.

-No creo que algo así fuese a comprometer nada... -murmuró mientras sus dedos soltaban el nudo. Cogió ambos extremos, pegándole a ella lo suficiente como para rozar su nariz- ¿Lugar y hora?

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12/01/2013, 20:06
Weasel

-La fiesta comenzará en venticuatro horas. La distracción estará preparada para que hagas tu entrada una hora más tarde. Encontrarás una mascara de gas y el material necesario en cuarto de mantenimiento del tercer piso. Ya me he encargado de que todo esté preparado. La idea es que ni nos crucemos para que no nos relacionen y pueda tener a la gente distraída.

El joven sonrío misterioso cuando el sonido de un motor comenzó a reverberar en el aire.

-Si me disculpa, señorita, nuestro carruaje de mañana me espera.

Se separó de Felina agachándose y pasando por debajo de la corbata mientras el helicóptero con la escala desplegada aparecía por uno de los laterales del edificio. Se quitó el sombrero durante un momento a modo de despedida.

-Juntos, seremos imparables.-Gritó por encima del ruido del motor.- Hasta mañana mi Lady. No todos sabemos movernos por los tejados. 

Estirando el brazo mientras reía cogió la escalerilla cuando paso a su altura para ser alzado y sacado de la azotea.

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12/01/2013, 20:57
Felina

Romy emitió un gruñido bajo cuando él se alejó, haciendo una salida de escena triunfal. Lo de ese ladrón sin duda era el teatro y dejar la miel en los labios, y ambas se le daban francamente bien. Respiró profundamente cerrando los ojos, y cuando el motor dejó de escucharse en la lejanía se dejó caer al suelo. Estaba totalmente obnubilada y la piel le ardía a pesar de la temperatura. Se llevó las manos a la cara y por inercia la corbata que le había dejado de regalo. Su olor estaba ahí y en todas partes, recordándole aquella sonrisa, aquellos gestos. Nunca había tenido un encuentro tan intenso con nadie, al menos hablando de primeras impresiones. No sabía qué hacer.

Tras unos segundos para recomponerse empezó a ver las cosas desde otra perspectiva. Él había sido el primero en empezar con los acercamientos, la necesitaba para aquel golpe. Lo que no tenía claro es si la necesitaba de verdad o tenía otras intenciones para con ella que no tenían nada que ver con aquel extraño encuentro. Se le pasó por la cabeza la idea de que fuese a venderla. Le resultó absurdo, conocía su rostro. Lo había tenido a un beso de distancia. Aun así había algo que no terminaba de encajar en su cabeza, algo que no andaba bien. Weasel era un estafador de primera, tenía que tener truco. Seguro.

Con aquellos pensamientos, tras enrollarse la corbata en el cinturón, se marchó de la azotea contemplando las Torres Alban.

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14/01/2013, 22:40
Narrador

Sábado, 24 de Agosto de 1974. 21:00h

Era el gran día para ambos ladrones, que se habían preparado para el que seguro sería el trabajo más difícil que habían hecho hasta la fecha. Saphiro se encontraba justo fuera de la Torre Wayland, acompañado de varios invitados más a la fiesta. Se había hecho pasar por un barón europeo cuya identidad llevaba varias semanas usurpando, con vistas a infiltrarse en aquella fiesta sin llamar la atención. Tenía una falsa documentación de visitante en EE.UU. y había encandilado a varias de las personas influyentes de la ciudad.

Romy, por su parte, se encontraba varios tejados más allá de la T. Wayland. Se había dado cuenta de que en cada uno de los edificios contiguos había apostado francotiradores de seguridad que vigilaban el perímetro y el edificio. Aquello iba a ser realmente complicado...

Notas de juego

Posts para vosotros mismos, tho.

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16/01/2013, 21:16
Felina

La ladrona había llegado a la hora que la fiesta tenía prevista su apertura, aunque su actuación iba a darse algo después. Sin embargo, visto el panorama que se presentaba ante sus ojos, lo mejor que había podido hacer era llegar con tiempo. Llevaba algunos minutos tendida sobre el suelo, observando con detenimiento a los francotiradores, tratando de averiguar algún tipo de rutina en sus movimientos o si realizaban cambios. De cualquier modo iba a arriesgarse más de lo que le gustaría.

Romy se había mentalizado para aquello, aunque seguía albergando sus propias dudas respecto a la fiabilidad de Weasel. Encontraba tantos pros como contras en aquella fugaz alianza. Uno de ellos era el sensual magnetismo que le causaba el ladrón, y no sabía muy bien cómo clasificarlo. Por otro lado, la posibilidad de ganarse un lugar entre los más nombrados y ascender a la primera liga era irresistible.

Romy suspiró, tomó aire y se levantó de cuclillas para retroceder. Tenía que coger carrerilla y saltar lo más rápido posible rezando para que en ese momento ninguno de los dos mirasen hacia allí. De lo contario todo iba a ser muy sangriento

- Tiradas (5)
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16/01/2013, 21:41
Weasel

El nuevo Barón caminaba al lado de uno de los políticos que beneficiaban a Wayland con políticas fiscales que favorecían a la industria y la fundación a cambio de una sustanciosa cuantía. Era curioso, pero a Weasel los hombres sin un mínimo de dignidad y compostura le asqueaban.  El joven ladrón iba charlando con él, mientras se acercaban a las puertas que daban acceso al magnífico edificio de la Fundación. Desde fuera ya podía apreciar la iluminación adicional de la que se había dotado al evento. El número de guardias era elevado, nada que no hubiera estado previsto. Entre la multitud, solo era un ricachón más.