Una noche tranquila, de no haber sido por la distracción de la pesada de Alenka. Cuando amaneció, prácticamente todos los componentes del grupo estaban o profundamente dormidos o aún remoloneando en las tiendas.
Ni corto ni perezoso, te pusiste en pie, dispuesto a comenzar un nuevo día, el día en que habríais de alcanzar por fin a los dichosos críos.
Mientras te incorporabas, percibiste a Alberic desapareciendo entre unos matorrales. Te pareció sospechoso, pero al momento tal sensación desapareció al percibir los claros sonidos de aquel que se halla enviándole un mensaje al Hacedor. Después de un rato, reapareció abrochándose los pantalones tras la "delicada" operación.
-Bueno, amigo Gunnar, veo que aquí a los únicos a los que no se nos pegan las mantas es a los enanos. Estos patas largas son perezosos como un orlesiano a la hora de pronunciar las erres. Hay un riachuelo cercano. Voy a ir a darme un chapuzón y rellenar el odre, que estoy seco como una pasa. ¿Me acompañas?
De momento, márcate tú solo en la escena.
Una noche tranquila, de no haber sido por la distracción de la pesada de Alenka. Cuando amaneció, prácticamente todos los componentes del grupo estaban o profundamente dormidos o aún remoloneando en las tiendas.
Ni corto ni perezoso, te pusiste en pie, dispuesto a comenzar un nuevo día, el día en que habríais de alcanzar por fin a los dichosos críos.
Mientras te incorporabas, percibiste a Alberic y a Gunnar charlando, quizás más discretamente de lo que era habitual en los dos enanos. Tras la conversación de anoche, tal percance te hizo sentir la mosca detrás de la oreja, así que te dispusiste a escuchar. Era Alberic quien hablaba en aquellos momentos, dicharachero como siempre. No podías oírlo todo, pero te llegó parte del mensaje.
-Bueno... Gunnar, ...aquí a los únicos... a los enanos. Estos patas largas... perezosos como un orlesiano a la hora de pronunciar las erres... riachuelo cercano... un chapuzón y rellenar el odre... ¿Me acompañas?
De momento, márcate tú solo en la escena salvo que te hagas ver ante los dos enanetes.
Tras desperezarme con una sonrisa en los labios, tras el mal trago de la noche que no sé en que terminara, me alegra ver que dos personajes tan directos como los dos enano andan haciendo de las suyas. La conversación que se traen entre manos no es una diatriba de traiciones como la que me dedico Alenka. Por lo que lo más sigiloso posible me acerco a ellos y le digo en tono burlón:- Los patas largas tambien nos podemos despertar temprano, que me parece señor Alberic que no has trabajado en una granja de mozo. Alli te levantaban incluso antes de que se pudiese ver un palmo delante de tus narices. Si no os hace a mal tambien tengo que rellenar el odre y lavarme las legañas, que he tenido noche movidita...-
Postead en abierto para los dos, ahora que estáis juntos. Quedo en espera del post de Gunnar :)
-Pues nada -dice Gunnar, tomando su propio odre-. Al río pues. Aunque yo lo del chapuzón, maese Alberic, no lo acabo de ver. Sin ir más lejos me bañé por completo no hará ni un mes, si no recuerdo mal... ¿o fue...?, no, sí, un mes. Y soy muy cuidadoso con mi piel y su cobertura natural contra los malos humores. Pero una buena pipa antes de desayunar junto al río no me vendrá mal.
Alberic se despelota y salta en postura bomba al agua, al grito de "¡Huiiiiiiiiii!", cual entusiasta niño pequeño. Tras dar algunas cortas brazadas y patear un rato el agua -y salpicaros a los dos involuntariamente, todo hay que decirlo-, regresa hacia la orilla chorreando de pies a cabeza. Acto seguido, sin molestarse en secarse con su capa, se calza su calzoncillo de gruesa tela y se tiende al sol, dispuesto a secarse gracias al calorcito mañanero.
-¡Dios! ¡Cuánto echaba de menos lavarme! Llevo tantos y tantos días deambulando como un imbécil para llegar a la aldea, que no me había detenido ni para remojarme la cara.
Se recuesta de lado, tornando su semblante en expresión seria y mirándoos directamente a la cara, ora a uno, ora al otro, para luego emitir una pregunta tan inesperada como alarmante.
-Bueno, ya que nos hemos reunido los tres aquí, lejos del resto, decidme con sinceridad: ¿qué opináis de la reunión mañanera de vuestros compañeros, antes incluso de que nos iluminara el primer rayo de luz del alba?
Mientras el enano se baña en la fria agua del rio, saco mi odre y lo lleno con agua fresco. Para posteriormente despejarme limpiandome la cara y las manos. No puedo más que sonreír ante el comportamiento cuasi-infantil del señor Alberic. Cuando termina y habla sobre la reunión, tuerzo el gesto y frunzo el ceño. Recuerdo a Alenka intentando malmeterme y me temo que haya hecho lo mismo con el resto. Yo no soy un hombre recto pero lo que me proponía olía mal por los cuatro costados:- ¿Es que has oído algo, señor Alberic? Yo he tenido un mal encontronazo nada más con la tal Alenka...-
-Alenka, ah, qué mujer -dice Gunnar mientras se prepara otra pipa-. ¿Ubicuidad, era el nombre? Esa patas largas está en todas partes, desde luego. Buen dolor de cabeza me regaló ayer durante la guardia, parloteando sin cesar acerca de planes dentro de planes, y traiciones dentro de traiciones... ¿es que a los humanos no os enseñan de niños que una palabra dada es una palabra empeñada?
El enano mira de reojo a Alberic. Después regresa a Garret.
-Esta sociedad está empezando a disgustarme -murmura-. Si no hay compromiso, si cada fulano o fulana pretende hacer la guerra por su cuenta para sacar más tajada, tendré que considerar que la compañía se ha roto. Y si la compañía se rompe, bien, tengo cosas mejores que hacer que salvar el culo de patas largas como esa maga de tres al cuarto.
Me alzó de hombros y le respondo:- Una palabra dada vale tanto como a quien se la das. El Arl tiene toda la pinta de ser un hombre al que se puede despreciar sin recelo. Pero eso de los niños... No me gusta nada. No soy idiota, esto huele a trampa y al rechazar su oferta hará que salte antes de tiempo.- Malevolamente sonrio y les digo:- De todas maneras ya me gane mi sueldo de una moneda de oro que utilizó para tentarme. Por lo que si por mi dependiese me olvidaría del asunto. Pero me preocupan los niños... Supongo que soy un tipo sentimental.-
-Discrepo -dice Gunnar, alzando la pipa-. Un enano vale tanto como su fidelidad a la palabra dada. Cuando digo un enano quiero decir "un varón" de cualquier raza, claro está. Con la probable excepción de los elfos... ¿quién sabe lo que se les pasa por la cabeza a esos tipos? Sí, Gunnar sólo tiene una palabra... y esa mujer estuvo cerca anoche de despertar mi enfado al insistir en que la quebrase.
El enano da una larga calada a su pipa mañanera, paladeando el tostado sabor del humo con placer.
-Yo no rompo compromisos -murmura-. Sólo rompo cuellos ajenos.
Alberic mueve la cabeza con energía hacia los lados, negando rotundamente.
-Por lo que veo, ha habido más de una reunión secreta, entonces. No amigos, de la amigable charleta de la que yo hablo no es la misma de la que me habláis vosotros. Alenka se reunió al alba, pero no lo hizo con uno solo de vosotros. Cuando digo que se reunió con alguien, me refiero a TODOS los demás. Juntos. Un bonito grupo de cinco personas, incluida la señora maga de carácter de acero. A eso era a lo que me refería. Y creo, a juzgar por vuestras respuestas, que vosotros no teníais idea alguna de esta segunda reunión.
Hizo una pausa para tomar el aire, pues había hablado a una velocidad meteórica.
-No pude escuchar nada, evidentemente. Yo estaba dormido o, mejor dicho, fingía estarlo. Procuré que nadie supusiera lo contrario. Hablaban animadamente, pero en voz muy baja, apenas una sarta de susurros. Por eso os preguntaba, caballeretes, para ver si aquí el maese enano o el patas largas humano sabíais algo de la reunión clandestina. Me pica la curiosidad por saber de quén puñetas estuvieron hablando.
Y sí, evidentemente, ninguno de los dos os habíais enterado de tal reunión. Lo cual era, desde luego, más que sospechoso.
Tuerzo el gesto y mi piel se queda helada por el sudor frío que baja por ella. Si lo que dice Alberic, es verdad me temo que la muy fulana ya se habrá inventado una historia para colgarnos el muerto tanto al enano como a mí:- Creo maese Alberic, que tu petición de ayuda para rescatar a la aldea es cada vez más prometedora. No me fío de la tal Alenka y me temo que ella tampoco de mí. Por lo que para acabar colgado en un caldaso o que me peguen una cuchillada en la noche me iré contigo.- Gracias a que he cogido el petate por si las moscas.
Por cierto, se puede hacer alguna tirada para ver si el buen Alberic no se está tirando el rollo con lo de la reunión.
-Yo no he oído nada, y tengo en muy buena consideración mi oído.
El enano frunce el ceño.
-En cualquier caso, si la compañía prefiere hacer las cosas de cualquier otra forma -dice-, bien, quizá podamos hablarlo y separar nuestros caminos amigablemente. O todo lo amigablemente que una situación así permita, claro está...
-Con cuerdas más cortas, la gente se ha ahorcado... Si Alenka es como me temo que es, sin duda o ya los ha engañado para que se crean que vamos contra ellos, o los habrá comprado, en cualquier caso, estamos en un apuro.- Comento pensando en lo peor.- Si estás equivocado Gunnar, podríamos encontrar con una espada en nuestro cuello a la vuelta al campamento.- Si se puede ver desde aquí, observo si hay movimiento en el campamento.
-Solo os cuento lo que he visto. No es que sepa mucho más al respecto. Lo que sí sé es que no voy a separarme de vosotros hasta que no sepa que las cosas marchan como deben- dice, haciendo patente que los enanos son hombres de una sola palabra, como también lo es Gunnar- No dejaría que apuñalaran por la espalda a quien me ha salvado el pellejo a mí.
Se escuchan murmullos en el campamento. Parece que por fin se están levantando todos.
A lo lejos, acercándose con parsimonia por el camino, veis que se aproxima una figura femenina, a juzgar por la larga cabellera morena. No sabéis si se trata de Chía o de Alenka, pero sin duda es una de las dos. Aún le quedan unos minutos para alcanzaros.
Garret, podrías hacer si quieres una tirada de Comunicación (Indagar), NO 10.
Motivo: indagar
Tirada: 3d6
Resultado: 11(+2)=13
Motivo: indagar
Tirada: 3d6
Resultado: 2(+2)=4, 5(+2)=7, 3(+2)=5 (Suma: 16)
Perdona he estado más que desaparecido por unas cosas y otras :( te pongo la tirada por si acaso.
12 de resultado.
Tu instinto te dice que aquí el amigo Alberic está siendo sincero. Es más, su evidente interés por no abandonaros, a pesar de lo que está sucediendo en el pueblo al que se encaminaba, te hace suponer que la conciencia es la que guía la nobleza de sus actos. Le habéis ofrecido ayuda, y parece deseoso de corresponder al grupo de la misma manera, aunque sea ejerciendo de mero guardaespaldas, ojo avizor, vigilando a Alenka en todo momento.
Porque, viendo cómo la contempla mientras ésta se aproxima para llamarte a desayunar, está claro que no piensa quitarle ojo de encima.
No problemo, porque aunque continuaremos ya en la otra escena, al ser una tirada de apreciación personal de lo que ha dicho un pnj, como que realmente no afecta que terminemos con esta escena después de comenzar en la siguiente.