Partida Rol por web

El grupo resistía como podía e Ivalic volvió a cargar y disparar su trabuco, si pudieran acabar pronto con sus enemigos quizás tenían una oportunidad, de lo contrario aquella sería su última batalla y el Conde habría triunfado de nuevo.

Malik y el Rutterkin se devolvieron un par de tajos mientras Parriwimple recibía un fuerte puñetazo del Barl-gura que esquivaba el espadón de Vjelkus y recibía el impacto del disparo de Ivalic. La lucha estaba muy igualada. Pero entonces, el Barl-gura que se teletransportó con el cuerpo de Urik lanzó un bramido desde la sala contigua.

¡GROAAAAAAAAR!

El tercer Barl-gura había regresado. Entró trotando con sus nudillos y se abalanzó sobre Parriwimple golpeándole con el lateral de la mano en la espalda, con tanta fuerza que casi hizo caer al Burgomaestre.

Mientras, una vez más, el Doctor Van Richten recargó su ballesta pesada. Solo podía rezar para que su intervención llegase a tiempo.

El grupo seguía sufriendo los ataques de los demonios, aunque parecía que habían conseguido cierto equilibrio. Para su desgracia el tercer Barl-gura regresó, sin rastro de Herr Urik, y el combate parecía decantarse de nuevo a favor de los demonios. Ivalic volvió a recargar su arma y a apuntar al demonio que parecía más herido, uno de los que acosaba a Parriwimple que comenzaba a tener demasiados enemigos alrededor. Su tiro volvió a perderse lejos de su objetivo, dejando a sus amigos en plena pelea sin poder recibir ayuda.

El punto de no retorno fue el hachazo del Rutterkin que hizo caer a Malik Bauer. Su armadura de hierro era la última defensa que les permitía parapetarse. Dos de los Barl-gura, trabajando en equipo, lograron poner entre las cuerdas a Parriwimple, y los otros dos demonios que hasta ese momento se habían enzarzado con Malik ya eran libres para escoger a su próxima víctima.

El tercer Barl-gura usó su telequinesis, y el cañón de la pistola de Ivalic empezó a girar, venciendo la fuerza con la que el niño trataba de apuntar a los monstruos. El gatillo se apretó solo, y la última bala de hierro frío que tenía el joven escritor entró por debajo de su quijada y salió haciendo saltar por los aires su gorra. El muchacho se desplomó en el suelo.

No vamos a lograrlo...-masculló el Doctor, mientras dejaba caer su ballesta al suelo.

Van Richten cerró la puerta para ganar algo de tiempo, y agarró a Ida del antebrazo para tirar de ella.

¡NO! ¡Papaparriwimple! ¡Y Vjelkus! No podemos dejajarles atrás...-protestó la ex-bruja, resistiéndose a ser alejada de la zona del combate.

¡Moriremos todos si nos quedamos! Debo ponerte a salvo. Se lo debo. Tengo que sacarte de aquí...

Uno de los Barl-gura se teleportó al antiguo comedor de los soldados del castillo, frenándoles el paso. El Doctor Van Richten e Ida retrocedieron. Unos segundos después, un segundo Barl-gura hizo su mágica aparición, obligando a los dos humanos a arrinconarse hacia una esquina. Aquel era el FIN...

Han pasado veinte años desde aquellos fatídicos días. Una terrible guerra se libra entre las fuerzas de la Oscuridad en el castillo de los Von Zarovich en la actualidad. Todo ocurrió cuando el vampiro Strahd desposó a la hija de los Litmunova... Tras siglos de desasosiego, Strahd alcanzó la felicidad. Inmediatamente eso rompió el pacto con la tierra maldita, Strahd se convirtió en polvo y la joven Helene en viúda.

Sin un Lord Oscuro, el plano empezó a colapsar sobre sí mismo. Fue entonces cuando surgieron las dos facciones en guerra: por un lado, un liche llamado Azalin, y sus hordas de muertos vivientes creados con los mismos conjuros que había usado Strahd en épocas anteriores; por otro, un ser de origen desconocido llamado la Criatura, que se había sabido rodear de los antiguos lugartenientes de Strahd, y se autonombraba heredero legítimo de los Burgomaestres de Barovia. Con esos dos pretendientes para suceder a Strahd, el plano se estabilizó.

Ningún aventurero ha vuelto a poner un pie en el castillo, pero se dice que en la noche del aniversario del 6 de diciembre se escucha gritar a una mujer exigiendo el trono de Blaustein. Se dice que de ella que es una antigua aventurera que se perdió en el castillo, enloqueció y hasta el día de hoy ha vagado buscando la salida y luchando contra los horrores que la Criatura y Azalin soltaron por los pasillos. Caminará por siempre, presa de su locura, hasta que la muerte le alcance...

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