Los trapos sucios se lavan en casa. ¿Necesitamos a un grupo de extranjeros para que vengan aquí a mangonearnos? ¡No! ¡Claro que no! Seremos los propios habitantes de Barovia los que nos alzaremos contra Strahd y romperemos las cadenas. ¡Anarquía! ¡Revolución! Gritad todos conmigo: ¡¡¡NO A LOS VAMPIROS!!!
Que el señor de Barovia es un vampiro es ya un secreto a gritos. Durante años, grupos de extranjeros han sido traídos por Strahd desde más allá de las Brumas, para posteriormente ser masacrados y alzados como muertos vivientes para su ejército del horror. La situación es insostenible.
En la posada de la Sangre de la Viña cunde el desánimo.
Ashlyn entra por la puerta para pedir tres habitaciones mientras sus dos compañeros de aventuras (Thendrik y Mathilda) van a recabar información del sacerdote Danovich a la iglesia. Mañana marcharán sobre el castillo para acabar con Strahd. Muchos otros aventureros lo han intentado antes, y el corazón de Ashlyn alberga dudas sobre si los tres aventureros tendrán mejor suerte.
En una mesa, Ser Urik desayuna para recuperar fuerzas. Es el último de los Caballeros del Cuervo, y ha dedicado los últimos cinco años a una infructuosa búsqueda de las reliquias de su orden. Sabe que son la clave para destruir a Strahd y acabar con el Mal que asola Barovia. Es un peso muy grande para un solo hombre, pero no se siente con derecho a reclutar a nadie más para esta campaña suicida.
Irina Kolyana está de pie, junto a otra mesa, recriminándole a su hermano que esté bebiendo a estas horas de la mañana. Ella también llora la muerte de su padre, pero no se derrumba por ello. Las gentes necesitan que Ismark retome el liderazgo dejado por el anterior burgomaestre. Si la moral del Pueblo se viene abajo, Strahd gana.
El grandote de Parriwimple entra en la Sangre de la Viña cargado con un cajón de fruta para el posadero Arik. Su vida es sencilla. Su tío Bildrath cuida de él. Parriwimple solo debe obedecer a su tío y ayudarle en los ultramarinos. Si se porta bien, no le llamará subnormal, ni retrasado, ni engendro. Si se porta bien, su tío no le pegará. No tiene maldad, ni ve la maldad en los demás. Es un niño en un cuerpo de adulto.
Fuera, en las calles de Barovia, Varikov camina titubeante. Nota las miradas de desprecio de esos sucios humanos por su cuerpo rechoncho y su baja altura. No le gustan las aglomeraciones, por eso lleva tiempo llevando vida de ermitaño. Este es un mal trago por el que debe pasar. Strahd mató a su fiel lobo Farkash. Quiere vengarse, pero sabe que Strahd es demasiado poderoso. Lo único que puede hacer es encontrar a un grupo numeroso de guerreros con los que unir fuerzas.
1º) La partida será larga...
2º) Para que no sea más larga todavía, se exige constancia y aguantar el ritmo. Mínimo 4 posts a la semana, pero lo habitual serán 5 o 6.
3º) Las ausencias se avisan con antelación.
4º) Ortografía decente.
La partida toma el módulo de la Expedición al Castillo de Ravenloft, pero los jugadores llevarán pnjotas del módulo en vez de aventureros expertos. Se empezará a nivel 1, y las subidas de nivel las haré yo para agilizar (sin posibilidad de que los jugadores cambien nada). Los elegidos son:
-Ashlyn (paladina, humana)
-Ser Urik (caballero, humano)
-Irina Kolyana (guerrera, humana hermana de Ismark)
-Parriwimple (plebeyo, humano subnormal)
-Varikov el Trampero (explorador, enano)