Partida Rol por web

Salgo de la cocina en dirección al salón

Alice sale de la estancia

Jorge llega a la estancia y ve a Gustavo en la misma posición

Cojo el fogón donde derretí la otra vela y pongo alguna otra que tenía en los pantalones. Una vez derretidas en los fogones, echo la cera caliente y líquida en el molde y la dejo enfriar.

Has obtenido: Cruz de cera... 

Voy a la sacristia, a ver si la cruz funciona. Se lo comento a Gustavo. El pobre quizás reaccione, o quizás no. Pero hay que avanzar y no puedo con su peso muerto.

Jorge salió de la estancia.

Luis llega a la estancia

Agarro por el brazo a Gustavo y me lo llevo conmigo al Gran Salón, no puedo dejarlo solo.

Alice llega a la cocina, parece que todo está igual que siempre.

Preparo el té y vuelco las botellas rellenas de veneno que tenía identificadas* dentro de la tetera.

Después pongo varias tazas en una bandeja junto con la tetera y vuelvo al salón con la bandeja y el servicio del té.

Gerard llegó a la cocina, no parece haber nada ni nadie.

Parecía evidente que el momento había llegado y que debería cruzar el umbral que le llevase al gran salón. No obstante, antes de ir a ningún sitio comió y bebió con parsimonia disfrutando del que podría ser su último banquete. Sabía que una vez se encontrase con todos las cosas se pondrían feas y nadie iba a arrebatarle cómo elegir su final.

No está mal, un buen vinito...unos huevos fritos, salchichas Frankfurt rellenas de queso, cebolla caramelizada y un poco de queso curado... No me arrepiento de nada, buena comida, buena bebida, buen sexo...y mi nuevo hobbie, asesino en serie. Solo me falta tocar una buena pieza al piano antes de que probablemente me quieran eliminar...

Una vez finalizó su comida, recogió la mesa, limpió los platos con tranquilidad, y preparó su carrito con sus mejores vinos. Comprobó la temperatura óptima, los ordenó por calidad, lugar de orígen y proceso de elaboración. Fue depositándolos con parsimonia y tomó copas limpias por si la gente quisiera unirse. Una vez lo tuvo todo listo, fue arrastrando el carrito hasta entrar en el gran salón...siempre con una afable sonrisa en su cara.

Gerard sale de la estancia.