Partida Rol por web

Jorge solo consigo hacer humo, ¿se te ocurre algo?

Seguro que en el taller hay cosas de sobra para iniciar un fuego, además está aquí al lado. Pero ya es de noche, lo que podríamos hacer es ir a descansar a mi habitación y yo voy al taller por la noche si te parece bien. Últimamente me encuentro... Con muchas energías

de acuerdo, yo seguiré intentando hacer la fogata con los materiales que hay aquí.

Cojo un poco de serrin, lo pongo al rededor de donde hago la fricción y empiezo a mover el palo.

Vamos arde maldito cabron!

Me voy al taller

Jorge Maynard sale de la estancia

Arieth Shrollder entra en la estancia, y pocos pasos tras de esta Eider Relish. En la sala se encuentra el Buzo Misterioso portando un hacha y haciendo sonidos guturales sin una razón aparente.

ENCIENDETE YA DE UNA MALDITA VEZ!!!!!

Estaba tan concentrado en mi tarea que no me di cuenta que habían entrado otras dos personas

Jorge Maynard volvió a la estancia.

DONDE HAY UNA P... LATA DE GASOLINA CUANDO SE NECESITA.

Sigo concentrado en mi tarea sin percibir nada más

Maynard entra a escena con un cubo en cada mano, rezongando maldiciones e insultos debido al peso. Con un estruendo los deja enfrente de la caldera, se sienta y saluda al resto de la sala.

No es una gata de gasolina, pero servirá Buzo. Pintura fresca y serrín. Eider, cuanto tiempo. Qué gracia que justo me encontré con Inara ahora. Estaba jugando al ajedrez, un puzzle parece y muy interesante. Una pena que dejara aquí al buzo solo, pero parece que irá para largo la partida.

En ese momento reparó en alguien nuevo a quien no había visto todavía, una mujer igualmente bien vestida.

Perdón por los modales, pero ya tras llevar aquí encerrado tres días poco me importan. Soy Jorge Maynard, señorita...

Me apresuro a ayudar un poco al buzo, quien en ese momento estaba solo. Con la llegada de Smith, me aparto un poco y visualizo lo que están haciendo. Creo que pretenden encender las calderas.

-Hola -le saludo con una sonrisa de felicidad-, ¿qué tal te ha ido todo desde que no nos vemos? Inara es una hoja movida por el viento -sonrío-. Por cierto, ¿en qué os puedo ayudar? -les pregunto aún mirando de reojo la gran puerta de hierro-.

Sin embargo, es cierto. Entre nosotros hay una nueva persona. No la he visto antes en las estancias de la mansión, por lo que me giro y, acto seguido, me presento.

-
 

Camino con cautela para no caerme debido a la escasa luz que penetra en la estancia. Llego al gran portón de hierro y la examino, por si pudiera tener alguna llave con la que abrir.

Las palabras de Jorge me devuelven al mundo real

esto no enciende por más que lo intento, en las películas lo hacen muy sencillo. A ver probemos poniendo un poco de pintura..

pruebo poniendo pintura como ALGO INFLAMABLE y sigo intentándolo.

Pues gracias por preguntar Eider, disfrutando de la hospitalidad del barón. También estuve indagando por esta zona de calderas tras descubrir un pasadizo secreto por el que creo que habrán llegado. Creo que no conseguirás abrir la puerta si no es encendiendo las calderas, las tuberías parecen ir hacia allí. En fin, espera que voy colocando algo de serrín en la caldera.

Dicho esto, Maynard se levantó del suelo y cogió el cubo del serrín para echar una buena parte en una chimenea y de paso colocar un par de troncos encima mientras esperaba que el fuego consiguiera hacer una buena llama.

Entro y sonrío a las personas de la estancia. Aquí también hay otro puzzle, preguntaré por él.

- "Hola, perdonad, estaba deambulando por el castillo y he acabado llegando aquí, sor Arieth, encantada. Es la sala de calderas, ¿no? y os veo intentando hacer algo... ¿Os puedo ayudar?"

Una leve llama nace en el fondo de aquella caldera, poco a poco y alimentada por el serrín y aquella pintura comienza a devorar su primer tronco; pese a que el humo pueda resultar molesto e incluso tóxico, todos se habían alejado lo suficiente de él para no inhalar demasiado. Además, poco a poco iban alimentando la caldera con troncos y trozos de carbón.

La temperatura de la sala comenzaba a subir ligeramente, en vez de aquella fría penumbra en la que se encontraban, ahora era una templada penumbra. Pese a que una de las calderas estaba encendida, nada pasaba. Así que decidieron repetir el proceso en las otras calderas para ver si así algo ocurría.

Al parecer era cuestión de esperar.

Tanto dinero que tiene el barón y para encender una chimenea nos hace usar dos palos.

reparo en la mujer que no había visto hasta ahora y levanto la mano en gesto de saludo rapido

Hola Arieth, de momento no hay mucho que hacer nada más que esperar. Y si, joder que razón buzo. Un cuarto de calderas en las que no se puede encender un fuego. Puñetero barón. Si se os ocurre algún tema del que hablar mientras esto arde, soy todo oídos

Se sentó de nuevo en el suelo observando el crepitar de la llama mientras recordaba porqué estaba allí encerrado.

Al menos hay bonitas vistas