Nessa enarcó la ceja y miró con evidente enfado hacia ese tipo. ¿Quien se había creído que era ese cretino? No se presentaba y encima le hablaba con aires de superioridad. ¿Y decía que yo había visto morir a su hermano?
-¿Quien es Frank? Te estas equivocando de persona... -enuncié cautelosa. Todavía no sabía mucho sobre la muerte, pero supuse que después de años y años la mente desvariaría. Quizá ese fuera su caso.
-No te conozco...
El hombre rio y dijo: Vamos... seguro que debes de reconocer esta hoja... - Saco de sus bolsillo una navaja algo oxidada con mago de madera y empezó a jugar con ella en sus manos con gran maestría.
Una hoja gemela a esta se enmarcó en la garganta de tu hermano mientras yo esperaba tras la granja de tus padres. Ya estaba todo hecho... pero no... la niñita tubo que resistirse y que blandir esquirlas del suelo como toda una asesina.
Miro a los presentes y les dijo.- Nadie hubiera dicho que una pequeña tan delgada podía acabar con el cráneo de mi hermano en tan solo 15 segundos...
Se ríe un poco obligado el mismo por su chiste y dice rodeando a Nessa y acercándose a ella para olerla de una forma soez y exagerada: ¿Me conoces ahora... pequeña granjera?...
Recordó el grito desgarrador de su hermano cuando dio la alerta al resto de la familia, un escalofrío recorrió a Nessa de arriba a abajo y apartó la mirada. La barbilla le temblaba y apunto estuvo de cerrar los ojos para no ver aquella figura, para olvidar todo recuerdo pasado.
-Vete, lárgate y no vuelvas. -dijo temerosa, como si fuera una chiquilla. -¡LARGO!
No es real, no puede serlo, está mu... Como ella, ya lo había olvidado. Tenía que sobreponerse y no dejarse por la ira, ahora ya vana pues su asesino ya pagó con la misma moneda mucho tiempo atrás. -Lárgate o caerás igual de rápido que él. Todavía siento el sabor de la sangre de tu hermano corriendo por mi mejilla, su calor en mis labios. Espero que se pudra allí donde esté, y que todos los que le rodeen sepan que una niña de ocho años acabó con su vida.
La expresión de Nessa era de puro odio contenido y sus palabras cargadas de rabia.
Neil guardó su navaja en su bolsillo y dirigiendose al resto dijo.- Y aqui les presento a la débil y temerosa Nessa.
Lastima que tu obra de teatro se despeje tan rápido... querida.
No sé qué flor han dibujado para ti Dante, morí prácticamente al despertar, siento no poder ser de más ayuda, y por lo otro que me preguntas – Me tomé unos segundos antes de contestar – probablemente me han matado aquellos que no quieren que diga lo que los muertos podían decirme, y eso reduce mis sospechas a aquellos que han resucitado.
No entendía por qué había muerto, pero ahora mismo de poco servían las lamentaciones o las especulaciones, yo estaba muerta al igual que quienes me acompañaban, y no podía sentir tristeza ni alegría por la pérdida de ninguno de ellos, ya que nada me unía a ellos, solo la muerte. Más de mis pensamientos me saco una presencia, que llego de la misma manera que el amor de Ithan, aunque sus intenciones eran totalmente diferentes.
Me quedé mirando al recién llegado, pero sus pasos, miradas y palabras solo fueron hasta Nessa y comenzaron a enzarzarse en una discusión donde nuevamente se vio reflejado el cambiante carácter de la joven.
No quisiera interrumpir tan hermoso reencuentro pero… como es que estás en Orland?
Melina asintió a la palabras de Mariam al saber sobre ellos, también le hubiera gustado saber si tiene el derecho a espiarlos por haberlos unido pero no se atrevía a preguntar, después de todo nadie tenia porque ser sincero con ella, después de todo aun no había dicho palabra y la gente no se fía de quien permanece callado, pese a que no pueda evitarlo.
También dudo en responder a Dante, después de todo no le correspondía a ella responder sino a la propia celestina, por lo que continuo callada y se ocupo de que el curioso Parler también lo hiciera.
Poco después llego un nuevo visitante, pero alguien ajenos al resto, excepto al pasado de Nessa, que como supuso Melina, al igual que Ithan y esa mujer que desapareció a su llegada estaba aquí por algo en concreto, pero su atención la enfoco en Mariam, cuando hablo de las flores, ¿En verdad ella también tenia una? ¿Cual seria? Nadie le había dicho nada al respecto.
-Y nuestra flor que.-el Papagayo replico ante la mirada de ella, preguntando lo que ella preguntaría, aunque no con las formas que ella usaría.
Di la espalda al asesino de mi hermano y solo esperaba no volver a verlo jamás, no me atormentarían tras mi muerte, no lo permitiría. -Es cierto, a medida que morían personas Vael dibujaba flores. -dije tratando de serenarme y cambiar de tema. -Mariam ¿Que flor pintó con mi muerte? Tengo curiosidad por saber qué podría significar.
Lástima que no fuese una experta en flores, ni en plantas en general, pero quería saber si era hermosa o no.
-No parece que estén resucitando a nadie de nuevo, no es que me interese volver... Merezco este descanso. -enuncié con una voz arrastraba notas de tristeza- Pero vosotros no merecéis estar aquí.