Tus pasos se hacen lentos por las calles de Oldland mientras tu mirada se detiene en cada adoquín, siente el aroma y la esencia del lugar.
Puede que para otros sea difícil encontrar sentido a cada sonido, pero para alguien como tú, es fácil saber que incluso el sonido del viento en cada momento tiene sensaciones como la risa, el miedo o el dolor.
Tus manos se oprimen en torno al cuello de Vind, en un extremo y la otra alrededor de aquel amuleto que Braia te entregó.
Siempre has sido como un arma arrojadiza, alguien que mantenía a ralla aquellos que rompían la quietud del clan de la calle. Como el verdugo que se saca en el momento álgido y que con su mordaza y hacha doble almas y las deja todas calladas mientras siega y sentencia, irradiando dolor.
Ojala alguien supiese que aquel rostro roto y débil, que acompaña a aquel semblante delicado y sutil, es la máscara del más tremendo horror.
La música en tus manos se convierte en melodías a recordar, por aquellos buenos momentos que nos hace recordar, o por aquellas torturas que mellan nuestros cuerpos y nos dejan marcados hasta después de morir.
Precavido acompañas a aquellas almas que poco a poco se desvanecen con un golpe de viento.
Braia te dijo que fueras donde tuvieras que ir… y ahora que Oldland permanece callado mientras tus pasos golpean el suelo y producen un eco atroz sabes que tu destino era estar aquí.
Es el momento de encontrar un nuevo grupo, uno que no te guarde como arma arrojadiza, sino que te lleve a su lado, y que comparta contigo esa misma sensación, que nace en tu sonrisa mientras produces dolor.
La luz de aquella puerta baña tu piel marchita, y entonces mientras aferras aquel amuleto junto a ti, sientes leves susurros creados con el viento que parecen hablarte a ti, comentarte todo aquello que ves, y encontrar parte de la verdad que se esconde detrás.
Las notas del viento serán un mensajero que te concederá una ayuda a encontrar ese grupo que contigo enseñe al mundo a odiar. Unas notas que aún están por desvelar.
Como ves... serás el Brujo
Según tu rol... tu calendario es el siguiente:
CALENDARIO
- LUNES:
- MARTES: Acusaciones
- MIÉRCOLES: Acusaciones
- JUEVES: Acusaciones
- VIERNES: Linchamiento + ROL
- SABADO: ROL
- DOMINGO:
* Tras el atardecer, podrás apretar tu antiguo amuleto, el cuál te mostrará, la naturaleza e identidad de los reunidos, para que a cambio ayudes destruir cualquier rastro de inocencia en el lugar.
Omg, omg, omg. Brujo. Ese rol que tanto he evitado y que tanto me ha evitado a mí. Al fin nos hemos encontrado. A ver que tal XD
La sangre había empezado a correr, era el momento de encontar aliados con los que poder contar...
Los susurros del viento, contarían todo lo que supieran a cerca de cualquiera de vosotros... la cuestión era... ¿Preguntar por cuál?...
Entre hoy y mañana podrás usar tu don...
Apreté el amuleto, en parte que me diera fuerzas y en parte para que me diera información. Tal vez la información me daba fuerzas, podía ser. Me concentré en Nessa. No tenía mucha idea de dónde encontraría apoyo. Apoyo que después tendría que traicionar para que pudiera salir con Zoar de allí, pero tenía que intentarlo. Apoyarles para poder manejarles, parecía la mejor opción.
Nessa había sido la que más votos había recibido después de Ithan, que había muerto, y Zoar, cuyo poder conocía y apoyaba. No sabía si era lo correcto, pero no parecía una mala opción.
Miro a Nessa pues.
Aprietas el amuleto en tus manos, mientras esperas aquellos sonidos en tu interior. Tu mirada busca en la oscuridad de un rincón sin fin, cuando de repente aquel sonido llegó.
Cualquiera diría que era una ligera brisa, pero para ti eran más que palabras, era sentimientos y miradas que llegaban como una conversación eterna hacía ti.
Aquel aire que rodeaba a Nessa estaba impregnado de preguntas, de anhelos, de búsquedas que resolver, de inocencia y de ganas de saber.
Para algunos aquellas preguntas los hubieran alejado de aquel lugar, pero el destino sabía que personas como Nessa eran necesarias para Oldland... para construir un camino diferente al tuyo.
Poco a poco aquel viento contó una historia al parecer ya contada sobre el alma de Nessa en alguna otra ocasión.
Curiosa y asombrada llegaste a la entrada de esta antigua ciudad, que todos nombran como Oldland. Tus pies cansados descansan justo antes de entrar, pero a pesar del descanso sientes como el aire te oprime el pecho y como algo se cierne sobre el cielo de aquella tierra.
Como una antigua y maldita historia que no cesa de conspirar, y ganarse su precio en sangre.
Algo que destruye familias y hogares, como el tiempo y el destino destruyo el tuyo, o aquel que tú consideraste en el pasado un buen lugar.
Varios desconocidos que se presentan de forma diferente. Reservados, heridos, escépticos o entrometidos… mil maneras en las que poder camuflarse o puede que sea su verdadera forma en verdad.
Guiada por ese ansia de aventura, por ese afán de investigar, sigues aquella comitiva de almas en pena que se desaparece al llegar al fondo de aquel valle adoquinado, como se detiene el tren al llegar al andén… un acto reflejo sin más.
Tus manos descansan sobre el quicio de la puerta de aquel lugar que parece una taberna, pero que esconde solo por su aroma mil y un secretos más.
Es en ese momento que sabes que nada es lo que parece, y que si quieres descubrir el secreto de aquella ciudad deberás abrir más tus ojos, y no dejarte engañar.
Te acuerdas de aquellas primeras noches fuera de casa, donde las lágrimas enturbiaban tu mirada, mientras celosa de la noche no te dejabas dormir, esperando que pasasen las horas, y que nada ni nadie te descubriese desprevenida.
Era el momento de volver a aquellas guardias, en las que tu mirada sería tu fiel escudo, mientras tus manos guardaban tu arma que unida a aquella cadena sería un fiel amigo en el que confiar.
Oldland sacaría de vosotros puntos fuertes, o dolencias a olvidar, pero tu mirada tenaz, estaba dispuesta para aquella batalla.
La batalla empezaba. Oldland empezaba de nuevo su ciclo, y tu mirada estaba preparada, una vez más.
Frágil como una niña, pero intrépida a la vez como tal... algo que podía hacer peligrar vuestro camino...
Por si te lias un poco... Nessa es la Niña.
Que matasen a Nessa en aquellas votaciones fue de lo más sorprendente. Daba a entender que los traidores estaban más organizados de lo que creía. O tal fuese que los buenos se habían equivocado. Pero aquello parecía menos probrobable.
Marion, esperaba que ella tuviese las respuestas.
Miro a Marion.
La brisa se agolpaba de nuevo en tus oídos mientras tus manos aferraban aquel amuleto.
Era el momento de escuchar, un sonido que recordaba a vida, a muerte, a justicia y a azar... Algo que a otros le hubiera hecho incluso marearse a tí te dejaba cierta duda en tu mente, como alguien podía albergar tal poder dentro de sí.
Era como si su fuerza no dependiese solo de ella sino también del destino o del azar... Una fuerza capaz de traer vida tras la muerte, pero que mal llevada podía incluso matar...
Aquella brisa comenzó a hablar, una antigua letanía escuchada en algún lugar, momentos atrás...
Tantas preguntas en tu cabeza, que se arremolinan mientras tus pasos avanzan por aquellas calles olvidadas, que intentan a golpes salir y expresar una nueva conversación.
Las suelas de tus botas golpean algunas piedras en el camino, mientras la niebla de tu legado acaricia tu piel marchita otra vez.
Una pequeña sonrisa se dibuja en tu gesto mientras piensas en el gesto de tu padre al verte avanzar sin miedo, solo con mil preguntas. Con aquel carácter que al igual que él te hace soñar.
Tantas horas de práctica en aquel viejo salón, mientras la alquimia y tu legado se mezclaban intentando resolver el tiempo, mientras encontrabas el valor de enfrentarte a tu destino. Pero ahora que has tomado la decisión, te preguntas que verás mañana, y que será lo que salga de todo aquello.
Aquella puerta entreabierta deja ver un rastro de luz, que al igual que la esperanza tiñe de candor aquella noche oscura.
En tu interior la incertidumbre te hace pensar que la muerte es también un paso que ronda tras Oldland, y del que puedes salir indemne o tocada como aquellos con los que has vivido… una herida más.
Las brumas que hacen acopio de aquella que fue tu familia se agrupan a tu alrededor. Tantos deseos que plasmar que incluso tus sentimientos te golpean a veces, transformando el ambiente en dolor.
Todo dependía de ti, de aquello que tu corazón sintiese… de aquello que te llevaría hasta el final.
Sentías en tus manos el poder de la esperanza, pero también el dolor. Mil agujas que te perforaban desde dentro pensando en si mañana todo empezaría a cambiar.
Vida o muerte en tus manos, depende de la emoción….
Dejas escapar el aire entre tus labios, mientras la bruma te acompaña, esa bruja que es marca en tu linaje, pero que lleva los tintes de la familia Letang.
Es hora de asumir tus pasos, estás en Oldland… y todo puede pasar.
Por si no conoces el don, es el Cientifico Loco...
Aquí te explico un poco más por si acaso... ^^
Como si fueras un Curandero podrás al amanecer traer entre los caídos a alguien otra vez. Pero a diferencia del curandero, todo depende tu ánimo y tu poder. Por ello a la hora de alzar a alguien deberas de tirar 2 dados independientes y desglosados:
- 1 Tirada d2 llamada "Destino"
- 1 Tirada d2 llamada "Poder"
Del resultado de esas tiradas todo dependerá.
Las tiradas son para ver si lo revive o para ver como lo revive?
Y... va con los buenos o es neutral?
Es un bueno algo loco... jejej
Es decir encontra tuya... jejej
La sangre había empezado a correr, era el momento de encontar aliados con los que poder contar...
Los susurros del viento, contarían todo lo que supieran a cerca de cualquiera de vosotros... la cuestión era... ¿Preguntar por cuál?...
Casí se me pasa... si quieres activar tu don ya sabes... un nombre... ^^
Aún no estaba seguro. Sospechaba de muchos, nadie había dicho nada. Pero mis mayores sospechas recaían en Lylian. Su primer ataque me había resultado sospechoso cuanto menos... Quería ver lo que escondía.
Al fin y al cabo daba igual, el que traía gente de vuento, el que no era Marion, si es que había otro, había muerto. Tal vez Melina.
Intentar encontrar a los culpables era prioridad, pero tampoco podría unirme a ellos. No ahora. Zoar y yo teníamos que esperar a que se matasen entre ellos y esperar a quedar vivos hasta el final para poder salir de aquel lugar juntos.
Lylian es mi nombre.
Poco a poco unas notas van llegando hasta a ti... Unas notas que representas fuera y conocimiento, pero opacas en realidad Era como si aún aquella fuerza o sabiduría no tuviera rumbo ni destino fijo. Unas notas sin compás...
Dentro de su cuerpo había fuerza y sabiduría suficientes para volcar un destino al final, pero aún no había un fin o rumbo destinado que marcara el ritmo de sus pasos al andar.
Entrecierras tus mano sobre aquel amuleto mientras sientes en tu mente un antigua verso deletreado por el viento de Oldland no hace mucho más...
Poco a poco ibas avanzando en un cortejo que el destino decidió que fuera huellas de Melknhar.
Un camino arropado por la luz de débiles velas que tras los cristales guiaba un sendero a seguir. Arropada por el arrullo callado de almas en pena. Pero nunca sola, nunca más… pues dentro de tu alma, ahora en plena lucha convivían dos de tus más cercanas antecesoras.
Llenando de murmullos tus silencios, y dejando que los reproches entre ambas, fuera algo a lo que te debías acostumbrar.
Tus manos enguantadas se aferraron al quicio de la puerta, indecisa de si poder entrar.
Aquel nombre que regía el dintel de la puerta te estremecía, pero sabías que debías seguir. Debías de descubrir el destino que te unía como al resto junto a Oldland.
Siempre guiada por las enseñanzas de tu madre, luego por las ocultas palabras de tu abuela. Todo un velo de misterio que con dulzura te cogía de la mano y te decía donde pisar, pero ahora era diferente.
Dentro de ti, que seguirían tus pasos, pues ahora eras tú la que debía tomar el mando, la que os debía guiar. ¿Pero hacía donde?.
Tanto tiempo mirando los actos de los demás que ahora tus manos temblaban al decidir que hacer.
Si sólo hubiera una señal, un mero reflejo del destino, quizás hubiera sitio para que el timón cayese entre tus manos y empezar a andar. Pero ahora aquellas manos solo tenían un velo de seda que las protegía y una puerta por la que decidir si entrar o no.
Era el momento de empezar a decidir, de dejar atrás aquella puerta entreabierta y empezar a actuar.
Puede que tu destino fuese buscar tu propia senda en este lugar, o puede que fuera encontrar una tierra, una persona o quien sabrá.
Lo único seguro es que Oldland ya estaba ante ti, y tu como esa débil niebla de tus dedos, debías empezar a conducir tu destino… una vez más.
No había nada decidido en aquella alma... puede que un futuro fuera necesaria, o puede que un engorro según fuera su destino decido al final...
Es el rol del Sirviente, ella decidirá cuando escoger un don (que no conoce) de los caídos... cuando alguien caíga ella puede decidir, escoger ese camino y adoptar ese don sin saber cual es hasta ese momento que lo decida claro está... ^^