mientras mis compañeros seguían discutiendo y yo llorando en un rincón vino Jeremy a darme un beso en la mejilla para levantarme el ánimo, le tome la mano y le mire a los ojos conternura. No llego a salir de mi garganta pero dije Gracias.
Me puse de pie y camine decidido hacia Iwan y lo abrace, al oído le digo.
Iwan perdón por el exabrupto de antes, yo no desconfío de ti, tampoco de Holly ni de Félix, pero está situación me hace mal, siento que todo lo que estaba bien se está poniendo de cabeza y hasta he pensado en decirles que me voten a mi para de esa forma quitarles un peso a todos y también a mí, que me lleven los Dementores. De todas formas estamos condenados y no soy bueno en defensa contra las artes oscuras como para defender si me atacan. No siquiera puedo hacer un Patronus decente ya que no tengo recuerdos felices
Escuchaba y escuchaba al resto de alumnos discutir, insultarse, acusarse... había algunos que parecían a punto de estallar. Otros, como ella, apenas hablaban y se miraban entre sí sin saber bien qué debían hacer. O morían todos o se volverían locos, le parecía a Olympe. Pero si eso ocurría habrían ganado, no? Los caballeros de Walpurgis se harían con Hogwarts, con todo... Eso no podía ocurrir.
Pero ¿a quién votar? Sentía que no había forma de saberlo. Le gustaría estar tan convencida como Félix. Para él las cosas eran sencillas, y lo envidió por eso. Ella era incapaz de decidirse. Iwan era un tipo... peculiar, vale. Arrogante y grosero en ocasiones. Era un Slytherin, por mucho que discutiesen eso, el tiempo siempre daba la razón al sombrero seleccionador. Pero ¿era también un asesino? Olympe era incapaz de creerlo. Miró a sus compañeros y se dio cuenta de que pese a las evidencias, pese a la compañera muerta que había podido ver con sus propios ojos apenas unas horas antes, era incapaz de decidirse. Equivocarse era un peso que no podría soportar.
Suspiró, sacó un papelito del bolsillo y se tomó su tiempo para escribir con letra pulcra, doblarlo e introducirlo en el Cáliz. Soltó el aire y buscó un rincón algo más apartado y allí se sentó. Ya solo quedaba esperar y ver qué ocurría.
Los que fuimos a explorar la torre del reloj volvimos, llevábamos algunas cosas. Una Quaffle y una bufanda de gryffindor.
-Creemos que la víctima fue una de nuestro equipo de quidditch... de Gryffindor. Miranda Preston... - me callé, buscaba a Effie con la mirada - no hemos encontrado nada más.
Miré a los demás que fuimos allí, cuando me enteré de la conmoción con Iwan y todo lo demás.
-ESPERA, QUE HAS HECHO QUÉ??? MALDITO @#~@!"*!! COMO TE ATREVES A VOTAR PORQUE SÍ A VICTORIA ? ERES UN... !! - me acerqué a él totalmente indignada, dispuesta a darle un empujón. Ni siquiera pensaba en pegarle, la situación me estaba sobrepasando y ahora ENCIMA cabía la posibilidad de que por culpa de un ******* Vicky corriera el riesgo de ser expulsada. - COMO VICKY SALGA EXPULSADA NO TE LO PERDONARÉ NUNCA IWAN !
Effie no supo interpretar la mirada de Annabelle.
Esque la víctima fue Miranda... ya os lo dije antes. Está en la enfermería. La llevó allí Madame Pomfrey y supongo que ahí seguirá.
Intervino reforzando el mensaje. Le costaba hablar de cosas tan desagradables, pero tragó saliva y continuó
Quien fuese el verdadero culpable tenía muchas ganas de hacerle sufrir... su aspecto era el de alguien sobre el que habían utilizado un crucis. ¿Tenéis alguna idea de quién podía odiarle tanto y por qué?
Aunque parecía distraído escuchaba la conversación de Anabella y Effie, así que tras las últimas palabras de esta se me iluminó el rostro y salte cual resorte a decir.
La leyenda dice que solo aquel merecedor puede invocar la espada de Godric Gryffindor, que tal si los caballeros de Walpurgis han intentado que Miranda la traiga para ellos y está se negó, con lo cual la torturaron y acabaron asesinando ante tu negativa.
Claro que todo aquello eran conjeturas, pero era bastante más plausible que todas las cosas que se habían estado diciendo. Aunque aquello no arrojaba no una pista de quien pudiera ser, después de todo cualquiera podría haberlo hecho y la noche de navidad todos estuvimos hasta tarde en el salón y luego muy ebrios como para recordarlo.
Ante la pregunta de Effie de si sabíamos de alguien que pudiera odiarla, me giré para mirarla y grité un - NO!! NADIE DEBERÍA PODER ODIAR TANTO A ALGUIEN COMO PARA MATARLE, EFFIE ! - sin querer descargué parte de mi rabia en plena explosión hacia Iwan en contra de Effie. Lágrimas amargas empezaban a asomar por mi enfadada cara.
Me paré al darme cuenta que le estaba gritando a la persona equivocada. Effie siempre había sido un ángel con todos. No se lo merecía. Pero aún así no pude evitar decir lo que pensaba en voz alta. - Effie, cómo fue que escuchaste a madamme Pomfrey decir el nombre de la víctima?... a-alguien más lo oyó? - me giré nerviosa hacia el resto pues... acaso no llegamos todos aquí directamente en cuanto nos enteramos de lo ocurrido?
Me agarré de mis brazos a mí misma, con fuerza. No sabía qué iba a pasar, no sabía a quién votar, y evitaba pensar en posibles horribles escenarios que podrían suceder de ahora en adelante.
Volivió al lugar, atraida por los gritos, con cara de fastidio.
- Buen plan, votemos a Vicky... y asi los leones y las serpientes se tiran al cuello del otro, ni que Anna no se te tirase junto con Ethan a matarte, entonces. ¿Te paso un porro, Ewan? Creo que no te hace falta. Y lo mismo va para el resto. Eso es lo que quiere el enemigo. Que las rencillas se conviertan en realidad. ..
Tosió un poco y se agarró a la pared. Esto era una mierda.
- Pensad un poco. ¿Quién se ha salido de su forma de actuar habitual? Ya, si, yo, porque me duele la cabeza de oiros, pero aparte. Ewan solo es el capullo que ha sido siempre. ¿O es que le prefeririais mariposo? Holly ha defendido de forma impecable de los dementores, Anna ha gritado como loca que Vocky es la mejor... y asi podríamos seguir.
Los gritos resonaban en las paredes del castillo y Constance no pudo evitar pensar qué si el asesino de Miranda estaba por las cercanías, sin duda estaba escuchandoles no necesitando ni prestar atención. Algunos mencionaron que ya habían votado, y ciertamente tendrían que hacerlo en algún momento. Miró la hora y después las ventanas.
-¿Por qué insistis tanto en poner las votaciones en público? ¿Solo para poder odiar a alguien que dice votar al que os cae bien? Os dais cuenta que se puede mentir, ¿verdad? -Dijo, ya sin esperanza de ser escuchada, rebuscando en sus bolsillos un trozo de papel en el que escribir un nombre... que todavía no estaba del todo segura de cuál, de todas formas, repasó los nombres en su cabeza una y otra vez intentando decidir a quién condenar, de quién se fiaba y de quién no. Perdida en sus pensamientos, tan solo escuchó la "discusión" sobre lo que todos pensaban de Iwan, que debía estar sintiendose bastante mal por todo lo que estaban diciendo. Se estaba sintiendo mal ella y eso que ni si quiera estaban hablando de su persona. Pero ignorandolos, se alejó para poder encontrar un rincón donde escribir un nombre, el nombre de la víctima que entre todos elegirían.
Effie se encogió sobre sí misma cuando Anna la gritó. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
Lo.. lo siento. No quería...
Se apocó y se quedó allí recibiendo el chaparrón.
Fue antes de llegar aquí... - Negó con la cabeza - No, lo siento. No había nadie más... - No sabía si debía decir algo más o no. No quería que se enfadase más. Finalmente, ahogó un suspiro compungido y se armó de valor. Supuso que la situación requería cualquier información - No sólo la oí hablar de ella. Ta... también la ví. Ya dije que está en la enfermería.
Sinclair suspiró entonces, claramente volviendo a fallar, volviendo a hacer todo muy tarde, volviendo a decepcionar a la gente que mostraba aprecio o consideración por él. ¿Qué más hacer? Aplacar el camino ante la nieve, al menos hasta que... Cielos, a este punto casi podía sentir su presencia como en las series o algo, era fácil notar cuando venía a por él, como siempre. Desde que se conocieron hace tiempo ya, cuando eran adolescentes más jovenes, o niños. Siempre era igual, no había cambiado nada.
- ¡Ah, joder, Jeremy! Unhand me now, you...!
Su acento que era de los menos británicos alrededor se marcaba cuando la bestia lo agarraba. Pero sabía que decirle, precisamente: "Suéltame" era algo que no registraba en los oídos de Gonzo. Retorcerse era una acción, estar inhábil y sentir cosquillas de esas molestas, picorosas cuando lo "atacaba". Ya que tenía su propio guardián era claro que no podía tirarse al abismo, vale. Entendido.
- Ya, me queda claro, hombre. Gracias.
Y entonces sí que partió a patio, no sin darle una mirada a Iwan mismo y a Jeremy, a los demás, y luego ir a hacer algo que tomaría poco tiempo de todos modos. El tiempo iba en marcha y nunca se detenía, he ahí que era... Injusto a veces.
O a veces absolutamente.