Partida Rol por web

CAMPO DE QUIDDITCH

El campo de Quidditch de Hogwarts, se encuentra en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en las afueras del castillo. Se usa para que los equipos de quidditch practiquen y jueguen partidos entre las casas para competir por la Copa de la Casa. También se usó para el Torneo de los Tres Magos.

Algunos de los alumnos había tomado la resolución de ir la campo de Quidditch y sus alrededores para tratar de hallar alguna pista o testimonio de haber visto la mañana de la fiesta de Navidad a Phineas Payton con sus omniculares, para averiguar si era posible que alguien se los hubiese robado, los hubiese perdido y llevado hasta la caseta por algún motivo desconocido,...

No todos tenían claro si se lograría llegar a algo investigando aquel hilo, pero cualquier cosa podía ser de especial relevancia llegado el caso. ¿Por qué no intentarlo al menos?

No obstante, al llegar al lugar pudieron comprobar de primera mano que los ánimos estaban bastante caldeados, y es que tanto el equipo de Slytherin como el de Hufflepuff deseaban ser los primeros en usar el campo para entrenar, y sin la presencia de los profesores para tratar aquel asunto, cualquiera estaba en su derecho de usarlo.

- ¿Que pasa Cavendish? ¿Tienes algo que objetar si somos los primeros en usar el campo de Quiddith para entrenar? ¿A caso no recuerdas que la directora McGonagall nos dio permiso explícito para entrenar en el campo tras la llegada de nuestro nuevo buscador Benjamin Graves? - expresaban algunos de los alumnos de la casa de las serpientes confiados, aún a sabiendas de que habían llegado un par de minutos antes los miembros del equipo de Hufflepuff. Puede que vuestra capitana y buscadora sea bastante buena... pero con Graves en el equipo y las nuevas Saetas Relámpago  que acabamos de adquirir, Miaddora Mitchell solo morderá el polvo a partir de hoy. ¿Verdad chicos? (insertar risas) Ella tiene una saeta Trueno desde tercero... y ya sabéis como funciona esto... ¡Antes del TRUENO va el RELÁMPAGO!

¡RELÁMPAGO, TRUENO! ¡RELÁMPAGO TRUENO! - corearon al unísono todos los miembros de Slytherin, divertidos por la ocurrente broma del capitán Regulus Abbot.

  No mentía, más que el interés en todo eso del cacharro perdido o cosas, lo que necesitaba era... espacio, más cuando mi nombre no dejaba de ser mentado de boca en boca, con sus más y menos, pero todos con la misma finalidad... juzgar mis actos.

   Así que mientras una escena bastante curiosa, pero hasta nostálgica se dibujaba enfrente mío, estaría dando vuelta y quemando calorías mientras tarareaba una vieja canción de mis tierra.

El quidditch había Sido algo que me unía a mi hermano en la infancia, luego renegue de él, sin embargo aún poseía la reliquia de la primera snitch que había atrapado en mi vida. Apenas si jugué un par de partidos en hogwarts y al año siguiente me enfoque en otras cosas.

No estaba seguro que podía encontrar allí, pero necesitaba estirar las piernas. Vi de lejos a Erika, pero no quise molestarla, después de todo con el Tejon no es que fueramos amigos. 

- Uuuuh, parece que los ánimos están caldeados - bromeó Ethan para sí mismo con una media sonrisa. El joven Griffindor era un fiel seguidor de su equipo de quidditch, pero no era tanto de jugarlo. No se le daba mal volar en escoba, pero prefería no meterse en los deportes que podían no dársele tan bien. Era su lema que si no podía lucirse en algo, era mejor no hacerlo - no creo que sea el mejor momento para andar discutiendo por estas tonterías, pero cosa de ellos. Yo paso de líos.

Y pasando literalmente de ellos se fue a investigar por la zona.

Mientras investigo me cruzo a Ethan que al parecer a venido a lo mismo.

Ey Ethan, siento si he desconfiado de ti. A decir verdad todo esto se me está haciendo muy duro, es difícil entender que es lo mejor cuando prácticamente no puedes confiar en nadie más que a ciegas.

Pero siendo que Amy confía en ti, Effie confía en Amy, pues tengo que confiar plenamente en ti. Aunque a decir verdad no te ayuda en nada el hecho de que haya estado dos noches exactamente en la misma sala donde se cometieron los asesinatos.

aún me debato si debería volver a dormir esta noche también junto al resto en el comedor, se que vendrán por mi. Y dónde este es un imán para el asesinato. Aunque al mismo tiempo si me dejó sacrificar como hizo Faye, al menos evitaré que uno de mis compañeros muera esta noche...

es un gran dilema.

​​​​​

[Post de relleno, solamente para disfrute]

Miaddora llegó al campo en dónde se reunían los Slytherin y los miembros de su propia casa para entrenar, por supuesto, los Slytherin tenían las bocas muy grandes, sin embargo los hechos eran los que eran.

Cuando llegó hasta donde se enfrentaban los grupos se hicieron unos segundos de silencio, el carácter duro y seco de Miaddora era muy conocido en la escuela, pero no era en el campo de quidditch donde de verdad desataba su verdadera forma de ser, en aquel espacio Miaddora se transformaba en un auténtico rottweiler con la rabia. Por suerte para los presentes, sólo se desataba cuando había partido y estaba subida a la escoba.

La saeta de trueno ya era tremendamente rápida, aquellos alumnos se habían comprado algo muy caro para lo que claramente no estaban preparados, la saeta de relámpago era demasiado imprevisible. 

34 partidos seguidos ganados y aún así seguís intentándolo, os deberían dar puntos por insistencia. No seré yo quien os desanime y os diga que no lo intentéis, al fin y al cabo los buenos jugadores de quidditch siguen intentándolo hasta que sale. Miaddora no tenía nada que demostrar, y menos a aquellas culebrillas que habían perdido tantos y tantos partidos seguidos contra ella y sus tejones.

Llevo practicando con mi propia saeta relámpago desde que salió al mercado y todavía no consigo dominarla del todo, por eso no la he usado en ningún partido todavía, porque hasta que no lo consiga sería un riesgo absurdo usarla y perder un partido.

Sin embargo, te reto a que uses la tuya:

• Si consigues llevarla hasta el otro lado del campo, giras 180 grados en menos de tres metros y vuelves sin caerte por el camino, te regalo mi saeta de trueno.
• Si no lo consigues me darás tu saeta de relámpago y yo se la podré entregar a quien yo quiera.

Era imposible que aquel chico pudiera con aquella maniobra en una saeta relámpago, y menos sin haber podido practicar con ella. El movimiento era realmente básico, era una inversión de dirección y se usaba trescientas veces en cualquier partido o entrenamiento así que el chico estaba casi obligado a aceptar el reto. Sin embargo Miaddora le tentó todavía más:

¿Te imaginas lo bien que quedaría la saeta de trueno de Miaddora Mitchel en la sala común de Slytherin? ¿Te imaginas que fueras el responsable de que Hufflepuff perdiera el último partido de la temporada porque la ganaste la escoba a Miaddora Mitchel? Podía sentir y oír como al chico se le hacía la boca agua con la idea.

Slytherin, eran tan previsibles, casi sentía pena por la culebrilla.

Las palabras de Miaddora no solo lograron molestar a los miembros del equipo de Slytherin, si no que lograron el efecto que pretendía, provocarles para participar en una contienda que difícilmente podrían ganar contra la todopoderosa tejona. Cierto era que el Slytherin Marc Cavendish, hermano mayor del capitán de Hufflepuff Joshua Cavendish, se bastaba y sobraba para humillar a su hermano menor en todos los partidos, ambos siendo grandes cazadores. la diferencia radicaba en que ningún equipo tenía un buscador o buscadora que pudiese igualar a Miaddora Mitchell, pero aquella mañana estaban convencidos de poder lograrlo con la llegada de Benjamin Graves.

- Voy a llevarme tu Saeta de Trueno cual trofeo y demostrar que desde hoy, ya nunca serás rival para nosotros. Ni si quiera veo necesario que corra nuestro nuevo buscador... yo mismo me sobro para hundirte, Mitchell. - expresó con altivez y sorna, convencido de que con aquellas maravillas de escobas recién compradas iban a batir todos los récords habidos y por haber. ¿Solo recorrer 3 metros? Bah... Hay que hacerlo a toda velocidad... Ir, dar giro de 180º, y regresar hasta cruzar la línea de meta. Son 25 metros de ida y 25 de vuelta. A los 10 segundos se da por finalizada la prueba y se cuentan los metros recorridos hasta ese instante.

El slytherin salió a toda velocidad los primeros compases de carrera, demostrando que efectivamente la escoba tenía potencial y extrema velocidad, pero en cuanto a maniobrabilidad, justo al llegar al final y precisar dar media vuelta, se quedó en unos paupérrimos 90º a lo sumo, para terminar estampándose contra una de las gradas de su propia casa. ¿Metros totales recorridos? 34 y "knock out".

- Joder, ¿qué cojones hace Marc? - se quedó Benjamin Graves sorprendido de lo sucedido, entendiendo que quizá no iba a ser tan fácil maniobrar con una Saeta tan potente - Tss, voy yo. De todos modos, era yo quién iba a competir contra ti...

En su caso, realizó un vuelo incluso más pobre que su compañero, demostrando que todavía no estaba familiarizado con aquella escoba, y aunque trató de realizar un giro de 180º, se quedó en unos paupérrimos 75º, precisando tener que realizar un viraje a la derecha para no caer al suelo. Si bien no terminó por los suelos, desistió por completo de regresar, sabiendo que jamás podría considerarse un triunfo.

- ¿De qué mierdas te ríes? ¡A ver si eres capaz de hacerlo mejor que nosotros, Mitchell! - fue todo cuanto dijo, esperando que la Hufflepuf hiciese la peor de sus maniobras y rodase por el suelo.

No era esta mi intención, pero me vale. Encojo los hombros mientras lo digo.

[Post de relleno, solamente para disfrute de los espectadores]

Miaddora salió disparada con su saeta de trueno, recorrió la distancia y se quedó mirando a los chicos Slytherin desde su marca, cuarenta y cinco metros, no era espectacular pero al fin y al cabo valía dos saetas de relámpago. Sonrió ante la idea de arrebatarles las saetas y regalárselas a dos alumnos de su casa.

Supongo que me quedaré esas saetas de relámpago ¿No? Ese era el trato. Sin embargo Miaddora se quedó mirando el oscuro horizonte, la barrera mágica y a los condenados dementores. No, se le acababa de ocurrir otra cosa mejor.

Vamos a jugar un partido amistoso entre Slytherin y Hufflepuff.

¿Os apetece conservar las escobas? Pues dad lo mejor que tengáis en este partido y puede que las conservéis. Miaddora se fue directa hacia los Hufflepuff.

Hoy practicaremos con un partido amistoso entre Slytherin y Hufflepuff. ¿Qué os parece? Al parecer Miaddora se acababa de dar cuenta de algo importante.

En aquel momento podía quitarles dos escobas a dos Slyhterin, o podía dejarles conservarlas y organizar un partido entre las dos casas. De aquella forma podía hacer olvidar, a todos aquellos que estaban en el campo, que la oscuridad se cernía sobre Hogwarts, que había habido asesinatos entre aquellos muros que se consideraban seguros, y que la guerra estaba allí dentro.

Con el quidditch como catalizador podía entretener los corazones de unos cuantos alumnos durante unos minutos, antes de que tuvieran que volver al horror que los caballeros de Walpurgis estaban desatando en el castillo. Si lograba aquello, aunque fuera durante unos minutos... Habría valido la pena.

Si ganáis. Dijo mirando a los dos hermanos. Vuestras escobas son vuestras. 

Si ganamos. Se quedó pensativa un momento. No podréis usar las saetas relámpago en un partido hasta que hagáis la misma marca que yo con la saeta de trueno. Sonrió sorprendida de aquella reacción propia. Al parecer una de dos, o se estaba ablandando... o madurando, pues lo único que quería era que aquellos idiotas no se hicieran daño.

Con las manos vacías me vuelvo al comedor

La llegada al campo de Quidditch de Hogwarts, por parte de Félix Cited no se hizo esperar demasiado, al contrario, este llegó con ganas renovadas de dar un buen paseo y con ganas de resolver todo aquel caso... y de repente el cielo se cerró encima de él y una nube de tormenta apareció al ver a Miaddora Mitchell por ahí... y no solo eso, demostrando su habilidad con la escoba.

-Miaddora... -Comentó en voz baja el muchacho mientras la miraba con los ojos entrecerrados-

Nada parecía indicar que fueses a hallar nada significativo en el campo de Quidditch, viéndose el lugar completamente normal y sin nada fuera de lo común. Tanto los miembros del equipo de Slytherin como los miembros del equipo de Hufflepuff aceptaron la propuesta de Miaddora Mitchell de compartir la cancha y jugar un partido de entrenamiento entre ambos, con lo cual, la disputa inicial parecía del todo resuelta.

Ya daba la impresión de que lo más racional sería regresar a dentro del castillo para realizar las votaciones frente al C´liz de Fuego, cuando observasteis que en una de las gradas había un fan incondicional de Miaddora Mitchell observando, animando y comentando como loco el encuentro desde el inicio, aunque llevase los atuendos de Gryffindor. 

¿Gryffindor contra Hufflepuff? ¿No había sido ese el partido que se había celebrado la mañana de la muerte de Miadora y en el que la cazadora de Gryffindor participo? Seguro que el chaval habría visto en detalle el partido, y quién sabe si se habría percatado de algo inusual o de reconocer tanto a Miranda como a Phineas Payton.

- ¡Increíble damas y caballeros! ¡Miaddora Mitchell lo ha vuelto a hacer! ¡Como en el último encuentro disputado antes del período vacacional, la joven Hufflepuff de séptimo curso ha vuelto a atrapar la Snitch Dorada! ¿A caso no es obvio que merece ser fichada por un equipo a nivel nacional? ¡MIII AAAA DDOOO RAAAA MIIITCHEEEELL! RATATATATATATATA! - gritó mega ultra hiper emocionado, usando un megáfono para amplificar el sonido de su voz y demostrando ser un fan incondicional.

Al ser requerido y realizarle varias preguntas, el chico no dudó en responder encantado, aunque debiendo ser reconducido al fondo de la cuestión cada vez que se exaltaba mencionando detalles técnicos o describiendo al detalle las mejores jugadas.

- ¿Miranda? Ella estuvo increíble como siempre... Es de lejos la mejor de las cazadoras de Gryffindor, y de hecho iban ganándole todo el partido a Hufflepuff hasta que Miaddora volvió a obrar su magia y atrapar la snitch para ganar el encuentro... - fue relatando sin reflejar dudas al respecto, quedando claro que había visto de inicio a fin el encuentro - Al acabar la vi abrazándose a Phineas Payton, buscando ser consolada por perder el partido cuando casi pudieron lograr acabar con la racha invicta de los Hufflepuff, pero si me preguntáis por los omniculares... - se rascó la cabeza, tratando de recordar aquel detalle con su casi excelsa memoria fotográfica, hasta que de pronto recordó algo - No, ahí no los llevaba consigo. Estoy seguro de ello. Ambas manos estaban apoyadas en los hombros de Miranda y no llevaba nada colgando del cuello o similar... Pero sí, puedo afirmar con toda seguridad que Phineas estuvo apoyando a su novia desde la tercera grada de Ravenclaw, y que llevaba los omniculares entre sus dedos en todo tiempo. ¿Donde los dejó o a quién se los prestó? Ni idea... Veo muchas cosas pero no soy omnipresente...

Al menos estaba claro que Phineas no mentía. Había estado presente durante el partido y lo vio con sus omniculares, pero en el momento del abrazo con su novia y posterior regreso a comer dentro del castillo ya no los llevó consigo. ¿Cómo era posible que el chico no recordase a quién se los había prestado o dónde los había perdido?