Partida Rol por web

La lechucería es una sala situada en la parte más alta de la de Torre Oeste del Castillo de Hogwarts, donde las lechuzas de los estudiantes viven durante el año escolar. Es una sala circular de piedra, bastante fría y con corrientes de aire ya que ninguna de las ventanas se puede cerrar. La falta de vidrios en las ventanas permite a las lechuzas entrar y salir cuando se les antoja.

El suelo esta cubierto de paja y excremento de lechuza, además de restos de ratas y ratones de campo que las lechuzas cazan, y de las paredes cuelgan perchas donde las lechuzas se posan. En invierno el frío es tal que hay que tener cuidado con el hielo que se acumula en el lugar, especialmente en la larga escalinata de piedra que conduce al recinto.

El frío invernal no dejó a ninguno de los alumnos de séptimo que acudieron a investigar la lechucería indiferentes, dado que aquella mañana en particular, pese a que no nevaba, el viento que discurría por el lugar era extremadamente helado, hasta el punto que calaba los huesos y congelaba el moquillo de las narices. Para más inri, el ascenso debió ser más cuidadoso de lo normal, dado que cada uno de los ciento treinta peldaños de la escalera estaba recubierto parcialmente por una fina capa de hielo, lo cual podría ocasionar alguna caída indeseada.

Al llegar a lo alto de la Torre Oeste la escena que contemplaron los jóvenes fue un tanto inesperada, y es que dos alumnos de Hogwarts, ambos de quinto curso y de Ravenclaw y Gryffindor respectivamente, conversaban entre sí de forma tranquila, pero por lo que se podía intuir por su expresión corporal, el chico acababa de recibir una negativa por parte de la chica de acceder a ser su novia, lo cual había dejado al joven en aparente estado de shock.

- ¿De veras la razón por la que no quieres salir conmigo es que temes que pase algo similar a lo de Phineas y Miranda? ¿En serio crees que esos Caballeros de Walpurgis podrían controlar nuestras mentes y forzarnos a hacernos daño o algo así? - expresó finalmente el jovencito Gryffindor visiblemente contrariado, no dando crédito a las razones por las que era rechazado - He escuchado de mis colegas decenas de motivos variados por las que fueron rechazados, pero jamás pensé que entre tú y yo, después de que ambos confesáramos hace semanas que nos gustamos, sería rechazado por algo así...

- Michael, yo... No he dicho que no quiera salir contigo, es solo que...  - la jovencita estaba avergonzada, resultándole difícil no agachar la cabeza y mantener contacto visual - ...que quizá ahora mismo no es el momento indicado... No se, me da hasta miedo hasta alejarme de los profesores, y el recuerdo de lo que le sucedió a Miranda sigue tan...

- Vale, no digas más, por favor. - levantó las manos con gesto resignado el joven de la casa de los leones - Pero la mayoría de nuestra clase saben que Miranda probablemente murió por ser capaz de leer las mentes inconscientemente. Ella era legeremante, y casi con total seguridad debió escuchar algo que no debía, y por esa razón la... la asesinaron. ¿Por qué debería suceder algo similar entre nosotros?

Con la llegada de los alumnos de séptimo. los dos jóvenes guardaron silencio de inmediato, saludaron con un leve asentimiento de sus cabezas a sus "senpai" y se dispusieron a bajar las escaleras. Si terminarían juntos o no algún día, era difícil de augurar...

Casi me mato por aquellas insufribles escaleras. Entre el cansancio de apenar dormir, acumulado por varias noches y ese maldito hielo!

Cuando oí a aquellos dos, algo me recordó al momentazo que tuvo Peter ayer conmigo. Entendía perfectamente que le hubiera rechazado... no era momento para eso ahora... el peligro seguía presente... pero... cuando se fueron:

-Ha dicho legeremente? entonces sí era una legeremente? ya habíamos recopilado esa información de antes? - y dicho eso, me puse a buscar alrededor cualquier pista que me pudiese ayudar a demostrar que no estaba mintiendo, o a descubrir quien diantres era quien modificaba las lechuzas o los diarios.

"Menos mal que no he traido a Bubbles" Pensó Constance apretandose la túnica al cuello para no morirse de frío, todavía demasiado perdida en sus pensamientos para prestar demasiada atención a los chavales de dos cursos por debajo que estaban allí. Bueno, realmente era imposible no prestarles atención, pero prefirió ignorarlos en gran parte, estaban asustados y meter más leña al fuego no sería buena idea. Las palabras que había oido la desconcertaron.
-¿Dos legerementes en el mismo curso? Eso es extraño -Murmuró, no queriendo decirlo en voz demasiado alta, por miedo a causar un enfrentamiento contra Julius. Se acercó todo lo rápido que la congelada escalera le permitía para ponerse junto a Annabella.
-Yo también sospecho de Nicholas -Le soltó sin vernir absolutamente a cuento -Lo siento por usar el chivatoscopio... no presté atención a Dwen por que estaba más pendiente de él -Le explicó rápidamente, comenzando a sonrojarse -No quiero que te pase nada por mi culpa, pero tampoco tengo nada para ayudar -Dicho eso, se giró, intentando evitar cualquier tipo de problema o respuesta, nerviosa por haber hablado tan alegremente de algo importante y que podía ser escuchado -V-vamos a mirar las cartas del abuelo de Jeremy...

Miré apenada a Constance. - Da igual... no hemos estado trabajando precisamente en "equipo" desde el principio, por lo que parece - era deprimente como no podía defenderme ni habiendo controlando a Dwen durante un día y medio. Si tan sólo no hubiera fallado las dos veces que hizo sus hechizos bajo mi imperius, entonces podríamos haber tendido una trampa al que estuviese mintiendo - Julius miente, y no entiendo como Effie no puede verlo. Es exageradamente evidente. Si puede usar gémino puede haber copiado una poción multijugos. No sé que más pistas quiere. Pero por mucho que lo diga yo no va a servir de nada... - dije mientras buscaba algo en la lechucería.

Entonces Constance dijo que también sospechaba de Nicholas. Yo solté un tembloroso suspiro - Yo ya ... yo ya no lo sé. No hubiera atacado a Dwen? Dwen dice que podría haberlo matado. O quizás le atacó y no funcionó porque le estaba protegiendo? pero entonces le habría visto atacarle. Si los fantasmas me han visto "a mí" con otra ropa atacando, como han visto la niña de esta mañana y Effie, entonces está claro que alguien sí me ha estado suplantando, y eso significa que Nicholas no miente. Dwen llamó a Rachel "9" sin que yo le dijera nada, o Julius disfrazado era 9, o Bruce hacía de 9 con su poción, o si todos han estado disfrazándose de mi durante todo este rato. Me han estado controlando desde el principio - se veía una mirada psicótica en Annabella. Su nivel de conspiranoia estaba por las nubes.

-Espero que le estén preguntando de todo a Dwen ahí abajo.

La investigación del lugar por parte de las dos jóvenes finalmente aportó algunas respuestas, aunque la realidad era que solo Annabella había ido encontrando las evidencias y Constance asintiendo a cada hallazgo.

Lo primero y quizá lo más destacable, en un extremo del lugar había restos de cartas quemadas casi por completo. Solo algún pequeño fragmento pequeño permitió revelar que desde el Ministerio de Magia (cuyo sello todavía se podía observar parcialmente en una de las esquinas) alguien había estado enviando periódicamente correspondencia y artículos mágicos a alguno de los alumnos presentes. Desgraciadamente ningún fragmento reveló la identidad del emisor y el receptor de dicha correspondencia, pero sí que quizá uno de los artículos había sido un veneno al hablarse de que no había posible antídoto? ¿Iba a recibir otro artículo en breves?

...mpuesto no tiene antídoto posible. Desde el Departamento de Aurores le instamos a proceder con la mayor caute... 

...lo recibirá al anochecer del 31 de diciembre, por la vía habitual en estos cas...

Por otro lado, y en cuanto a lo mentado por Madame Pince, era cierto que la correspondencia de Jeremy Gonzo había sido completamente manipulada, previa intercepción de la lechuza, rasgando el asesinolas palabras escritas dentro del sobre por el abuelo de Jeremy y dejándolas volar a los cuatro vientos, para después emplear el mismo paquete para "introducir cuidadosamente" el Collar de Ópalo y no levantar sospechas. No había forma de anticipar la llegada del paquete a la lechucería, por lo que todo parecía indicar que el asesino/a del Hufflepuff llegó esa misma madrugada a la lechucería, vio el nombre y apellidos de Jeremy Gonzo en uno de los paquetes y lo eligió como posible víctima, realizando el "cambiazo" que a la postre sería letal y efectivo.

-Voy a contárselo al resto... - dije más desanimada que antes. Quizás presentando ésa información se aclarase alguna duda, aunque a mí me parecía que sólo evidenciaba lo que ya estábamos sospechando, que alguien manipulaba la correspondencia desde el inicio.