Mire sonriendo a Akane Shiobi, su declaración era algo más que evidente para mi. Aún con todo, era el momento de revelar todas las cartas sobre la mesa y yo no sería menos a al hora de hacerlo, pues tenía información importante que dar al respecto de todo eso.
Yo puedo copiar la habilidad de quien desee una vez por fase de día/noche, lo hice con la de Goro Arata Yuki y pude ver brevemente los muertos, confirmo lo que dice haber visto. Después copié la habilidad de Akane Shiobi y los tres nombres que vi fueron Hanjie Zoe, Yua Morrison y Akane Shiobi para cuando murió William E. Sullivan.
Si alguien puede revivir a alguien, que lo diga ahora y yo lo copiaré esta noche. Así reviviremos a dos. O mejor, que primero reviva a Shiro Kuro para que mate a Priscilla Asagiri y luego diga ser el que tiene esa habilidad para que yo reviva a otro de los inocentes confirmados. ¿Cual es el que tiene la mejor habilidad, Goro Arata Yuki?.
Definitivamente, de perdidos al río.
—Si puedes copiar habilidades, y puedes hacerlo en cualquier momento, copiame y úsala sobre Shiro ahora. Antes de que llegue la noche.
No copies mi habilidad porque no tengo una... solo soy un ex-policia
Hanji escucha con asombro cuando otros empiezan a decir sus habilidades, es que seré yo la única mortal en todo este grupo? se pregunta asombrada cuando escucha las palabras revivir, hablar con los muertos, copiar habilidades.
Al parecer la situación se había vuelto frenética en un instante. Por lo que decidí corregirme y alentar a la gente a actuar de forma correcta, pues bien que al principio no me había explicado del todo bien con todo eso de los asesinatos de inocentes y demás cosas.
No puedo copiarla ahora mismo, la otra la copie en la noche. Hiroshi Okamura, úsala sobre Shiro Kuro ahora y cuando pueda, esta noche, te copio para la mañana siguiente. Si alguien puede protegerme que me proteja ahora así podré usarla para revivir a Hiroshi Okamura si es que puedes usarla más veces, porque yo solo puedo copiar a una persona y no puedo repetir nunca más a la misma.
Juuzou contaba una y otra vez los votos para el linchamiento y para el último miembro del Consejo. Aunque era una tarea que no le agradaba ni hacía gracia y por más sencillo que pudiese ser le resultaba difícil, tenía que hacerla. Tras un par de minutos, tal y como había hecho el día anterior, escribió los resultados en una pizarra.
Linchamiento
Yua Morrison:
lllllllGoro Arata Yuki:
llllYing Xiang: ll
Darell Jackson: l
Fukusei Chito: l
Priscilla Asagiri: l
Sumire Hara: l
Consejo
Canas:
llllllAlanaan Askar: ll
Priscilla Asagiri: l
Juuzou voletó a ver a Nimura esperando su aprobación. Furuta la observaba con una media sonrisa amarga en el rostro mientras jugaba con el bolígrafo con el cual había estado todo el día escribiendo apuntes.
Los votos permanentes sobre Ying Xiang se han reiniciado dado a que el jugador anterior ha abandonado la partida y otro ha tomado su lugar.
Nimura se arregló el moño y el traje, se tapó la boca con la mano antes de toser y procedió a leer lo que hasta entonces había estado anotando.
—Priscilla Asagiri: Un incumplimiento. Canas: Un incumplimiento. Sumire Hara: Tres incumplimientos. Diego Sandiego: Tres incumplimientos. Akane Shiobi: Tres incumplimientos. Darell Jackson: Seis incumplimientos. —Nimura alzó la vista y le dedicó una larga mirada a Hanji Zoë mientras cerraba el pequeño cuaderno y lo guardaba en uno de los bolsillos interiores de su traje—. Hanji Zoë: Trece incumplimientos. —Nimura suspiró—. No sé para qué hablo si no me escuchan... —se lamentó antes de sonreir con amabilidad.
—Todos los mencionados anteriormente, síganme por favor. Espero que después de esto aprendan la lección: Es importante escuchar a tus superiores, no hablan por hablar. Si me hubiesen prestado más atención esto no habría ocurrido. Y otra lección a aprender es también la siguiente: Es importante escuchar a tus compañeros, no hablan por hablar. Si hubiesen escuchado a Seiyuu con suficiente atención, recodarían que el primer día, cuando se presentó, dejó muy en claro que su nombre era Yuriko Fuchizaki y Seiyuu sólo su apodo.
El hecho de que Juuzou hubiese desenfundado su enorme quinque y mirase a los llamados por Nimura había logrado que incluso aquellos que en un principio se habían mostrado algo reacios a acompañarlo lo reconsiderasen y fuesen tras él.
No vayas a moverte, Yua-chan, de otro modo no puedo prometerte una muerte rápida.
Tras esas palabras, Juuzou comenzó a caminar hacia Yua, cuya expresión pasó del nerviosismo al miedo, del miedo al terror y del terror a la desesperanza, mientras caminaba hacia atrás para poco después tropezarse debido al temblor de sus piernas. Miró a Juuzou y negó un par de veces con la cabeza, esperando por algún motivo convencerlo de que aquello no era correcto, pero para bien o para mal lo hizo sin demasiado éxito, pues Juuzou ya había comenzado el sprint final, y a tan sólo a un par de metros saltó y blandió su quinque, rebanando un brazo y parte del torso de Yua, quien cayó al suelo, inherte.
Hiroshi Okamura estaba arduamente tratando sus heridas, colocándose gasas y tomando lo que parecían ser analgésicos y antiinflamatorios para calmar el dolor, cuando un grito ahogado llamó la atención de quienes aún estaban en la sala. Por gracia del destino, una vez más le había tocado a Akane Shiobi encontrar un cadáver, esta vez parecía ser el de Goro Arata Yuki, quien colgaba de una gruesa cuerda que apretaba su cuello. Fuese por la presión, por el miedo de ser devorado por un ghoul o por el miedo de ser descubierto por los investigadores, lo cierto era que Goro había decidido que su mejor opción era acabar con su vida de una vez por todas.