Partida Rol por web

Todos se despertaron, todos con un perfume en sus fosas nasales: el olor a comida. Parecía que una persona concinaba en una marmita, una mujer pelirroja. Drakon era el que peor aspecto tenía, parecía que alguien la había golpeado y herido, tenía un flemón y un diente menos, al menos, todavía eran dientes de leche y podía comer, ¿no?

- Comed, hoy votareís al temrinar el día, pero antes debéis de seguirme.

Cad auno de ellos pudo comer hasta saciarse, mas cuando temrinaron, no vieron otra opción que seguir a una mujer. En uno de los lugares de la isla, hallaron una cueva, ¿cómo no la habían visto antes? Pero a ninguno se le había ocurrido buscar allí.

En su interior, encontraron una sala de máquinas, parecía... completamente arrasada.

- Aquí ocultábamos la información de los servidores. Parece que alguien rompió la barrera y entró dentro, no sabemos que buscaba. Podeís quedaros a limpiar por fuera o podéis meteros dentro. Os aviso: hay trampas en el lugar, pero también algún tesoro. El adminbistrador espera que busquéis al culpable, quizás lo que alguien encuentre aquí pueda serle de utilidad.

                         _{^{SONRISA BURLONA}}

Drakon se despertó con tanta hambre que primero tomó lo que estaba sirviendo hwa Ryun mientras escuchaba aquello de los servidores ocultos. Después explicó lo que le había sucedido.

Por la noche fui golpeado mientras dormía. No pude ver si lo hizo con su técnica o con un objeto. Lo único que vi fue una sombra. No creo que haya sido el asesino del día anterior, ya que sabemos utiliza venenos. Lo de la isla de servidores hace pensar que hay regulares saboteadores con sus propios objetivos.

Al terminar de comer se sintió saciado y descansó un poco. Estaba herido así que se quedaría por fuera limpiando.

¿Alguien sabe algo más?

A pesar de su pequeño tamaño, mMMm mM MmM MMM mMmMm tomó su sartén y la usó como plato para poder servirse la comida que esta amable mujer pelirroja les había ofrecido sin ningún tipo de pega o condición, al menos no una más allá de la que ya todos podían suponer que iba a ocurrir aquel día.

mMMm mM MmM MMM mMmMm estaba feliz.

Lo de investigar algún robo o meterse en una zona llena de trampas bajo la premisa de una recompensa no era lo que este buscaba, ni por asomo, por lo que simplemente se quedó en la zona segura comiendo su comida con toda la calma y pasividad que podía, saboreando cada bocado mientras soltaba algun que otro sonido ahogado de satisfacción.

Mientras todos dilucidaban que hacer, Dulce Candy se quedó rígida y paralizada. En serio, alguien parecía tener un fetiche con los niños del grupo.

¿Comida?

Aquel olor era inconfundible y provocó que Ayuma, y muchos otros, se despertasen súbitamente. Al hacerlo, lo primero que vio es a Drakon, con su aspecto golpeado. La última vez que lo había visto estaba bien por lo que parecía que había ocurrido algo. Por lo visto, alguien le había golpeado. Ayuma se preguntó, más que el quién, el por qué alguien lo habría hecho, a él en particular, y no a cualquier otro.

Sin tiempo para pensar, la mujer pelirroja les dijo que la siguiésemos, pero no antes de comer. Menos mal que al menos podían saciar su hambre. Con el estómago lleno, todo era mucho mejor, todo parecía más agradable.

Después, todos se dirigieron a una cueva, una sala y todo un compendio de máquinas destrozadas.

-Bueno, supongo que siempre hay riesgo, pero sin él, tampoco llegaremos a ninguna parte -estableció Ayuma.

Y entonces... Dulce Candy se quedó completamente petrificada.

No podía ser la comida. Debía ser algo más.

Ayuma abrió mucho los ojos.

-Parece que estamos cayendo como moscas -comentó, mientras iniciaba su búsqueda particular, esperando no caer en ninguna trampa... aunque aceptando que era posible.

-...comida... - eso sería lo único que me sacase de mis ganas de seguir durmiendo, pues mi estómago dolía. La traición accidental de la sandía era lo de menos, el tener hambre era peor que tener sueño. Comí, y al ver esa enorme cueva pensé en voz alta - que cueva tan grande... ahí podríamos dormir todos... tranquilamente... sin prisas... Gracias por... la comida...  - entré, pero a los pocos pasos me quedé dormido - zzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzz - PLOP! - sólo para ser despertado por otra burbuja nasal.

No es hasta que su estómago suena ligeramente, que se percata del hambre que tiene desde hace horas. Tomando su ración de comida, come en silencio y sin mirar a nadie en concreto. Cuando acaba, deja su cuenco vacío junto con los demás.

No pienso arriesgarme a entrar a esa galería. Puede que dentro esté la respuesta a todos nuestros problemas, pero si hay trampas, entonces nuestras vidas peligran ante un fallo. Es demasiado arriesgado, seguro que hay otra manera de hacerlo -comenta, con los ojos entrecerrados y la vista fija en dicha galería.

Si os animáis a buscar, mucha suerte, compañeros -anima al resto, mientras él permanece en el mismo sitio, sin moverse.

   Creo que hemos tenido suerte esta noche - mentaría ante la visión de mantener el mismo numero de gente previo a dormir - esperemos tener una similar a la hora de votar... - para entonces acercarme hasta donde la exploradora caritativa y servirme un poco del guisado misterioso aunque de buen aroma - munch~much... - comería con ligera prisa pero sin perder del todo la etiqueta - G-gracias... p-pero si es cierto q-que algo de ventaja p-podemos conseguir de lo que se encuentre dentro, vale la pena el riesgo - dejando entonces el pocillo donde hubiera comido, haciendo una leve reverencia y comenzar a encaminarme hacia el interior del lugar.

-Yo también buscaré

Me desperece después de haber dormido un par de horas, cuando Hwa Ryun aparecía ante nosotros todos parecíamos estar bien menos el chaval. Una vez se fue cogí una ración y fui a ver al niño.

Ey chico, ¿Estás bien? Desgraciadamente no he visto quien fue el que te atacó onte hubiera intentado ayudar.  Tal vez deberíamos juntarnos en grupos para pasar la noche o algo y evitar estos ataques.  

Empece a mirar alrededor de la habitación en busca  de algo que nos ayudará a encontrar al culpable o alguna manera de salir de aquí.

Yo voy a buscar por aquí, llevo mucho tiempo aquí como para caer sin pelear, seguro que encontramos algo importante, pero respecto a la votación de hoy ¿Que hacemos? No podemos seguir eliminando gente al tun tun.

Su nariz le aviso que era hora del desayuno, lo que significaba que alguien había traído comida o la carne quemada de alguno olía de maravilla, por suerte para ellos, fue lo primero por lo que podían saciarse al fin.

-Mira Drakon, has tenido suerte, no vas a experimentar el dolor agudo de hambruna. -Con las manos en jarra sonriente, donde presuponía que estuviera durmiendo el niño, abrió un ojo y verle magullado hizo morderse la lengua. -Bueno... parece que has sentido otro tipo de dolor, en verdad tienes que ser muy bueno persona chaval, todos parecen estar confabulados contra ti, pero bueno, esto es la torre, come mientras aun quede.-Dado el aviso, fue a llenar el estomago, antes de que rugiera de nuevo.

-¿Una cueva eh? -Dijo mirando de arriba abajo la entrada. -Creo que voy a intentar esta prueba. Drakon quédate cerca de Touya parece otro buen chico, es mejor que os mantengáis juntos. -Bromeo antes de dar el primer paso hacia la entrada.

Min-ji también hizo lo propio y se sentó junto a los demás, y cuando Drakon explicó lo que le pasó durante la noche de repente pareció entusiasmada. - ¡Oh, a mí me pasó exactamente lo mismo! - Dijo con una sonrisilla, y aunque en el contexto actual no tenía mucho sentido sonreír... ¡Ella sonrió igual! Era una chica alegre, y una golpiza no le iba a quitar el gesto de la cara, claro que sí.

Sin embargo aún estaba dolida de sus heridas, así que decidió que sería prudente no adentrarse demasiado en la cueva, y se quedó junto al fuego con otros de los regulares. Pudo ver claramente como una de ellas se quedaba tiesa y se acercó para ver cómo se encontraba. - Oye... ¿Estás bien...?

¿Pero acaso Min-ji accedió a la Torre para ser una conformista? ¡La respuesta era que no! Así que tras terminar su ración de comida se levantó, sacudió la falda y se aventuró con el resto de valientes regulares al interior de la cueva, en busca de aquellos supuestos tesoros que con suerte no le explotarían en la cara, ¡eso es!

Al ver a todos sus compañeros buscando en la galería, Nobu sintió un repentino ataque de curiosidad. ¿Tan desesperados estaban que ignoraban las trampas existentes y se arriesgaban?

Si todos buscáis, yo no seré menos. No me gusta permanecer de brazos cruzados mientras los demás hacen el trabajo.

Tambien me dirigi a ayudar en la busqueda de algo. Aunque teniendo cuidado por las trampas.

Yo tambien quiero buscar. No se quien puede ser el culpable aqui pero si trabajamos juntos podremos tratar de sobrevivir un dia mas. De momento tenemos que evitar las trampas.

Tras la busqueda, algunos estaban exhaustos. Aquel lugar era más laberíntico de lo que parecía. 

No parecía haber nada fuera de lo común... hasta que de pronto sonó un estallido. Ayaka Azuma había saltado en pedazos, literalmente, cuando había pisado una bomba de sinshoo.

- Tortuga bruja, es mi deber exterminar a los que han sido votados, la mina si no hubieses intervenido no la hubiese matado. Bueno, que más da, al menos el otro es mío.

Yukuri Please pudo ver como una avalancha caía sobre su cabeza, o quizás ni siquiera pudo ni verlo. La parte mala, es que estaban encerrados en la cueva.