Lily Rainbow extendió su poder, llamó a las almas del más allá... y una de ellas le contestó. En blas sombras de la noche, fue invocado un espectro, presa del poder de esta extraña mujer.
Naam gruñe recordando su patética muerte ante la cosa esa, el puto lagarto-dinosaurio. Si tan solo hubiese podido...
Oh.
- Oh!
Notó que era de plasma, sabía que iba a morir en algún momento en la Torre pero no tan súbitamente, y por eso...
¡Por eso le hacía feliz que una chica tan guapa llamara a su ayuda!
- Oh, hola, blondie algo más madura, ¿no? Sí, creo que sí. ¿qué puedo hacer por tí~?
Necesito que me digais todo lo que sepais. Y vuestas habilidades porque puedo usarlas para ayudar si las se.
- Lo que tú quieras, preciosura.
Naam en su forma de alma (¿tenía forma siquiera? suponía que era una masa de plasma oscilando con la pretensión de la 'actitud') pretendía servir a la guapísima y curvilínea además de refinada y dulce nigromante de dorados cabellos sin dudarlo puesto que su propia existencia había llegado a su fin del ciclo en esta dimensión.
- Yo soy un Irregular, bueno, era, JAJAJAJA. -Se ríe, capaz de burlarse hasta de su propia fatalidad.- La idea era no ser capturado por nadie como tal pero eh, creo que el lagartajo me mató sin justificación y ya. -Se encogió de hombros, hombros-plasma.- Mi poder me permite-permitía copiar poderes una vez por lapso, creo que es un día y noche entera o una noche y día entero, porque la noche inicial intenté replicar los dones del niñato chiquito ese, ¿cómo se llamaba? vamos, el obvio niño más pequeño de todos los presentes. -Asintió.- Pero no pude sacar nada, porque no puedo copiar ni poderes de sangre ni de objetos respectivamente.
Pensó, su mano-plasma en su mentón-plasma y recalcó.
- ¡Creo que ahora funcionaría, o debería! Yo pretendía copiar al enano ese odioso que hace "Mmmmm" y que quedó petrificado, pero si usted pretende un nuevo objetivo, mi gusto.
Así hizo una plasma-pose cortés y aguardó.