Olvidándose de la compostura el joven valletano emprende la marcha hacia la plaza donde te llevará a cavo la resolución del juicio... o lo que tenga en mente la Dama.
Y cuando escape a dónde irá, no puede usar la magia, no por lo menos que tenga componentos verbales... ¿al final el mediano ha logrado algo? Si así fuera le estaré agradecido, por engreído y asqueroso que sea.
Tras guardar el pergamino en un bolsillo de su capa, Querelar mantiene la marcha a una distancia prudencial cuando alcanza a los guardias que llevan a la Dama.
No tardas en darte un baño rápido pero gratificante al mismo tiempo.
Después de prepararte piensas en la historia que te contó Hima sobre aquella noche que perseguía a un asesino y que resultó ser la Dama de Fuego. Con esperaza de que todo va a ir bien te encaminas hacia la plaza central del pueblo, no sin antes recoger todos tus objetos.
Nada más salir del Palacio no cuesta mucho de encontrar el lugar. La zona, un poco lejos aún, se encuentra ilumanada por una manta de antorchas sujetadas por los aldeanos. Todo indica a que algo no va ir del todo bien..
Pasas el tiempo por la plaza observando a los vendedores e intentando robar algo pero sin éxito. Casi sin darte cuenta, y ya se empieza a esconder el Sol. Los puestos empiezan a cerrar y una multitud de aldeanos con antorchas encendidas te llama la atención a los lejos.
Decides ir allí, sospechando que algo malo va a comenzar de nuevo en la ciudad..
Pasas debajo del escenario un largo tiempo, entreteniendo con los diferentes insectos que se acercan a tu alrededor... sin darte cuenta está oscureciendo y escuchas un murmullo de gente que se avecina de muy mal humor. Oservas algunos guardias con diversión, estos no se percatan de tu improvisado escondite.
Los aldeanos llevan antorchas encendidas y empiezan a reunirse en un rondo, rodeando el escenario en el que te ocultas.
Tirada oculta
Tirada: 1d20
Motivo: Esconderse Gárret
Resultado: 15
Con esperaza de que todo va a ir bien te encaminas hacia la plaza central del pueblo, no sin antes recoger todos tus objetos de la entrada del Palacio.
Nada más salir del Palacio no cuesta mucho de encontrar dada la multitud de aldeanos que se están agrupando a lo lejos, de todas formas tratas de seguir lo más cerca posible a los guardias, tratando de no llamarles la atención.
Una multitud de antorchas encendidas es lo que perciben tus ojos en el horizonte..
Antes de poder responder a la pregunta un hombre que forma parte de la Guarda os irrumpe con un leve carraspeo.
-Pequeño Bastian, tu padre me acaba de informar que tenía mucho trabajo y que no podía estar listo para la cena. Así que me ha dicho que os lleve con vuestra tia Mireia, en el Palacio. Vamos..-
Amablemente parece que se va a hacer el cargo de los niños.
-Mucho gusto señorita- Mientras los dos hermanos se levantan el guardia muestra su comportamiento cordial hacia tu persona.
¿Quieres pasar algún punto directamente o... ?. No sé, como no roleaste ni dijiste nada, no se lo que tienes pensado de hacer =D. Los hechizos los tendrás de nuevo a tope cuando descanses ochos horas seguidas.
Así que tu madas.
- Me llamo Miyanuviel... - le digo a la pequeña justo antes de ser interrumpida por un guardia y dejar a la muchacha a medias sin darle a conocer que estuve en la batalla... aunque no de la manera en que todo el mundo creería.
Escucho en silencio respetuosa al guarda que dice a los niños que cenarán en el Palacio con Mireia y pienso que quizá yo también debería descansar en condiciones y orar en otro momento.
- Disculpe, yo también he de descansar en el Palacio y será mejor que lo haga cuanto antes después de lo acaecido. - digo con una sonrisa en los labios.- Os acompañaré y me iré a la habitación que me tengan asignada.
Dicho esto me dispongo a seguir al guardia y a los niños, contenta de haber podido sanar las feas heridas del muchacho y de haber sabido algo más de la otra elfa a la que había conocido y ayudado horas antes.
- Cuidaos mucho, jovencitos... - les digo a los niños en voz bajita a la vez que guiño un ojo a Bastian antes de separarme de ellos.
Pues pretendía eso, descansar ;) Así que me voy con ellos de vuelta contenta de haber sido de ayuda al jovencito.
Preocupado ante aquel horrible sueño el hechicero se despierta agitado, involuntariamente se lleva la mano al medallon de Mystra al tiempo que con la mirada busca a su fiel compañero a quien observa despierto, con los negros ojos fijos en él, como advirtiéndole de... Súbitamente unos gritos fuera de su ventana le sacan de sus cavilaciones y le obligan a asomarse por su ventana entreabierta para cerciorarse de lo que sucede...
Sales de los muros que cubren el Templo y pones rumbo, junto al guardia y los dos hermanos, hacia la Casa Señorial. Todo parece tranquilo, hasta que, justo cuando el guardia se dispone a abrir las grandes puertas que dan acceso al palacio alguien empuja con violencia las puertas desde el otro lado y sale corriendo.
-¡ATRAPADLE!, ¡ATRAPADLE!- Se escucha desde el interior del edificio.
Tras el ladrón* salen dos guardias más que le persiguen con las espadas empuñadas, sin embargo, parece que el ladrón se conoce bien el camino y enseguida pierde a los guardias perseguidores.
-¿Te importa llevarles con Mireia?. Ellos te indicarán..- El guardia de tez oscura que te acompaña se muestra muy tranquilo a pesar de la escena que acaba de presenciar. Dirías que no es la primera vez que tratan de atrapar a ese ladrón.
El guardia hecha a correr, dejándote de nuevo a solas con los niños.
Tirada oculta
Tirada: 1d20
Motivo: Avistar Miya
Resultado: 16
*
-Parece que alguien se estaba aburriendo...- Murmura Bastian al ver escapar al ladrón.
Cuando el guardia de tez oscura marcha para ayudar a los otros guardias, Bastian se mantiene mirando la escena divertido. -Es buena persona, cuando ere pequeño me... no sabes con seguridad si te está hablando del guardia o del ladrón, pero todo indica que hace referencia al ladrón.
Algo le detiene, está a lo lejos. -Mira. Allí..- Sobresaltado tira de tu vestido para que te fijes en lo que está señalando.
Haz una tirada de avistar.
No es que no quiera que descanses, es que está saliendo así la escena por los otros pj's.
Una muchedumbre de aldeanos se aprecia a lo lejos, cerca de la plaza central de la aldea. Allí se encuentra un escenario armado con una guillotina y varias sogas alineadas atadas sobre un tronco. Aún no ha empezado pero la mulitud de gente empieza a ser considerable.
Los aldeanos empuñan antorchas y desde lo alto de la ventana escuchas gritos de diferntes personas.
-¡Hoy morirá la Dama!... un grito femenino grita después. ¡Al fuego con ella!. Esa maldita bastarda se pudrirá en el infierno... ¡Vallamos a la plaza cuanto antes!- Parece que el pueblo está sediento de venganza. Y todo indica que la quieren ver torturada, quemada o cualquier otra cosa peor..
Detenidamente observas como un hombre vestido con ropas negras se sube al escenario... parece que van a juzgar a la Dama en la misma plaza. Aunque no tienes muy claro que van a hacer dada la lejanía que hay desde la plaza hasta tu discreta ventana, lo mejor será moverse si no quieres perderte el espectaculo.
Abro los ojos de pronto al presenciar la persecución que ha dado comienzo dentro de la Casa Señorial y está a punto de arrollarnos cuando vamos a entrar en ella el guardia, los niños y yo.
El hombre encapuchado que había estado también presente en nuestra visita a Curuvar sale corriendo demasiado rápido para detenerlo a su paso a nuestro lado. Tras él un par de guardias iden a gritos que se le detenga, pero para nosotros ya es tarde, ha pasado a nuestro lado como un rayo surca el cielo, sin darnos tiempo a reaccionar.
El guardia que nos acompañaba me deja de nuevo al cargo de los niños y marcha tras sus compañeros.
Cuando estoy a punto de dejarlo pasar y meterme en la Casa con Bastian y su hermana para mantenerlos a salvo y llevarlos con Mireia como se me ha dicho, el pequeño tira de la falda de mi vestido para que mire hacia donde está señalando.
- ¿Qué? ¿Qué pasa, Bastian? - alcanzo a medio susurrar antes de fijarme en el objetivo de su dedo.
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Avistar
Resultado: 18(+4)=22
Jajaja, la que quiero que descanse es Miya como pj, ¿eh? No yo como jugadora XDDD
Vaya, parece que al final van a seguir mi concejo solo que algo mas burdamente... Vamos Argus... A pesar de todo el clérigo se toma su tiempo para orar, después de todo uno nunca sabe cuando harán falta las bendiciones de Mystra...
Una muchedumbre de aldeanos se aprecia a lo lejos, cerca de la plaza central de la aldea. Allí se encuentra un escenario armado con una guillotina y varias sogas alineadas atadas sobre un tronco. Aún no ha empezado pero la mulitud de gente, empuñando sus antorchas, empieza a ser considerable.
Bastian se mantiene con los ojos alineados, oteando a la multitud de personas que empiezan a levantar sus antorchas violentamente.
-Creo que algo no va bien allí. ¿Deberíamos ir?- Pregunta, sabiendo el riesgo que tendría desobedecer la orden que dió su padre al guardia.
Después de prepararte Argus se apoya a tu hombro como siempre. Con esperaza de que todo va a ir bien te encaminas hacia la plaza central del pueblo, no sin antes recoger todos tus objetos.
Nada más salir del Palacio no cuesta mucho de encontrar el lugar. La zona, un poco lejos aún, se encuentra ilumanada por una manta de antorchas sujetadas por los aldeanos. Todo indica a que algo no va del todo bien..
Miro hacia donde me señala Bastian y al principio no me asusto pues sé lo que se iba a llevar a cabo en la plaza, pero parece que hay algo que no va bien.
La pregunta del pequeño me saca de mis pensamientos, sé lo que he de contestarle a él pero no lo que debo hacer yo...
- No, Bastian. Tu padre ordenó que os llevásemos con Mireia y eso es lo que voy a hacer. - le respondo con una sonrisa algo forzada empujándole suavemente hacia dentro de la Casa ya que al salir los guardias ha quedado la puerta abierta.
Dicho lo cual me adentro en la Casa con ellos en busca de Mireia mientras decido que será mejor acercarme a ver qué sucede en la plaza, aunque sea echar un vistacillo por si en el tumulto alguien sale herido... lo cual no me extrañaría. Si hay odio por medio cualquier pequeña trifulca puede ser mortal.
-Vaya, que novedad..-
El joven se aparta levemente al notar el contacto de tu mano, un tanto molesto por tu respuesta y tu responsabilidad. Sin rechistar se adentra al interior del Palacio y el mismo guía sus propios pasos hasta donde, supuestamente, debe encontrarse su tia Mireia. El palacio se encuentra muy desolado, tan solo algunas sirvientas preparando la cena y haciendo algunas tareas de limpieza.
Bastian es un joven muy valiente, pero aún es un crío para meterse en esos lios. De todos modos, algún día tendrá que salir de aventuras..
-Hemos llegado. Gra... gracias por curarme Miya.- Con un gesto serio pero que te transmite confianza Bastian abre la puerta donde se encuentra Mireia, aún con el capitán y Curuvar. Por el rabillo del ojo observas como Bastian ya está saludando a su tia.
Una pequeña mano tira de tu vestido;
-¿Volveremos a vernos algún día?- Pregunta la hermana de Bastian, sujentando en brazos su peluche favorito.
No pude evitar hacerle una mueca al muchacho tras ver su reacción a mis palabras llenas de responsabilidad y lejos de darle oportunidad a nuevas aventuras. Bastantes había tenido...
- No rechistes, muchacho, no quiero tener motivos para contarle a tu padre lo que os sucedió... y seguro que tú tampoco quieres que se entere. - le susurro muy bajito al oído para después darle un empujón hacia el interior de la Casa.
Un poco más adelante se para frente a una puerta y antes de abrirla me agradece que sanase su herida y no puedo sino sonreír porque ese chico sé que será grande en el futuro, pero más le valdría cuidarse un poco más para llegar lo mejor posible a ese futuro:
Cita:
- De nada, jóven Bastian. Cuídate la herida sobre todo de curiosos y si sigo por aquí algunos días más podré mirártela y dejarte el cuerpecito como nuevo, ya verás. - le digo en voz baja aunque esta vez sé la hermana también puede oírme.
Cita:
-¿Volveremos a vernos algún día?- Pregunta la hermana de Bastian, sujentando en brazos su peluche favorito.
Me agacho para acariciar creando algunos círculos la frente a la pequeña. Es un gesto élfico de protección y cariño que usamos a menudo en mi comunidad. Sé que ella desconocerá el significado de tal gesto pero confío en que lo averiguará cuando sea necesario.
- Claro que sí, pequeña. Puede que esta misma noche nos volvamos a encontrar pues esta Casa es mi lugar de descanso tras el largo día de hoy. - respondo a l niña antes de darme la vuelta y encaminarme fuera de la casa en dirección a la plaza.
Te marchas satisfecha de haber cumplido con tu deber. Y de haber conocido a los dos hermanos.
Nada más salir del Palacio no cuesta mucho de encontrar el lugar. La zona, un poco lejos aún, se encuentra ilumanada por una manta de antorchas sujetadas por los aldeanos. Todo indica a que algo no va del todo bien..