El pueblo de Aguas Fuertes se alza en la confluencia de los Ríos Delimbyr y Curso Gris. Las boscosas laderas de los montes se elevan sobre la ciudad en el cielo del noroeste. Estos picos cubiertos de nieve y de nubes indican que más alla de la villa de Aguas fuertes y mas allá de sus murallas se extienden territorios salvajes, en los que mortíferos monstruos amenazan a los incautos.
Por suerte para vosotros sabéis que andáis bastante cerca de la villa de Aguas fuertes. Solo estáis a unas horas de corto viaje. El camino hasta allí se hace largo pero interesante al mismo tiempo. Cruzáis un pequeño valle llamado 'El Valle Gris' y es entonces cuando os acercáis a las puertas de la ciudad; Una gran puerta cruza bajo un alto muro y se abre a las calles de Aguas Fuertes. Varios guardias de aspecto aburrido montan guardia en la entrada. Uno de ellos parece que os ha visto y habla en voz queda a su compañero.
Un guardia de aspecto joven cruza una mirada con los aventureros que se acercan a las puertas. Su aspecto es joven, pero todo el mundo diría que ha debido de vivir incontables batallas a su espalda.
Parece que no ha debido de entrar gente a la ciudad durante varios días y quizá por eso se extrañe. Se tapa la boca disimuladamente y escucháis claremente un susurro.
-Buenas noches, queridos aventureros- Os da las buenas noches, y se queda en la misma posición sin apartar la mirada de vosotros. Aunque su gesto es algo frío, no pone ninguna resistencia para no dejaros pasar, por lo que podéis penetrar en el interior de Aguas Fuertes por vuestra cuenta, o podéis hacerle alguna pregunta si lo deseais.
¿Cojistéis algo del interior de aquel cofre?
En la espada detectas magia Querelar, por lo que sabes que es mágica. Hazme una tirada de saber arcano y ya te digo sus caract. Eso sí, la espada y todo lo demás es de un tamaño inferior al vuestro.
Querelar se detiene un momento para hablar con el joven hombre que tiene delante.
- Buenas noches, guardia de la ciudad. Es posible que haga poco tiempo viniera un hombre de cierta corpulencia, de nombre Valerio, no sabreís en dónde se hospeda, verdad?
Tirada: 1d20(+7)
Motivo: Saber Acano
Resultado: 3(+7)=10
En principio el material bélico que encontramos en el cofre lo llevamos, o lo llevo yo en todo caso... pregunta tonta, esta es una ciudad de medianos?
Es elfo, camina decidido hacia la puerta, dispuesto a entrar sin interrupciones. Cansado de caminar durante varios días, se limita a hacer una reverencia con la cabeza al guardia que les había saludado. Sus espadas resplandecen a la luz de la luna, y la cota de mallas de mithril, brillaría de igual manera si no estuviera manchada de la sangre de sus enemigos y la suya propia.
Minsk se dirige a la taberna más a la vista y una vez allí, empuja la puerta...
yo cogí el saco con viales
El guardia se queda pensativo durante unos instantes. -Mmm, lo siento. No me suena ese nombre por aquí. Hace.. esta mañana temprano, vinieron unos tipos por aquí. Eran cuatro, un mediano, y un humano junto a dos damas. No se cuales eran su propósitos pero no les he vuelto a ver. Cuando entréis en la Villa, veréis que está en construcción, fuimos atacados por una manada de fieros trasgos justo cuando vinieron esos heróes. Nos ayudaron a neutralizarlos y los trasgos huyeron, de los cadáveres no queda nada ya. No os preocupéis todo está en orden, podéis preguntar en el Bar del Amigo del Pescador, quizá allí encontréis algo de información-
Os hace un gesto de complicidad y os invita a que cruzés las puertas.
No, no es una ciudad de medianos xD. Hay de todo.
Sin perder tiempo os dirigís hacia el Bar que os indicó el guardia. Ya empieza a sufrir el hambre y el olor corporal. En todo caso seguís la ruta por la Villa que os conducirá hasta el punto que os indicó el mismo guardia.
No tardáis mas que unos diez minutos en llegar a un muro interior, más pequeño que las murallas que rodean Aguas Fuertes, separa el barrio del muelle norte del resto de la Villa. La puerta entre las dos zonas permanece abierta y sin guardia.
Cruzáis el muelle donde se puede apreciar varias mercancias de los comerciantes que harán negocios por aquí al lado del mar.
Unos sonidos raucos surgen del bar situado junto a la muralla oeste. La zona es mas ruda que la del Pichel Verde, pero al menos os podrán dar comida y quizá hospedaje. Sobre la puerta cuelga un gran cartel de madera con un grande pescado grabado:
"El Amigo del Pescador"
Está cerrada y se escucha mucho barullo en su interior. La puerta la abre el elfo y os llega un abrumador hedor a alcohol y el humo inunda esta taberna. Endurecidos estibadores y pescadores beben y se apuestan su paga. Ancianos marchitos beben su cerveza en silencio. Por lo general no es de muy buen ver esta taberna, pero parece ser que es la única que queda firme en la Villa. La posadera está en una mesa junto a tres personajes; un mediano con pelo rojizo y dos hembras, una de ellas es una elfa, quizá salvaje no la véis bien desde vuestra posición. También hay un trilero en la esquina que juega a juegos de azar, y parece que está teniendo mucho éxito..
He adelantado, a partir de aquí vosotros decidís. Hay varios taburetes libres enfrente de la barra.
Posadera:
Querelar, que entra tras el elfo, contempl la escena y poco a poco una sonrisa va aflorando en su rostro.
- Y de vuelta a la "civilización".- Aspira con uerza el hedor a alcohol, sudor y humo.- Se me ha despertado el apetito. Vayamos a ver que tienen en el puchero para ofrecer a un par de exhaustos viajeros. De paso nos iría bien preguntar por gente que pueda estar interesada en adquirir los libros que traemos, ya tngo ganas de deshacerme de ellos, y si puede ser por oro y plata, mucho mejor.
Tras eso el joven muchacho de tez oscura y rastas se encamina hacia uno de los taburetes libres de la barra a la espera de que les atiendan.
El elfo mira con indiferencia a los marinos que beben y apuestan como locos. En sus ojos se puede ver la repulsión que siente hacia ese grupo de borrachos y jugadores, corruptos por el alcohol.
¿Es que no se saben comportar?
Sentémonos Querelar, pero guarda todo el oro en tu mochila y guárdala a buen recaudo, no me fió de ésta gente... venga, veamos que se cuece en las cocinas
Minsk cruza la taberna decididamente, con el acero de sus armas luciendo a la luz de las antorchas, hasta alcanzar uno de los taburetes de la barra.
Señora, mi amigo y y estamos hambrientos y nos gustaría degustar algún buen plato de sus cocinas. El oro no es problema...
La posadera se encuentra en una mesa cercana a la barra. Cuando entráis esta deja una jarra de metal sobre la mesa que está atendiendo y se gira hacia vosotros con una sonrisa. Parece que estaba teniendo una conersación con un mediano de la misma mesa.
El mediano os mira detenidamente. A su lado hay dos mujeres bebiendo vino en una copa de metal.
La posadera os dice: -¿Qué os trae por aquí?-
Cita :
La señora de grandes pechos os informa del menú. -Pues solo tenemos sopa de ajo y una ración de ciervo querido. Desde que hubo toda esa guerra carecemos de ingredientes por aquí- Con los codos apoyados en la barra os sonríe. ¿Para beber?-
Dice cuando se separa para cojer dos copas de metal.
Postead en la nueva escena. A no ser que susurréis o cualquier cosa marcad a todos los que están en la escena.