Partida Rol por web

 Querelar asiente a Misnk.

 - Por todos los dioses Velerio, no rechazarás a estos dos clientes, hace semanas que mi esplada no descansa sobre un confortable lecho, a cubierto.- Sonríe el joven valletano.

Valerio entra nervioso y excitado al Mesón. -¡Tengo clientes para esta noche! No, no, no, pero si ni siquiera tengo... Comienza a registar la despensa haciendo inventario. Estoy en la ruina.. Chicos, no puedo dejaros que os quedéis aquí. ¡Necesito vuestra ayuda!-

No sabe de donde sacará las viandas, ni si será capaz de cocinar él solo para tanta gente, pero es una oportunidad que no puede desaprovechar. Así que se toma la confianza de pedir ayuda a los dos aventureros.

-Me hace falta unas buenas botellas de vino. Hay un viejo ermitaño que vive a una hora de aquí. ¿Pódeis hacerme el favor de ir a su cabaña? Necesito un buen vino, y me han dicho que ese hombre tiene el mejor vino de todo Faerún...- El hombre sigue registrando por la despensa confiado en que le ayudaréis.

Por mi parte te ayudaré, pero, por lo menos déjenos dormir en su casa... Necesitaremos algo de dinero, para pagar al ermitaño, dice minsk mientras rabusca en su mochila, ¿que quería ese haombre?

-Os dejaré dormir en el sótano si convenceís al viejo de que os venda algo de vino. Suele ser muy hogareño el anciano..

Se le sigue viendo muy nervioso, y no para de sacar productos alimenticios de la despensa.-Ese hombre que acaba de entrar, era un guerrero de Everlun. Ha dicho que va a venir a cenar también con el Conde de la ciudad, para hablar de nosequé gaitas, querían un lugar tranquilo para conversar sus abusurdas conversaciones.. Dice divertido el hombre. Por favor, tenéis que ayudarme. Yo no puedo daros dinero. No tengo mas que lo que véis, por favor ayudadme y os recompensaré con algo de dinero de lo que gane esta noche..-

Tras haber sacado un montón de comida cierra la puerta del armario de la despensa y espera expectante vuestra confirmación.

Por mi parte estoy dispuesto a conseguirte algo de vino tabernero, pero a cambio de una buena cena, y unas mantas para dormir, a demás de una pequeña parte de lo que sacarás en ésta reunión ¿ y tu querelar?

 Querelar asuiente.

 - No deseo nada más, después de tnatos días durmiendo al raso... y pasando hambre.

-Muy bien, muchas gracias, pues no perdamos más tiempo. Vosotros tenéis que ir unos metros hacie el Oeste, seguid por el sendero el cual os desviastéis aquí ¿de acuerdo?. No tiene perdida..y yo tengo que preparar un banquete para cuarenta personas- Al pobre Valerio se le caen unos cuantos cacharros de cocina que se los había apilado uno encima del otro para entrarlos a la cocina.

-Jejeje, los nervios... Por cierto, ¡el ermitaño se llama Alaren! y venid antes del anochecer. No puedo servir la cena si un gran vino..- El hombre, siempre suele ser divertido a pesar de que no se ande por las ramas. Desde detrás de la barra y tras haberos indicado el camino adecuadamente se despide de vosotros.