Hima, con rostro oculto tras una capucha tuvo que sostener con sus brazos a un nervioso Heian. Al enterarse del fallecimiento de Marpilla las lágrimas del hermano de Hima indicaban lo mucho que se conocían y se querían. Pero por muchas lágrimas que derramara no iban traer de vuelta a la pequeña.
Mientras Miyanuviel trataba las heridas de Aslan, tuvo inminentes recuerdos que vivió junto a la gnoma. Al escuchar a Heian llorar de aquella manera, en cierto modo sus lágrimas también queradon relfejadas en ella.
Cuando los ánimos quedaron por los suelos, y el Sol empezaba a nacer, Hima pudo ver un pequeño haz de luz de esperanza en el horizonte. Heian, quedó sentado tras una esquina de uno de los barracones que habían en aquel campamento, con las brazos cogiéndose de las rodillas.
Hima carraspeó y se acuclilló frente a Heian, pasando la mirada por todos los presentes y terminando en los ojos de Methgar.
-No quiero veros desanimados, ¿de acuerdo? No conocía lo suficiente a esa pequeña, pero según se dice hay unas cenizas que traen a las personas que han muerto a la vida, ¿no es así? Por mi parte creo que valdrá la pena arriesgarse y vivir la aventura.-
(Por si hay alguna duda, el que habla es Hima. No Heian)
Querelar estaba silencioso, de forma perceptiblemente cerda de Leia, apoyado en la pared del barracón, con los brazos cruzados sobre el pecho. Se sentía cansado, canado y herido... cansado, herido y sucio. Su cuerpo estaba fatigado de tantos enfrentamientos continuos y de haber logrado tan poco.
Pero no tan solo su cuerpo estaba fatigado, también su alma, el fallecimiento de Marpilla le indicaban, de forma enésima, que bien poco había de cierto en las canciones de los juglares que en su día le impulsaron a echarse al camino de la aventura.
Al ver salir el sol, cerró los ojos y dejó que este bañara su rostro de tez oscura, sintiendo su cálida caricia. La voz del tal Hima le hizo regresar del refugio en su interior en el que se había evadido.
- Ciertamente, resta mucho por hacer. Hay quien nos está esperando. Y hay a quien encontrar. Esa zorra de Fiura tiene mucho por lo que responder.
Poco a poco el cansancio de tan larga y estresante jornada se va apoderando de Mehtgar la cual, tras dejar a Aslan en manos de Miya, toma asiento en un lugar cercano dispuesta a reponer fuerzas. Sin apenas moverse, se dedica a observar la actividad de los demás hasta que las lágrimas de Miya y Heian la impulsan a levantarse de nuevo y acercarse a ellos en un intento de confortarles.
Hima tiene razón... no todo está perdido aún contesta con un deje de tristeza en la voz aún tenemos una oportunidad de traer a Marpilla de vuelta continúa mientras se sitúa junto a Hima y le pone una mano en el hombro como muestra de apoyo y no la desaprovecharemos termina con convicción
Si las lágrimas tuvieran el don de sanar... soñaba mientras las mías propias a duras penas me dejaban ver con claridad las curas que, ya por costumbre, podría hacer incluso con los ojos cerrados.
De reojo miraba el cuerpo sin vida de Marpilla, la única amiga que realmente he tenido fuera de mi pueblo, de mi hogar, y el llanto de alguien cerca de mi hizo saltar una pequeña chispita de esperanza. Me giré para ver que sí era él, Heian estaba vivo.
Me levanté de un salto a pesar de las heridas que adornaban mi cuerpo y me abalancé sobre el jóven elfo:
- ¡Estás vivo! ¡Cuánto me alegro! No todo son malas noticias al fin y al cabo... - exclamé abrazándolo con fuerza, casi tirándolo a la hierba a causa del choque. Y me quedé abrazada a él como si fuera mi padre y yo tan solo una niña que ha sido encontrada tras perderse en el bosque, como se abraza a alguien a quien piensas que no volverás a ver con vida.
Y la voz a nuestro lado de Hima calmó un poco mis sentimientos y pude por un momento dejar de llorar, ya fuera tanto de pena como de alegría. Tiene razón, hemos llegado hasta aquí siguiendo esas cenizas, y si existen quiero encontrarlas y devolver la vida a Marpilla, porque ella habría intentado hacer lo mismo por mi...
- Vale la pena intentarlo. - respondo intentando sonreír con nefasto resultado, pero sin despegarme del abrazo de Heian.
Y tras un momento de silencio viene a mi mente el recuerdo de aquel por quien abandoné mi hogar. Óskar... ¿seguirás vivo? ¿Tú también vas en busca de esas cenizas?
No os olvidéis del viejo Curuvar...digo un tanto melancólico.EN todo caso hemos de conseguir las cenizas antes de que caiga en las manos equivocadas.
En todo caso,hacerse con las cenizas sagradas no va a ser nada fácil,espero que no tengamos,ninguno de nosostros el mismo destino que Marpilla.Nunca se sabe...
Comienzo andar,mientras me fabrico un cigarro,el cual me fumo lentamente.Su olor es agradable.Acompaño la fumada con una canción:
Lo lolo lololloló
El camino no se acabó
la lala lalallalá
tu sonrisa me anima a cantar
li lili lilillilí
que pena que te perdí,
le lele lelellelé
no pararé hasta conseguirte...
el silencio que había hecho Gárret fue solo la calma antes de la tempestad, acompañando a Leia con Marpilla en sus brazos, perdiendo de nuevo a un ser inocente y muy querido.
FIUUUURAAAAAAAAAAAAAAAA! Grita descorazonado el mediano, con una voz que no parece salida de alguien tan pequeño.
Luego sus pasos pesados se acercan a Racalín a quien coge del cuello de su ropaje
TU! DEJA DE CANTAR PORQUE ES TU CULPA QUE ELLA ESTÉ MUERTA! Estampa a su compañero de raza contar el árbol más cercano. La rabia en sus ojos está escasamente contenida...
Por qué diantres se separaron!? Esa apertura en nuestros flancos nos volvió dos grupos débiles en lugar de un solo puño contra Lhaeo!
Para lo que me sirvió, ese malnacido no sabía nada de mi hermana... y ahora por vengar la memoria de una tendré que llevar el duelo de la otra! El mediano golpea con fuerza el tronco de otro árbol cercano.
La mirada del pequeño guerrero se suaviza ante Querelar y Miyanuviel. Valletano, se que nuestros métodos son muy diferentes, pero no podrás enfrentarte a esa perra solo, cuentas con mi acero y escucharé tu plan de ataque, y a diferencia de OTROS, yo lo obedeceré al pie de la letra.
Miya... si te es posible... conserva el cuerpo de mi querida gnoma, verla podrirse como una rata sería el insulto último a alguien que a través de su inocencia me hizo olvidar el dolor de perder a mi hermana, por un tiempo...
Aunque alegre por ver que Heian seguía vivo tras de mi pude notar la rabia de Gárret por lo sucedido y un nudo se quedó atravesado en mi garganta. Marpilla no era solamente importante para mi... pensé entristecida sin soltar al jóven elfo que me había dado un poquito de esperanza entre tanta amargura.
Y cuando el mediano, frustrado, se dirigió a mi, no pude sino mirarle a los ojos con lágrimas asomando de ellos:
- Haré cuanto esté en mi mano por ver a Marpilla sonriendo otra vez. Y lo haré tanto por ella, como por ti, como por mi misma.
Amanecía.
El tiempo corría sin el menor respeto para aquellos que dependían de el. En el este empezaron a formarse los albores de las primeras tinieblas, prestas a ocuparlo todo. Fascinante espectáculo, pero aterrador al mismo tiempo, pues anunciaba la llegada de algo maligno. Al oeste quebró el cielo, y entre negruras opacas y nubes pasajeras asomaron los postreros rayos de un sol poniente.
Y de repente, la atención de todo cuanto había alrededor se centró en la aparición del contorno de una silueta femenina y fantásmagorica entre la espesura niebla. A aquella silueta le acompañó un estruendo rugido familiar proveniente del cielo tibio. Era muy similar al de aquellas criaturas voladoras.
¿Qué o quién sería aquella silueta? ¿Ayudaría a nuestros valientes guerreros?
~Fin de La Leyenda~
Continuará...