Partida Rol por web

Por suerte para mi Faerhart ofrece al principio toda su desgana y no es algo fingido ni forzado, sino simplemente el aburrimiento habitual que le provoca un baño higiénico. Había probado numerosas veces a meterle en el agua solo para jugar y después asearlo, pero en cuanto el momento de jugar se terminaba y había que comenzar el tedio del aseo sus orejas caían en desgana, sus ojos se volvían vidriosos prefiriendo imaginar otros lugares, lejanos, y todo su cuerpo parecía un muñeco que se dejase mover aquí y allá. Como me esperaba no había sospechado nada así que el aspecto era similar al que podía ofrecer en el baño de casa. Aunque se que se estaba esforzando en parecer aburrido con el baño de forma inconsciente estaba más atento a lo que teníamos al rededor, incluso sus ojos hacían pasadas rápidas para intentar descubrir lo ignorado.

Terminando el canturreo sonrío satisfecha con el resultado, bueno no es que me hayas dejado limpiarte a fondo, pero al menos podrás irte a dormir con las escamas algo mas brillantes. Con cuidado le deposito en la orilla y me lavo las manos otra vez antes de salir ni se te ocurra ir ahora a rebozarte como un perro en el barro. Dándome impulso con los brazos y las alas salgo del agua y piso suavemente el césped. Todavía estoy algo alejada de mis pertenencias cuando el viento se repite y golpea de nuevo en mi rostro. Desde la primera vez que escuche el sonido y percibí ese viento frío no había vuelto a sumergir la cara así que la piel estaba seca, el viento no me parecía tan fresco como antes, pero igual de intenso, era el mismo y esta vez las lejanas palabras se hicieron mas comprensibles. Una figura titilante se recortaba contra la oscuridad de la noche.

Retrocedí hasta colocarme justo al lado de Faer, las cosas no eran importantes, ni siquiera me preocupaba mi desnudez, en un entorno como el que estaba lo principal era la seguridad y estar atentan a lo que le pudiese pasar a mi cachorro.

Cita:

Su gemido se repetía en mi mente intentando encontrar respuestas, pero mis ojos no podían dejar de apartarse del rostro de la criatura que avanzaba hacia nuestra posición. Era una cara llena de dolor y de sufrimiento, como si la disparidad entre cada parte de su cuerpo fuese una mala fusión mágica que provocaba dolores insufribles. No sabia que debía responder o decir ante un ser como ese, así que opte por permanecer atenta y con los músculos en tensión mientras las gotas de mi cuerpo iban menguando debido al viento. Faer no hagas movimientos bruscos, no se que puede querer algo como eso.

Me quedo en la orilla, esperando a Ivy mientras ella se dirige a coger sus ropajes y su armadura tan brillante. Mientras espero, mis ojos se estrechan por los alrededores. Seguro que hay alguien por aquí, pero ni mi olfato ni mis otros sentidos deciden ayudarme esta vez.

Aún con la canción pegadiza de mami en mi mente, empiezo a canturrear para mis adentros el ritmo mas pegadizo. Al mismo tiempo mi larga cola se pasea por el agua haciendo extraños dibujos. Mami tarda demasiado, así que decido echar una mirada hacia tras para ver como va. Al verla aún en el mismo estado con el que vino al mundo, mis ojos se abren más. -¿Pero aún no te has vestido..?- Pregunto asombrado al verla desnuda, mas que nada por que deseo marcharme ya de aquí. En ese instante, una imagen traslúcida aparece ante Ivy. Mi acto reflejo es salir del agua, dar un gruñido y colocarme delante de Ivy al vuelo. Mis dientes mas afilados, salen a la luz en acto intimidatorio. -No te atrevas a acercarte ni un paso mas a ella..-

Las garras están clavadas en tierra, mis ojos no se separan de la imagen aparecida, y no tengo ni idea de que es esa cosa, pero de momento no me gusta nada.

La criatura alada, sonríe al ver el atrevimiento del pequeño dragón. Se cruza de brazos.

-AjajajA- Ríe jocoso.

-Hay mucha valentía en tí, pequeño reptil. De eso no hay duda. Sus ojos cambian hacia el Hada, pero se mantiene en la misma posición. Y vos Srta. será mejor que se tape si quiere descubrir el último enigma de Ujaset. Sólo será una pequeña e insignificante adivinanza..-

Su voz suena tranquila y muy plácida.

Parece ser que mi advertencia no ha calado en la mente del pequeño dragón que se abalanza a tomar una posición defensiva delante de su mami adoptiva. Por la tensión de su cuerpo puedo intuir que no le gusta nada la criatura lo que hace que me fije más en ella. Poco a poco me agacho en cuclillas hasta quedar a la altura de Faer, con cuidado coloco la palma de mi mano relajada en su espalda para indicarle que se relaje, lo que sea que esta hablando con nosotros no parece agresivo, al menos de momento y no se cómo se puede tomar nuestras acciones algo impulsivas. Sin decir nada acepto sus risas y con cuidados movimientos me dirijo hacia mis pertenencias.

Coloco mis prendas algo más limpias que antes del baño pero sin estar todavia como nuevas, al menos se que ya no tengo pegotes resecos de sangre por todo el cuello y la herida que todavia no ha cicatrizado del todo ha quedado limpia para impedir infecciones molestas. Mientras mis dedos se afanan por apretar las correas de la armadura no dejo de mirar a la bestia. Eres muy amable por dejarme coger mis cosas. La verdad es que si pretende atacarnos al menos ha tenido el detalle de dejarnos una pequeña oportunidad de defendernos, por su tamaño la fuerza de las patas y esas potentes garras no estoy segura de que durásemos mucho. La posibilidad de huir volando quedaba anulada en el momento que uno se diese cuenta de las potentes alas que surgían de su espalda. Lo mas curioso era ese rostro de hombre insertado en todo ese amasijo de cuerpos, ya no parecía tan preocupado así que cargue con todo el equipo y regresé a mi posición inicial.

¿Vos sois Ujaset? sonaba algo estúpida la pregunta pero necesitaba un poco de tiempo para reunir la información que las canciones pudiesen darme de una criatura como esta. No sabia que tipo de adivinanza tendríamos que resolver, ni porque razón debíamos hacerlo, pero no me apetecía nada cambiar el estado de animo de la criatura, ahora parecía relajado y debía permanecer así. Siento si hemos traspasado su territorio, pero nos dijeron que podríamos bañarnos aquí sin problema. La verdad es que tenemos que regresar cuanto antes nos están esperando. Intento pronunciar la ultima frase sin que suene muy cortante, no al menos con la urgencia que yo necesito salir de allí. Simplemente intento darle algo de conversación y disculparme por si he invadido su terreno, se que hay muchos animales que se ofenden por ello, pero pocos te proponen una adivinanza eso lo tengo claro.

Me mantenía en tensión, mirando fijamente a esa criatura alada. La tensión era tanta, que se podría cortar con una navaja. De momento tan solo era una simple cría de dragón, pero las habilidades que me ha enseñado mami y algunas otras que he podido observar de grandes guerreros, han echo que pueda usar mi cola o mis garras como un paladín hace con su espada.

De mi boca podría salir un ligero hielo capaz de congelar el metal mas resistente o de convertir en un placa de hielo al caballero mas valiente.

Ivy puede notar por la palma de su mano como me voy calmando poco a poco al notar su contacto. Al saber que solo quiere mantener la calma y largarse de aquí como yo, levanto las garras del suelo y dejo mis colmillos mas largos por fuera para advertir al grandullón que no duraré en atacarle si hace algo que no me gusta.

Ujaset, no se esperaba una respuesta menos contundente.

-¿Mi territorio? Oh, no no, os equivocáis Srta. Esta pasada noche he sido asesinando por unos kobolds. Hace una breve pausa para ver las caras que se os quedan. De acuerdo, admito que es bastante humillante haber sido asesinando por kobolds, pero eran muchos, y guiados por un hechicero. Y me tendieron una emboscada mientras dormitaba. De acuerdo, aún así es humillante, lo sé. Dejemos el tema-

-Si acertáis mi adivinanza, os ofreceré riquezas. Aunque entiendo que os queráis marchar. Oh, olvidadlo.. seguro que tenéis mas cosas importantes que hacer..-

No dice nada más. Y su silueta ya tiende a darse la vuelta para irse, y no se detendrá a no ser que le digáis algo.

La tensión que se ha creado por parte de todos no desaparece con la risa de Ujaset, es más me inquieta poco a poco, Faer sigue prestándole una atención celosa lo cual hace peligrar aun más nuestra situación, si el cachorro de dragón decidiese atacar de improviso por un movimiento erróneo por parte de esa criatura las posibilidades de esquivarlo sin entablar un combate a muerte se esfumarían en el aire. Su triste historia me conmueve, sólo es una criatura perdida que necesita hablar con alguien, su muerte ha sido un episodio humillante para él pero aun así lo ha compartido con nosotros, incluso se levanta y comienza a girar su cuerpo para marcharse.

Rápidamente doy unos pasos hacia él con la mano extendida en su dirección No espera, no te vayas. ahora comprendo porque su rostro mostraba tanta tristeza y dolor, no era por la extraña fusión de cuerpos, sino por su estado. Miro por encima del hombro unos segundos a Faerhart y asiento con la cabeza, espero que haya comprendido que de momento no encarna ningún peligro para nosotros. Tu historia es muy triste, no debes sentirte humillado por haber caído frente a unos Kobolds, son seres horribles y muchas veces se mueven en grandes manadas, pero sin duda si te han vencido no ha sido por eso, sino por el hechicero que les guiaba, y caer ante un hechicero no es humillante, los mas fieros y valientes guerreros muchas veces tiemblan ante la presencia de un mago. Al acercarme unos pasos he quedado mas cerca de su figura traslucida, en vida debió ser una criatura imponente en tamaño y fuerza, realmente tuvo que ser un combate muy duro para haber caído frente a unos Kobolds.

Me retiro los pasos que he avanzado y me siento junto al dragoncillo para que este más tranquilo. Me encanta jugar a las adivinanzas y creo que podemos quedarnos un rato a probar suerte. Se que he pasado se ser una criatura callada y esquiva a una parlanchina sin remedio que parece no querer callarse en ningún momento, pero es lo bueno de que me ofrezca confianza. Mordiéndome un poco el labio antes de preguntar suelto la duda que salta en mi mente impidiendo que me centre. Puedo preguntarte ¿como es posible que estando muerto sigas paseando por aquí? Espero no haber sido muy descortés con mi pregunta pero en ese momento la sombra de la duda me asalta, quizás no este muerto, a lo mejor solo es un truco de ese hechicero para emboscarnos o peor una de esas brujas que toman a su antojo cualquier forma. Deja de ser tan temerosa Ivy, solo es una pobre esfinge que quiere hablar un rato y además ha dicho que tiene tesoros.

Sonrío de forma amistosa y espero que se tumbe con nosotros a proponernos su adivinanza o a charlar un rato tranquilamente.

Ujaset, vuelve a girarse y escucha atentamente tus disculpas. -Sí, estoy muerto. Bueno, bastante muerto al menos. Soy un fantasma, creo. No, no quiero hablar de ello, ni que se siente, ni como es. ¿Vosotros queréis hablar sobre como son vuestras cortas vidas?. No creo que os haga mucha gracia-

La criatura mágica toca tierra y se queda en la misma posición, a unos tres metros. Parece que no acepta sentarse con vosotros.

Sonríe y dice -El enigma es este: "¿Qué es mitad dragón, pero no tiene la fuerza de una sierpe?. ¿Qué es mitad canino, pero no tiene el tamaño de un perro?. ¿Qué se compone de dos mitades, pero sólo tiene media para sostenerse?."-

Se cruza de brazos al veros algo confusos, pero no despega esa sonrisa de su rostro. -Os dejo algo de tiempo pero solo una oportunidad, quizá dos. Ya he perdido demasiado tiempo..- Cuando finaliza sus últimas palabras es como si un reloj de arena empezara a cronometrar.

Al oírlo, me puse a temblar ligeramente. Intenté asomarme -al vuelo- por delante suya y muy despacito pero el gesto de tranquilidad de mami me hizo comprender que no iba de mala esa criatura y que ella iba a ser la que iba a tomar la iniciativa.

Me parecía muy malo y grande. Y tenía cara de poco amigos. Pero eso se iba borrando a medida de que la esfinge se había decidido hablar. A mi la adivinanza no me importaba lo mas mínimo, estaba conociendo a una nueva criatura y eso me atría más.

-¿Qué te pasa leoncito?. ¿Tienes hambre?. ¿Tienes frío?. Si vinieras con nosotros te sentírias feliz. Por que yo asusto a la gente, soy bajito, escamoso y gris...-

Sentado en una posición como cualquier humano podría sentarse, asomo la mirada por el rabillo del ojo hacia mami para ver si de momento me estoy comportanto bien.

Después de mostrarme tan simpática y mucho más relajada me sorprende el sentido altanero que tiene la criatura, para estar muerto conserva unos malos hábitos de su vida. Y aunque yo se pocas cosas de él por sus pocas palabras he podido descubrir que él sabe muchas menos de las hadas, porque sino nadie le preguntaría a un hada si su vida es corta, simplemente sabría que no podemos morir que somos un ciclo de energía que se repite cuando encontramos el cuerpo adecuado para incubar. Acepto un poco molesta su discursito a cerca de lo que es estar vivo o no y su separación, pero atiendo perfectamente a sus palabras cuando me formula la adivinanza. En cuanto me doy cuenta de que empieza a contabilizar el tiempo que tardamos en adivinarla soy consciente del grave error que he cometido, se que nos ha prometido riquezas si lo adivinamos, pero si no lo hacemos no se que puede pasar. A pesar de que su cuerpo se vea traslucido esas garras no dejan de preocuparme y el tamaño corpulento que tiene empiezan a ponerme nerviosa.

El pequeño dragoncillo sentado parece estar mucho más relajado, lo cual precipita sus palabras hacia el exterior en un conjunto bastante desagradable para el oyente, o al menos eso creo yo. Cuando sus ojos se posan en los míos esperando mi aprobación no puedo evitar menear la cabeza en señal de negación, pero suavemente. Faer pequeño, no creo que le importe mucho si tiene hambre y frío, ya te ha dicho que esta muerto. Sonrío de medio lado esperando que comprenda lo poco adecuadas que han sido sus preguntas, Ujaset parece amistoso, pero no quiero probar su lado no amistoso. Remuevo la tierra con un dedo pensando mientras espero que mi mente se ponga en funcionamiento para localizar una criatura como la que ha descrito.

Me acerco a Faerhart un poco más y frunzo el ceño, vamos ayúdame a pensar, tiene medio cuerpo de dragón así que deberías saber que es, y sino pues me susurras tu idea al oído para no gastar oportunidades.

Siniestras dudas plagaron mi mente: ¿Y si no estabámos preparados todavía para llevar a cabo semejante prueba? ¿Y si nos estaba engañando?. Temeroso de que la criatura mágica fuera consciente de todos aquellos pensamientos, los borré raudo de mi cabeza y canturreé de pronto aquella canción que Ivy cantó para disimular.

Entonces las líneas que componían la silueta mágica se iluminaron cada vez más, emitiendo una aureola benigna y blanquecina. Fue como si un reguero de agua luminosa se vertiera por el cuerpo de león y profundizase en los hondos poros. La luz bañó el rostro congestionado de la esfinge y la presión que sentía se multiplicó por mil. Se notaba que era una criatura muy impaciente.

-Pues no lo sé. Pero miralé, parece impaciente..-

Dejo de canturrear, para susurrar unas palabras a mami, que ella si que parece de llena metida en el juego. -Te recuerdo que tú me encontraste y no he visto mas criaturas que tú mami. A mi no me interesa este juego, dejemoslé que se vaya. Doy un soplido y me cruzo de brazos, dando a entender que esto me está aburriendo y me parece mas interesante los portales mágicos, princesas malas, y gente en peligro. Ehhh, ya sé, preguntalé si tiene miedo a alguna criatura..-

Como si hubiera dado en el clavo, le hago un gesto con la cabeza a Ivy para que diga algo a la esfinge -que está a unos metros mas allá-.

Parece que mi pequeño cachorro esta mucho más atento al extraño ser que tenemos ante nosotros que ha pensar en la respuesta de la adivinanza, aunque tiene razón en una cosa, soy de las pocas criaturas que ha conocido a lo largo de su corta existencia. Es una pena que los dragones no tenga la capacidad de ser sabios desde el nacimiento me ahorraría horas de explicaciones. Aprovecho el sistema de susurros para comunicarme con él y que la esfinge no pueda acusarnos de gastar oportunidades. si, a mi tampoco me parece el juego tan divertido como esperaba pero no creo que debamos dejarle ir, es más creo que si no lo adivinamos será Ujaset el que no nos deje marchar, pero lo del enemigo tiene cierta lógica caótica que puede resultar.

Trenzando uno de los mechones de mi pelo me decido a preguntarle por ese temor infantil y ver si me responde. No has dicho que no podamos preguntarte cosas, así que dime ¿tu raza tiene algún tipo de enemigo natural o ancestral? Mis ojos chispean entre emocionados e indecisos, no estoy segura de que vaya a responder, pero las preguntas no formaban parte de sus normas, debería haberlo pensado antes. Mientras espero una respuesta por su parte repaso mentalmente sus palabras para ver si logro dar con el nombre de esa criatura. Con un pequeño palo que encuentro al alcance de la mano comienzo a dibujar la criatura que me ha descrito esperando que su dibujo me ilumine o al menos que le sirva como respuesta, tampoco aclaró que deberíamos responder con palabras, un dibujo puede bastar ¿o no?.

Ujaset se mantiene de barazos cruzados, intentando averiguar lo que están susurrando las dos pequeñas criaturas. -Vaya, es un hada. ¿Qué pretendo sacar yo de un Hada?. Ni siquiera podría enfrentarse a un simple Kobold, pero ¿y el otro?, es un Dragón de Plata.. bah, creo que no me sirven-

La esfinge comienza a abrir la boca tras la pregunta de Ivy, al principio abre los ojos como si hubieráis dando en el clavo, pero de pronto carraspea e intenta poner una de sus peores caras. -¡Mentecatos! ¡Yo no tengo piedad con los débiles de espíritu!. Ahora escuchad atentamente, mortales, si valoráis vuestras vidas. Para reparar esta ofensa que me habéis provocado, ¡exijo una compensación!. Deberéis ir a mi refugio muy lejos de aquí, y allí encontrareis y destruiréis a los despreciables kobolds que lo infestan. ¡Hacedlo o destruiré vuestras mentes por el terror y atormentaré vuestras almas por el resto de vuestros días!-

La extraña presencia mira hacia ambos lados, como si estuviera algo asustada. -¿Les habré dado miedo?, mejor me voy antes de que me hagan daño..-. Sin más, la silueta tráslucida empieza a verse difuminada hasta que desaparece por completo, provocando un fuerte viente que mece violentamente la cuna de las árboles.

Cuando esa criatura decide alzar la voz, no tardo en ponerme en posición defensiva. Veo a Ivy a mi lado, y la noto aparentemente tranquila, por lo que no me moveré de ahí si ella no se dispone a luchar también.

-¿Estás preparada?- Digo volviendo a fijar la mirada en la esfinge. Comienzo a abrir mis alas con forme van surgiendo las palabras de Ujaset. Pero de pronto empieza a traslucirse y desaparece por completo dejando a su paso un viento ensordecedor, era tan irritante que me obligaba a cerrar los ojos para poder resistirlo. No pasa mucho tiempo cuando el viento cesa y no hay ni rastro de la criatura.

Examino el cuerpo del hada, para asegurarme de que está de una pieza. -Vaya, al fin se ha ido. ¿Crees que lo decía en serio?, lo de destruir nuestras almas y eso.. Doy un par de pasos, adelantándome a Ivy para examinar los alrededores y asegurarme de que no está. Vuelvo sobre ellos para encontrarme con esos profundos y oscuros ojos de mami.. al menos simpre podremos presumir de los dos aventureros que no resolvieron el enigma de Ujaset..-

Una fuerte sacudida de viento sacude mis largos mechones de pelo envolviéndome en ellos y negándome la visión durante unos segundos. Mientras me afano en despejarme el rostro de cabellos un ligero temblor comienza a sacudir mi cuerpo, poco a poco se va volviendo más intenso hasta que unas carcajadas incontenibles hacen que me doble sobre mi misma. Cuando por fin puedo tomar aire intento tranquilizarme, los ojos curiosos de Faer se que me observan preguntándose que extraña cosa me habrá hecho tanta gracia.

¿No te has fijado en su cara? jajaja pobrecito jajaja no sabia como pedírnoslo y ha montado todo esto... me levanto aun tambaleante por el ataque de risa. Creo que el acertijo era una simple escusa para pedirnos ayuda, le faltan modales, pero la verdad es que ha sido muy original jaja con todo eso de la muerte y los tormentos... Me sacudo el polvo de los pantalones y recojo mis cosas. Una vez lista para poder partir en cualquier dirección me paro a pensar detenidamente qué dirección vamos a tomar. ¿que te apetece hacer ahora?

Por un lado está ese extraño portal por el que hemos llegado hasta aquí, al otro lado nos esperan unas horribles brujas que quieren robarme a mi pequeño y nuestras dos nuevas amigas, todavia no se que ha sido de ellas, solo espero que hayan podido escapar o que el misterioso señor roca haya podido llegar a tiempo para ayudarlas. Y ahora tenemos la posibilidad de desinfectar una cueva llena de kobolds y un brujo para ayudar a un leoncillo temeroso. Ya que hemos superado su acertijo deberíamos ir a cobrar el tesoro prometido ¿no crees?

-Pues a mi me ha parecido que decía la verdad- Como si me encojiera de hombros vuelvo a echar una mirada hacia la parte trasera, justo donde antes se encontraba la imagan tráslucida de esa criatura con cuerpo de león.

Al volverme, aún me encuentro con esa ataque de risa loca que le ha entrado a mami y me contagia verla reir. -¡Pero si no lo hemos acertado!. Digo alzando la voz al tiempo que golpeo mi frente con una de mis garras, negando con la cabeza como si Ivy no tuviera remedio. Además, estaba chiflado- Vuelvo a echar a reir de buena gana.

-Creo que deberiamos irnos ya. Luna y Sylvia me preocupan..-

Levanto el vuelo y, me preparo para volar y sortear a los habitantes de este lugar hasta llegar al portal.

Tras acomodaros bajo las aguas brillantes de la cascada de este lugar y jugar un rato sobre ellas, todo indicaba que iba a ser perfecto el descanso y el baño. Sin embargo se os apareció una criatura extravagante para vuestros ojos, quizá aguandoos el baño. En cualquier caso la humilde criatura desapareció no sabiendo muy bien cual eran del todo sus intenciones.

Quizá solo era una criatura que vaga por el mundo intentando asustar a los aventureros, pero solo eso.

Tras convenceros de que esa criatura no estaba del todo puesta, os encarrilásteis en tomar la siguiente decisión y, parece que la mas sensato es volver sobre vuestros pasos. Así pues sorteáis a las numerosas criaturas que habitan en este lugar para volver al portal secreto.

Os introducís y sentís la ya conocida sensación de particulas mágicas como intentan colarse por vuestros poros y escamas, dando un ligero cosquilleo por todo el cuerpo.