No detectas ningún dispositivo de trampa.
Pues no hay trampas,puedes abrir la puerta si quieres,aunque yo...
DIgo mientras me acerco a Caesar.
No voy a seguir con esta mazmorra,tengo ganas de hablar con Curuvar...
Sebastian se queda con ganas de ver lo que guarda la puerta. Pero no es quien para tomar decisiones de un grupo ya formado. -De acuerdo. Poco a poco se va separando de la puerta y se coloca junto al mediano y los demás. ¿También conocéis a Curuvar?, pues entonces será mejor que marchemos. Digamos que no es el tipo de hombre que le gusta que le hagan esperar..-
Sonríe y se queda a la espera de que alguno de ellos tome la avanzadilla.
Inmediatamente,Racalín se apresura hacia la salida,aunque siempre en alerta,con su arco en las manos.
Una pena no tener tiempo para investigar más... ya volveremos en otro momento, seguro que hay cosas interesantes. Además aún hay que averiguar cómo unos trasgos tienen discos de teletransporte... no? dice en voz baja mientras sigue a Racalin con los sentidos alerta
SI,pero a lo mejor CUruvar,puede explicarnos algo al respecto...
Le contesto a Metghar,a medida que vamos avanzando hacia la salida de la mazmorra.
QUién sabe,quizá debamos volver,a esta mazmorra...
Continúo diciendo,aunque en un estado de alerta constante.
eligo 10,para avistar,escuchar,moverme sigiolsamente,buscar trampas...
-Está bien, vayámonos.-digo, al tiempo que me dirijo hacia las escaleras.
Necesitamos descansar, estaré mucho más cómoda cuando sienta que puedo volver a usar mis conjuros.
-¿Así que conocéis a Curuvar? -pregunto a Sebastian, parándome antes de bajar el primer escalón al escucharle- Podríais contarnos cómo le conocisteis y qué más sabéis sobre él; sería una conversación interesante mientras salimos de aquí.
El hechicero lleva con no poco trabajo el Tottem y sin embargo se le ve sonriente y seguro, su fiel compañero también permanece tranquilo en su hombro. Pues mejor darnos prisa, me quede con las ganas de descansar como la gente, ya hace hambre.
Dice acelerando el paso.
Sebastian se espera el último para abandonar la sala de la fuente, justo al llegar al primer escalón, Sejmet se detiene y formula una pregunta que abre conversación de camino hacia la Villa. -Eh bueno, le conocí hace algún tiempo ya. Cuando era pequeño solía escaparme de la Torre donde vivo con mi padre y madre, él fué quién me enseñó a combatir, a combatir a espada y flecha y a combatir el miedo. En fin, me temo que con él he pasado la mayor parte de mi vida. No os fieís mucho de su carácter suele mostrarse muy suspicaz con los extraños y obstinadamente silencioso, pero ya digo que no os fieís. Y le suele gustar mucho la frase de.. "por el conjuro pérdido de Mystra"..-
Sebastian, mientras baja las escaleras al lado de la humana, intenta imitar la voz que posee el anciano al citar esas últimas palabras y después ríe como un joven de quince años.
Bajáis las escaleras, y cruzáis por el pasillo, el cual derrotásteis a esos putrefactos zombies. El olor es nauseabundo aquí.
Rápidamente y sin mero esfuerzo salis de esta tumba encerrada bajo la superficie. Al salir, notáis y agradecéis el aire, el olor de las plantas, la hierba, los pinos. Volveís a superar otra prueba más como grupo de aventureros.