La gente de la aldea no te ve como uno más de ellos. Sienten pena y son piadosos con tu situación, obligado a mendigar para poder seguir comiendo, por lo que de vez en cuando te dan alguna moneda o te alimentan como buenos samaritanos. Te ven como una persona amable y simpática, que se dedica a sus rezos, pidiendo a Dios una vida mejor.
Lo que nadie sabe es que nada de eso es suficiente. El hambre y las enfermedades están llamando a tu puerta, tu situación es cada vez más desesperada. Tu alimentación es paupérrima, por mucho que de vez en cuando un aldeano amable te de un mendrugo de pan mohoso, o consigas algunas sobras de la taberna.
Tu mirada carente de esperanza se dirige entonces al cementerio. Sabes que no está bien, ni a los ojos de Dios ni de los hombres, pero, ¿qué remedio te queda? Además... Ellos ya están muertos, ¿para qué necesitan todo aquello? Es fascinante lo que los hombres pueden llegar a enterrar junto a sus seres queridos...
Utilizando tu don, una sola vez en la partida, podrás saquear la tumba de un fallecido y obtener el don que tuviera en vida.
Condición de victoria: Ganarás la partida si consigues mantenerte con vida y, además de usando tu don, colaboras con otros aldeanos hasta que todas las brujas y sus secuaces hayan muerto.
TU calendario es
LUNES: -
MARTES: Acusaciones
MIÉRCOLES: Acusaciones
JUEVES: Acusaciones
VIERNES: -
SÁBADO: Rol
DOMINGO: -
Tendrás que esperar hasta que alguien haya muerto para poder usar tu poder. Puedes utilizarlo cualquier semana mientras sigas con vida.
Me mola, me mola. A ver si el azar está conmigo y me toca así un rol medio decente cuando me de por desenterrar a los muertos. Aunque con la suerte que suelo tener -La diosa fortuna me odia, es así querido máster- posiblemente desentierre a un aldeano corriente y silvestre xD
Bueno, pues te alegro un poco el día: por muy mala suerte que tengas, todos tenéis un poder. Más útil o menos útil, eso sí depende de la suerte, pero no te irás con las manos vacías.