Otro juicio terminaba. El revólver del Gobernador volvió a brillar cuando salió lentamente de su chaqueta, y, empezó a recorreros a todos y cada uno de vosotros con su cañón, hasta que al fin se detuvo sobre un hombre.
-Arthur Miller, el pueblo de Salem te condena a morir. Se te acusa de los crímenes de brujería y de los crímenes cometidos en esta mansión, castigables con la muerte a los ojos de Dios.
Igual que la vez anterior, Arthur caminó sin más remedio al macabro sótano repleto de cadáveres. Se detuvo un último segundo antes de bajar por la trampilla, para dirigiros una mirada a todos, y en especial a los que le habían votado. Sus ojos tenían una expresión dura, pues sabía que vuestros votos eran los que le habían puesto en aquella situación. Cuando sitió el cañón del revólver en su espalda, continuó bajando.
Pudisteis escuchar unas palabras cuando la trampilla se cerró.
-Dios, soy tu brazo justiciero. Tu espada de la venganza. Que mis golpes sean certeros.
El sonido del disparo, amortiguado por el grueso suelo de madera, os hizo estremeceros. La vida de otro hombre expiraba aquel anochecer.
El gobernador subió con el rostro implacable.
La noche era más oscura que las de los últimos días. El viento había cesado. Cada vez quedábais menos con vida, lo cual podía significar dos cosas. En aquel tablero de ajedrez, entre la justicia divina y la corrupción del oscuro, en el que no érais más que meros peones, alguien debía tener ventaja. La pregunta era, ¿Serían los siervos del maligno, o los inocentes habitantes de Salem?
Parece que el mensaje que trajo Usher de parte de Nathan desde el más allá convenció al pueblo lo suficiente como para hacer caso a las dudas que tenía el cazador; Pero a falta de la señorita Jensen es probable que jamás sepamos si obramos bien o no al votar al señor Miller...
Clavé mis ojos en el suelo pensativa. Otro hombre había muerto ajusticiado... ¿era inocente o culpable? nunca lo sabríamos. -Uno de los dos mentía. Dije en voz alta. -La señorita Jensen era inocente al igual que el reverendo, al menos eso creo yo. ¿Qué necesidad de revelar públicamente su don y poner en riesgo su vida si no decía la verdad?. ¿De que otra manera nos iba a hacer partícipes de sus conocimientos si no daba la cara?. Ningún inocente jugaría de esa forma con algo tan serio. Gracias a sus opiniones podíamos saber si el mal se iba debilitando o no, de no ser así habríamos bajado la guardia antes de tiempo. El señor Arthur en cambio nunca dió señales de poseer una habilidad especial...
Al caer la noche había una persona que iba a ser condenado. Por decir cosas que podían destapar quienes eran los culpables o los inocentes. Seguía dudosa, ya que no se sacaba nada claro de quienes podían ser. Escuche a lo que dijo victoria, y le conteste. -No sabremos si de verdad el mal se está debilitando ya que podría ser, que pensemos que se están debilitando, ya que los brujos actúan en sucio. Y cuando pensemos que les estemos ganando, ellos volverán atacar… Quiero pensar que los inocentes algunos eran corruptos con el mal, pero a la vez pienso que algunos sí que podrían ser inocentes.
Asistí impasible, aunque inquieto, al ajusticiamiento del señor Miller. Sin la señorita Jensen, es imposible saber si es o no uno de los brujos. ¡Ruego al Señor que la decisión haya sido correcta! La verdad es que a mí tampoco me parecía inocente, pero la conducta de la señora Lovett tampoco me parecía normal y, en la duda, preferí no arriesgarme a votar a un inocente. Finalmente, la señora Lovett había votado en mi contra. No es algo que me preocupe, ya que es normal sospechas de todos, aunque no puedo evitar reparar en que la anterior que lo hizo, Samanta, era una bruja. Intentaré que su acusación no nuble mi juicio.
- Eileen, cariño. Deseo de todo corazón que tu voto haya contribuido a eliminar a otro brujo y nos acerque a la salvación y a la felicidad- La beso en la mejilla.
No sé qué poder, espero que benigno, trae de regreso a los inocentes, pero por la señorita van Straten y por todos los demás, espero que se acuerde de Nathan y lo traiga de vuelta.
Contuve la mirada fija en el señor Miller cuando se disponía a bajar por las escaleras que conducían al sótano. Quería confiar en aquellos que habían vuelto a la vida, y cuyas sospechas se cernían en torno a Arthur. Estaba convencida de que este debía ser brujo, pero ante la ausencia de la señorita Jensen, nada podía ser seguro totalmente.
Ahora, sin embargo, no sabía cual sería el siguienet paso a dar. No había ningún otro claro sospechoso para mí; todos me parecían inocentes. ¿Cómo iba a afrontar el siguiente día? Abrumada por todos los sucesos que se venían encima, me acerco a Alfred y me agarro a su brazo. Aquello no solucionaba la situación igualmente, pero sí que me tranquilizó bastante.
- Ahora sólo nos queda tener fe... -digo después de Blanca, casi en un susurro de voz.
- No creo que el hecho de que ocultase una habilidad hasta última hora sea algo que indique que estaba mintiendo. Pensadlo, ¿no le habríais crucificado por pensar que era un poder extraño? Además quizás quiso decirlo antes pero la señorita Jensen se le adelantó igualmente y si lo decía... pensaríamos que simplemente quiso copiarle. -Les miré a todos, fijandome en sus gestos.- Finalmente lo contó porque supo que iba a morir. Cualquiera habría actuado así de intuir que sería su último día... Y no, no digo que la señorita Jensen mintiese, simplemente digo que.. quizás hubo algún día que se equivocó.
-No he dicho que el ocultar su habilidad, si es que la tenia y era inocente, que lo pongo en duda, conlleve necesariamente que estuviera mintiendo. Que sugiere? que ambos poseian la misma habilidad?. Jensen se mostró segura en sus valoraciones, no veo porque iba a engañarnos, que sacaba ella haciendo tal cosa siendo inocente?. Quizas piensa que no lo era... está en su derecho. Curiosamente Arthur se guardo un as bajo la manga y lo sacó a la luz justo antes de morir, lo más seguro con la esperanza de no salir acusado. Si analizamos sus votaciones y las contrastamos con las opiniones de Jensen no nos ha ayudado en lo más mínimo, pues que yo sepa ninguno de sus votos ha ido para un culpable.
- Mary jensen fue asesinada por las brujas por un motivo, por esa razón confío en que sus palabras eran ciertas por otro lado me cuesta mucho creer en el difunto Arthur ya que parecía que quería despistarnos, alejarnos de la verdad y aprovechó su último aliento para lograrlo.
Miré a través de las ventanas buscando una respuesta entre la densa oscuridad.
- Sin embargo si a pesar de su muerto aún no podemos salir me temo que solo quedará desconfiar de aquellos a los que pensé jamás consideraría culpables.