Partida Rol por web

Mi primer consejo, que me sirvió: Cuando alguien te persigue para matarte, muy pocos se esperan que te des la vuelta y te enfrentes a ellos. Eso pilla desprevenido a más de uno. No tenéis porqué aceptar el consejo, yo os comento lo que me sirvió dijo sonriendo.

Pasé el resto del viaje pensando, tratando de mentalizarme para lo que iba a ocurrir, para a lo que me iba a enfrentar, mentalizarme para ganar. Quería disfrutar de todo mientras pudiese, aprovecharlo al máximo por si era la ultima vez que podía disfrutarlo, aunque en mi cabeza sólo cabía la posibilidad de ganar y de hacer que aquello se alargara de por vida...

Cuando Michael se despierta y nos avisa lo que veo me deja boquiabierto, jamas había visto tanta tecnología, luz y color todo junto, bueno si, lo había visto por la televisión durante los juegos, pero siempre lo veía como algo lejano, sin llegar a poder imaginarme formando parte de ello... No hasta que no ganara los juegos...

Sigo a Michael junto a Kura y una vez entramos en la planta veo aquel lujo a nuestra entera disposición, y una sonrisa ilumina mi rostro. Escudriño la sala con la mirada, atendiendo a Michael cuando nos dice cual es la habitación de cada uno y tras remolonear un poco por la sala termino yendo a mi habitación para darme una ducha, cosa que me costo un poco averiguar el funcionamiento de la misma pues tenia miles de botones pero finalmente lo conseguí. Tras la ducha me cambie y me deje caer sobre la cama, disfrutando del suave y cómodo tacto de la misma, jamas había sentido algo así... Era como si te envolviera... Y con esa dulce sensación empece a quedarme dormido sobre la cama...

El sol fue el que os despertó tras una noche de sueño. Os resultó extraño despertaros en unas camas tan suaves y mullidas comparadas con la que teníais en vuestra casa. Incluso os dieron ganas de levantaros para empezar a trabajar hasta que os disteis cuenta de que no estabais en vuestro Distrito. Ahora os tocaba trabajar para sobrevivir a esa batalla.

Tras poneros algo, salisteis a la sala central. Allí la mesa estaba atiborrada de comida para serviros un buen desayuno. Michael estaba tomándose un zumo de naranja y una tostada cuando os vio. Se levantó, dio la mano a Dave mientras daba un par de besos a Kura.

¡Muy buenos días! ¡Hoy empiezan los entrenamientos! Veréis a vuestros rivales de otros distritos. Además, estarán los patrocinadores, así que hay que impresionarles, porque ellos os ayudarán en la arena. Pero antes... se tomó el resto del zumo. Desayudad y hablemos. Tengo que saber qué se os da bien antes de que vayamos allí, para saber qué hacer para impresionar a los patrocinadores. Si no queréis hablar delante de vuestro compañero, podemos ir a la sala de al lado, como queráis.

Me costó mas de lo normal levantarme de aquella cama tan cómoda, pero en cuanto los pensamientos comenzaron a rondar mi cabeza decidí ponerme en pie, darme una rápida ducha y vestirme para ir a la sala principal. Allí vi a Michael desayunando, esperándonos, y me acerqué hasta él para saludarle antes de sentarme a la mesa sirviéndome una tostada. Entonces vi llegar a Kura, con algo de mejor aspecto que el día anterior, al parecer la cama le había venido bien por lo que hasta cierto punto, me alegré por ella dirigiéndole una sonrisa mientras se acercaba a la mesa.

- Pues supongo que mi punto fuerte es mi resistencia y mi fuerza, si bien no se si voy a ser muy diestro usando alguna arma, confío mas en mi fuerza y en mis manos personalmente.

Digo mientras empiezo a comerme la tostada y tras tragar la primera tostada escuchando a Michael pensaba en lo que me centraría en la sala de entrenamiento por lo que le pregunto a Michael directamente.

 – Que es mejor, mostrar tus cualidades para que los patrocinadores empiecen a tenerme en cuenta o quizás reservarlas para la prueba privada y así no las ven los demás?

- Sí que viven bien estos, ¿no? - comentó desperezándose nada más entrar por la sala.

La noche de sueño le había sentado bien. O mejor dicho, la noche de no dormir y pasarse las horas reflexionando en esa cama de ensueño. Quizás fue el dejar de pensar en su muerte y empezar a plantearse su oportunidad de sobrevivir pero el caso es el que el sol la había encontrado llena de determinación y confianza en si misma. No una confianza ciega y prepotente pero sí una que decía "puedes patear unos cuantos culos antes de que te vean venir". Claro que eso era porque se estaba callando la parte de "aunque sólo porque eres tan baja que estarán mirando por encima de tu cabeza". Fuera como fuera, bastaba con decir que estaba de mejor humor.

Escuchó con atención las palabras de su compañero de distrito antes de contestar por su parte, sin molestarse en ocultarlo.

- Supongo que es nuestra "característica" de distrito, ¿no? Tantas horas de trabajo en un barco, o descargando uno - se apresuró a añadir en deferencia a Dave - te hacen aguantar un buen trote. Y lo mismo digo sobre las armas, no he tocado una en mi vida - de hecho si había habido una vez pero eso fue antes de que su tío se lo prohibiera por darle a Higgins en el pie con un arpón. ¿Se consideraría buena por haberle acertado o mala por haber fallado su destino por algo más de un metro? -. La verdad, no tengo muy claro eso de tener una habilidad especial - musitó.

Bueno, es una cuestión difícil la que propones, Dave dijo Michael asintiendo. Si mostráis desde el principio vuestras capacidades, los patrocinadores se fijarán seguro, pero después, en el entrenamiento final, será difícil impresionarles. Además, hay que tener cuidado, porque el resto de tributos se fijarán en todos para conocer sus puntos fuertes y débiles... Como deberéis hacer vosotros con ellos.

Os aconsejo que si queréis practicar vuestras habilidades lo hagáis, pero bajando el listón. Si destacáis mucho en algo, puede traeros consecuencias negativas en la arena.

 - Vamos... Demostrar lo que sabemos hacer pero no como de bien –

Pienso para mis adentros que cualidad podría mostrar y cual ocultar mientras como algo.

 – Y empezaremos los entrenamientos dentro de poco no? Creo que no sería una mala idea siempre y cuando no te incomode ir juntos, al menos ahora al principio, pues siempre una presa solitaria puede parecer mas indefensa o accesible -

Miro a Kura esperando ver su reacción a mi propuesta.

Llevaban unos días de entrenamientos y los nervios iban en aumento, aunque también su confianza. ¿Qué moriría? Era bastante probable pero no es como si no tuviera ninguna opción. Aún así, tenía que reconocer que había mucho nivel. Por eso, el último día, ya sin entrenamientos, se encontró llamando a la habitación de Dave.

- Oye Dave...¿podemos hablar de la Arena?

El plató estaba lleno de hombres y mujeres vestidos de forma extravagante. Esos días parecía que la moda era el color plateado, pues todos llevaban algo de ese tono que hacía deslumbrar cuando algún foco les apuntaba. Los peinados, como no, dibujaban la rareza de sus personajes; cada uno iba con su forma y sus complementos, desde peinados que apuntaban al techo hasta moños aplastados que parecían animales aplastados por algún tipo de vehículo.

Las luces bajaron de intensidad, lo que provocó que las voces del público disminuyeran hasta quedar un mero murmullo. Una voz profunda y tranquila habló a través de los altavoces.

¡Y ahora, con todos ustedes, nuestro presentador, el más querido, deslumbrante y especial de la televisión! ¡Recibamos con un fuerte aplauso al inmortal Caesar Flickerman!

Los aplausos ahogan las posibles palabras que esa voz pudiera decir a continuación. Tras unos segundos de espera, Caesar sale al escenario luciendo una gran sonrisa al tiempo que lanza besos al aire. Este año lleva el pelo color celeste y, al igual que la moda, lleva un traje totalmente plateado, en el que destaca una corbata gris con lunares dorados que hacen daño a la vista.

Caesar se coloca en el centro del escenario donde espera que la gente se calme para poder hablar. Cuando cree que puede hablar sin tener que gritar, alza los brazos para terminar de tranquilizarlos

Bueno, más que inmortal, se a quién tengo que pagar para que me mantenga joven, ¡buenas noches!

Ese chiste sin gracia hace que el público este un par de minutos riendo a carcajadas, lo que hace que el presentador se incline a modo de agradecimiento.

Como cada año, nos reunimos aquí con una intención: ¡Conocer un poquito mejor a nuestros queridos tributos!j Aquellos niños y niñas que han venido para entretenernos durante un tiempo. ¿Cuál será el que brille más que mi traje? ¿Quién será aquél que sea más dulce que el color de mis cabellos? ¿Quién hará que su sonrisa derrita a nuestras queridas jóvenes? ¿O qué muchacha hará perder la cabeza a nuestros adolescentes? Pues... ¡Esas preguntas serán respondidas a lo largo de la noche! ¡Comencemos con las entrevistas!

Y todos a la vez, corearon:

¡Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!

¡Y ahora, una muchacha que seguro os roba el corazón! ¡Con 17 años, procedente del distrito 4, demos la bienvenida a Kura!

Como Caesar había anunciado, los piropos inundaron el lugar cuando Kura hizo acto de presencia. Caesar la dio dos besos y la abrazó.

¡Esta noche está aquí con nosotros, pero no se puede ir con ninguno de vosotros! La gente comenzó a reir.

¡Buenas noches, Kura! ¡Has visto que cantidad de espectadores tienes ya! Habrás roto muchos corazones, seguro. Empecemos con las preguntas: ¿Qué es lo que más te ha gustado del Capitolio?

¡Y ahora es el turno de un muchacho curtido por el sol, trabajador como el que más! Con 18 años, procedente del distrito 4, ¡demos una calurosa bienvenida a Dave Higginson!

Los aplausos comenzaron cuando Dave puso un pie en el plató. Varias jóvenes se levantaron y empezaron a gritar acaloradas mientras levantaban los brazos para llamar la atención del joven. Caesar le recibió con un apretón de manos y le guió a su asiento.

¡Vaya con el distrito 4, arrasáis con los jóvenes del lugar! ¡Buenas noches y bienvenido de nuevo! Es una lástima que no puedas salir e ir a ninguna fiesta ahora, pues seguro que arrasarías con las mujercitas del Capitolio. Y, hablando de nuestra bellísima ciudad, ¿Qué es lo que más te ha gustado de aquí?

Lucía un precioso vestido de tirantes, muy sencillo, que viraba del azul marino en la parte de arriba hasta el blanco en el borde de la falda, justo por encima de las rodillas, dando la sensación de un mar con olas. Para acompañar el look, el brazo derecho tintineaba con el sonido de diez pulseras echas con trozos de conchas blancas y llevaba un colgante con una pequeña estrella de mar. Entró sonriendo, con las sandalias blancas taconeando sobre el entarimado y el pelo ondulado deslizándose hasta sus hombros. Correspondió al abrazo de Flickerman e hizo ademán de taparse la cara, avergonzada ante su comentario, aunque no sin antes dejar ver una sonrisa pícara.

- No tantos, señor Flickerman, aunque espero tener tiempo más adelante para ello - la idea consistía en jugar con su imagen de niña angelical pero demostrar que ya era una adulta, una mezcla entre lo adorable y la picardía, para dar a entender que podía satisfacer más de un oscuro deseo de los extravagantes habitantes del Capitolio. Se llevó un dedo al mentón, fingiéndose pensativa -. ¿Lo que más me ha gustado dices? ¿A parte de estar aquí contigo? - esperó a que sonara alguna risa y le guiñó un ojo -. Bueno, como sabrás el Distrito 4 tiene unas preciosas vistas al mar, lo ves desde cualquier sitio, el horizonte. Aquí todo resulta más grande y los edificios crecen como árboles, la civilización ha vencido a la naturaleza. Creo que es horrible y a la vez, tiene un encanto magnético que me tiene pegada a la ventana incluso mientras como - concluyó con una pequeña sonrisa.

¡Oh, dios mío! gritó Caesar llevándose la mano al pecho, fingiendo al mismo tiempo un desmayo ante las palabras de Kura.

Señores patrocinadores, quiero que apoyen a Kura. ¡Es mi amor platónico! la gente empezó a aplaudir mientras en las cámaras empezaban a salir corazones alrededor de la cabeza del presentador.

Cuando todo se tranquilizó, Caesar continuó la entrevista.

Bueno, joven, cuéntanos. ¿Piensas acabar con los demás distritos con tus palabras? ¿O tienes más talentos ocultos, secretos, que harán que deslumbres todavía más?

Se fingió deslumbrada por Caesar al verle rodeado de corazones mientras soltaba una risa cristalina.

- ¿Acabar con los demás con palabras? ¿Esto es la Arena o un concurso de poesía? - sonrió ampliamente -. No, no, tengo mis armas ocultas y soy muy capaz de ser letal - al decir esta última palabra, se había puesto seria, aunque terminó por cambiar su expresión a una sumamente inocente y adorable -. Pero eso os lo dejo para los juegos, no quiero quitaros la diversión ni desvelar mis cartas ocultas.

Deseó con todas sus fuerzas que eso de ser misteriosa lograra que alguien picara el anzuelo.

Y nuestra querida Kura sigue demostrando cómo de afilada tiene la lengua. Si consigue una daga con el mismo filo, ¡cuidado, tributos! ¡Kura se acerca! gritó mientras levantaba los brazos y el público se entregaba con sus aplausos.

Un pitido volvió la normalidad al plató.

Demuestra una vez más tu poderío al hablar. Convence a los patrocinadores que aún no estén a tus pies de que te apoyen. Vamos, ahí tienes la cámara.

Miró a la cámara con una repentina fiereza brillando en sus ojos, aunque sin perder su sonrisa.

- Todos sabemos cuál es una opción lógica para ganar. Quiero decir, un tributo del tamaño de un oso siempre parece una apuesta segura, ¿verdad? ¿Quién va a preocuparse por una chica menuda como yo? La diferencia radica en que aunque en un principio nadie vaya a por el oso, siempre será el primero en la lista de amenazas, será el que todos saben que deben eliminar. Una chica como yo - hizo una pequeña pausa al hablar, dulcificando su mirada - sólo tiene que sobrevivir el tiempo suficiente para poder demostrar el gran error que ha sido subestimarla.

Michael, sin camiseta como de costumbre, se acercó y te despidió con un fuerte abrazo.

Quiero verte de vuelta, Kura, así que cuídate las espaldas y los frentes.

Dos últimos detalles antes de que te vayas: El primero es que si te quedas quieta en la plataforma, ésta estallará y te matará. El segundo es que no todos los patrocinadores tienen que enviarte ayuda. Puede que alguno te envíe algún regalo envenenado. Se consciente de ello y no uses cualquier cosa a lo loco.

Cuídate fueron las últimas palabras de tu mentor.