Pincha en la foto para acceder a tu ficha.
Tus ojos están cerrados. Tu respiración es irregular. Notas tu cuerpo dolorido y exhausto. Tu espalda está apoyada en una pared, tus piernas estiradas sobre el duro suelo.
Tu cuerpo te pide descanso. Cedes ante él.
Abres los ojos. Estás en un lugar extraño. Parece algún tipo de taller abandonado. Nunca has estado aquí. Tu chaqueta y tus pantalones pesan, parecen cargados de cosas... o tal vez sólo sea que no has dormido lo suficiente. Sentado contra la pared, echas un vistazo desganado al lugar. Una mesa. Una silla. Una ventana tapiada, a la que le han arrancado algunos de los tablones que la tapaban, a tu lado una puerta (la única puerta)...
- "¿Pero que cojones es...?"
Hay dos tipos en la otra esquina de la misma pared en la que estás apoyado. La puerta está en esa misma pared, entre tu y ellos.
Pero los tipos no se mueven. Es más, hay algo que te dice que nunca más se moverán.
Uno de ellos es un tipo grande, maniatado y amordazado, colocado de forma que su espalda apoya contra la pared. Tiene un chorretón de sangre en la cabeza, como si le hubieran dado un golpe. Su cabeza cuelga hacia delante de forma grotescamente... muerta.
El otro tipo es un hombre pequeño, delgado. No puedes saber mucho más de él porque está tumbado en el suelo boca arriba, porque su cara, que está hacia ti esta... destrozada. Completamente destrozada. Hay un rastro de sangre desde su cabeza al exterior, como si le hubieran arrastrado a dentro por los pies.
Y hay algo peor.
No sientes náuseas. No tienes ni la más remota de quienes son. Nunca has visto algo así.
Y no sientes náuseas.
Como si de alguna forma ya supieras que ha pasado, y ya lo hubieras visto.
Pero nunca has estado aquí. Nunca has visto a esos tipos. Ni siquiera tienes la más remota idea de que diablos te ha traído a esta pesadilla.
¿Que vas a hacer?
Iniciamos tu turno. Releete las reglas y la introducción (supongo que desde que entraste se te habrá olvidado, lógicamente :D) y postea aquí tus acciones. El primer post te permite acceder a tu ficha, pinchando en la foto.
Mira bien la ficha, en ella está toda la información de la que dispones, aparte de la que te voy narrando.
Si hay cualquier duda, pregunta sin problema.
David se levanta agitado y rebusca con las manos temblando entre los bolsillos. Joderjoderjoderjoderjoder... Como que no me preocupe? Dice mirando el movil frente a los dos cadaveres.
Voy directamente al espejo del cuarto de baño y me aseo un poco. Me miro el menton para ver si la barba me ha crecido demasiado, y seguidamente despeus de un gran suspiro tranquilizador me dispongo a registrar al gordo, apartando con muchisimo asco su goteante mollera.
Primero miro en los bolsillos de su chaqueta, despues en los de sus pantalones, de refilon mirom inutilmente su jeta para ver si recuerdo algo, y despues me dispongo a hacer lo mismo con el segundo cadaver.
Encuentre lo que encuentre voy a intentar salir de ahi como sea, lo primero es lo primero. Cojo el cuter a falta de cualquier arma mejor y con cierto sigilo me dispongo a salir de ese asqueroso agujero. Calma David, calma... abrete joder! Dice tirando del pomo de la puerta, y perdiendo momentaneamente los nervios.
Das una vuelta por el mugriento taller. No hay nada más que la habitación en la que estás, ni baño ni otras habitaciones.
Cuando te acercas a los dos cuerpos, ves que algunos de sus bolsillos tienen el forro sacado... alguien los ha registrado antes. Alguien.
Miras de un lado a otro. Nada, no hay nadie más que tu.
Te acercas a la puerta con miedo. La entornas y te asomas.
Estás en las afueras. Reconoces el lugar, es el polígono viejo de la ciudad. A lo lejos ves las naves industriales. Te decides y sales.
El taller es un pequeño edificio exento. Una caseta apartada del resto. Un camino de tierra lo comunica con el polígono. Das una vuelta alrededor de la caseta. Hay un viejo coche aparcado. Un Renault.
¿Que haces?
Lo del baño ha sido fallo mío, no lo había dejado claro.
Sus ojos nerviosos se fijan en el renault qeu tiene delante, intentando recordar de quien podría ser. Es como si siempre tuviese a alguien en su espalda, un cosquilleo en la columna vertebral siempre lo alerta de algun peligro que de momento parece ser inexistente. No para de mirar a su alrededor, creyéndose culpable de los dos cadáveres.
Abre el movil frenéticamente y llama al último número al que ha llamado... Miguel. Si el coche resulta estar abierto, se mete dentro buscando algo de intimidad y tranquilidad, algun sitio donde no pueda ser observado; de no ser asi, se meterá de nuevo en la habitación. Vamos vamos vamos... "¿Que has hecho David?", no para de repetirse mientras lleva sus dedos a su ceño arrugado...
Pruebas a abrir el coche. Tienes suerte, no está cerrado.
Te metes en el coche, con los nervios a flor de piel, y cierras de un portazo. No puedes evitar mirar continuamente a los espejos retrovisores, en busca de algún hipotético atacante...
- "¿Porqué diablos estoy tan paranoico?"
Estar en el coche no te tranquiliza, aunque te da algo de seguridad. Mirando de reojo a todos lados, buscas el teléfono de Miguel en el listado de tu movil. Descuelgas.
Un tono. Dos tonos.
Click. - Hey, tío. ¿Que te ha pasado antes? Nah, déjalo, ya se que no te acuerdas. Ante todo, tranquilo, yo te lo explico todo...
El tono de voz de Miguel es alegre, despreocupado. Como si supiera exactamente en dónde estás metido...
Perdón por el retraso (otra vez ^^U)
Dejo la frase a medias, por si le quieres interrumpir, o hacer otra cosa.