Partida Rol por web

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:01 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 8 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 27 KM/H, E. VIS: 8 KM. HUMEDAD: 82%. NUBES DE TORMENTA.

El aviso de las ojivas nucleares fue el gatillante que apagó el sonido. Jack, que desde hace mucho estaba acostumbrado a oír mejor que muchos, de pronto no oía nada más. Mientras se vestía, cogía sus cosas, su rifle, sus cargadores y su vibro-hacha, su mente observaba en silencio mientras se preguntaba dónde estaba Mary,  ¿dónde estaban sus hermanos?, ¿donde estaba mamá? Mientras corría por los pasillos cona armadura medioambiental bien pueda trataba de ubicarlos, de contactar con ellos. Le daba lo mismo lo que dijeran las autoridades, mientras aún tuviera tiempo trataría de comunicarse con su familia. Lástima que los comunicadores no opinaban lo mismo. 

Años de adelantos tecnológicos y aún se saturaban las líneas.

Jack llegó al punto de reunión y, mirando disimuladamente cada cinco segundos el comunicador, comenzó a pasar revista de sus compañeros. 

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

El Equipo Alfa apagó la averiada IA creada por el Doctor Sidelis, y se dispuso a cargar en memoria el viejo sistema informático. Era un sistema mucho menos asistido, que requeriría que los informáticos de Alfa tuviesen que trabajar mucho más en el futuro, pero era lo que había, y era confiable.

La Base entera quedó iluminada por luces rojas de emergencia, y de los sótanos llegaban diversas alarmas sonoras de desconexión de los sistemas de soporte vital. Volverían a conectarse cuando se cargase el antiguo sistema. Entretanto, en el peor de los casos, en la Base quedaba aire para varias horas y todos los sellos exteriores seguían cerrados con estanqueidad total.

No había en estos momentos agua corriente, ni tampoco iluminación normal. La calefacción estaba desconectada, pero la Base subterránea tardaría horas en perder temperatura. No se colaba nada desde el exterior, ni radiación, ni frío, ni tampoco humedad.

En cuanto a las comunicaciones, todas las redes se habían perdido, aunque se seguían recibiendo algunas emisiones de radio y de televisión.

La conexión GPS y las conexiones vía satélite habían caído.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

Oh, vaya. Justo ahora me entran ganas de cagar... ¿Cómo voy a tirar de la cadena?

¡Es broma! ¡Es broma!

SUN WUKONG:

Te despiertas en un espacio estrecho y confinado, está a oscuras, como una tumba, aunque ves a la altura de tus pies y fulgor rojo que se cuela por las rendijas de la portezuela que hay a tus pies. También se escucha una repetitiva alarma.

No sabes cuánto tiempo ha pasado desde que te mataron por última vez.

Sientes en tu cuerpo, corriendo por tus venas y en el aire que llena tus pulmones un poder como no sentías desde hace milenios. Algo ya largamente olvidado.

Flexionando las piernas, pateas la portezuela metálica y sales del nicho helado. Conforme tu vista se adapta a la pobre iluminación roja de las luces de emergencia, te percatas de que estás en la Morgue de la Enfermería de la Base de la NEMA en Luisiana.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

- "Señor, alarma de intrusión. Procede de la Enfermería. Podría tratarse de una falsa alarma, dado que el sistema se está reiniciando..." -

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

Tobías había seguido a Jack desde que se encontró con él en las taquillas. En el momento en el que el agente Trakal da el aviso de la alarma de intrusión, Hatchetman le dedica una mirada a Charlie 04, pone la batería en su rifle y se mueve rápidamente hacia la enfermería. Cuando llega a la puerta se mueve con cuidado, apuntando con el rifle, dispuesto a disparar a cualquier cosa que no identificara y se moviera en el interior.

El mundo estaba patas arriba. ¿Quién podría meterse en la base? Hatchetman no lo sabía, pero no era momento para plantearse nada al respecto sino para actuar. Sea quien fuera quien estuviera ahí, tenía que aprovechar para dar algo de tiempo a sus compañeros para prepararse.

«Intrusión en la enfermería... que sea solo aquí», pensó.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

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CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

El mundo parecía haberse detenido para Sarah. En el momento que se dio la alarma y los segundos siguientes, la chica apenas si había entendido las palabras de Angus y luego la sola palabra de Jesse. Tal vez su voz no había cruzado el espacio entre ellos, pero había visto en su rostro la intención, y ella le asintió. Corrió entonces con el resto hacia las taquillas, y al escuchar que informaban la IA estaba fallando quiso pensar que todo era solo un saboteo, que aquellos grupos terroristas se habían infiltrado en el sistema y les estaba haciendo creer de aquel fin del mundo. De inmediato revisó su computadora personal.

Pero no era un simulacro. La mecánica palideció por completo al ver el daño severo que estaba sufriendo el APC allá afuera. En ese momento entraba Woods, junto con las noticias que lograban cruzar. La transmisión de la chica espacial le puso los vellos de punta, y sintió el corazón en la garganta. No pudo evitar buscar a Jesse con la mirada. En pensar en su propia familia, en la familia de su prometido.

Y sin embargo, cuando Jack se puso frente a ella, pasando revista, Sarah le abrazó con fuerza. No dijo nada, pero ella había visto al joven y su novia. La mecánica al menos tenía a Jesse en ese mismo lugar, con ella, pero el ex-bombero debía estar en esos momentos completamente destrozado.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

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CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

—No, no. — negaba Parker con la cabeza. Con el visor bajado la voz sonaba metálica desde el interior del traje de protección "Fire & Rescue". Observaba junto a varios compañeros una de las pocas pantallas que estaba retransmitiendo algo, donde fue un testigo más del final del último informativo de la Chica Espacial— Esto no es así. L-las teorías indican que se deben producir cambios climáticos masivos tras una catástrofe nuclear global, como el invierno nuclear, no fenómenos t-tectónicos. 

Su voz sonaba neutra, pero temblaba ligeramente. Al escuchar a Afrikanen se quedó mirándole como si no comprendiera su idioma, aunque bajo el casco no se podía apreciar. De pronto estalló en carcajadas histéricas.

—No puede haber una intrusión. —se interrumpió bruscamente — La base está cerrada. La enfermería no tiene acceso a ninguna parte. Es un fallo informático, obviamente. Me pregunto si podremos salir de aquí después de que se reinicie el sistema. ¿Os imagináis que el software de la puerta no es compatible con el sistema antiguo? Sería una cagada de dimensiones estratosféricas. El lado bueno es que la radiación no nos afectará. Nos moriremos de otra cosa. — y empezó a reírse de nuevo.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

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CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

- Que nadie vaya a la enfermería. Sellen los pasillos cercanos. Si hay una intrusión no debe pasar de allí. Iré yo mismo a comprobarlo. Es una orden.

Branaghan tenía una intuición y quería confirmar sus sospechas.

- Alfa 09, usted y el resto de Alfa mantengan la vigilancia y el orden en la Base desde la Sala de Control. Notifíquenme cualquier imprevisto y manténganse a la espera de mis órdenes. Doctor Moore, usted se viene conmigo.

Y dicho aquello, Branaghan se dirigió con paso firme hacia la enfermería.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

______________

- Vamos, capitán. No es ni necesario ni razonable, que vaya sin protección. Permítame acompañarle.

El alférez entendía a la perfección lo que estaba haciendo el capitán pero, precisamente por eso, no podía permitirlo. 

Quisiera o no Branaghan era, ahora, el único Potus disponible y, por mucho que toda la cabeza de Eduardo gritaba de preocupación por su mujer y sus hijos, había una parte fría, aterradora y aterrada, que solo decía, una y otra vez, "debes asegurar la supervivencia de la alianza'

Eduardo, en voz baja, habla con Branaghan, interceptando a su jefe antes que el mismo se dirija con paso firme hacia la enfermería.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

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Rápidamente todos los miembros de su equipo comenzaron a llegar. Recordaba haber corrido junto a Tobias, quién si no, al punto de reunión, las pesadas botas del traje ambiental haciendo eco en la de todos los que, tal como ellos, corrían hacía el punto de reunión. La revista fue rápida, la tensión los había obligado a todos a actuar lo mejor posible, todas las armas cargadas, todos los trajes a punto. Hizo que todos imitaran a Matt y activarán los filtros, dejando el Oxígeno para cuándo la base no pudiera suministrarlo. Soltó una risa nerviosa cuándo el viejo bombero soltó aquella ocurrencia. Bueno de Matt, siempre haciéndolos sonreir. Una alarma mental le indico que habían pasado cinco segundos... Tocaba ver de nuevo el pad por algún mensaje. 

Nada.

Las pantallas alrededor de la zona de reunión seguían transmitiendo noticias y comunicados. La estática que se iba apoderando paulatinamente de cada una de ellas era una cuenta regresiva que se esforzaba en aterrarlo, pronto todas esas pantallas estarían en negro y...

No quería pensar en eso.

Se plantó frente a la siguiente armadura cuando está lo abrazó de improviso. Tomó aire y correspondió el gesto hacía Sarah. La miró a los ojos y esbozo un gracias silencioso, el nudo que se le había formado en la garganta no le permitió decir nada más, había algo que estaba dejando atrás

Cinco segundos más, otra pantalla con estática, nada en el pad. 

En la radio una alerta de intrusión y Tobías que partía a revisar. Cruzó miradas con sus compañeros por un segundo, especialmente en Mercio, el mensaje estaba claro, "Tu estás mejor capacitado para esto". Cuándo Branaghan dió la orden Jack ya corría detrás de su segundo, detrás de su amigo. 

++Disculpe capitán, no puedo obedecer esa órden++ Se excuso por radio, mientras seguía la espalda de Hatchetman, el abrazo de Sarah le habla recordado algo que la preocupación le estaba habiendo dejar de lado. Su familia no estaba solo allá fuera.

Alcanzó a Tobías en el momento que iba a abrir la puerta. Había ajustado la batería por el camino, levantó el rifle el cañón paso por encima del hombro de Charlie 02.

—Te cubro, hermano —le dijo desde atrás—, Avanza con cuidado.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

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Branaghan se detuvo un momento al escuchar a Woods y a Buendía.

- Cabo Woods, Cabo Hatchetman. Retrocedan ahora mismo. Asegúrense de que nadie viola el perímetro de los pasillos aledaños a la enfermería pero no entren ahí. Solo entraremos ahí el Doctor Moore, el Alférez Buendía y yo. Es una orden y la van a obedecer.

No creía que fuera necesario tener que sacar su arma u ordenar a Buendía que detuviera a los dos Cabos. Comprendía por qué sus hombres hacían lo que hacían, pero la cadena de mando existía por algo, y Branaghan tenía buenos motivos para ordenarles no ir. Y no era precisamente por algo altruista.

- Créanme - añadió para calmarles, aunque no le había gustado el hecho de que no quisieran obedecer. Eso solo le indicaba que si a futuro no estaban de acuerdo con alguna de sus órdenes no la obedecerían... sin importar la cadena de mando o que ellos no dispusieran de toda la información. - Si creyese que existe el más mínimo indicio de peligro, o de que es una intrusión real, no iríamos solo Buendía y yo. Tengo mis motivos para ordenarles no ir. Tendrán que confiar en mí o atenerse a las consecuencias.

No iba a añadir más. Confiaba en que los dos Cabos hicieran lo correcto.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

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CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

Buendía escuchó las palabras del capitán y, casi acto seguido, las declaraciones de los cabos Woods y Hatchetman.

- Cabos, habéis oído las órdenes. Esperad aquí. El capitán no va a ir solo y lo que preciso es que cumpláis las órdenes. No es el momento para otra cosa. Ya voy ya para evitar cualquier problema y necesito que la base esté preparada para cualquier eventualidad.

En realidad estaba agradecido por el comportamiento de los hombres. Se habían ofrecido, y tal vez en su voz se notara ese punto de satisfacción. Pero ahora el capitán había dado una orden expresa. 

- Estamos en situación de guerra. Y eso implica respetar de forma absoluta la jerarquía de mando.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

Hatchetman dirigió un asentimiento hacia Jack en cuanto le vio detrás de él. No se había girado desde que se encaminó a la enfermería, aunque sí que había escuchado sus pasos y su respuesta al capitán Branaghan. Al llegar a la puerta, asintió a sus palabras. Era un asentimiento casi robótico, rápido y seco, completamente calculado. Todos los movimientos del pacificador eran completamente calculados. Sin embargo, en esa visera que no tenía activado ningún modo todavía, que aún era transparente, los ojos de Tobías, aunque casi completos pozos de oscuridad, se iluminaron ligeramente mientras conectaba la mirada con su compañero. Con su amigo.

Se dispuso a abrir la puerta, con el cañón del fusil de su compañero justo por encima de su hombro, lentamente. Llegó a abrir una mínima rendija de la misma cuando Branaghan aseveró, con sus palabras, la gravedad del asunto en forma de orden directa. Sin embargo, palabras también indicaban que el capitán sabía algo más con respecto a lo que había sucedido ahí dentro. La intervención de Buendía, pese a que dentro de su profesionalidad describía un intento de calmar la situación, le provocaron más dudas.

Porque Hatchetman estaba tranquilo. No había podido estar de otra manera desde hacía ya algún tiempo, aunque quizá "tranquilidad" no era el término correcto.

Se quedó quieto, sin abrir ni un poco más esa puerta, durante unos segundos. Luego la dejó exactamente como la había abierto, una fina rendija tras la cual no se podía ver nada.

Acto seguido se irguió y miró a Jack, mostrándole un rostro completamente sereno que contrastaba con el tono de sus siguientes palabras.

++¿Contra qué luchamos, señor?++

Su pregunta, incluso para él, era extraña. Había estado viendo y escuchando las noticias, pendiente de lo que sucedía, y no entendía qué estaba pasando. Se estaba abriendo el mundo, salía luz blanca de las gritas. Alguien decía cosas sobre arañas gigantes. El conflicto nuclear también estaba ahí. El piloto no tenía ni la más remota idea de lo que sucedía, aunque esa vez no parecía ser culpa de nadie...

«A menos que ya supieran que esto iba a pasar. Sea quien fuera quien lo supiera, me cago en sus...», pensó.

Luego le dedicó una media sonrisa a Jack.

—Desconozco lo que está sucediendo. Parece que lo que hay ahí dentro no es peligroso. Tenemos amenaza directa de nuestro mando en caso de desobediencia. Si avanzamos, lo haremos juntos. ¿Entramos o guardamos la entrada? El Capitán no nos ha dado motivos para desconfiar de él hasta ahora.

Si su compañero decidía entrar, no dudaría pese a cualquier posible consecuencia. Si decidía no hacerlo, Tobías avanzaría hasta algún punto en uno de los pasillos que dan a la enfermería asegurándose de poder visualizar al capitán cuando saliera de ella mientras vigilaba el otro extremo del pasillo.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:02 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 06 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 157 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 40 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

Se escurrió con  un movimiento no premeditado, meramente instinto hacia el exterior del nicho. La temperatura era mucho más agradable allí fuera y se permitió soplarse los dedos en un gesto tan innecesario como humano. Comprobó su cuerpo en un acto reflejo como siempre hacía: allí estaban todos los dedos, los dos ojos y dos orejas, todo funcionando a la perfección, aparentemente. Bien el destino le había vuelto a respetar o bien todo había crecido de nuevo en su sitio.

Luego pasó a su mente; ese era un tema siempre más peliagudo. Pensó que había vuelto a olvidar, un mecanismo que tan bien le había funcionado a través de las eras, pero no era así. Parecía que no había pasado tanto tiempo. Los recuerdo recientes se agolpaban en su lóbulo frontal como flashes: Una luz intensa, una sensación de dolor vacía, que poco le aportaba. Dio un par de segundos a su cabeza para dar un repaso a las últimas décadas...

Sí, seguía estando en la NEMA. Y por la cantidad de luces y alarmas algo gordo estaba pasando. Sun Wukong suspiró mientras buscaba algo parecido a una bata o prenda de vestir en el lugar donde se encontraba (una sábana haría las veces de túnica al estilo romano). Luego se sentó en un lugar visible con las manos a la vista. Si no se equivocaba, pronto tendría una visita y no quería parecer una amenaza.

Mientras esperaba algo le llegaba, una inequívoca sensación de cambio. Era como si miles de ondas electromagnéticas le recorrieran, una sensación que parecía nueva y antigua a la vez, como si le transportara a una época ya pretérita; ¿mejor quizás? Sería algo que estaba por dirimir. Esperó mirando hacia la puerta con la paciencia que dan los milenios.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:03 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA. ESTADO DE GUERRA MUNDIAL.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 3 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 220 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 6 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

Dejando atrás en el pasillo a los Cabos Woods y Hatchetman, el Capitán Branaghan y el Alférez Buendía avanzaron hasta la Enfermería, consiguiendo abrir la compuerta pese a la falta de corriente en el sistema electrónico de la misma.

Bajo la luz roja de las luces de emergencia intermitentes, y el un tanto desquiciante sonido de una alarma sonora, les asaltó una visión sorprendente. En mitad de la Enfermería, y aparentemente procedente de la pequeña Morgue de la misma, había una figura simiesca cubierta de pelo, de algo más de metro setenta de altura, ataviada con una bata blanca, y cuyo cuerpo despedía una tenue luz blanquecina que ya se iba apagando poco a poco.

UNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:03 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA. ESTADO DE GUERRA MUNDIAL.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 3 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 220 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 6 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

Branaghan ladeó un poco la cabeza y entrecerró los ojos procurando asegurarse de que la figura era quien creía que era.

Alzó un poco la mano para detener cualquier intento hostil de Buendía, aunque sospechaba que su mano derecha no abriría fuego si no había un peligro inmediato.

- ¿Alferez? - preguntó en dirección a la figura. - ¿Alferez Sun Wukong? - preguntó de nuevo. - ¿Me recuerda? Soy Branaghan - saludó sin utilizar su nuevo título.

Era una buena noticia, pero había mucho de lo que poner al día al Alférez Wukong... si es que lo que Branaghan ,sospechaba desde el día en que recibió las órdenes de almacenar su cuerpo y que nadie lo tocara, era cierto.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:03 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA. ESTADO DE GUERRA MUNDIAL.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 3 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 220 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 6 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

La sorpresa de Eduardo fue mayúscula. Entre las diversas opciones que se le había ocurrido una resurrección (seamos sinceros) no estaba lo primero de la lista. En todo caso, no disparó, de hecho, ni siquiera se llevó la mano a cualquiera de sus armas. El ¿alférez? parecía pacífico.

- No me lo puedo creer... - dijo a pesar de todo, casi sin querer hacerlo. 

Y es que, después de todo, por mucho que se hubiera dado cuenta que el mundo se había vuelto loco y que, con toda probabilidad, las cosas mágicas existían (¿sería tal vez más adecuado decir volvieran a existir?), tragarse una resurrección era un poco complicado.

- Estabas muerto. O al menos, era todo lo que parecía. ¿Estabas muerto? ¿eres la misma persona?

Se daba cuenta que no eran las preguntas más inteligentes pero tenía que saberlo.

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:03 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA. ESTADO DE GUERRA MUNDIAL.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 3 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 220 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 6 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

No podía ser verdad. El alférez estaba ahí de pie en toda su... ¿Humanidad? Jack tragó saliva y miró a Tobías. Hace me la de un minuto que éste le había dicho que hasta ahora el capitán no les había dado razones para desconfiar y él había concordado con su amigo. 

—Esperemos —le había contestado a Tobías—, igual de a cuatro nos movemos mejor. 

Y habían esperado. Tobías se había alejado un poco más allá del pasillo y Jack le había imitado vigilando su retaguardia. Habían esperado y ahora el capitán estaba hablando con Su Wukong como si nada. Cómo si el alférez se hubiera ido de vacaciones y hubiese decidido volver de sorpresa una semana antes. La exclamación de Buen día resumió lo que pensaba.

¿Acaso Branaghan ya esperaba esto? ¿Sin Wukong nunca estuvo muerto? Occultar información de misión era una cosa, pero esto...

—Capitán ¿Qué está pasando aquí?

En la enfermería no habían pantallas de noticias por lo que no escuchó acerca de las olas gigantescas que estaban azotando Barón Rouge. 

LUNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2098.

HORA: 11:03 (GMT-6).

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA. - CONDICIÓN: ROJA. ESTADO DE GUERRA MUNDIAL.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 3 ºC. 1000 MBAR. VIEN: 220 KM/H, TODAS DIRECCIONES. VIS: 6 M. HUMEDAD: 100%. TIEMPO HURACANADO.

Desde su posición de sentado, Sun Wukong mostró las palmas de sus manos hacia arriba, evidenciando que no había nada amenazante en ellas. Era un gesto tan viejo como él mismo, y cualquier homínido sería capaz de entenderlo aún en un estado de extrema sorpresa o miedo. Luego se puso de pie con un gesto calculadamente lento dando a entender que su figura y movimientos no entrañaban peligro.

Por un momento se planteo el emitir unos ruidos simiescos como si su cerebro ahora fuera el de su más parecido pariente, el chimpancé. Pero luego se autoconvenció de que aquellos hombres no merecían aquella suerte de mofa y además eran buena gente. Asintió primero lentamente y luego habló; con una voz algo susurrante al principio, como quien lleva tiempo sin hablar con nadie, pero su tono se modulaba cuanto más sonidos emitía, llegando a ser el de siempre.

- Hola Branaghan, claro que te recuerdo. ¿por qué no iba a ser así, amigo? - Dirigió su atención a Buendía, aquel esforzado piloto que tan bravamente había luchado contra el traidor y sonrió apenas medio segundo para luego volver a tomar un rictus serio. - Bueno Eduardo, a veces no todo es lo que parece, eso es algo que todos hemos llegado a descubrir en algún momento de nuestras vidas. A veces por las malas. Pero respondiendo a tu pregunta, sí, soy el que era, o al menos el que era cuando me conociste. - Sun Wukong suspiró.

- Sigo siendo Sun Wukong y si bien parecía muerto, es obvio que no lo estoy ya que estoy hablando con vosotros. Para que no creáis que soy una espectral aparición haré algo que os pueda convencer de ello. Lentamente, eso sí. - El simiesco alférez abríó con un movimiento calculado los brazos y dio un par de palmadas,  llenando la metálica sala de la morgue de uno ecos que pronto se apagaron.

- Por otro lado parece evidente por las luces y las alarmas que algo grave está ocurriendo. ¿Puedo ayudar de alguna manera, quizás? Después de ponerme algo más decoroso encima, desde luego. - La bata de médico apenas ocultaba su compacta figura, dejando ver sus pies simiescos, sus velludas piernas, además de parte de sus brazos y torso igualmente cubiertos de pelo.