En cierta ocasión, fuiste convocado a una reunión privada con la Reina.
¿Por qué te sentiste decepcionado tras la reunión?
Esta pregunta es para Maese Lazaro.
No respondió de inmediato maese Lázaro, como si tratara de recordar el momento preciso. Finalmente se encogió de hombros.
- A estas alturas no tiene demasiada importancia. Pensaba que iba a nombrarme para dirigir un ataque frontal contra los campamentos esclavistas de las fuerzas rebeldes y contra el grueso de su ejército segregacionista. Fue hará cosa de dos años, tras la victoria por escaso margen de nuestras fuerzas en la batalla del río Lacsu. Sin embargo la decisión de la reina fue retroceder y asegurar nuestras posiciones. Supongo que... era lo más sensato.
Es evidente por el tono que a maese Lázaro ni le pareció sensato entonces, ni se lo parece ahora. Aunque es difícil pensar si sus dudas están justificadas o si, por el contrario, son sus propias motivaciones las que se vieron defraudadas. En uno u otro caso, es evidente que tales dudas las tiene el propio ocultista.
El paisaje empezaba a cambiar ahí fuera. Ya se veían montañas a lo lejos, dejando atrás los bosques y campos de cultivo que llevaban un rato observando en el paisaje.
Maese Lazaro, ¿Te atreviste a expresarle a la reina Lidia tus pensamientos sobre esa decisión? Das a entender que no estabas de acuerdo con su decisión - pregunta Guadalupe con curiosidad pero no con maldad en sus palabras.