Partida Rol por web

Concentrando mi cosmos, mas por show que por amenaza real, expando el fuego del fenix hacia mis costados y adelante haciendo como que quiero golpear al caballero del oso.

-Alas del Fenix!!!!!!!

Grite fuerte y alto para que se escuchara y todavia nos creyeran peleando.

El plan estaba arreglado. Si bien Geki se habia confundido en algun que otro detalle, de todos modos aun podia funcionar. Ikki del Fenix tomo la iniciativa en la ficticia pelea. Geki del Oso, dejo aproposito que el supuesto golpe le pegase y de forma quizas algo exagera se hecho hacia atras contra el suelo, direccion donde se encontraba el Juez del Inframundo. Se quedo alli tirado un momento para demotrar cierta dificultad en la pelea, permitiendo al Santo del Fenix acercarsele, o mas bien a su proximo enemigo.

Ya dentro de la distancia suficiente para atacar, y con Geki haciendose el caido cerca del Juez del infierno, me preparo para liberar mi verdadero poder. Concentro mis cosmos para encender el fuego en mi interior y nuevamente me preparo para liberar mis Alas del Fenix.

-Ahora si caballero del Oso... Terminare de una vez por todas con el traidor de Athena!!!! AVEEEEEEE FEEEEEENIIIIIIIIXX!!!!!!!!!

E fuego generado por mi cosmos dibuja un ave milenaria a mi espalda, el mitico fenix hecho de puro fuego y capaz de resurgir de sus cenizas se lanza en picado hacia donde se encuentra el caballero del Oso... pero justo antes de llegar planea para dirigirse a su verdadero objetivo, el juez del infierno.

Tirado en el piso, Geki del Oso mantenia los ojos cerrados y el Cosmos lo mas apagado posible para simular su inconciencia tras la batalla con Ikki del Fenix. El plan que rapidamente habian improvisado no podia fallar. Tenian una unica oportunidad antes de que uno de los Jueces del Inframundo se diera cuenta de que el Oso nunca traicionaria a Athena. Ese factor sorpresa era la unica ventaja con la que los Santos Atenienses contaban en esta lucha. Dos Caballeros Dorados ya habian caido y no podian permitirlo. "¡Rayos! Si tan solo me hubiese apresurado a contarle la verdad a Ikki, tal vez Mu y Dohko seguirian vivos. ¡Vamos hermanos, es ahora o nunca!".

En ese momento el grito de pelea del Fenix se escucho, usara su mayor tecnica, supuestamente contre el Oso de Bronce. Geki pudo sentir el calor de las Alas del Ave Legendaria cuando estas pasaron cerca suyo para luego redirijirse al Juez del Inframundo. Este era el momento. Cuando sintio el Cosmos de Ikki alejarse de el, supo que seria el instante preciso para tambien atacar. El Oso se puso de pie de un salto hacia atras del Juez, y esperando ser lo mas rapido y preciso posible, intento apresar a su nuevo enemigo, para que no tuviera oportunidad con el ataque del Fenix.

Grifo no se lo esperaba. De verdad creía que Ikki estaba atacando al caballero del Oso, cuando de pronto se encontró con la furia del Fenix de cara. Era lo suficientemente poderoso como para poder hacer una esquva a la desesperada, con tal de no recibir el ataque de pleno, pero no lo suficiente como para escapar al poderoso ataque del Fénix sin recibir ningún impacto. El ataque lo hizo impactar contra el suelo.

Sin darle tregua, el caballero del Oso se lanzó contra él, y lo apresó con sus poderosas manos, inmovilizándolo. Grifo forcejeaba como un loco, intentando zafarse del abrazo del poderoso caballero de bronce.

Los Santos de Bronce ya se habian jugado por el todo. Gracias a la distraccion que habian montado Ikki y Geki, el Juez habia bajado su guardia y el Caballero del Fenix consiguio darle con su ataque. Ademas, pillado por sorpresa, el Oso lo pudo apresar. Aunque cuando el poderoso Espectro se dio aplico toda su fuerza en liberarse. Al Santo de Bronce del Oso le costaba trabajo manternelo apresado, y finalmente el Juez del Inframundo logro librarse.

 El primer ataque habia impactado y el plan sorpresa habia ayudado para que Geki apresara al juez del inframundo. Lamentablemente esto no duro demasiado y nuestro oponente demostro sus habilidades al liberarse facilmente de su presa, pero yo no habia acabado todavia. No le di tiempo a descansar y explote mi cosmos para volver a atacar con unas nuevas Alas del Fenix. Si el juez del inframundo lograba recomponerse del todo no estaba seguro de que lograramos vencerlo.

-Por ATHENAAAAA!!!!!!!! ALAS DEL FENIX!!!!!!!!!!!!

Con mi grito de guerra el ave de fuego a mis espaldas volo una vez mas hacia su objetivo con sed de sangre y destruccion, estaba apostando todo en este ataque no podia fallar...

A pesar de que a Geki del Oso se le habia escapado el Juez, no podian perder mas tiempo, aun estaban bajo el efecto "sorpresa" y debian aprovecharse del mismo. Sin perder ni un segundo, Ikki del Fenix volvio a alzar sus llameantes alas al cielo y atacaba una vez mas.

Geki penso rapidamente. Si bien su fuerza residia en sus brazos, al Juez no le habia costado tanto librarse de el. Necesitaba aturdilo para luego poder agarralo sin que se le escape. Y tenia una posibilidad. Geki del Oso tomo aire, llenando su diafragma y luego sus pulmones. Contuvo el aire un rato, ardiendo su Cosmos y luego con toda la potencia del Oso, rugio a su enemigo con tal intesidad que seria capaz de dejar sordo a una muchedumbre.

Dos caballeros contra él eran demasiados... ¡Demasiados! Intentó el todo por el todo para defenderse de ambos, pero no lo logró.

Mientras proseguía el combate de los caballeros, veis a Máscara de Muerte caer al suelo, al mismo tiempo que el cuerpo sin vida de Tártaro se desploma frente a él. El impacto de los dos cosmos ha sido brutal, terrible, y acabáis de ver cómo un tercer caballero de Atenea caía ante vosotros sin poder hacer nada por evitarlo.

Antes de que os diese tiempo a reaccionar, una densa nube tan negruzca como el resto del ambiente que os rodeaba cubrió el cielo de punta a punta.

La imagen de una hermosísima joven de aspecto siniestro se apareció ante vosotros, inclinada en el suelo, sobre el cuerpo sin vida de Hades. El rostro de la muchacha os resultaba familiar. No era otro que el de la joven Verité, solo que estaba tan cambiada...

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La otrora niña convertida en siniestra Doncella del Inframundo rezaba en voz alta, ante el cuerpo de Hades. De pronto, su rostro tornó del cadáver hacia vosotros, hacia todos... Aquella visión parecía mirar a todos y cada uno de los presentes. Entonces, unas palabras fueron perfectamente escuchadas por todo ser presente en el Inframundo.

-¡A mí! ¡Ya!

Grifo, que también miraba boquiabierto la escena, no dudó en el significado de sus palabras, y según terminó de pronunciarlas su Ama, se teletransportó lejos de allí. En ese mismo instante, la imagen del cielo mostró sus ojos, otrora marrones, ahora del color del diamante. Sus pupilas centellearon durante un instante, y un remolino de fuego os rodeó, remolino que amenazaba con estrecharse. Tal era el poder de un Dios.

el pánico se apoderó de vosotros, allí, encerrados en un aro de fuego mágico, del que intentasteis escapar sin éxito. Erais simples mortales, y aquella era una trampa de un Dios. No podíais competir contra ella.

Aún así, de pronto...

Del cielo surgió una nube blanquecina que cubrió la negruzca que había aparecido poco antes. En ese instante, escuchasteis otra voz familiar...

-¡ειρήνη!-la voz de Niké penetró en vuestras almas, haciéndoos sentir paz y tranquilidad. Cerrasteis los ojos, como sumidos en un sueño, y...