Partida Rol por web

Saint Seiya: La Doncella del Inframundo

Mini partida de testeo del sistema

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18/01/2010, 01:33
Seiya

Decir que Seiya estaba al borde de la muerte era ser demasiado suave: literalmente, tenía un pie en la tumba, y el otro al borde. Pero... Seiya era único a la hora de resistir. Cuantos más golpes recibía, con mayor entusiasmo atacaba. Sin embargo, Aldebarán no podía evitar ver que a quien tenía delante no parecía Seiya, le faltaba el pasional brillo en los ojos que acompañaba todas sus acciones de combate, en vez de aquella mirada apagada, como la de un autómata, que su enemigo le estaba regalando a cada instante.

Además... Sí, Seiya se estaba colocando para lanzar sus meteoros de Pegaso, pero sus movimientos... No, es que de verdad no parecía él. No se podía reconocer al valeroso caballero, brabucón y entusiasta en aquella figura que parecía pelear con desgana...

Movía los brazos, de una forma que todos conocíais muy bien. Estaba dibujando las estrellas de la constelación de Pegaso. Al instante, aquella figura moribunda se las apañó para lanzar centenares de puñetazos contra su otrora amigo Adebarán...

 

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+7)
Motivo: Meteoros de Pegaso
Resultado: 4(+7)=11

Notas de juego

Efectivamente, te ha calcado 3 puntitos de daño, así que la resolución que haspuesto es adecuada :)

Turno de Aldebarán para la defensa.

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18/01/2010, 21:20
Aldebaran

Vamos Seiya, ríndete. Sabes que esta vez la justicia no esta de tu lado, puedo sentirlo en tu cosmos, que no arde con la fuerza que lo hace cuando la vida de Atenea o de sus amigos esta en peligro me acerco hacia el caballero de pegaso, pensando que en su lamentable estado, y sin esa luz brillando en sus ojos no sería capaz de lanzar un contraataque.

Empiezo a parar los meteoros sin problemas con una sola mano mientras sigo avanzando. Al ver que los ataques no llevan esa detrás esa pasión característica en los ataques del caballero de pegaso, confiado desvío la atención de mi atacante, centrándola en el combate que mantenían Mu y Aiolos, lo cual fue un error. Aunque solo desvíe la mirada una fracción de segundo, fue tiempo suficiente para que un de los meteoros impactara en mi rostro, haciendo que me detuviera a medio paso buen intento, pero este golpe aun esta a años luz de los meteoros que hicieron arrodillarse a un dios digo mientras un pequeño hilillo de sangre comienza a descender por la comisura de mis labios.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d10
Motivo: Defensa
Dificultad: 7+
Resultado: 10 (Exito)

Tirada: 1d10(+7)
Motivo: Defensa
Resultado: 2(+7)=9

Notas de juego

POSTING...PLEASE WAIT

No tengáis en cuenta la primera tirada. Maldita neurona, claro, si ya tenía yo que saberlo, siendo hombre no puedo hacer dos cosas a la vez

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19/01/2010, 00:49
Director

Notas de juego

Turno del Unicornio, tiempo para resarcirse de la pifia :)

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19/01/2010, 17:24
Jabu

Jabu se volvio en poner el pie, ante la estupefacta mirada del caballero negro. Estaba claro que no sabia con quien se habia metido. Aun haciendo el pavo, como habia echo nada mas empezar el combate, podria dar su merecido a aquel bastardo.

Esta claro que realmente no sabes con quien te has metido.

El Unicornio, con solo un poco de polvo en la armadura y la ropa, se sacudio tranquilo. El combate solo habia empezado, y iba a acabarlo rapido.

Dio un paso atras, sin embargo no era una maniobra defensiva. Se trataba de una carga, y tenia que coger impulso. Concentro toda su fueza muscular en las piernas. Era el momento del ataque definitivo.

Galope del Unicornio.

Grito de repente. Culquiera hubiera esperado un alarde de poderio, unas palabras antes, o quizas algun movimiento antes, que indicara que pensaba soltar su ataque inmediatamente. Y sin embargo, no fue asi. Aquel golpe salio de la nada, como un resorte, un muella que se dispara sin darse cuenta. Jabu habia salido disparado a la velocidad sonido casi en una patada voladora demoledora.

El guerrero, volo literalmente el espacio que separa su cuerpo hasta la cara de su contrincante. Todo parecia bien. El enemigo no se esperaba semejante ataque. Y sin embargo, en aquel momento, el caballero negro de Pegaso, vio una moneda en el suelo, y Jabu paso volando a escasos centimetros de su cuerpo, directo a una columna.

Estaba claro, que el combate de verdad, aun no habia empezado.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+7)
Motivo: Unicorn lGallop
Resultado: 1(+7)=8

Notas de juego

Esto parece coña. En serio. Quiero la baja de la partida, tengo mal KARMA.

Ataque= 8 PIFIA

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20/01/2010, 00:06
Director

Notas de juego

Turno de Ikki :)

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20/01/2010, 06:06
Ikki

Alli estaba... todavia de pie.. todavia enfrentandose a mi a pesar de sus graves heridas... Marin... aunque no estuviera en sus propios cabales, seguia manteniendo su actitud y su aguante, ahora entendia de donde provenian la tenacidad y la resistencia de Seiya. Pero debia terminar, no podia seguir prolongando mas este combate... Saori estaba en peligro y debia llegar hasta ella lo mas rapido posible.

-Aqui se termina Marin, si en realidad eres ella... No puedo perder mas tiempo aqui, Saori me espera.

No queria subestimarla, pero tambien debia guardar mi poder para lo que pudiese venir. Un ataque fuerte y directo seria lo ideal para terminar la contienda. Salte hacia adelante, vole por los aires de aquel templo surcando la distancia que me separaba con Marin. En el aire concentre mi peso en mi pierna derecha y con ella baje del cielo disparado hacia mi oponente.

-Por Athena!!!!

Fue mi grito de guerra mientras me avalanzaba sobre mi moribunda contrincante para asestarle el golpe final.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Ataque CaC
Resultado: 5(+5)=10

Notas de juego

Master, al final no hay modificador de fuerza para los ataques de CaC?

Bueno.. espero que con esto sea suficienete :P, que puedo decir... me contuve un poco porque es Mujer :P

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20/01/2010, 13:49
Marin

Marin, aún moribunda como está, no se va a dejar vencer como si fuese un guerrero mediocre.

-¡No me subestimes!- exclama, furiosa- ¡Sigo siendo un caballero de plata!

Extiende sus brazos y coloca los antebrazos protegiéndose, deteniendo tu impacto sin mayores problemas.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+6)
Motivo: Detener el golpe con los antebrazos
Resultado: 8(+6)=14

Notas de juego

Sí, aún no hemos tratado el tema de si los caballeros deberían llevar modificadores en la lucha CaC.

Ese tema lo trataremos al terminar la parti de testeo :)

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20/01/2010, 13:53
Pegaso Negro

Pegaso negro vuelve a reírse de ti, como si fueses un insecto.

-Yo te enseñaré cuál es el poder de los caballeros negros- te dice, aunque esta vez no se confía, preparándose para lanzarte los meteoros negros- ¡Sufrirás hasta que me supliques que te mate, Unicornio!

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+7)
Motivo: Meteoros Negros
Resultado: 4(+7)=11

Notas de juego

Turno de defensa para Jabu.

Please, no calques una nueva pifia :)

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20/01/2010, 23:55
Jabu
- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Defensa
Resultado: 4(+5)=9

Notas de juego

Defensa contra los meteroros negros = 9

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21/01/2010, 01:20
Director

Notas de juego

Te hace 2 puntos de daño.

Turno de Aldebarán.

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21/01/2010, 21:27
Aldebaran

Me limpio la sangre que recorría mi rostro con la mano derecha esto ha llegado demasiado lejos Seiya. Este combate debe terminar tanto por el bien de Atenea como por el tuyo propio.

Flexiono mis piernas y echo a correr en dirección a Seiya con una velocidad que nadie pensaría que fuera posible para alguien de mi tamaño. En un instante, me planto frente al caballero de Pegaso creeme, esto me duele a mi tanto como a ti Seiya dicho esto, lanzo un tremendo puñetazo con mi brazo derecho, poniendo en el todo el peso de mi cuerpo y dirigido hacia la cara del caballero de Pegaso, esperando que este golpe, unido al anterior sirvan para tumbarlo definitivamente, pues no deseaba hacer mas daño a un caballero que tan valerosamente lucho por la verdad y la justicia en el pasado.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+9)
Motivo: Ataque CaC
Resultado: 2(+9)=11

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22/01/2010, 14:21
Seiya

Seiya parecía no esperarse el impacto tan terrible que le iba a soltar Aldebarán. No obstante, y no siendo éste el caballero de oro más veloz precisamente, alcanzó a verlo acercarse a rematarlo, Aldebarán titubeó por unos instantes, como dudando de si de verdad ejercer daño sobre su otrora amigo o no... Y esos segundos fueron los que aprovechó Seiya para tomar impulso y saltar por encima del caballero de Tauro, con una ágil voltereta en el aire cayendo a su espalda.

-Parece mentira que alguien como tú tenga tantos reparos en matar- ríe Seiya- Tu piedad y tus dudas te costarán la vida.

Se gira hacia ti y se prepara para atacarte.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+6)
Motivo: Defensa
Resultado: 5(+6)=11

Notas de juego

Turno para Mu

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22/01/2010, 16:30
Mu

Una gota de sudor resbala por la frente de Mu mientras concentra de nuevo su cosmos, los brazos a ambos lados del cuerpo. Ha ido de muy poco. La flecha dorada clavada en la pared detrás suyo es un testimonio muy claro del poder destructor de su oponente, y su ataque más potente ha resultado... no especialmente lustroso, por decirlo así. No había logrado infigirle un daño severo al caballero de Sagitario, y cada nuevo golpe intercambiado aumentaba el peligro. Sus cosmos cada vez se iban midiendo y conociendo mejor, y cuanto más le observase y más comprendiese su forma de mover y de atacar, mejor podría defenderse y más cerca estaría de poder lanzar un contraataque que podría ser letal. Mu no era de consitución fuerte ni recia, su supervivencia dependía más de su habilidad de anticiparse a los golpes y de apartarse de su camino que de encajarlos, y no sería tan fácil volver a engañar a Aiolos. Una técnica no fucniona dos veces contra un caballero dorado.

Necesita más potencia. La revolución de polvo estelar es un ataque increíblemente potente, pero también es expansivo. Barre una zona con mlies, millones de golpes, pero cada golpe individual no es especialmente potente. Puede que por eso no haya llegado a penetrar la Armadura de Oro. Tendría que intentar concentrar mucho cosmos en un solo golpe, como hizo Aiolos con su flecha.

Había una manera...

Pero tendría que permitir que Aiolos se acercase. Si se alejaba demasiado de Mu, el caballero de Aries no podría hacer arder su cosmos a tanta distancia con la potencia necesaria.

¿Puedo correr el riesgo?.

La pregunta le avergüenza casi al segundo de haberla formulado. ¿Qué si puede? ¿Es que acaso hay algo que él, que ningún caballero, pueda no arriesgar, algo que no esté dispuesto a perder por su diosa? Atenea puede estar aquí, en peligro de muerte, ¿y el se pregunta si puede correr el riesgo?

Maldita sea. Tiene que volver a pensar con claridad. Aunque su rival sea un caballero de oro, no puede permitir que se meta en su cabeza y cree esos pensamientos de esa forma. Es el cosmos. El flujo constante de cosmos, una corriente de energía que parece interminable, fluyendo hacia ellos dos. Su mente empieza a resentirse del esfuerzo de controlarlo. Tiene que acabar.

Mu abre y flexiona los brazos y se lanza hacia la derecha. Aiolos es rápido de reflejos, y además sentirá la agresividad de su cosmos. No se equivoca. El caballero del centauro cambia el peso de su cuerpo y se lanza con el, imitando su movimiento, negándole su flanco, negándole ninguna ventaja. El caballero de Aries apoya de nuevo el pie y se lanza de nuevo. Su rival le sigue...

Y entonces la imagen de Mu parece ir perdiendo consistencia a medida que su cuerpo avanza. Al principio es un leve parpadeo, luego el fulgor dorado de su armadura se apaga. Poco a poco su figura se vuelve transparente, y en un pestañeo, ha desaparecido...

Y ahora está al otro lado, justo a la espalda de Aiolos. El caballero de Sagitario no tardará ni un segundo en volverse, aunque sus ojos no sigan a su cuerpo, su cosmos si sigue al suyo, pero ha ganado un segundo mientras su cuerpo gira.

Un segundo es todo lo que puede hacer falta...

Mu se planta en el suelo, los brazos y las palmas extendidas frente a él, y libera todo su cosmos de golpe, sin preocuparse de intentar ejercer ningún control. La energía crepita y centellea en su interior, y todos sus músculos se tensan hasta casi el punto del dolor cuando la inmensa descarga astral le atraviesa.

Las manos de Mu empiezan a brillar, primero un halo de luz dorada que va aumentando en intensidad hasta llegar a brillar casi como dos soles recién nacidos, un núcleo de un dorado imposiblemente intenso del cual brotan rayos de luz que se expanden, giran y caracolean iluminando toda la habitación como si fuese pleno día fuera. A espaldas de mu, su cosmos fluye constantemente hacia él, en un torrente dorado que parece brotar de un punto a la espalda del caballero del carnero y derramarse como una cortuina de luz fina y brillante, proyectándose hacia delante desde su cuerpo y enovlviendo a Aiolos. El propio Aiolos empieza a brillar a medida que el torrente dorado, similar a una cortina de luz confluye en él. El cosmos de Mu se mezcla con el de su rival, corre por el, repta sobre su cuerpo y su armadura, se cuela por cada reaquicio y grieta, se mezcla con el suyo, incluso mientras intenta repelerlo. El propio caballero del centauro brilla ahora casi con tanta intensidad como Mu...

¡Extinción de Luz Estelar!

Y entonces Mu lanza una última corriente de cosmos directa hacia él. Sus manos brilan con tal fuerza que el destello cubre toda la estancia, borrando la figura del caballero de Aries. Habiendo rebasado el punto crítico, el cosmos de Mu explota con violencia, aniquilándose a sí mismo, vaporizandolo todo en el espacio frente a él, abrasando hasta los mismos átomos y no dejando detrás nada. Una columna de luz dorada surge del suelo en medio de la estancia y sale disparada hacia arriba, haciendo temblar el suelo con la violencia de su propia combustión y alzándose hasta atravesar el techo y proseguir su camino hacia los cielos...

La luz poco a poco se va disipando. Mu jadea pesadamente, intentando recuperar el resuello. La explosión de cosmos ha sido brutal. Incluso el aire ante el parece extrañamente liviano, cargado de un penetrante olor a ozono. Crepita mientras el oxígeno presente en el resto de la habitación se apresura a ocupar el hueco quemado en el medio.

¿Hará Aiolos lo mismo?. Aunque Mu haya abrasado hasta hacer desaparecer su forma física, ¿habrá sobrevivido su cosmos al embate, y volverá a reunir sus átomos de nuevo, dándole vida?

¿Ha terminado la pelea, o de hecho, todavía no ha hecho más que empezar?

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+11)
Motivo: Starlight... EX...TIN...CTION!!!
Resultado: 5(+11)=16

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23/01/2010, 13:59
Aiolos

Aiolos ya había quedado tocado del ataque anterior, y haber utilizado toda la potencia de su cosmos para lanzarle la flecha con tan poco éxito, más la velocidad a la que se había movido Mu, resultaron ser demasiados factores en su contra. Intentó esquivar el ataque rodando por el suelo a un lado, para luego incorporarse y lanzarle de nuevo una flecha dorada, pero antes de que pudiese hacerlo, antes siquiera de que pudiese pensar en apartarse del camino del ataque de Aries, recibió casi de lleno el terrible impacto.

Esta vez, ni la armadura pudo protegerlo en condiciones. Ciertamente, de no poseer una armadura de oro, habría muerto en el acto, y si seguía vivo, aunque en un estado más o menos lamentable, era gracias a ella...

Pero... El estado en que había quedado ésta, demostraba que no podría volver a depender de ella en un futuro ataque. Las hombreras habían sido literalmente pulverizadas, y de la protección de brazos y pecho quedaban ínfimos fragmentos de lo que había sido la armadura de Oro de Sagitario.

Era ella quien había recibido el mayor impacto, pero ya no podría protegerlo más. La próxima vez, con el próximo ataque de Mu, Aiolos sabía que o lo esquivaba, o moriría irremediablemente.

-No te voy a conceder el placer de matarme...- dijo, casi susurrando. Estaba a punto de morir- ¡O al menos, te llevaré conmigo!

Aiolos notaba cómo su cosmos se había apagado... No, no tenía aguante suficiente como para lanzar su cosmos en un ataque mortal. Pero eso no significaba que fuese a quedarse de brazos cruzados. No lo haría... No lo habían enseñado a quedarse a un lado, esperando morir. Se puso en pie como buenamente pudo, tomó impulso, y salió despedido contra Aries, con su pie izquierdo por delante, la pierna completamente extendida.

-¡Me llevaré tu cabeza de recuerdo!- dijo, mientras trataba de impactar en el rostro de Mu, con una violencia poco común en el habitualmente pacífico caballero de Sagitario.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d10(+7)
Motivo: Esquivar el tremendo golpe de Mu
Resultado: 4(+7)=11

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Patada en la cabeza
Resultado: 10(+5)=15

Notas de juego

Por probar los ataques CaC también... ¡Y menuda hostia!

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24/01/2010, 15:19
Mu

Mu cierra inconscientemente los dedos, como si agarrase algo en el aire. Poco a poco, empieza a darse cuenta de que, con la tensión del ataque, todavía sigue en la misma postura que cuando lo lanzó.

Aiolos también.

Su armadura está hecha pedazos. No puede evitar sentir una punzada de pena penetrante al mirarla. Para alguien con los ojos de Mu, la armadura es casi un ser vivo. Sin el casi. Las armaduras SON seres vivos, y una armadura de oro es un ser vivo tan magnífico e impresionante que, al verla hecha pedazos, las hombreras pulverizadas y el torso y los brazales hechos jirones, él, que ha pasado casi toda su vida curando armaduras, se siente como un burdo y bestial carnicero. Su propia armadura vibra levemente en contacto con su piel, sintiendo el dolor. Esto no es como aplastar a uno de los enemigos de Atenea. Mu no siente apenas respeto ni piedad por los malvados, por la gente que usa una armadura como un mero instrumento para causar el terror e imponer el dominio y el miedo. Puede destrozarles con sus puños o con su mente, haciendo estallar sus armaduras y hasta sus átomos en pedazos sin apenas remordimiento, como quien pisa una serpiente venenosa que amenaza hincar sus colimllos en la tersa piel del mundo.

Pero esto es distinto. Lo que tiene enfrente es una armadura de oro. Un retazo vivo de las estrellas más brillantes del firmamento, un ser con un alma y una consciencia rudimentarias, pero casi tan vastas en su alcance e intensidad como la suya misma. Una criatura gloriosa, que respira y vive para el fin más noble que existe, y que exuda devoción, sacrificio y amor por todo lo que vive en el mundo. Por eso hay que hacer un esfuerzo tan ímprobo para poder vestir una. No es por el poder, aunque el poder viene de forma natural a las almas puras. Es porque una armadura solo puede vestirla alguien cuya alma sea tan radiante y espléndida como la propia armadura. Verla así es como ver a un animal maravilloso roto y desangrado sobre un burdo cepo de acero. Es horrible.

Los ojos de Mu se abren como platos. Por un instante, su propia pena le ha nublado el juicio, pero con esa última imagen recuerda perfectamente sus propios sentimientos. Aiolos está muerto. Eso lo sabe. No puede estar aquí, sea lo que sea que tiene delante es algo indigno de vestir algo tan magnífico. La furia que sintió, la furia que ha dado fuerza a sus ataques hasta hacerlos capaces de destrozar una armadura de oro y casi, por apenas un ápice, a quien la viste, vuelve a él y le devuelve al presente.

Un presente que tiene la forma de Aiolos, malherido, sangrando, más muerto que vivo, que pese a todo explota en un remolino de furia y vuela hacia él, su pierna cortando el aire con una potencia tal que el cabello del caballero del carnero empieza a arremolinarse y ondear mucho antes de que el Centauro Dorado esté siquiera cerca de tocarle.

¿Cómo puede ser tan rápido de repente?

Imebécil. Pensando en otras cosas, justo ahora. Un caballero nunca deja de luchar hasta que ha caído muerto, y Aiolos todavía vive. Todavía puede matarle. Todavía lo hará, quizás, si no logra apartarse. Mu presiente, en el aullido del aire y el crepitar de su propia piel, que lo que se aproxima es un ataque de una violencia bestial. Intenta moverse, pero tanto su cuerpo como su mente no reaccionan. Demasiado lento. Le ha pillado por sorpresa, no está reaccionando a suficiente velocidad.

No le va a dar tiempo.

Mu se queda plantado en el suelo, empieza a contraer los brazos. Al menos intentar interponerlos en el camino, no recibir de lleno el golpe en plena cara, aunque incluso con esa protección, el impacto va a ser devastador. Ya está aquí. Mu tensa los músculos preparado el impacto, y entonces...

el caballero de Sagitario pasa volando a su lado, cortando el aire tan veloz como su flecha. Siente un vago dolor cuando un remolino de aire turbulento le golpea los oídos, ensordeciéndole durante un segundo. Nota un tiron, y por el rabillo del ojo ve como hebras y mechones de su cabello se desprenden y flotan en el aire, sajadas por el aire cortante del golpe. Siente calor y luego frío en la mejilla, luego de nuevo un calor húmedo y denso cuando un corte superficial se le abre en un lado de la cara, y mana un fino reguero de sangre que empieza casi de inmediato a coagular.

Mu está totalmente confuso. ¿Ha fallado?.

No, no ha sido eso. Reconoce el hormigueo de su cuerpo, y experimenta un alivio inmenso. Viendo que sus pensamientos no iba a tener suficiente velocidad, su mente ha decidido cortar el nexo con el cuerpo y tomar el control. Ha vuelto a teletransportarse sin ser siquiera consciente de que lo ha hecho, apenas centímetos, apenas sin moverse del sitio, pero lo suficiente como para que la brutal patada le pase de lado en vez de estrellarse en su cabeza como un alud de rocas.

Se ha salvado por los pelos. Viendo lo que sólo el aire desplazado por el golpe puede hacer, no quiere ni pensar en lo que habría pasado si Aiolos llega a conectar el golpe. Le habría partido el cráneo como si fuese una nuez bajo una piedra. Dos gruesas gotas de sudor le bajan por las sienes al darse cuenta de lo cerca que le ha pasado la muerte.

Pero no le tocaba a él. Todavía no.

Se vuelve de nuevo hacia Aiolos, firme a pesar de que el cuerpo le tiembla levemente. No es a él a quien le toca morir, todavía tiene algo demasiado importante por lo que luchar. Es su rival quien debe hacerlo, y rápido. El siguiente golpe tiene que acabar con el combate. Igual que se dice que un caballero no caerá dos veces ante el mismo golpe, también se dice que no fallará dos veces.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+9)
Motivo: Esquivar Patada a lo Cantoná
Resultado: 10(+9)=19

Notas de juego

Critico vs Critico... vaya épico. Ya me podría haber salido en la tirada de ataque y entonces igual ni me hubiera hecho falta defenderme...

Hombre, yo estaba por probar tambien el CaC... pero vamos... Mu tiene unas puntuaciones de CaC como que muy pobres, está prácticamente todo destinado a Defensa y Magia, que es como lo veo yo.

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25/01/2010, 00:12
Marin

Marin apenas puede mantenerse en pie. Duda mucho que pueda percibir otro ataque de su enemigo...

"so... Solo me queda una opción. Si lo retengo, no podrá atacarme. Quizás para cuando consiga soltarse, uno de mis compañeros haya acabado con su rival y pueda... Y pueda auxiliarme... No tengo poder para acabar con el Fenix..."

Todos la veis colocarse en guardia de nuevo, tambaleante, y también la veis dar el primer paso... Para resbalarse con su propia sangre e irse irremediablemente de vuelta al suelo.

Esta vez, ni siquiera lucha por volver a ponerse en pie.

-Me... Me muero...

Es todo lo que atina a decir antes de perder el conocimiento.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Presa
Resultado: 1(+5)=6

Notas de juego

Ya que estamos, y que ha salido el tema, voy a ver qué tal el tema de las presas :)

¡Ouch! XDDD

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25/01/2010, 00:17
Director

De pronto, cuando veis caer a Marin al suelo, sentís lo mismo que a vuestra llegada al templo de Hefesto. Una inmensa luz surge de la nada, cubriéndolo todo y a todos. No podéis ver nada, nada de nada...

Pero os sentís tan bien...

Realmente bien...

Abrumadoramente bien...

Es como... Como si... Sí. Un cosmos dulce y benévolo os envuelve. Rodeados de su magnífica presencia, notáis cómo vuestras heridas se sanan, cómo las grietas de vuestra armadura se reparan sin la ayuda de Mu de Aries, cómo os sentís en un momento de plena vitalidad y felicidad absoluta, como si nada ni nadie pudiera haceros daño, como si en el mundo no hubiese más momentos para el mal, como si todo fuese idílicamente perfecto...

Al desaparecer la luz, no hay rastro de vuestros enemigos. Claro que tampoco hay rastro del Templo de Hefesto. No sabéis dónde os encontráis. Parece un templo, un templo lleno de vegetación. Las más hermosas flores adornan cada rincón del templo, las más bellas plantas crecen por todas partes. Parece un jardín de película, perfecto, sólo que cubierto por paredes y techo de inmensos bloques de piedra. ¿Quién podría vivir en un lugar como ése? Parecía un paraíso natural...

Allí os encontrábais los cuatro, boquiabiertos y alucinando por lo hermosísimo del lugar, cuando sentís unos pasos sobre la hierba. Al giraros, veis una figura imponente, impresionante, la mujer caballero más magestuosa que habíais visto se persona ante vosotros:


By camember at 2009-12-20

-Os encontráis en el Olimpo, en el templo de Deméter, Diosa de la Naturaleza.

Inclina levemente la cabeza. Su rostro es bellísimo, a la par que solemne. Realmente, impone sólo con su presencia, pero a la vez su voz resulta amigable y tranquilizadora.

-Siento haberos escogido así, al azar, entre todos los caballeros de Atenea, pero presiento que algo terrible va a suceder, y quería saber si podía confiar en el corazón y en las habilidades de los caballeros de Saori para proteger a mi niña. No dudo, tras haceros enfrentar a amigos del alma, y haberos visto luchar contra ellos con pesar, pero sin dudarlo, por defender el bien, que no me he equivocado en la elección para proteger a mi Perséfone. Sólo lamento...- agacha la cabeza con pesar- Sólo lamento no poder permitiros recordar lo que ha sucedido aquí esta mañana, en la ilusión que creé para probaros, pero sería un error por mi parte, ya que no puedo afirmar a ciencia cierta que lo que sospecho que va a suceder vaya a resultar como yo digo... Por eso, caballeros, vais a olvidar lo acaecido esta mañana, lo olvidaréis todo, y simplemente creeréis haber tenido un exraño sueño.

Deméter eleva su cetro, dando por terminado la visita...

-¡Larga vida a los caballeros de Atenea! Espero que no haya lugar para la batalla que veo venir. Y si al final se lleva adelante, espero que salgáis con vida, pues la pureza de vuestros corazones no merecería otra cosa. ¡Larga vida a los caballeros de Atenea! ¡Proteged a mi Perséfone!

Del cetro emana una poderosísima luz que os rodea. De pronto os parece estar flotando en el aire, como levitando. No os ha permitido ni abrir la boca antes de volver a teletransportaros...

Cuando podéis volver a abrir los ojos, cada uno se encuentra en su respectiva casa, durmiendo en su lecho. Os despertáis sobresaltados, como si hubiéseis tenido una pesadilla...

Jabu, molesto con el complejo de inferioridad con el que le han obligado a cargar desde que se hizo caballero, soñaba que no podía ni vencer al insignificante caballero de Pegaso Negro, algo que le resultaba insultante, ya que era infinítamente más poderoso que éste, y se encontraba al mismo nivel que cualquiera de los caballeros de bronce favoritos de su Saori... Su Saori, quien prefería a Seiya, sin darse cuenta del talento de Jabu...

Mu soñaba que destrozaba la armadura de Aiolos, cosa que jamás haría. Él sabía como nadie que las armaduras de oro tenían vida, que estaban dotadas de vida como cualquier otro ser, y bajo ningún concepto él, Mu de Jamir, arrebataría la existencia a una armadura, y menos de tal valor como la de Aiolos, el fallecido Aiolos...

Ikki volvía a recordar en pesadillas el momento en que se había enfrentado a los caballeros de bronce. Es más, había soñado que había asesinado a sangre fría a la dulce Marin, maestra de Seiya... Los remordimientos por su pasado lo despertaron sobresaltado y con lágrimas en los ojos. A veces se le hacía imposible perdonarse a sí mismo el haber luchado contra sus amigos del alma...

Aldebarán se despertó asustado. Por algún extraño motivo que desconocía, había soñado que le había dado a Seiya una paliza. Eso de por sí no le había sorprendido demasiado, todo el mundo podía tener pesadillas en las que hería o hacía algo malo a un amigo o familiar... Lo que le había dejado el corazón en un puño es que cuando se despertó, parecía sentirse como si lo hubiese estado disfrutando...

Ninguno comentó nada a la mañana siguiente. A fin de cuentas, no había sido más que una pesadilla... Una de tantas...

 

 

Notas de juego

FIN DE LA PARTIDA DE TESTEO.

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR VUESTRA COLABORACIÓN EN ESTA PARTIDA DE TESTEO. EL NIVEL DE ROLEO HA SIDO INCREÍBLE PARA UNA PARTIDA QUE REALMENTE SÓLO DESEABA COMPROBAR SI EL REGLAMENTO ESTABA COMPENSADO O NO.

SOIS UNOS ROLEROS DE MÁXIMO NIVEL. SEGUID ASÍ :D