Partida Rol por web

Jabu sabia que algo iba mal, terriblemente mal, pero no era cuestion de dejarse llevar por el panico. Habia superado muchas pruevas en las ultimas horas, y estaba cansado.

No era para menos, habia sido la mano izquierda de la Joven y torturada doncella, y habia matado a una diosa, y acabado con la mano derecha de Persefone.

Sin embargo, no era momento para vacilar. Se dio cuenta, a tiempo, pero demasiado tarde. Algo se avalanzaba desde la oscuridad. Solo tenia media fraccion de segundo. Y eso era todo cuanto necesitaba.

Las poderosas piernas del unicornio, famosas por darle la habilidad de moverse como el propio sonido le impulsaron rapidamente en la linea de accion del enemigo.

Escucho las palabras de Saga, pero ya estaba en movimiento. Su cuerpo se interpuso entre el agresor y su victima. Tenia que proteger a esa diosa. Y lo haria con su vida.

Me gire rápidamente en dirección a la voz de Saga nada más escuchar su grito de advertencia. Maldije nuestra mala suerte, nos había descubierto demasiado pronto. Y lo que es peor, puede que hayan escuchado nuestra conversación y sepan de nuestros planes.

¡Muéstrate y pelea como se debe caballero! digo mientras adopto mi característica postura de combate con los brazos cruzados sobre mi pecho.

 Apenas pude sentir la presencia que se acercaba peligrosamente hacia nosotros por lo que no pude más que echarme a un lado esperando ver quién era y si le seguían más.

Entre el aviso de Saga y la intromisión de Jabu, el ataque del caballero no había surtido efecto. Se había proyectado desde el techo con la intención de matar a Niké, pillándola por sorpresa, pero fue detectado por los caballeros de la Diosa justo a tiempo. Cayó en el centro del grupo, y a causa del revuelo y la sorpresa, pudo moverse hacia una posición más ventajosa, mientras reinaba el caos entre los caballeros. Ahora se encontraba frente a vosotros, obstruyendo el camino. Ya no teníais dudas sobre quién era.

-Yo, Kurtz de Herebo, caballero más próximo a un Dios, he detectado vuestra posición y ahora os impediré avanzar.

-¿No eres demasiado optimista, Kurtz?- preguntó Cerbero a su antiguo amigo- Tú eres uno, y nosotros somos ocho.

-No me dais miedo- repuso, menospreciando a quienes se encontraban frente a sí- Puedo con todos... Y con varios más.

La situacion se habia dado demasiado rapida, Geki apenas habia asimilado que los estaban atacando. Para colmo es un lugar tan pequeño y lleno de personas, le resultaba demasiado dificil combatir con plenitud. Sabia que era uno de los menos golpeados y cansados del grupo, pero seria un desperdicio de energias si intentaba algo en esas condiciones. Probablemente Jabu o Argol, que habian sido los primeros en reaccionar frente a la amenaza, se encargarian del Espectro. De todos modos si las cosas se llegasen a complicar, no dudaria ni un segundo en ayudar a sus compañeros. Por lo que el Santo de Bronce del Oso se quedo atento a como se desarrollaba la escena.

Saga no se dejó impresionar por aquel Caballero. Dio un paso hacia delante mirándole fijamente y con una sonrisa en los labios que denotaba un profundo menosprecio.

¿Tú el Caballero más próximo a un dios? ¡Jajajajajaja! Tiene gracia. Dime, si tan poderoso eres como para poder acabar con todos nosotros sin esfuerzo, ¿por qué has esperado escondido y atacado por sorpresa? Para ser tan fuerte y fanfarrón, te comportas como un cobarde. Saga le miró durante un momento con una expresión de burla en su rostro. Sin dar tiempo a su enemigo a replicar, continuó. Tal vez seas el más poderoso siervo de Hades, pero para nosotros no eres más que un gusano con Armadura y la lengua muy larga. ¿Quieres comprobar el verdadero poder de un dios? Entonces lucha conmigo. Yo te mostraré cómo las gasta un Caballero de verdad.

Los ojos de Saga estaban fijos en el Caballero.

Maldito engreído. Yo soy el más próximo a un dios. Mi poder no tiene igual. Una vez fui considerado como un dios viviente, y ¡maldita sea! volveré a serlo. Te demostraré de loq ue soy capaz.

La situación se tornaba desesperada. Pese a que sabía que era imposible, esperaba que el enemigo tardara algo más en encontrarnos. Somos pocos los caballeros que quedamos, y varios estamos heridos. Debemos de pensar antes de actuar o no conseguiremos llevar a cabo nuestra misión.

Abandone mi postura de batalla y me acerque al Caballero de Géminis. ¿Estás seguro de que esto es una buena idea Saga? No dudo de tu poder ni de tu victoria, pero dudo que este sea el último de los enemigos a los que nos tengamos que enfrentar y seguro que serán igual o más poderosos. Creo que tu poder será más útil más adelante. Deja que sea yo el que lo entretenga. Así este toro herido podrá servir para algo le digo con tono suave y una afable sonrisa.

 Tal y como había dicho antes, me apresté a combatir, pero Saga -quien antes parecía estar de acuerdo conmigo- se me adelantó aceptando el duelo. Un caballero de oro no podía desdecirse y uno de plata no podía ordenarle nada a uno de los Santos dorados.

No hay tiempo para discutir, sigamos los demás... Me resigné.

Todo sucedio muy rapido, por suerte no tan rapido para un caballero de oro. Saga pudo detener al atacante y ahora a pesar de sus anteriories palabras iba a quedarse a luchar contra el. Escuche lo que decia algol y vi como Nike y Cerbero continuaban la marcha, parecia que no habia mucho mas por discutir. En silencio camine junto a mis compañeros esperando el proximo reto, que seguro no tardaria mucho en venir...

Al parecer estaba decidido. Si aquel espectro era el mas cercano a una deidad, dos Santos de Oro serian suficientes para derrotarlo. Cuando la marcha se reanudo, paso por al lado de Aldebaran y con sus Cosmos rozo el del Toro Dorado. No se hubiese despedido del mismo ni deseado suerte, pero simplemente queria hacerle saber que ser derrotado no era una opcion.

Jabu echo a correr tras sus compañeros. Pero se paro y volvio la vista atras.

Ese no dura ni media leche, no tardeis mucho. Que os perdereis la accion de verdad.

Luego reemprendio el ascenso hacia el palacio de la diosa del inframundo. No estaba convencido del todo de que el enemigo que dejaban atras fuera realmente sencillo de vencer. Pero sabia que poco mas podia hacer.

No era quien para cuestionar mas de lo justo a un caballero de Oro. Ellos tenian tanto que decir en un combate como el mismo.

Sin embargo se pregunto si aquel no seria el ultimo enemigo que encontrarian alli abajo asi que cuando ya habian recuperado el ritmo comento algo que parecia hasta obvio.

Ya saben que estamos aqui. Es muy probable que nos intenten atacar otra vez. ¡Estad atentos!

Saga miró de reojo a Aldebarán.

Está bien, Caballero. Puesto que me pides ser tú quien liche primero, no me opondré a ello. Pero no te confíes. Acaba con él rápido. Yo estaré aquí vigilando, pero si las cosas se pusiesen feas, no dudaré en intervenir, ¿de acuerdo?

Niego lentamente con la cabeza ante las palabras del caballero de Géminis.  No Saga, no debes quedarte. Debes marcharte y liderar a los caballeros de bronce y de plata a la victoria. Ese es tu deber como elegido para sustituir al patriarca. Ve y no mires atrás, condúcenos a la victoria.

Después de decir esto me giro hacia el caballero del inframundo y adopto mi característica postura de combate yo seré tu rival caballero. Si tan fuerte te crees no te importara que luchemos mano a mano nosotros dos.