Shun siempre ha hecho caso a su hermano, y sabe perfectamente, que si le ha dicho que él puede, es que puede sólo contra nuestro rival, así que aunque preocupado. Observo la situación, intentando mantener la calma para evaluarla y además fijarme en especial en Hyoga, a ver que le pasa o contra quien combate.
Cuando te giras, detrás de ti hay una figura alta, muy alta, encapuchada de pies a cabeza. No distingues quién es, pero al ver que lo estás observando, dirige la cara, enmascarada, hacia ti. Desprende un cosmos impresionante, nada que envidiar al de Atenea, por lo que crees poder encontrarte ante la figura de un Dios.
Tiene el brazo derecho elevado, y al fijarte en su delicada mano, y en sus afiladas uñas, crees estar ante la figura de una mujer. Pero... ¿Quién puede estar ayudando al Inframundo a alzarse, y por qué?
La figura que ves ante ti, tiene a Hyoga agarrado por el cuello, inconsciente. Parece muerto, pero aún así te da la impresión de percibir su cosmos, débil, pero presente.
La mujer te señala con el índice de la mano izquierda, y te habla amenazante.
-Si queréis volver a ver a Hyoga con vida, dile a los guerreros del Santuario que me entreguen a Perséfone.
Acto seguido, una nube de humo rodea a la figura encapuchada, haciéndola desaparecer al instante, no sin percibir una siguiente amenaza.
-Pronto tendréis noticias nuestras. Haced lo que os he dicho, o Hyoga morirá.
Tras desaparecer, tu hermano sigue peleando, y aunque ha oído lo que ha dicho la figura, ha tratado de mantenerse totalmente centrado en el enemigo que tiene ante sí.
Menthe, más atenta a las palabras de quien ha ordenado que os atacase, y no esperando que pese a ver al caballero herido Ikki volviese a atacarla, salta intentando esquivarle, pero falla, quedando a su merced. Aterriza en el suelo, con Ikki sobre ella impidiéndole moverse.
-No me matarás- te dice- Ahora me necesitas.
"y me llevarás al Santuario de rehén, o me quitarás la vida, pero no obtendrás nada de mí".
Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Defenderse de la presa
Dificultad: 16+
Resultado: 4(+5)=9 (Fracaso)
Cuando desaparece la figura extiendo mi mano como intentando agarrar a Hyoga, una vez desaparecida la figura, a causa del shock, pierdo el equilibrio cayendo de rodillas al suelo y apoyando mis manos contra suelo cierro los puños rasgando el suelo con rabia e impotencia.
Porquè? Me prometí a mi mismo que sería fuerte, pero no se si seré capaz de vivir una vez más tanta violencia.
Aproveche aquel momento de distraccion para lanzarme sobre la mujer. Una vez la tuve segura contra el suelo, pude ver a la otra figura que sostenia a Hyoga por el cuello. Debia mantenerme concentrado en que esta mujer no escapara... por lo que estaba escuchando ella era nuestra unica esperanza para recuperar a Hyoga.
-Hay cosas peores que la muerte... y si no cooperas me asegurare que las conozcas todas.
Le susurre al oido cuando escuche sus palabras. Mi voz y mi semblante volvieron por un momento a recordar aquellos viejos tiempos, donde el cruel y despiadado Fenix aplastaba a sus enemigos sin dudarlo un momento. Por mas caballero que fuese, el terror de aquellas palabras y el hecho de que provenian de alguien que vivio en la isla muerte, daban a entender que sabia de lo que hablaba.
Manteniendo mi presa me volvi hacia Shun, parecia destrozado por el secuestro de Hyoga y yo necesitaba que reaccione.
-Shun, despierta!!!! Debemos llevar a esta Mujer al santuario para interrogarla. VAMOS!!
Master, hay alguna posibilidad de ahora que tengo la presa mantenida pueda "dejarla inconsiente" de alguna manera?
Menthe forcejea para que la sueltes, con una sonrisa en su rostro. No parece importarle demasiado haber caído prisionera.
Tirada: 1d10(+3)
Motivo: Tirada enfrentada (contrapresa)
Resultado: 7(+3)=10
De momento, la inconsciencia de alcanza de dos maneras:
Considerando que los Caballeros son capaces de combatir hasta inconscientes en el manga y en la serie... XDDDD
Menthe intenta soltarse. Tirada de Presa para mantenerla, 1d10 + FUE. Si sacas más, la mantienes presa. De otro modo, se suelta.
Me incorporo con algunas lagrimas en mi rostro, mientras hago andar la cadena hacía el cuerpo de Methe para apresarla bien.
Si, hermano, no te preocupes, nunca podría decepcionarte.
Las palabras de Shun suenan tristes, parece que esta vuelta a la violencia le esta haciendo más mella de la que todos podían preveer.
Hace falta que tire algo?
Entre los dos lográis ejercer una presa lo suficientemente fuerte como para que Menthe comprenda que es imposible soltarse.
Bien, dada la situación, y lo que ha sucedido, al menos contáis con un rehén dentro del caos reinante. Alguien a quien poder sacarle información sobre lo que ha pasado, que os explique por qué Atenea no ha vuelto del Olimpo, y quién era la misteriosa figura que ha secuestrado a un malherido Cisne.
Relativamente contentos por el éxito en el combate, os disponéis a apresar bien a Menthe con las cadenas de Andrómeda, para que sea imposible soltarse, y estáis en ello, mientras Fénix sigue sobre ella, impidiéndole moverse, cuando de pronto, sentís un cosmos amenazante acercarse a vosotros.
El sonido metálico de las suelas de su armadura os hace ver que alguien viene hacia vosotros, alguien portando una pesada armadura. Pero no os esperábais lo que íbais a presenciar.
Imponente, incrreíble, espectacular. Una figura única, el Rey de Reyes. El Dios entre Dioses. Zeus caminaba hacia vosotros, a saber con qué intenciones.
By camember at 2009-12-20
Menthe muestra una diabólica sonrisa de oreja a oreja, literalmente. Su bella boca ha desaparecido, para mostrar de nuevo su auténtica apariencia monstruosa.
¡Zeus! Como venga con ganas de pelea, es el fin... Ni Atenea tiene poder suficiente para vencer al Dios de Dioses.
Y notáis su cosmos amenazante... No, a hacer amigos no parece que venga...
Antes de que pueda seguir avanzando hacia vosotros, una figura os pilla desprevenidos por la espalda, os toca en el hombro, y os envuelve con su cosmos.
De nuevo notáis una extraña sensación ya vivida antes. Es como si...
Sí, os están teletransportando. Poco a poco dejáis de ver la figura de Zeus, aunque podéis vislumbrar, como última imagen suya, una caara de desaprobación que mira atentamente, no a vosotros, sino a quien os ha ayudado a salir de allí.
¡Qué cosmos más hermoso! Dulce, incluso. Estáis en la misma posición exacta que antes de ser teletransportados, los dos juntos, y con Menthe prisionera. Ni un milímetro os habéis movido de vuestras posiciones, pero sin embargo, estáis ahora mismo lejos, muy lejos, realmente lejos de donde os encontrábais.
¿A dónde os estará llevando?
En ese momento, presenciáis algo magnífico, algo perfecto. Atenea se aparece ante vosotros, mientras aún estáis siendo teletransportados, como si el tiempo se hubiese detenido, como si las circunstancias espacio-temporales dejasen de tener relevancia.
Está muy demacrada, pero os sonríe con afecto.
By camember at 2010-01-20
-Que mi báculo de Niké os lleve hasta la victoria, caballeros, y os abra la puerta de vuelta a casa.
No... No llegáis a comprender el significado de sus palabras, las últimas que emite para vosotros antes de que notéis su cosmos desaparecer, quizás para siempre...
Fin de la escena. Nos vemos en la siguiente :)