¿Alguna tirada en concreto para entrar en fase de concentración?
Si quieres ver si eres capaz a percibir algo más, tirada de Percepción.
Si quieres ver si captas cosmos, esencias mágicas, la situación de Shaina etc... Entonces me vale que hagas una tirada de Magia.
Para ambas, dificultad 8.
La tirada de Magia es sólo para preparar tu cosmos y que sea más receptivo etc, como no lanzas ningún ataque con ello, no considero que haga gasto de puntos.
Tirada: 1d10
Motivo: magia
Dificultad: 8+
Resultado: 8 (Exito)
Tú dirás qué percibo.
Entiendo la confusión que pueda haber traido mis palabras.
Me acerco a Camus y le pongo una mano en su hombro mientras le miro fijamente a los ojos, después me separo de él y miro al resto de mis compañeros.
Con unos intrusos no tenemos tiempo para explicaciones, averigüemos quienes son y que intención tienen.
Confiad en mi y más tarde tendréis todas las explicaciones que preciséis.
Todo esto es muy confuso para mi, ¿qué está pasando en el Olimpo?
Dejo pasar unos instantes antes de seguir hablando.
Si os encontraráis con Perséfone tratadla con el mismo respeto que a Atenea, la defenderemos de igual forma que a ella.
Me siento en el suelo, cerca del trono, y adopto una postura de meditación.
¿Qué papel tiene Perséfone?, ¿por qué es tan importante para Atenea?
El tiempo apremia, mejor que marchemos, caballeros dorados de Virgo y Tauro.
Camus aiente a Dohko.
Tras contar lo que había percibido y lo que creía oportuno hacer, Saga escuchó atentamente lo que sus compañeros tenían que decir. Como siempre, las sabiduría de Mu se hizo notar y, aunque contrario a lo propuesto por Saga, este asintió ante su comentario. Asimismo, un nuevo sentimiento de afecto le recorrió al escuchar a Camus hablar con tal determinación. Entonces, volvió de nuevo su mirada hacia Dohko y vio cómo una extraña inquietud hacía presa de él agitando su respiración.
Cuando por fin pareció calmarse, Dohko habló algo temblorosamente, como si esperase que todos supiesen de qué estaba hablando, pero Saga se quedó pretrificado ante la mención de Perséfone.
"¿Perséfone? ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?
Saga miró a sus compañeros esperando ver si alguien más había percibido lo mismo que el Caballero de libra, pero las expresiones de sorpresa en los rostros de todos ellos le confirmó que no era el único que se sentía perplejo. Se disponía a decir algo cuando Camus habló de nuevo y Saga prefirió callar y esperar. Con el tiempo había aprendido a ser prudente y creyó mejor esperar a que Dohko dijese algo más.
Por fin Dohko habló de nuevo, pero sin dar ninguna explicación. Saga sabía que el viejo maestro tenía razón y que, con intrusos en el Santuario, no era momento de charlar. No estaba muy conforme con los Caballeros elegidos para ir en busca de los intrusos pues no tenía mucha fé en el poder de Aldebarán, que ya antes había demostrado su debilidad en el combate, y creía que enviar al más poderoso de todos ellos tan pronto era arriesgado pues si estaban en dificultades lo más seguro era que necesitasen la ayuda de Shaka para salir de más de un apuro.
Está bien, Dohko, no es momento de dar explicaciones. Sin embargo, enviar a Shaka en busca de unos intrusos me parece arriesgado. Tal vez deberiéramos reservar nuestras mayores fuerzas hasta estar seguros de que la situación es lo suficientemente grave como para requerir al más poderoso de la Orden. -Saga dijo estas últimas frases en voz baja, muy cerca de Dohko. Él y Shaka tenían la obligación de dirigir el Santuario junto a Dohko y no creía conveniente que los demás escuchasen sus diferencias de opiniones. Mientras hablaba, Saga pensaba para sí:
Si debemos proteger a Perséfone, tal vez estemos ante un terrible enemigo, de modo que necesitaremos sin duda a Shaka. Todo esto es muy extraño, algo ha debido suceder en el Olimpo. Atenea... espero que estés a salvo. Haré todo lo que esté en mi mano para que nada ocurra ni a ti ni a ninguno de mis compañeros de armas.
Finalmente, añadió:
No obstante, se hará como ordenes.
Así lo haremos maestro, pero creo que el tiempo de hablar a terminado,ya habrá tiempo de discutir sobre el papel de Perséfone mas adelante. Ahora es el momento de actuar, hay una vida en juego y cada segundo cuenta mi tono de voz sonaba casi tan duro y frío como el del propio Camus, lo cual era muy raro en mi, que siempre mantenía un tono relajado y amable. Sin embargo, podía ser realmente serio cuando la situación lo requería, y esta era una de esas situaciones.
Sigo sentado en el suelo manteniendo la postura de meditación, cuando Saga habla no puedo evitar esbozar una triste sonrisa.
No podemos quedarnos a esperar tal como están las cosas ahora.
Al escuchar las palabras de Aldebaran abandono mi postura de meditación y vuelvo a ponerme de pie, después miro a los caballeros que han sido elegidos para la misión conforme los voy nombrando.
Aldebaran...confio en tu fuerza. Camus...confio en tus técnicas de congelación, Shaka...no hay nada que tenga que decir del caballero más poderoso.
Me acerco un poco más a Saga.
Todos se merecen que les cuente la verdad, pero ahora no tenemos tiempo para explicaciones.
Después de un breve instante de reflexión decido contarles una parte de lo sucedido.
Escuchadme con atención caballeros, hace poco he percibido el cosmos de Atenea y nos ha advertido que protejamos el santuario y también protejamos a Perséfone como si fuera ella misma.
Después añado en voz lo suficiente baja para que solo Saga pudiera oirme.
Espero que la cara de Saga no exprese sorpresa, no tenemos tiempo para explicaciones que no tenemos.
No podemos perder porque tiempo Atenea está en peligro.
Saga comprendió de inmediato: si Atenea estaba en peligro, no había tiempo para discusiones. Asintió casi imperceptiblemente a Dohko para que supiese que haría todo lo que él le pidiese, pero sin que los demás Caballeros pudiesen notar lo que entre ellos dos acababa de suceder. Después se alejó discretamente del Patriarca y ocupó de nuevo su lugar a un lado del trono.
Había llegado el momento de actuar.
Dejas fluir tu cosmos, tratando de percibir las amenazas que los demás parecen haber sentido, pero tú no...
¿Qué estaba sucediendo en el santuario? Intentaste meditar, para alcanzar la verdad...
Y la verdad vino a ti, caballero de oro más poderoso, inclinándose para ofrecerte una imagen nítida de lo que estaba sucediendo en otro lugar del santuario.
El Ágora...
Veías el Ágora con sorprendente claridad. Ante el templo de Hefesto, dos figuras cubiertas con togas. La de delante, enarbolando una espada creada con la fuerza de su cósmos...
¡Y qué cosmos! Ambas figuras eran terribles, próximas a ti mismo, quizás incluso más...
Y ante los dos intrusos encapuchados, podías ver a Shaina, Jabu y Algol en guardia, tratando de detenerlos.
Incluso podías percibir las palabras que había pronunciado la figura más alta, con evidente voz de mujer.
-Llevadnos ante Atenea- el tono de voz es de mujer. Resuena autoritaria. Baja la mano y coloca la espada ante sí,mirando hacia los caballeros de Ofiuco, Perseo y Unicornio, sin duda, de guardia por la zona.
Sí que shaina había enviado su señal, el santuario estaba en peligro, y las vidas de los tres caballeros de bronce y plata parecían pender de un hilo... Era evidente que no estaban a la altura de las figuras que se mostraban ante sí.
Justo cuando os disponéis a partir, notáis como Shaka, el hombre más próximo a un Dios, despliega toda la potencia de su cosmos, que ilumina con un tono amarillento toda la estancia...
Está en pleno proceso de meditación, alcanzando la suprema verdad...
Es imposible no sentirse sobrecogido cuando notáis como su cosmos os envuelve. Da la impresión de abarcar todo el santuario, e incluso mucho más que la propia Acrópolis.
Una exclamación brota de mis labios al sentir la verdad revelándose. Dohko tiene razón... no hay tiempo:
- Caballeros de oro, Shaina ha dado la señal, el Santuario corre peligro, y Shaina, Jabu y Algol también. Hay que ponerse en movimiento.
Me giro hacia Dohko:
- Perdona Dohko, pero estaba concentrado... Dos figuras con togas, y una de ellas armada con una espada de fuerza. Una voz femenina ordenando a los caballeros que los lleven hasta Atenea.. Si nuestros compañeros han de partir han de hacerlo ya, si voy con ellos, no perdamos tiempo.
Un azoramiento me persigue, sintiendo que vamos lentos, que ya debería haber percibido la situación antes, y ya deberiamos estar allí.
Camus indica a sus compañeros que partan, empezando a salir de los aposentos del Patriarca.
Mejor que nos demos prisa. -dice sin vacilación Camus -
Tenemos enemigos con los que luchar, a compañeros a los que salvar y una misión más sagrada de todas, proteger a Atenea y Perséfone. -dice ya saliendo de los aposentos -
Una leve inclinación de cabeza es suficiente para despedirme de mis compañeros. Aún sigo molesto conmigo mismo.
Debo calmarme, no puedo caer en las emociones que le repito a Saga que no han de dominarle. Y menos ahora.
Realizo una inspiración profunda, saliendo tras Camus.
Mu se revuelve inquieto cerca de Shaka. Su insitnto, cada fibra de su ser, le pide no perder más tiempo, salir ya en socorro de sus compañeros, más aún ahora que sabe que no es un caballero, sino tres los que están el peligro y necesitan de su fuerza. Pero no puede hacer nada. Antes que nada es un caballero, y le debe obediencia primero a su diosa y luego a su patriarca. Aunque en el pasado abandonase el Santuario y ayudase a los caballeros de bronce en contra de Kanon, del que presentía que era un Patriarca corrupto de intenciones poco claras, siempre ha sido fiel a la diosa, y ha sido ella misma quien ha decretado que Dohko sea el nuevo Patriarca.
A un hombre uno puede llegar a discutirle. A Atenea no. Se la obedece y se la respeta. Está bastante seguro de que tiene sus razones para haber puesto a Dohko en el trono dorado del Santuario, y también está bastante seguro de que Dohko tiene sus razones para querer que esté aquí.
Aun así, la sensación de desazón es fuerte.
Aguantad, compañeros... sólo un poco más.
Camus corre por los caminos secretos que pasan por los Santuarios....
Seamos celéricos compañeros, compañeros nuestros están en peligro, hemos de brindarles nuestra ayuda, descubrir quien es el enemigo y sus intenciones de porque quieren atacar el Santuario, esta claro que Perséfone es una pieza importante, pero ahora tenemos una misión prioritaria, y esa , es ayudar a nuestros compañeros y descubrir quien es el enemigo. - decia corriendo a la misma altura que Shaka y Aldebaran, mientras se acercaban al lugar donde sentian esos extraños cosmos de los visitantes no deseados -
Cuando Shaka sale para ayudar a Shaina mi mente no cesa de repetir sus palabras, por primera vez me planteo si mi elección es correcta.
¿Habré hecho bien al enviar a Shaka en esta misión o por el contrario hubiera sido más útil aquí con su percepción?.
Mi mente no cesa de repetir preguntas a las que no tengo respuesta.
¿Quienes son y que intenciones tienen esos intrusos?.
Miro a mis compañeros que permanecen conmigo.
Dentro de poco espero que tengamos respuestas a todas nuestras preguntas.
Un tremendo escalofrío me recorrió la espalda al sentir el inmenso cosmos del hombre considerado como el más cercano a los dioses. Era algo que me sucedía muy a menudo al sentir los cosmos de los más poderosos caballeros dorados, pues aunque era considerado el mejor en lo que a fuerza física se refiere, mi cosmos no podía equipararse al de ellos.
Pero sus palabras me estremecieron aun más ¿que hay más caballeros en peligro? ¿Entonces que hacemos aun aquí de charla? ¡Debemos partir ya! Camus tiene razón, hemos de partir ahora mismo, ya hemos perdido demasiado tiempo hablando cuando hay vidas de caballeros en juego. Gran patriarca, con su permiso nos retiramos a inicia nuestra misión dicho esto, comienzo a correr en dirección a los cosmos intrusos acompañando a Camus y a Shaka.