Madrid, 27 de Diciembre
El sonido del teléfono despertó al inspector, miró la hora en su viejo reloj de pulsera que descansaba sobre la mesita de noche y se preocupó al ver que todavía no eran las tres de la mañana. Normalmente si recibía una llamada a esas horas significaba que habían encontrado un cadáver o más de uno.
Contestó la llamada con tono firme pero intentando no despertar a su mujer que dormitaba a su lado, que por suerte no se había enterado de la llamada. El inspector no temía a ninguno de los criminales a los que se había enfrentado pero sí que temía la mala gaita de su esposa que solía sacar siempre que la despertaban en medio de la noche por algún caso de su marido.
- ¿Diga? Al habla el inspector jefe Mayo.
Al otro lado del teléfono una voz familiar le contestó.
- Nacho, soy Alfonso. Tenemos una reunión urgente en la central, necesitamos que vengas inmediatamente.
Alfonso Ramírez era el actual dirigente de la Dirección General de Seguridad y además un antiguo compañero suyo en la BOEL. Mayo se dio cuenta que la situación debía ser especial para que Ramírez estuviera implicado.
- Voy ahora Alfonso, en una hora estaré allí. ¿Es un asunto del que deba preocuparme? - preguntó.
- Es un asunto del que debemos preocuparnos todos… - respondió enigmáticamente su viejo amigo.
Mayo se levantó cuidadosamente y se dirigió al baño para darse una ducha rápida intentando hacer el menor ruido posible. Tras vestirse tomó un café sólo largo para despejarse y se montó en su coche, un Dodge fabricado por Barreiros que había comprado de segunda mano hacía muchos años pero del que le costaba desprenderse. Para el inspector los coches fabricados por Barreiros eran los mejores del mundo.
En menos de veinte minutos llegó a la central del Cuerpo General de Policía, un trayecto de cerca de cuarenta minutos quedaba reducido a menos de la mitad en ausencia de tráfico. Observó que se habían colocado controles de la Guardia Civil y de la Policía Armada en las salidas de la ciudad así que intuyó que la situación sería muy grave.
Aparcó en la entrada de la central. En la puerta estaba Ramírez esperándolo fumando su octavo o noveno Ducados al menos, ya que unas cuantas colillas se amontonaban a sus pies. Ramírez lo abrazó nada más verlo como si hubiera visto a un ángel. Luego lo acompañó a la sala de reuniones sin escuchas dónde sólo se reunían cuando el asunto era de interés nacional.
Nada más entrar en la sala sus preocupaciones se confirmaron. Reconoció inmediatamente la mayoría de caras, en la sala estaba la cúpula del Estado. Saludó al Ministro de Gobernación Jesús Tordesillas que había servido como él en la BOEL en la Guerra del Sáhara, un antiguo compañero de armas con el que había compartido trinchera y largas noches en vela. Luego estrechó la mano al Ministro del Ejército de Tierra el general Yagüe y a continuación al General de División de la Policía Armada Rodrigo Santamaría con el que había coincido anteriormente por los asuntos de la Brigada. Por último le tocó el turbo al mando de la Guardia Civil el general Vilas Andrade, saludó a Carlos Infante que es el actual comisario general del Cuerpo General de Policía que acababa de entrar en la sala y estaba buscando asiento.
Había dos personas más en la sala que no reconoció, en un primer momento creyó que serían de los servicios de información del gobierno (el CESID y el SECED) aunque pronto se dio cuenta de que no pertenecían a los servicios secretos por sus trajes de corte italiano y coste desorbitado. Eran los secretarios de Gobernación y del Ejército de Tierra y parecían estar asustados de estar en dicha sala, algo comprensible ya que rara vez se reunían en ella tantos altos cargos.
Cerraron la puerta tras entrar y tomó asiento al lado de Carlos Infante al que saludó con un fuerte apretón de manos. El resto de los presentes inclinaron levemente la cabeza o sonrieron tímidamente. La situación debía ser de vital importancia si no habían realizado el protocolo de saludos típico de cualquier reunión.
Tomó la palabra Ramírez que fue directamente al grano como solía ser su estilo. No era una persona que le gustara dar rodeos y menos en esta situación.
- Buenas noches a todos, lamento que nos hayamos tenido que reunir debido a esta situación pero es de vital importancia que empecemos a trabajar en el siguiente caso. Durante la reunión se reunirá con nosotros Arturo Vidal, cabeza del CESID. Actualmente se encuentra en otra reunión en una de las salas especiales para traernos la información más reciente...
Ramírez pasó unos dossiers a cada uno de los presentes y luego se sentó de nuevo. Al abrir las carpetas todos pudieron ver fotos de un laboratorio, las imágenes dejaban claro que lo habían revuelto en busca de algo. En las fotos se apreciaban cajones abiertos, carpetas y folios desperdigados por el suelo y objetos rotos al revisarlos con prisa.
El Ministro de Gobernación tras revisar las fotografías le reprendió:
- Joder Alfonso, no me digas que nos has hecho venir por un simple robo en un laboratorio.
El resto de asistentes seguían serios, así que algún dato más conocían. Tomó la palabra el general de la Policía Armada.
- Las fotos se corresponden con el laboratorio del Doctor Gilberto Ocaña, virólogo adscrito al CSIC y uno de nuestros científicos con mayor proyección internacional. Estas fotos fueron tomadas ayer a primera hora de la tarde, entraron a robar en casa del doctor aprovechando que tanto su familia como él estaban pasando el fin de semana en su chalet en la sierra.
El Inspector Mayo levantó las fotos y encontró una foto del científico con el actual presidente del Gobierno Alberto Rivera. Ambos sonreían y parecían llevarse bien. Seguramente el gobierno quisiera agradar a uno de sus principales científicos, y por ello querrían tener a los mejores investigadores en el caso.
- Al inspeccionar el inmueble descubrimos un laboratorio de investigación en el sótano. Es un laboratorio de Bioseguridad 4, el más alto. La cerradura era biométrica pero había sido forzada, se está haciendo inventario pero según el SECED en ese laboratorio se mantenía una cepa atenuada del virus Influenza H1N1 extraído de cadáveres de la Primera Guerra Mundial. No era la cepa original del virus, se había modificado para convertirla en una mucho más mortífera. El nombre clave de dicha cepa es "Guadaña", es uno de los proyectos estrella de cierta agencia...
El silencio reinó durante unos minutos tras la breve ponencia, todos tenían en mente a IDESS pero nadie nombraba a la agencia porque realmente nadie sabía a qué se dedicaba realmente al cien por cien. Por culpa de ese robo había controles en los accesos de Madrid, estaban preparándose para un posible atentado biológico en la capital por si habían robado la cepa para tal fin.
Ramírez volvió a tomar la palabra y dejó claras sus verdaderas intenciones.
- Necesitamos la colaboración de todos ustedes. Ahora mismo tenemos dos líneas de investigación abiertas: una que han robado el virus para atentar en Navidad o que han robado el virus para venderlo a una potencia extranjera. - hace una pausa y añade - ...la seguridad interior correrá a cargo de la Policía Armada y Guardia Civil. Se están realizando controles y se prevé movilizar a la UME para montar hospitales de campaña de lucha bacteriológica.
Saca otro dossier y lo pasa a cada uno de los presentes:
- Para el segundo punto necesitamos crear un equipo especial. Hemos recibido informes del MI6 británico que nos confirman desde el CESID. Al parecer tienen información de que se va a producir la venta de un arma biológica durante la fiesta de fin de año que organiza todos los años la empresa hotelera Belmond en los alpes suizos.
En ese momento entra en la sala Arturo Vidal, se le ve visiblemente preocupado. Nada más cerrar la puerta y antes de sentarse indica:
- Hemos realizado el recuento en el laboratorio y el despacho. Se han extraído seis viales de la cepa, cinco modificadas y una de la original atenuada. Además se han llevado el estudio donde se indican los marcadores genéticos que son necesarios para modificar la cepa original...por lo que tanto el SECED como el CESID pensamos que se trata de un robo para vender el virus al mejor postor...
Se escucha algún suspiro de alivio en la sala. La venta es mejor que un atentado inminente, y la venta se puede parar. Ramírez vuelve a tomar la palabra e indica:
- No relajaremos la seguridad de todas formas, si es una venta es mejor que creen que pensamos que va a ser utilizado en un atentado para que se relajen... - señala la carpeta e indica - ...en la última carpeta que les he pasado tienen una serie de hombres para la misión de recuperar el virus, debemos revisarlos y escoger al equipo que recuperará la Guadaña...