Leonor no era una combatiente experta. Sin embargo sabía usar ese arco suyo. Sabiendo por donde se acercan los bandidos y usando sus habilidades de cazadora, y su puntería, se prepara en el lugar en donde se había retirado tras las palabras de Guillaume du Montverte y aprovechando la existencia del claro, empezó a disparar flechas sin salir de su escondite.
Eso seguirá haciendo hasta que no pueda hacerlo por poner en peligro alguno de sus compañeros. En ningún caso entra en combate cuerpo a cuerpo, pues a pesar de su odio es lo bastante inteligente como para saber que no tendría opción alguna. Se mantiene en segunda fila, y solo huirá si sus compañeros caen o huyen primero.
Si en algún momento uno o mas bandidos flanquean a sus compañeros que luchan en primera fila, de tal modo que se le acercan peligrosamente, usará sus habilidades para tratar de cambiar de posición y seguir hostigando con flechas al enemigo.
Las flechas de Leonor van al bandido mas adelantado posible
Roland asume, tras las noticias traídas por Galván, que los bandidos estarán aquí en breve, así que trata de prepararse para lo que se avecina: un combate en toda regla. Mirando a su alrededor de un modo que parece que va a encontrar algo estupendo, busca alguna rama que pueda cortar fácilmente con su daga y, si es posible, que tenga espinas, cuanto más fuertes mejor. Piensa que, en un bosque, no debe ser una tarea demasiado complicada. Su mente funciona realmente deprisa, y mientras se pone a cortar la rama que cree que le valdrá, sigue conjeturando qué hacer. Algunos de los demás lo miran como un loco, puesto que en esas circunstancias se pone a cortar una simple rama. Pero a Roland le da igual cómo le miren: sabe que hace lo que debe, y que los que no sean magos probablemente no lo comprendan bien.
Mientras se afana en su trabajo, le dice a Eliatar en la voz más baja:
- Trataré de detener el avance de los bandidos, así tendréis tiempo de intentar algo contra ellos. Estoy seguro de que tendréis a vuestra disposición más hechizos destructivos que yo, señor Flambeau. Yo voy a intentar lanzar una "Red de Sarmientos" contra ese hombre enorme y de tan mala reputación del que nos habían hablado y al que Galván ha visto. Espero que apresando al más peligroso los otros quizá se desmoralicen. Si eso no funciona, le lanzaré "El baile de San Vito" que, en caso de haber podido apresar a quien yo pretendo, emplearé en otro de los bandidos, el que me parezca más peligroso. Os digo todo esto para que podamos coordinas nuestros esfuerzos lo mejor posible. En cualquier caso, si es posible, no deberíamos matar a esos hombres, aunque no sé si tendremos elección.
A continuación se dirige al resto. No grita, pero dado que van a descubrirnos igualmente, tampoco hace esfuerzo por hablar en susurros:
- Bien, compañeros, espero que no lleguemos a eso, pero si alguien es herido, que se ponga a retaguardia para que yo tenga la oportunidad de tratar de curarle como mejor pueda. Si el herido está inconsciente o no es capaz de moverse, que alguien lo traslade y yo le atenderé. Creo que sería mejor que dejarais que los magos utilizáramos nuestro arte en primer lugar, junto con los que sean capaces de usar un arco, de modo que consigamos toda la ventaja posible. Sólo después de eso deberíamos llegar al cuerpo a cuerpo. De hecho, si las cosas salen bien, es más que posible que no sea necesario. Además, lo mejor sería ocultarse en la medida de lo posible, de modo que obtengamos algo de sorpresa.
Asumiendo que tengo la rama preparada cuando lleguen los bandidos, voy a usar, como le he dicho a Eliatar, Red de Sarmientos para intentar atrapar y dañar a "Perro Rabioso". A continuación, según el tiempo de que disponga, quiero usar "El Baile de San Vito" sobre el mismo bandido, si no tuve éxito con la rama, o sobre otro si está atrapado (sobre el que en ese momento me parezca más peligroso). Tras eso, mi objetivo será curar a los compañeros que puedan verse heridos, si se da la circunstancia. En cualquier caso, si tengo tiempo, lanzaría de nuevo "El Baile de San Vito" una y otra vez.
Roland no es un luchador, así que se mantendrá en la retaguardia, claro. La última opción si es atacado sería defenderse con la daga... Esperemos no tener que hacerlo
Guillaume toma su escudo y su hacha al ver llegar a Galvan corriendo.Rápidamente ordena para todos.
Los magos, y demás que no puedan con un combate cuerpo a cuerpo detras mio y de Tristán, preparados para apoyarnos, nosotros al frente dispuestos a acabar con estos malditos.-les dice a todos-Vendamos caras nuestras vidas..... Nadie se mete con la gente de Plechatel..
Se pone al frente con su escudo redondo y su hacha de batalla blandiedola y erguido cuan alto es dispuesto a ensarsarse en un combate con el jefe de los bandidos.Mira de reojo al lugar donde ha ordenado a Leonor que se oculte y hace una leve seña para que ella sola la capte.
Pues resumiendo me dispongo a enfrentarme con perro rabioso y si algun otro bandido se interpone igual me le enfrento avanzando hasta donde esta el jefe siempre para eliminarlo primero.
La mejor manera es aboradar el claro cubriendo con armas a distancia, primero haciendo un ataque a distancia, y esperando su ataque cuando nos ataquen, pero esto rapido antes, ya que saben que estamos aqui, antes de empezar, pueden saborear un par de bolas de fuego.
Espera que su idea haya fraguado y se dirige hacia el combate, concentrandose en sus hechizos de protección y desenvainado su espada, todos pueden ver como su piel cambia de tonalidad varias veces por diferentes auras y su espada comienza a brotar en llamas, mientras de su mano comienzan tambien a emanar el fuego.
Una vez lanzados su hechizos de proteccion se dirige a Roland:
Preocupemonos primero por la vida de nuestra gente, y luego por la de ellos, esto no es un juego, y podemos morir, asi que ante todo pensemos en los nuestros y nuestras vida
Todo esto lo dice extremadamente serio, mientras se dipone a chamuscar con una bola de fuego al primer grupo que se asome
Master, ya te comente mi proceder, proteccion antes del combate, y luego pues lo que te comenté en mi escena :)
Un cordial saludo, Eliatar
P.D: Evidente si son ellos los que vienen, ataco conforme llegan, pero si los esperamos probablemente nos emboscaran, más vale abanzar, aunque los hechos diran si llegan ellos antes ;)
Agarro el bastón con las dos manos y me coloco cerca de los magos preparado para bloquear a cualquier posible atacante.
Protejo a los magos sabiendo lo indefensos que están mientras realizan su arte,.
- Pies pa´qeos quiero... - digo mientras corro en dirección a mis compañeros.
Al comprobar la actitud de la mujer que porta el otro largo discrurro una curva para ponerme en posición, preparando una formación en embudo muy propia de los arqueros montañeses galeses, dejando que el enemigo avance sobre la infantería lo suficiente y permaneciendo bajo cobertura hasta que el tiro se haga seguro, en ese momento, cuando la primera carga se dirige contra Guillaume y Tristan, clavo un par de flechas en el suelo, procurando intuir hacia que objetivo dispara mi compañera y no abrir demasiado mi posición para encontrarme lejos delapoyo de los hombres de cuerpo a cuerpo en caso de que sea atacado.
Arco y braço, todo uno....muesca en la cuerda, respiraçión pausada...tensa la cuerda hasta que tus dos dedos noten la cuerda casi rasgando la piel...espera, espera, un poco más, hay estás perfecto pajarraco cabroncete...ahora aguanta la respiración....suelta... y que la flecha vuele como si tu coraçón la impulse...
Todavía recordaba como su abuelo le había enseñado el noble arte del manejo del arco largo. Hast tres años se tardaba en construir uno entre que se encontraba el fresno apropiado y se sacaba la madera de su corazón, una parte flexible, la de la cara más externa de la vara, para que la cuerda pudiese tensar la madera fácilmente y hacerla rtroceder acumulando la tensión en la flecha...la otra dura y más rígida, la de la cara interior del arco, lista para que cuando la cuerda se soltase, su rigidez imprimiese más brío al golpe de la madera en el aire y el proyectil volase con un atronador zumbido que podía atravesar la coraza de un hombre a caballo cargando con una lanza....no iba a ser menos con un simple bandido del bosque.
Y en unos instantes se desata el baño de sangre: Galvanque apenas si había dicho nada, simplemente toma una posición en retaguardia, pues es evidente que el grupo se prepara para hacer frente a los bandidos que se os echan encima. El primero en aparecer, un bandido enorme identificable como "Perro Rabioso", empuñando dos hachas y con el rostro enrojecido por el esfuerzo de correr tras Zorro Negro. Una red de sarmientos provoca un estruendoso accidente con él, que queda momentáneamente fuera de juego. El segundo en aparecer recibe un flechazo de la "sirvienta", que demuestra tener un dominio del arco más que aceptable. El bandido impactado retrocede ante el inesperado dolor. Dos hombres más todavía surgen de entre los árboles, uno de ellos empuñando un arco, pero Guillaume, Tristán y vuestro buen fraile se interponen en su camino, con lo que se despliegan en forma "táctica", midiendo vuestras fuerzas. Por desgracia para Tristán, todavía había uno más escondido, que de un flechazo le ensarta el cuello con una precisión cruel. Cae al suelo entre estertores ahogándose en su propia sangre.
Y de nuevo surge la magia: Eliatar, envuelto en un halo metálico muy poco natural, se adelanta hacia los bandidos, Fray Erwan y Guillaume se disponen a golpear a los bandidos y antes de que ésto suceda, el segundo más grande de ellos comienza a moverse espasmódicamente, al son de un Baile de San Vito pronunciado por maese Belin.
En circunstancias normales, con combatientes normales, estos bandidos podrían haber hecho estragos en vuestras filas. Siendo como sois, un aguerrido grupo con magos entre sus filas, las maravillas (u horrores) de la magia de vuestro lado, los bandidos hacen lo único razonable: correr a refugiarse. Una flecha de Galvan se clava en el lugar hasta ese momento ocupado por un bandido-arquero, que ahora se bate en retirada. El enorme hombretón se ha deshecho del lastre de los "sarmientos" y los otros bandidos, a excepción de aquel que se agita sin control, salen de escena a toda prisa. Éste último bandido se convierte rápidamente en el blanco de tiro de Leonor, que descarga su furia en él a través de su arco corto.
SITUACIÓN:
Tristán se debate entre la vida y la muerte, los bandidos se escapan. Uno de ellos, con el Baile de San Vito, está a vuestra merced (además de herido de cierta gravedad).
Última intervención y cierro la escena de momento.
Viendo caído a Tristan corro hacia el para socorrerlo al tiempo que grito: rápido que alguien me traiga vendas y un hierro candente hay que cauterizar la herida para intentar salvarlo.
vamos a gastar un punto por si acaso pifio
Tirada: 1d10(+2)
Motivo: quirugia
Resultado: 7(+2)=9
- Cabrones de mala madre, primero el Gereg y ahora Tristán... - digo mientras coloco una nueva flecha en la cuerda y tenso el arco con toda la fuera que puedo sin perder precisión.
Apunto firmemente a la cabeza del "maldito perro" y dejo que mi deseo de venganza reprimido vuele con ella...
Tristan había sido amable con ella. Ese era el único pensamiento que Leonor podía tener, y se acercó al cuerpo del extraño hombretón, que se removía presa del dolor. La sirvienta vio en sus movimientos la cercanía de la muerte.
Lentamente se acuclilló ante el, sin estorbar los intentos de Fray Erwan por sanarlo. Ella no podía hacer nada. No tenía capacidad alguna para ello. No sabía curar.
Pero lo deseaba. Lo deseaba con todas sus fuerzas. Mientras esperaba que tal vez alguno de los magos pudiera realizar un milagro por el que silenciosamente rezaba a Dios con una devoción mezcla de la tristeza y la esperanza
-Venga, todos menos Fray Erwan tratad de estar atentos y vigilad para que nadie pueda acercarse por sorpresa y atacarnos -dice con una intensidad que no puede calificarse como grito pero tampoco como un nivel de conversación normal. Dirigiéndose al monje, añade:
-Fray Erwan, tratad de sostenerlo tumbado pero en una postura más o menos recta. Voy a intentar algún hechizo para ayudarle a curar.
Tras esperar unos instantes para que todo esté tranquilo, Roland lanza en primer lugar "Suturar las Heridas" para intentar cerrar la herida de la flecha y detener la hemorragia. Intenta el hechizo las veces que sea necesario y pueda para conseguirlo. Tras hacerlo, es el turno de "La Mano Curativa del Quirurjano". Tras eso, trataré de ayudarle con mi Medicina y Quirurjía.
Perdona que no ponga lo que tengo en Medicina, Quirurjía y tal, pero llego tarde a trabajar, glinaur.
Tristán, espero que esto valga y salgas con bien!!!!!
Si es necesario, hará uso de su magia curativa, aunque no tiene elementos de suficiente poder como para hacer que sus conjuros sean permantes en la curacion, no obstante,viendo que roland tiene un buen dominio de la materia, prefiere mantener la posicion con la espada en la mano para proteger a sus compañeros, por si un desdichado en un arrebato de colera vuelve a atacarles.
Guillaume se acerca a los demas al ver que atienden a Tristan, lo mira y una furia recorre su cuerpo, primero Greg y ahora Tristan.
Eliatar acompañame a dar un pequeño rodeo para evitar caer en otra encerrona.-le dice al Flambeau-Nos abrimos en abanico y caminamos unos metros.Ellos parece que huyeron en panico...Necesitamos encontrar a ese Perro rabioso y derrotarle sino todo esto abra sido en vano.
No le di ni un coscorron a nadie??? Me cago en la leche ultima vez que traigo a los magos jejejeje
Vayamos pues, pero aguzad los demas el oido, no me gustaria que nadie mas cayese herido.
Abanza con guillame, haciendo caso a su plan, aun porta la espada en llamas en la mano, aun puede aguantar algo mas el hechizo sin que se resienta la espada.
Tras la terrible (aunque escueta) escena de combate desenfrenado y caos, todos los bandidos huyen, a excepción de uno, el que ha sido afectado por la magia de maese Belin. Ese, para cuando consigue reaccionar se ha convertido en el único objetivo a tiro y es derribado por los impactos de las saetas de Galvan y Leonor, ansiosos por derramar la sangre de los bandidos. Por su lado, "Perro Rabioso", el más grandote de los bandidos y presumiblemente su líder, se ha conseguido retirar entre maldiciones y espumarajos de rabia apenas contenida. Sabe Dios qué habría pasado si uno de vosotros hubiera llegado al cuerpo a cuerpo con ese "monstruo".
En unos instantes Sir Guillaume y Eliatar se organizan para tratar de dar caza a alguno más de los bandidos, pero de manera más organizada y eficiente y ambos, caballero y mago, desaparecen entre el follaje dando un rodeo hacia la casa. Sólo queda como sonido el gorgoteo semi-ahogado de Tristán, debatiéndose entre la vida y la muerte con una flecha atravesándole el cuello. Fray Erwan vuelca sus esfuerzos curativos en extraerle la flecha sin causarle más daños y en el casi imposible cometido de tratar de detener la hemorragia. De nuevo las artes de maese Belin os sacan del aprieto: pronuncia sus arcanas palabras y pronto las heridas se cierran por arte de magia. Dado que el hechizo no ha sido pronunciado con el uso de vis, su resultado no será permanente, pero os hace ganar un tiempo precioso. La mala noticia es que a la caída de la noche volveréis a tener un hombre al borde de la muerte, aunque ya se puedan hacer preparativos para mejorar las posibilidades de salvarlo.
Los dos expedicionarios exploran para ver que los bandidos no se han refugiado en la cabaña, sino que han huído hacia el interior del bosque, lo que estan desafortunado como lógico. No podéis darles caza fácilmente o quemarlos en su propia cabaña, sino que os tendríais que arriesgar a seguirlos en un entorno que ellos conocen y donde os podrían emboscar con facilidad. Resignados, regresan con vosotros.
Lo siguiente es de lo más complicado. Sois demasiado pocos para perseguir efectivamente a los bandidos y darles caza sin arriesgaros a tener muchas bajas, en la cabaña habéis encontrado buena parte de las mercancías y dineros que os habían sido arrebatados, tenéis un hombre que en unas horas volverá a estar al borde de la muerte y sobre vuestro ánimo planea la angustia de no saber si los bandidos caerán de nuevo sobre vosotros de forma más letal que la anterior vez. Llenos de resolución y azuzados por la prisa, cogéis los enseres más transportables, el dinero y a Tristán y salís del bosque todo lo deprisa que podéis.
Al anochecer habéis salido del bosque y atendéis lo mejor que podéis a Tristán. La sangre de nuevo mana y la herida parece no hacer nada más que sangrar y sangrar. De nuevo recurrís a la magia, pero sólo vuelve a ser un "parche" y al amanecer del día siguiente se repite la escena. Lográis llegar a Pléchâtel con vuestro compañero a cuestas, pero ya la suerte parece echada. Nada más llegar la noche su herida se reabre y un pus que denota infección mana junto con la sangre. La cosa se pone muy desagradable y al final ni la magia puede impedir lo inevitable. Tristán, debilitado por la pérdida de sangre y la infección deja este mundo para siempre...
La parte positiva es que habéis dejado su muerte vengada y recuperado buena parte de lo que se os arrebató. Pero si juntamos la muerte de Tristan a la de Gereg, hay un saldo claramente negativo que sin duda influirá en la moral de la Alianza.
Tirada oculta
Tirada: 1d10(+4)
Motivo: Vitalidad + Quirurgia
Dificultad: 9+
Resultado: 4(+4)=8 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d10(+3)
Motivo: Vitalidad + Quirurgia (2)
Dificultad: 9+
Resultado: 3(+3)=6 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d10(+2)
Motivo: Vitalidad + Quirurgia (3)
Dificultad: 9+
Resultado: 5(+2)=7 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d10(+1)
Motivo: Vitalidad + Quirurgia (4)
Dificultad: 9+
Resultado: 3(+1)=4 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d10
Motivo: Vitalidad + Quirurgia (5)
Dificultad: 9+
Resultado: 6 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d10(-1)
Motivo: Vitalidad + Quirurgia (6)
Dificultad: 9+
Resultado: 6(-1)=5 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d10(-2)
Motivo: Vitalidad + Quirurgia (7)
Dificultad: 9+
Resultado: 9(-2)=7 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d10(-3)
Motivo: Vitalidad + Quirurgia (8)
Dificultad: 9+
Resultado: 2(-3)=-1 (Fracaso)
Ocho tiradas han hecho falta para establecer si se moría o no el condenado... De todas maneras, ya ni recuerdo la última aportación del jugador a la partida, así que no os sepa mal.
Podéis poneros un px en Conocimiento del Bosque de Brocéliande los que no lleguéis a nivel 4. Además os podéis poner otro en dominar hechizos (los que habéis utilizado), precisión, atletismo, sigilo, atención, quirurgia o alguna otra que parezca coherente...
Y os queda indicar la acción del resto de la estación.