Club House; Lake Atwood
13 de Septiembre, 2001 - 07:59 pm
Tras el café con Laura, Darryl había recibido la llamada de Max diciendo que todo iba bien y Travers estaría de vuelta sobre las seis. Más tarde, Christopher había dicho de tomarse unas birras por su cuenta y unirse a la fiesta después, rato que aprovechó para ponerle un poco al día sobre sus asuntos personales. Le comentó de pasada que había pasado la noche con Raven, aunque se aseguró de dejarle claro que estaba siendo cuidadoso, pero que ella parecía estar siendo realmente trasparente. Chris, después de las apropiadas mofas, dijo que no tenía objeción alguna al respecto siempre que tuviese cuidado. Por supuesto, aquello quedaría entre ellos y nadie más.
El member le comentó de pasada cómo estaban las cosas por "casa"; bastante tensas en resumen. Sin embargo, creía que había esperanza. El viejo estaba más activo y ya se había levantado de la cama y tenía intención de hacer acto de presencia en la fiesta -algo que Darryl supo de inmediato que Laura desaprobaría-. Fue un rato agradable, y le sorprendió encontrarse tan a gusto charlando con un garou antes que con sus propios brothers. Pero así eran las cosas.
Casi a las ocho, cuando el sol estaba ya por terminar de desaparecer, ambos pusieron rumbo de vuelta al Club. Aquello fue como regresar al pasado: La música tronaba desde lejos, y la calle estaba abarrotada de coches y motos de amigos, vecinos, y más gente. El patio principal estaba a rebosar de gente, tanto que era difícil encontrar caras conocidas. Había varios camiones con provisiones aparcados dentro (uno específico de cerveza) y habían improvisado un ring al fondo donde los más valiente y alcoholizados se batían. También había colgado pancartas de bienvenida y el símbolo de los Mayhem por todas partes. Era una fiesta como las de antes, y era imposible escuchar nada entre el griterío. De alguna forma, aquello le sacó una profunda sonrisa. Casi parecía que no había pasado el tiempo.
-Vaya. Tenía mis dudas sobre si en Arizona sabíais montar buenas fiestas -comentó el garou. Por supuesto, ellos tenían un lugar reservado para aparcar que nadie había usurpado.
Una vez desmontaron, pudieron echar un vistazo alrededor más detenidamente. Las chicas de Lena andaban por el lugar (quizá incluso Sahavala), y se las distinguía bien frente a las croweaters habituales y no tan habituales. Los members más veteranos, por otra parte, estaban sentados en sillas o barriles cerca de la entrada del Club. Allí estaban parte de los suyos: Mark, Oscar y Walter, sentados junto a algunos members de los Black Rangers (el Club de Tucson) que Darryl ya conocía. Dimitri y Maxwell no estaban a la vista, por ahora.
Chris le palmeó el hombro.
-¿Vamos?
- Eh, con tanto puto desierto a nuestro alrededor tenemos pocas distracciones y las fiestas son a lo grande, como debe ser. - bromeó con Chris mientras se bajaba de la moto. Hacía muchísimo que no veía aquello tan a tope y sería agradable estar en el club sin grandes tensiones durante un rato. Todavía se sentía incómodo de estar por ahí después de lo que había pasado... pero no habría mejor oportunidad de arreglar las cosas.
- Sí, vamos allá. - dijo arrancando a andar hacia el interior - Cómo me alegra ver al viejo ahí sentado como si nada. ¿Crees que será un buen momento para hablar con ellos? -
-No de algo serio, pero creo que sería bueno que te viesen el pelo por aquí y que saludes a Travers.
El garou se desvió unos pasos para coger por la cintura a una croweater que llevaba varias cervezas, dejarle un beso en la mejilla y robarle los botellines con tanta gracia que la chica no pudo ni protestar. Además, era un member. Pero la verdad es que el jodido tenía estilo.
-Buenas... -saludó, palmeándole la espalda a Mark-. Que bueno verte fuera de la cama, Walter. ¿Dónde está la estrella de la fiesta?
-Gracias -dijo el viejo, que le devolvió una sonrisa y posó su mirada en Darryl como saludo también.
-Está dentro con alguna... -rió Mark de buena gana.
Oscar sacudió la cabeza.
-Me he tenido que largar para no ver semejante espectáculo de galantería.
Todos los presentes soltaron grandes risotadas ante el comentario de Oscar.
-¡Darryl! -bramó de repente Big Jonny, el President de los Black Rangers al reconocerle-. ¿Cómo estás, gañán? Ya me han contado que estás intentando volver al asunto, ¿eh? Me alegro de verte de vuelta. Estás más estirado, ¿no? Pero seguro que ese gancho de izquiera sigue flojo, jejeje.
Se levantó para estrecharlo con tantas ganas y familiaridad que a Darryl se le fueron todos los malos rollos de repente. Big Jonny era un tipo afable y de carácter bonachón, y los Black Rangers siempre le habían tenido en especial consideración por alguna razón que no terminaba de comprender.
-Este es el otro, ¿no? Primo de la gran Madre Rusia. Big Jonny, hijo -se presentó etrechándole la mano a Chris-. Habrá pasado la prueba, ¿no?
-Creo que hemos estado demasiado liados como para eso. Pero quizá sería una buena manera de animar la fiesta -comentó Walter con picardía.
La Prueba: Darryl recordaba haber pasado por aquello hacía ya años, y no es que lo recordase muy bien. Más bien recordaba las historias que le habían contado sobre ello. Básicamente consistía en pelearse con el veterano del Club pero con bodyshoot en el cuerpo por cada chica que se ofreciese. No sabían de dónde venía aquella tradición pero los Black Rangers se la habían pasado a los Brothers después de una larga fraternidad entre ellos. Por cierto, que la prueba no se ganaba derrotando al veterano sino llegando hasta el ring sin vomitar.
Aunque al principio todo aquello se sintió raro las risas provocadas por el comentario de Oscar y el abrazo de Big Jonny que por poco le parte la columna vertebral por tres sitios le devolvió rápidamente a aquel lugar. Palmeó con fuerza la espalda del President de los Rangers con una amplia sonrisa - Ya sabes, uno nunca sale del todo, ¿verdad? - que se lo dijeran a Travis. Él estiró el dedo índice para pinchar la panza del motero - Y yo veo que sigues dándote a la buena vida, como siempre... menuda envidia. -
Nunca supo el verdadero motivo de la afinidad que los Black Rangers tenían con él, pero Darryl tenía claro de dónde provenía la suya propia. En una fiesta de su club fue precisamente donde Raven y él se conocieron... - ¿Queréis hacerle la Prueba? Pobrecillo: se le van a poner casi todas las tias de la fiesta en fila y no va a llegar siquiera a la puerta del clubhouse antes de desmayarse. - si algo estaba claro es que Chris no sólo tenía estilo, si no que además tenía éxito entre las mujeres. Era guapo, buen tío y no le cabía duda que el tema lupino le daba también algún punto a favor
-¿Qué? ¿Qué estáis insinuando? Yo puedo con todo lo que me echen, especialmente si son mujeres.
El grupo volvió a reirse con ganas, también en parte por su ignorancia.
-Bueno, ya tendrás tiempo de probarlo cuando terminemos ese asunto pendiente -incidió Mark sin perder la sonrisa-. Y ya veremos cómo amaneces mañana.
-Ya veremos, ya veremos... -repitió, dándole un trago generoso a la cerveza.
- Me encargaré personalmente de que no se trague la lengua al desmayarse. - rió imaginándose la situación, buscando una banqueta para tomar asiento junto al resto y dándole un trago a la birra que Chris había conseguido - ¿Cómo va todo, Big Jonny? ¿Me he perdido algo especial en todo este tiempo? -
-Al parecer no tanto como la que tenéis liada por aquí...
Durante un rato se sentaron a charlar sin mucha preocupación, dejando que la conversación fluyese entre chistes y tragos de cerveza en un ambiente afable y distendido. Travers se presentó algo más tarde. Apareció por la puerta abrochándose los pantalones y cogió un taburete para unirse a la fiesta, saludando a los presentes y deteniéndose a darle un torpe abrazo a Darryl. Llevaba ya demasiado alcohol como para regir con propiedad o darse cuenta de lo que estaba ocurriendo realmente, algo que el resto no desaprovecharon en absoluto para hacer burlas. No parecía que de allí a algunas horas fuesen a tener el encuentro más relevante desde, probablemente, la creación del Club. Dependiendo de aquello se forjaría la nueva dirección del Club, ya fuese para bien o para mal. De modo que, discretamente, los implicados moderaron el consumo de alcohol alternándolo con comida que se estaba preparando en una barbacoa a un lado del patio.
Eventualmente aparecieron también por allí Dimitri y Maxwell, y también Eliot y algunos otros members del club de los Black Rangers que fueron introducidos o que ya se conocían de antes. Al parecer había otro novato que iba a ser sometido junto a Christopher a la prueba de Bienvenida. Pobrecillos. Más tarde, cuando la hora empezaba a acercarse, Darryl decidió que momento de tratar de suavizar aquel asunto antes de abordarlo. Además, a Mark se le veía mucho más templado y relajado que el día anterior.
Aunque fue un alivio poder distraerse allí como en los viejos tiempos entre cerveza y comida, no pudo evitar tampoco evitar lo posible a Eliot (sin ser demasiado obvio) y centrarse en las viejas caras conocidas de los Rangers y bromear con Chris, Max y Dimitri.
Pero tampoco pudo bajar la guardia demasiado porque los minutos corrían y con él el momento que llevaba esperando desde que prácticamente volvió a pisar Lake Atwood: el fin de todos aquellos problemas. Así que tras darle un trago largo a la cerveza para ganar fuerzas se acercó a Mark con el mejor tono de voz que pudo. - Oye Mark, ¿podemos hablar un rato a solas, por favor? -
Mientras el resto hablaban, Mark le dirigió una mirada larga intuyendo a dónde iba todo aquello.
-Claro -dijo, apurando la cerveza y levantándose haciendo apoyo en las rodillas-. Ahora venimos.
Maxwell, que estaba algo atento y se enteró de la intervención, dejó la cerveza a un lado tras pedirle permiso a Darryl con la mirada y se sumó a la pareja. El President arrugó el ceño sin decir nada y señaló el Club House. Una vez dentro, fueron hasta la sala de reuniones donde de seguro no les interrumpirían.
-¿Es esto algún tipo de encerrona? -inquirió, alternando la mirada entre ambos no muy contento.
Maxwell tomó asiento algo alejado de ellos y levantó las manos como prueba de su inocencia.
-Yo vengo en calidad de mediador. Nada más.
Hizo un gesto como si echase una cremallera sobre su boca y se cruzó de brazos.
- No, no. Te lo prometo. Doggy está aquí por si vuelvo a ser un inútil que no sabe escoger las palabras. - dijo Darryl con un suspiro, acercándose a una de las sillas para tomar asiento - Quería pedirte disculpas por lo que pasó ayer. Cuando Eliot me atacó de esa manera tuve miedo de que diérais por hecho que yo también era un esclavo de Ogden... y antepuse defenderme a lo que la revelación de Travis significaba. Quería que supiérais, que supieras... que sigo de vuestro lado. Y que realmente me hubiera gustado haber podido estar aquí para que Travis nunca hubiese hablado con Ogden: quizás así David y George seguirían vivos. -
Aquella declaración pareció pillar al President con la guardia baja, quien durante los primeros segundos le miró fijamente como si intentase descifrar el verdadero significado de sus palabras. Al final se dio por vencido, dejándose caer en una silla cercana con un suspiro pesado.
-Mira... Las cosas están muy tensas y todos estamos muy tensos. Creo que no era el momento de venir con esas -explicó de mala manera. Lo suyo no eran las palabras-. Quiero decir, no creo que tengas malas intenciones. Has venido a ayudarnos y eso. Pero esto es demasiada presión. Solo espero que esta noche salga todo bien.
Asintió un par de veces a sus palabras: aunque no le gustara nada cómo lo decía Mark no daba para mucho más, y menos en aquellas circunstancias. - No volveré a ofenderos así. O haré todo lo posible por no hacerlo. - tampoco él podía controlar tanto lo que decía - Saldrá bien. La manada quiere que su hogar no esté en peligro y Ogden quiere que toda esta locura termine también. Si nadie hace ninguna locura la celebración de hoy valdrá por dos. -
Mark asintió y Maxwell levantó las manos como si hubiese ocurrido un milagro.
-Pero si sabéis hablar sin echaros mierda a la cara...
-Cierra la boca, tú -espetó el President, aunque sabía que tenía razón-. Esperemos que así sea. Ya cuando acabe todo esto y estemos más tranquilos, hablaremos.
Se levantó, dando por echo que allí no había mucho más que decir y le tendió la mano a Darryl. No supo si para ayudarle a levantarse o para estrechársela como cerrando un pacto.
- La verdad es que aquí nos hemos juntado cabezaladrillo con cabezahormigón. Y no sé muy bien cuál es cuál. - ambos tenían una personalidad muy fuerte, mal pronto y eran muy cabezotas, pero Darryl bien sabía que aun sin haber vivido rondando el mundo vampírico el President había cargado sobre sus hombros mucho más peso del que jamás había llegado a plantearse él. Directamente, las vidas de todos los miembros de club como la de sus familias. Se levantó enérgicamente para darle la mano con una sonrisa satisfecha - Venga, vamos a pasarlo bien un rato más antes de que se nos venga la puta reunión encima. -
Mark le palmeó el hombro con colegueo y una sardónica sonrisa de las que se echaban en falta. Después le pasó el brazo por encima de los hombros -le sacaba algo de altura-, y lo sacó de allí reclamando más cerveza fría a voces para celebrar aquella gran reunión.
Ya fuera, Maxwell le dio un suave puñetazo en el brazo para decirle "bien hecho", y se perdió de nuevo en busca de Kitty, que también andaba por allí. Chris, que estaba atento a cómo había ido el asunto, también tuvo un gesto alzando ligeramente la botella en dirección a ellos y bebiendo a su salud.
Ojalá todo aquello pudiese permanecer así.